Notas - Capítulo 11

[1] Posiblemente un error de fecha, de Lucy o de la transcriptora, Mina Harker. Leyendo el texto de esta entrada, parece tratarse de la misma noche de la previa anotación del diario de Seward, datada el 11 de septiembre (quizá erróneamente).

Cubierta de Drácula

(Nueva York, Pocket Books, 1947).

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[2] Lucy está recordando la escena del entierro de Ofelia en Hamlet (acto V, escena 1), en que un sacerdote reconoce que, a pesar de su suicidio, «se le ha concedido un rocío de flores y sus coronas virginales, y el ser conducida a la última morada con servicio fúnebre y doblar de campanas».

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[3] De nuevo una fecha cuestionable. Esto parece ocurrirle a Seward antes, el 11 de septiembre, y debería decir 12 de septiembre, si es que la anterior datación del propio Seward es correcta.

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[4] Nótese que no se menciona el hecho de que Van Helsing ha cambiado de hotel (véase capítulo 9, nota 53). El Berkeley, en la esquina de Piccadilly Circus y Berkeley Street, era muy popular entre las debutantes del distrito londinense de Mayfair. La fachada del edificio era blanca, con balcones dorados; fue totalmente remodelado en 1897, haciendo más grande su renombrado restaurante, entre otras cosas. Adquirido en 1901 por Richard D’Oyly-Carte, formó entonces parte del Savoy Group; el hotel cerró en los años sesenta del siglo XX y volvió a abrirse en 1972 en su actual emplazamiento de Wilton Place, en Knightsbridge.

Sala de fumadores del Berkeley Hotel (ca. 1897).

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[5] Ni esta ni la siguiente frase constan en el Texto Abreviado.

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[6] Leatherdale (Dracula Unearthed) indica que esto es muy raro en septiembre y que es más propio de octubre, lo que pone bajo sospecha la serie entera de fecha de este diario.

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[7] Esta es la primera muestra de cariño maternal por parte de Mrs. Westenra, y Leatherdale (Dracula Unearthed) supone que su ansiedad era en realidad resultado de una orden telepática de Drácula.

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[8] ¡«Temperamento frío», sin duda! Desde luego hubiera sido mejor reservar esta exhibición para después de haber visto a su paciente.

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[9] Notable actitud médica, en verdad. Aunque la técnica de la transfusión de sangre estaba todavía en su infancia, algo se sabía acerca de que la compatibilidad del donante y del recipiente era cosa fundamental. Habiendo hecho por dos veces una transfusión a Lucy (con una buena suerte ciega), Van Helsing echa los dados por tercera vez arriesgándose a serios problemas, en lugar de volver a utilizar un donante ya probado.

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[10] Leatherdale (Dracula Unearthed) encuentra increíble que alguien que ha estado a la puertas de la muerte hace tan poco tiempo emerja ahora con un aspecto tan saludable. O bien el «regreso» de Lucy está teniendo efectos bipolares —que van desde una apariencia esquelética a otra saludable— o bien Seward está tan confuso que la exactitud de lo que escribe es cuestionable.

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[11] Otra fecha discutible. La primera noche «de paz» debió de ser la del 12 de septiembre, de modo que ahora es el día 16 o Lucy ha contado mal. Cambiando la fecha al mencionado 16 de septiembre, se soluciona el problema del viaje de ida y vuelta de Van Helsing a Ámsterdam, que no podría haberse hecho en menos de veinticuatro horas (véase la nota siguiente).

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[12] Van Helsing regresa en la mañana del 18 de septiembre, según el diario del doctor Seward. Si esta fecha es correcta, Van Helsing no podría haber salido de Londres para Ámsterdam en la tarde-noche del 17 de septiembre. Tuvo que hacerlo el 16.

—— Retorno a otras notas ——

Capítulo 11 - nota 39.

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[13] Drácula continúa queriendo entrar en la habitación. Uno se pregunta por qué no ordena a Lucy que incapacite a Van Helsing, o que de nuevo Mrs. Westenra retire los ajos mientras duerme Van Helsing. Drácula no tiene en este momento ninguna razón particular para temer a Van Helsing más que a los otros inútiles guardianes, Seward y Mina, a menos que hubiese tenido algún encuentro anterior con él.

