«… desde su creación en 1947, la Agencia Central de Inteligencia… ha invertido millones de dólares en un importante programa de investigación para obtener drogas y otros métodos reservados que permitieran someter a ciudadanos de a pie, con o contra su voluntad, a un control absoluto; que los indujeran a actuar, hablar, revelar los más preciados secretos, a olvidar incluso, cuando así se les ordenara».
THOMAS POWERS en la introducción a
The Search for the «Manchurian Candidate»:
The CIA and Mind Control, 1979.