Tú crees que eres la víctima, la pobrecilla, y que todos te odiamos sin motivo. ¿Has hecho algo por nosotros? ¿Nos has ayudado? No, ¿verdad? Para ti somos un pueblo de lisiados y tú nos miras por encima del hombro. Todo el mundo te persigue y tú no tienes culpa de nada. ¿Y qué has hecho tú por los demás, si tan buena eres? ¿Crees que eres mejor que nosotros? ¿Crees que eres una perseguida? ¿Y yo? ¿No soy una perseguida? ¿No me han llamado coja, bruja y fea?
Si tú tienes razón, todos nosotros estamos equivocados.
Y nosotros somos más.
No hay peor culpable que el que cree ser inocente.