Notas - Capítulo 10

[1] ¿Por qué habría Mrs. Westenra de consultar al doctor Seward, al que sólo conoce como amigo de Lucy y no como médico de la familia? En Drácula, la película de 1931, Seward sí tiene tal papel.

Escena de la versión teatral de Drácula estrenada en Broadway, con Edward van Sloan (Van Helsing), Dorothy Peterson (Lucy), Terence Neill (Jonathan Harker), Herbert Bunston (Dr. Seward), Bela Lugosi (Drácula) y Nedda Harrigan (Wells, la sirvienta) (1972).

<<

dragons

[2] Es decir, en la puerta del Great Eastern Hotel (véase capítulo 9 del presente volumen, nota 53).

<<

dragons

[3] No consta en el Texto Abreviado. Es obvio que Stoker, al revisar los «Papeles de Harker», se dio cuenta de que esto no era lo que Seward le había escrito a Holmwood.

<<

dragons

[4] La palabra utilizada es corn, «trigo», que podría confundirse con «maíz», como ha ocurrido en las traducciones más conocidas de Drácula al español. Como señala la nota original, es en el inglés norteamericano donde corn significa «maíz». [N. del T.]

<<

dragons

[5] Resulta difícil imaginarse a un profesor de Medicina cuyos métodos de enseñanza incluyen el tirar de las orejas a sus alumnos. En realidad caben muchas dudas acerca de este «profesor» con un inglés tan desbaratado en ocasiones que sus frases se parecen a veces a las del tío del Pato Donald, tan cómicamente pedante y con un acento tan marcado, el profesor Ludwig von Drake. Aquí Van Helsing se embarca en una parábola pseudobíblica, cuya moraleja es que hay que tener paciencia y observar con atención.

<<

dragons

[6] Interpretando los laboriosos símiles de Van Helsing, parece que está diciendo que este caso es más interesante que otros. Si esto es lo que quiere decir, es de una extraordinaria perspicacia, pues ni siquiera ha visto la herida del cuello de Lucy. La metáfora no consta en el Texto Abreviado.

<<

dragons

[7] El Texto Abreviado no incluye esta frase. Quizá Stoker se sentía embarazado o acaso quería proteger así al «doctor Seward», que nunca dice una sola palabra sobre la cuestión.

<<

dragons

[8] Fue al comienzo de los años ochenta del siglo XIX cuando empezaron a aparecer en el maletín de los doctores los aparatos necesarios para hacer diagnósticos, junto con la botella de éter y de láudano. El estetoscopio, inventado en 1819, era ya algo habitual, si bien con la forma de un tubo rígido y no con el flexible ahora tan familiar. Se disponía también de un compacto termómetro clínico, pero no existía todavía el esfigmógrafo o esfigmómetro para tomar la tensión.

<<

dragons

[9] En suma, Seward concluye que la enfermedad ha hecho a Mrs. Westenra tan egoísta que ni se enterará de los problemas médicos de Lucy. Seward tiene razón, pero en lugar de tener en cuenta este peligro lo agrava con su actitud, lo que tendrá, como veremos, consecuencias fatales para Lucy.

<<

dragons

[10] Esta pomposa frase no figura en el Texto Abreviado.

<<

dragons

[11] El Manuscrito incluye aquí otro ejemplo del humor de Van Helsing: «ella está como dijo Bismarck que estaría Alemania si tuviese otra guerra con Francia». La broma no figura en la narración publicada.

<<

dragons

[12] De nuevo Van Helsing despliega una sorprendente perspicacia, pues no ha visto señales externas de pérdida de sangre: no hay heridas, no hay sangre en las ropas de Lucy ni en la cama. Cómo llega a su misteriosa pero totalmente acertada diagnosis de vampirismo, es cosa desconocida.

<<

dragons

[13] Si bien los historiadores han puesto en duda la credibilidad del hecho, Stefano Infessura, escritor romano del siglo XV, que acaso tenía algún tipo de rencor contra el papado, afirmó que en 1492 el pontífice Inocencio VIII sufrió un ataque al corazón y se le aplicaron transfusiones de sangre (probablemente bebida) para salvarle. Se dijo que la sangre era la de tres niños de diez años de edad, que no sobrevivieron a la prueba. Tales transfusiones tampoco sirvieron para ayudar al papa, que murió antes de acabar ese mismo año.

Los experimentos continuaron, pero con escasa comprensión de las gentes y un alto nivel de fracasos. En 1665, en el diario de Samuel Pepy se anota que Richard Lower, médico de Oxford, había llevado a cabo con algún éxito transfusiones entre perros. Lo hizo con rigor y sin el más mínimo teatralismo en una demostración para beneficio de sus colegas; utilizó dos fuertes perros a los que colgó juntos de una soga, mientras los testigos veían cómo la vida de los animales pendía, literalmente, balanceándose en lo alto. Lower hizo transfusiones de animal a ser humano, incluyendo la de un cordero a un hombre que sufría de agitación nerviosa, ello con la esperanza de traspasar a este el carácter tranquilo del animal. En aquella época las transfusiones se hacían utilizando plumas de ave y cánulas de plata. La convicción de que además de la sangre misma podían también transferirse las cualidades de una persona a otra estaba fuertemente arraigada no sólo de manera general, sino también entre los fisiólogos. Ello incluía la idea de que una «mala» persona podía llegar a ser ejemplar por medio de una transfusión de sangre.

En 1667, un experimentador francés declaró haber hecho con éxito transfusiones de ovejas a seres humanos. Sin embargo, muchos pacientes murieron como consecuencia de ello (y sin duda también por otras razones), y en 1678 la Asociación de Médicos de París prohibió tal práctica.