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[14] Periódico londinense de la tarde, fundado en 1865. En 1882, la liberal Gazette redujo su precio de dos peniques a uno, con objeto de ser más competitiva y atraer a una masa de lectores y no estrictamente a los «caballeros». En 1883 la dirección fue asumida por W. T. Stead, uno de los más grandes periodista de las épocas victoriana y eduardiana. Nacido en Northumberland, hijo de un sacerdote congregacionista, Stead creó lo que Matthew Arnold llamó «Nuevo Periodismo», e hizo de la Gazette el antecesor de los tabloides impactantes, introduciendo, entre otros rasgos característicos, las entrevistas personales. Hombre honesto que utilizaba el periódico como púlpito, Stead criticó la miseria de los suburbios, y fue en buena parte responsable de la puesta en marcha de una olvidada «Enmienda de la Ley Criminal» en que se elevaba la edad de consentimiento en la prostitución infantil de los trece a los dieciséis años. Su serie de artículos más influyentes y combativos apareció en 1885, año en que, tomando ejemplos de la Antigüedad y de la mitología griega, describió gráficamente el depravado sistema de alcahuetería al que estaban sometidas las jóvenes en Londres (que él comparaba con Babilonia), que no había alcanzado la edad legal, por los ricos aristócratas («minotauros»). Esta serie de artículos fue tan popular entre el público lector como impopular en el gobierno y en la profesión médica, en este último caso por las revelaciones que Stead hacía de los sobornos con que los burdeles compraban a algunos médicos que «certificaban» la virginidad de ciertas prostitutas. Sometido a fuertes presiones, Stead admitió que durante la investigación y la redacción de la primera entrega de la serie no había solicitado —cosa incorrecta— el consentimiento del padre de Eliza Armstrong, una joven necesitada de la cual él había hablado en el periódico, habiendo olvidado, además, hacer entrega de una cierta cantidad de dinero que había prometido a la madre de la joven. Acudiendo a todo ello, los enemigos de Stead intentaron que este fuese condenado por un supuesto secuestro de Eliza y por asalto indecente; el acusado acabó pasando tres meses en prisión.

Propuesto en varias ocasiones para el Premio Nobel de la Paz, Stead dejó la Gazette en 1890; en 1892 el periódico fue vendido y pasó a ser una publicación conservadora. Stead ya había escrito anteriormente sobre los desastres que podrían ocurrir con un vapor correo que carecía de botes salvavidas y con la colisión de un barco con un iceberg, pero su presciencia le falló para salvarse a sí mismo: en 1912, en ruta hacia un congreso sobre la paz mundial y el arbitraje internacional que iba a celebrarse en el Carnegie Hall de Nueva York, murió en el hundimiento del Titanic.

—— Retorno a otras notas ——

Prefacio - nota 9.

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[15] El Jardín Zoológico de Londres, en Regent’s Park, con su entrada sur a menos de kilómetro y medio de la estación de Metropolitan Railway de Baker Street, fue creado con un propósito científico en 1818 por la Zoological Society. Los primeros 430 animales fueron donados por la colección real de la Torre de Londres. En 1896 el Zoo tenía ya unos 2.400 animales. Durante los primeros veinte años de su existencia, la admisión estaba reservada a los miembros de la Zoological Society y sus invitados; sin embargo, la nueva atracción se hizo enormemente popular, y más aún cuando se permitió el acceso al público en general. Los visitantes de la época victoriana se ponían nerviosos y temblaban al verse por primera vez ante animales tan exóticos, y su placer se mezclaba con el temor de que acaso los poderosos cautivos del Zoo pudieran escaparse.

Plano del Jardín Zoológico de Londres.

Karl Baedeker, London and Its Environs: Handbook for Travellers (1896).

En 1896, el «Baedeker» de Londres aconsejaba que el mejor momento para visitar los animales era «a la hora en que se les da de comer, cuando incluso los letárgicos carnívoros pueden verse activos y agitados». En septiembre, la comida de los animales de presa era a las 4:00 de la tarde. Los «escondrijos» de lobos y zorros estaban frente a la gran «casa» del león, en los límites del parque. La «casa» de los elefantes y los rinocerontes —detrás de la cual vivía Bilder— a unos 400 metros del recinto de los lobos, lo más alejadas posibles entre sí.

Londres, Jardín Zoológico. La «casa» del león.

