El Señor Oscuro me dijo que había vivido con unos indios, los senoi, una tribu que desconocía la violencia y la enfermedad. Los senoi regían su vida por sus sueños y aplicaban sus sueños a mejorar su vida. Cada mañana cada individuo contaba a la madre de familia lo que había soñado y una vez al día las distintas familias se reunían para examinar los sueños de la comunidad bajo la dirección de la bruja madre. Le dije que los senoi eran el pueblo del psicoanálisis, el sueño de Freud en medio de la selva. El me convenció para que le contara mis sueños sobre Selene. Después de aquel primer sueño sobre ella me convenció para que al irme a dormir pensara en todos los documentos que habíamos leído, en todo lo que sabía sobre ella para que ella acudiera a mis sueños.