El lanzamiento del Explorer I, primer satélite espacial norteamericano, estaba programado inicialmente para el miércoles 29 de enero de 1958. A últimas horas de esa tarde, se suspendió hasta el día siguiente. El motivo aducido fueron las condiciones meteorológicas. Los observadores invitados a Cabo Cañaveral estaban perplejos: en Florida, el día había sido espléndido y soleado. No obstante, el ejército declaró que un viento de gran altitud conocido como «corriente de chorro» soplaba desfavorablemente.
La noche del día siguiente se produjo un nuevo aplazamiento, para el que se alegó idéntico motivo.
El lanzamiento se intentó finalmente el viernes 31 de enero.