Queen’s London (1897).

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[16] La frase no aparece en el Texto Abreviado. [N. del T.: La forma de hablar, las expresiones y la pronunciación del guardián del zoológico entrevistado son absolutamente imposibles de adaptar al español.]

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[17] «Berserker» (presumiblemente el verdadero nombre del lobo) es un apelativo bien apropiado (véase capítulo 3 del presente volumen, nota 12).

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[18] Charles Jamrach fue un comerciante de animales y «naturalista» que servía a muchas menageries desde su establecimiento en Ratcliffe Highway. Jamrach era famoso por haberse enfrentado en 1857 con un tigre que se había escapado y por ser un coleccionista de «curiosidades orientales». En su libro de recuerdos London in the Sixties (1908), Donald Shaw escribe: «Continuando a lo largo de St. George’s Street encontraremos la menagerie de Jamrach, adonde llegan muchas de las rarezas que terminan en el Zoo; no se trata de la habitual tienda de pájaros, sino un informativo museo en más de un sentido. Aquí veremos una gran sala repleta de bronces y curiosidades de todas las partes del mundo, sala que todo norteamericano que visita Londres y que presume de ser un crítico no deja de venir a inspeccionar, pues Mr. Jamrach, como su padre, es una autoridad, y un naturalista en el más alto sentido de la palabra. Los amantes de los animales no lamentarán una peregrinación a “la [Ratcliffe] Highway”, peregrinación que con la ayuda del District Highway y del alumbrado eléctrico de las calles ya no se lleva a cabo con incomodidades ni peligros». Como dice Charles Dickens Jr. (Dickens Dictionary of London), la Ratcliffe Highway había gozado de una reputación muy desagradable.

Ratcliffe Highway, Stepney, 1896.

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[19] Esta frase no consta en el Texto Abreviado.

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[20] La tarea de Bilder no consta en el Texto Abreviado.

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[21] ¿Drácula se ha dejado barba? Puede tratarse de otro disfraz, al igual que cuando aparece como «cochero» (véase capítulo 1 del presente libro, nota 88), pero es un bonito detalle el de añadir «unos pocos pelos blancos» a una barba postiza. Wolf (The Essential Dracula) observa de nuevo que Drácula es activo durante el día.

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[22] Leatherdale (Dracula Unearthed) señala que los guantes son para ocultar las palmas velludas de sus manos y las uñas afiladas que, sin duda, alarmarían al guardián del Zoo.

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[23] Estas tres frases no constan en el Texto Abreviado.

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[24] A menos que las barras fuesen de madera o de cristal, no parece creíble que Berserker pudiera romperlas por sí mismo. Es más bien probable que fuese ayudado por alguna mano no humana. Leatherdale (Dracula Unearthed) piensa que Drácula proyectó una gran fuerza sobre Berserker en vez de ensuciar sus propias manos. Sin embargo, hay amplias evidencias en otros lugares del texto en que puede verse que Drácula no tiene inconveniente alguno en hacer esfuerzos físicos, como por ejemplo llevar el equipaje de Harker y más tarde coger las grandes cajas de tierra, sin otras señales acerca de su capacidad para «proyectar» la fuerza física.

Como veremos, Drácula tiene un propósito para Berserker.

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[25] La Cueva de la Armonía era un grande y popular establecimiento londinense de bebidas y de música en el que cantaban a coro los clientes, que estuvo abierto durante gran parte del siglo XIX.

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[26] El Texto Abreviado omite la siguiente broma de Bilder.

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[27] Es decir, media libra o 10 chelines. Su valor actual equivaldría a algo más de 41 euros o 60 dólares, una generosa propina (o soborno).

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[28] Esto es una prueba de que Hillingham está al norte del Zoo y de Regents Park, y cerca de Hampstead Heath.

—— Retorno a otras notas ——

Capítulo 5 - nota 11.

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[29] Ni esta ni la siguiente frase constan en el Texto Abreviado.

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[30] En el texto Abreviado no consta esta frase, que evidencia la pomposidad del periodista.

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[31] Esta costumbre era (a lo que parece) habitual entre los dueños de propiedades rodeadas de muros; compárese, por ejemplo, con la experiencia de Holmes y Watson al escalar una tapia para entrar en la casa del chantajista Charles August Milverton, en Hampstead Heath (en la aventura epónima).

