Ainur

Todas las mujeres, en algún momento de su vida, dicen que son un poco brujas. Lo dicen riendo o sonriendo, con una mueca de superioridad. Y todas las mujeres en algún momento de su vida dicen de otra que es una bruja. Lo dicen con desprecio, con pena, sabiendo que la acusan del pecado más terrible. ¿Cómo puede ser que ser bruja sea para una mujer a la vez un orgullo y un insulto? La expresión más alta de ser mujer y su negación.