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[32] Ningún artículo como este figura en los archivos de la Pall Mall Gazette. Las Notas dicen que el lobo escapado fue muerto cerca de la casa de Lucy. Todo este asunto parece una narración ficticia insertada aquí por Stoker para dramatizar los sucesos (véase nota 45).

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[33] En el Texto Abreviado no se menciona la «negligencia» del doctor Seward, y el tema en el que estaba «ocupado» no se describe.

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[34] El «superintendente» del típico manicomio privado era el médico director/ejecutivo que informaba al Consejo de Administración o al «Comité de Visitantes», como a menudo era llamado dicho consejo.

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[35] Es sorprendente que en un manicomio se permita a los paciente tener acceso a los cuchillos del comedor; la práctica habitual en los manicomios era utilizar instrumentos romos y en absoluto afilados para evitar que se hiriesen los internos. Seward parece dirigir una institución laxa, con vigilancia inadecuada (lo que tiene como resultado las huidas), inútiles celdas forradas y objetos peligrosos fácilmente accesibles.

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[36] Renfield, como el Demonio, ha retorcido el texto de las Escrituras para sus propios fines; en este caso, la fuente bíblica es una prohibición del consumo de sangre: «Por cuanto la vida del animal está en la sangre… Por eso tengo dicho a los hijos de Israel: ninguno de vosotros comerá sangre, ni tampoco los forasteros que moran entre vosotros» (Lv 17, 11-12).

—— Retorno a otras notas ——

Capítulo 21 - nota 15.

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[37] El puerto más importante de Bélgica; en 1873 la ciudad tenía 180.000 habitantes. Parada del viaje de Londres a Ámsterdam.

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[38] En otras palabras, el telegrama se retrasó porque Van Helsing no puso la dirección de manera correcta. El arrogante doctor no se excusa por su fatal error.

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[39] La fecha de este telegrama confirma que Van Helsing estaba viajando el 17 de septiembre, pero desde luego no indica si estaba camino de Ámsterdam o si venía de allí. Si había salido de Londres el 16 de septiembre, como indica Seward (véase nota 12 de este mismo capítulo), podía haber pasado por Amberes el 17 por la mañana, hecho sus gestiones en Ámsterdam y vuelto a Londres el 18 de septiembre. Según la guía Bradshaw’s para el continente europeo, el viaje de Londres a Ámsterdam vía Bruselas y Amberes podía hacerse tomando el tren de las 9:00 de la noche en la estación de Charing Cross, llegando a Bruselas a las 5:42 de la madrugada. A las 6:00, otro tren (con parada en Amberes) llegaba a Ámsterdam a las 12:08 del mediodía. Todo el viaje suponía unas quince horas de tren y de barco. Si bien esta no es la ruta más rápida (Londres-Róterdam-Ámsterdam lo hubiera sido; véase capítulo 10 del presente libro, nota 32), Van Helsing podía haber tenido asuntos que tratar en Bruselas o en Amberes.

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[40] Esto es un recordatorio de que el manicomio de Seward (y su cercana Carfax) está lejos de Hillingham, probablemente a una distancia de unos 32 kilómetros. Se trata de una total y absoluta coincidencia: téngase en cuenta el que Lucy Westenra, víctima de Drácula, y John Seward, vecino de Drácula, se conozcan. ¿Es o no una coincidencia?

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[41] Leatherdale (Dracula Unearthed) señala que Seward nunca esperaba ser llamado a Hillingham, y que la responsabilidad del inminente desastre recae por completo sobre Van Helsing, que debería haber informado a Seward de su viaje. ¿Supo Drácula telepáticamente del viaje de Van Helsing y creyó que Lucy estaba sin protección, o quizá hizo que Van Helsing fuera llamado para que volviera a Holanda?

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[42] No queda claro por qué Lucy tiene un fonógrafo. Si bien a finales del siglo XIX el fonógrafo se vendía junto con discos de música, en su primera época su uso fundamental no era otro que el de hacer grabaciones caseras (y comerciales). No hay prueba alguna de que Lucy lo utilice. Quizá era una reliquia de los negocios de Mr. Westenra.

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[43] De nuevo Mrs. Westenra despliega un insólito cariño maternal, probablemente para comprobar que su hija no estaba bajo la protección de alguien.

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[44] En el Manuscrito aparece intercalado, de la mano de Stoker, lo que sigue; «y entonces un sonido de rápidas pisadas de animal en la terraza». Esto no consta en el texto publicado. El haber eliminado la referencia a la terraza tiene que ver con el hecho de querer ocultar la identidad de la casa (véase capítulo 9 del presente volumen, nota 33).

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[45] El peso medio del lobo gris es de unos 45 kilogramos; tiene alrededor de 1 metro de alto y 1,5 de largo. Aunque Berserker es descrito como grande y flaco, es imposible imaginarse a un animal así saltando hasta la ventana de un segundo piso (primer piso, a la inglesa) con la fuerza suficiente como para entrar por ella rompiéndola a menos de que todos los demonios del infierno los tuviese agarrados a la cola (una posibilidad, desde luego). Si Drácula puede hacer que un lobo lleve a cabo tan sorprendente despliegue de energía, ¿por qué no un murciélago o el ágil perro de un vecino? Si la casa tiene una terraza a la cual da una ventana (véase la nota anterior), es obvio que el lobo podría haber saltado a la primera y romper después la segunda.

Wolf (The Essential Dracula) sostiene que la violenta irrupción de Berserker, seguido por Drácula, viola la regla enunciada por Van Helsing según la cual los vampiros sólo pueden entrar cuando son invitados a ello (véase más adelante en el presente libro, capítulo 18, nota 36). Sin embargo, está claro que la propia Lucy debió de invitar a Drácula en una ocasión anterior (véase capítulo 9, nota 34), y que el propósito de la brutal acometida de Berserker no fue otro que el de romper el obstáculo para entrar y que, además, golpeó las guirnaldas de ajos que sin duda rodeaban la ventana. La masiva presencia de los ajos en la habitación debió de bloquear la habitual capacidad de Drácula para enviar órdenes por vía telepática, aquí para que apartase los ajos y abrir la ventana. Véase el capítulo 3 del presente libro, nota 4, para un caso en que, en la Odisea, el ajo sirve para contrarrestar los efectos del hechizo de una encantadora.

Leatherdale (Dracula Unearthed) se pregunta, sin embargo, por qué Drácula necesita la ayuda de Berserker, pues tiene el poder de «materializarse» y podría fácilmente penetrar por la ventana cerrada (o a través de una rendija), lo cual sugiere que lo del lobo no es sino un elemento dramático introducido por Stoker en la narración (véase la nota 32).

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[46] Evidentemente siguiendo órdenes telepática de Drácula.

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[47] Un viento arenoso, caliente, seco y sofocante, de los desiertos africanos, en especial de Egipto. Los desiertos de África estuvieron por largo tiempo en la mente de las gentes como consecuencia de la conmoción causada por la muerte en 1885 del general Charles Gordon el Chino, gobernador de Sudán de 1877 a 1879. En 1884 regresó para defender la capital, Jartum, de El Mahdi (Muhammad Ahmad), quien afirmaba ser el mesiánico imán número doce y deseaba eliminar la autoridad egipcia y purificar el islam. Jartum fue sitiada durante diez meses, pero a pesar de las peticiones del pueblo inglés, el primer ministro, William Gladstone, retrasó el envío de tropas de refuerzo. Poco antes de su muerte (según Lytton Strachey en Eminent Victorians, 1918), un desafiante Gordon escribía en sus diarios: «si un emisario o una carta llegan hasta mí, NO OBEDECERÉ, SINO QUE SEGUIRÉ AQUÍ, Y CAERÉ CON LA CIUDAD, Y CORRERÉ TODOS LOS RIESGOS». El 26 de enero de 1885, dos días después de la llegada de una expedición inglesa de ayuda, los mahdistas tomaron Jartum, el general Gordon fue asesinado y su cabeza llevada ante El Mahdi como trofeo. En la imaginación popular inglesa, Gordon era un mártir, y algunos especularon sobre si ese excéntrico general podía haber deseado una adulación tal que le llevó a una muerte segura.

Que Lucy use la palabra simún constituye, por lo tanto, algún indicio de que la fecha de los acontecimientos es más próxima a 1885 que a otra posterior, pues era entonces cuando los periódicos se ocupaban de manera especial de los sucesos del desierto. De algún modo, uno no se imagina a Lucy dedicada perezosamente a hojear libros de viajes sobre el clima de los desiertos.

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[48] Habitualmente, los ruiseñores llegan a Inglaterra en abril y cantan hasta finales de mayo o comienzos de junio. Se marchan entre julio y septiembre. Leatherdale (Dracula Unearthed) considera la presencia de este pájaro en la narración como parte del aspecto onírico de la escena (incluso con ese lobo que está milagrosamente en el antepecho de una ventana de una segundo piso, primero en Inglaterra), pero los ruiseñores no son cosa milagrosa en septiembre.

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[49] Drácula pasa a través de la puerta de modo invisible.

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[50] Es asombroso que el doctor capte de inmediato ese olor especial y no las sirvientas. No necesitamos pensar que Drácula llevó consigo el láudano, una tintura de opio ampliamente utilizada como sedante y común en muchas casas. Isabella Beeton, por ejemplo, en su Book of Household Management (1861) y en sus consejos relativos a las enfermedades infantiles, prescribe el láudano como parte de un emoliente para la candidiasis y también como parte de un emético para la tos persistente, e incluso el opio en polvo y el láudano en el botiquín de un hogar bien organizado. De hecho, abusaban del láudano las madres que hacían trabajos de encaje y otras tareas similares por piezas —el equivalente al trabajo a destajo y mal pagado, pero hecho en casa— para tranquilizar a sus hijos pequeños. Los anuncios del láudano cubrían los escaparates de todas las farmacias.

Botella de láudano (norteamericana).

En la época victoriana había escasa conciencia acerca de los peligros que podían encerrar los depresivos y opiáceos que habitualmente había en casa, pese a lo comentado por Seward acerca del clorhidrato (véase capítulo 8 del presente libro, nota 45), y se creía de modo generalizado que el uso de drogas tales como el opio, la morfina y la cocaína podía ser beneficioso. Así, por ejemplo, la Encyclopaedia Britannica de 1888 ridiculizaba toda posibilidad de que fumar opio pudiera considerarse peligroso, y lo comparaba con el consumo moderado del alcohol o del tabaco, pues ayudaba a quienes lo fumaban «a soportar grandes fatigas, y pueden estar un considerable espacio de tiempo con poca o ninguna alimentación»; y, en fin, «llevado al exceso se convierte en un hábito inveterado; pero esto ocurre de modo especial con las personas de poca voluntad, que serían también fácil presa de bebidas embriagadoras, personas que son moralmente débiles, adictos también a cualquier otra forma de depravación».

El gobierno británico tomó medidas contra el consumo del opio a finales del siglo XIX y comienzos del XX, mas para entonces el genio ya se había escapado de la botella. Aunque el opio era considerado habitualmente como símbolo de la licencia de costumbres y la corrupción orientales, el señuelo de sus propiedades calmantes y eufóricas hizo adictos a algunos escritores famosos, como George Gordon Byron y Percy Bysshe Shelley, ambos muy habituados al láudano (al menos durante el famoso verano de 1816, cuando fueron creado El vampiro de William Polidori y Frankenstein de Mary Shelley), Charles Baudelaire, Elizabeth Barret Browning, Samuel Coleridge (cuyo «Kubla Khan» se inspiró en un sueño provocado por el opio), John Keats y el novelista Wilkie Collins (The Moonstone, The Woman in White). Varios críticos han especulado sobre si la fantástica Alicia en el país de las maravillas (1865), de Lewis Carroll, se escribió como resultado (o al menos bajo cierta influencia) del consumo de opio.

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[51] Fred Saberhagen (The Dracula Tape) no cree en modo alguno que Drácula drogase a las criadas; sus poderes hipnóticos, después demostrados en el torpor de Jonathan Harker, hubieran bastado para dejarlas al margen de todo. Saberhagen señala que la única persona que tenía medios para hacerlo era Lucy, cuyo motivo, propone el crítico en cuestión, no era sino el deseo de pasar algún tiempo, sin ser interrumpida, con el muy atractivo (y, según Saberhagen, inocente) Drácula.

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[52] También Jonathan Harker había visto «motitas» cuando la aparición de las tres mujeres (véase capítulo 4 de este mismo libro, nota 23), y llamas azules cerca del castillo de Drácula.

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