Mientras otros hacían las transfusiones sin decir nada, en 1818 James Blundell, un doctor dedicado a la obstetricia, realizó con éxito una transfusión de sangre humana para tratar la hemorragia de una mujer tras el parto. Utilizando una jeringa, extrajo sangre del marido para transfundirla a la esposa. Blundell fue un extraordinario investigador y cirujano; además de la ciencia de la transfusión, entre las docenas de procedimientos por él perfeccionados figura la ligadura de las trompas de Falopio para impedir más embarazos y la histerectomía para el cáncer de cérvix. Entre 1825 y 1830, Blundell realizó 10 transfusiones documentadas con pacientes seriamente enfermos, cuatro o cinco de las cuales demostraron su eficacia. Llegó a hacerse rico con la venta de varios instrumentos por él inventados para la realización de transfusiones, incluyendo el impellor (que llevaba la sangre al recipiente de la misma) y el gravitator (que permitía un constante flujo de sangre de un paciente a otro sin exponerla al aire libre). En 1840 Blundell ayudó a otro médico inglés, Samuel Armstrong Lane, a llevar a cabo la primera transfusión total para tratar la hemofilia.

James Blundell.

El gravitator de Blundell, un temprano aparato para hacer transfusiones.

The Lancet, 1828-1829.

A pesar de los éxitos de Blundell, continuaban las muertes debidas a las transfusiones como consecuencia de desconcertantes reacciones adversas. En un esfuerzo para evitar esto, desde 1873 a 1880 los médicos norteamericanos ensayaron intentos de transfusiones de leche (de vaca y de cabra) a personas. La propia leche era causa de problemas, y en 1884 se llevó a cabo una prueba con una infusión salina en vez de leche.

En su breve «History of Blood Transfusión» dice N. R. S. Maluf que «el siglo XIX terminó con logros sustanciales hacia una transfusión de sangre segura». Para entonces ya se había hecho sentir la necesidad de hacer las transfusiones con sangre completa y no con suero al reanimar a alguien que se desangraba. Los peligros de la transfusión ínter species produjeron el abandono de utilizar sangre de animales para los seres humanos. Se llevaron a cabo estudios detallados acerca de las causas de los traumas producidos después de las transfusiones. Se llevaron a cabo detallados estudios sobre la desfibrinación, con objeto de impedir la coagulación —algo claramente conocido por Van Helsing— y algunos investigadores comenzaron a experimentar con el calcio como anticoagulante. Sin embargo, la muerte solía ser el resultado final de las transfusiones.

En 1901 tuvo lugar un avance fundamental cuando el médico austríaco Karl Landsteiner (1868-1943) descubrió los tres primeros grupos sanguíneos, a los que llamó A, B y O. En 1902 descubrió un cuarto grupo, el AB. En 1930 Landsteiner fue galardonado por su trabajo con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina.

Basándose en estos descubrimientos, en 1907 el doctor Ludvig Hektoen (1863-1951), médico de Chicago, pensó que las transfusiones podían ser mejoradas utilizando sangre de igual tipo entre donantes y pacientes. Siguiendo esta idea, el médico neoyorquino Reuben Ottenberg (1882-1959) llevó a cabo la primera transfusión teniendo en cuenta los tipos de sangre de las personas implicadas, e informó del resultado de esa prueba de compatibilidad en una nota a pie de página de un artículo suyo. Una vez adoptada la metodología de Ottenberg, la frecuencia de reacciones adversas se redujo de modo considerable. El primer «banco de sangre» del mundo (expresión realmente introducida por Bernard Fantus en 1937) se creó el año 1932 en Stalingrado, Unión Soviética. Hasta 1939 y 1940 no se descubrió el sistema Rh (así llamado por los monos rhesus utilizados en los experimentos), descubrimiento realizado por Kart Landsteiner, Alex Wiener, Philip Levine y R. E. Stetson. La mezcla de los dos grupos Rh fue pronto reconocida como causa de la mayoría de las reacciones que todavía producían las transfusiones, las más seguras de las cuales son aquellas en que el grupo sanguíneo y el Rh del donante y del paciente son compatibles. Por lo tanto, la práctica moderna consiste en examinar una mezcla de la sangre de ambos para asegurarse, antes de la transfusión, de que son compatibles. Sin embargo, incluso esta prueba sólo puede descartar la llamada reacción hemolítica (la caída de glóbulos rojos que, por lo general, es causa de la anemia), y es posible que puedan surgir otros problemas, pese a la compatibilidad, como la transmisión de enfermedades, fiebre y reacciones alérgicas.

La transfusión de sangre. Una operación en el Hôpital de la Pitié. París.

Harper’s Weekly, 4 de julio de 1874.

Además de poner en peligro al paciente con la transfusión de sangre, el procedimiento mismo era muy penoso, tanto para el donante como para el paciente, los cuales eran heridos con la inserción de una aguja más bien gruesa. Nótese que a Lucy le dan un narcótico antes de la transfusión, y aunque Holmwood logra mantenerse en silencio, Seward tiene que vendar su herida. Ya en 1892, un internista de Leipzig comenzó a utilizar agujas huecas de metal para extraer la sangre de las venas del donante y después inyectarla de forma subcutánea.

—— Retorno a otras notas ——

Capítulo 10 - nota 37.

Capítulo 12 - nota 12.

<<

dragons

[14] La flaqueza de ánimo de «Holmwood» se oculta en el Texto Abreviado, que omite esta y la frase anterior.

<<

dragons

[15] Aquí Stoker exagera un tanto al hacer que Holmwood aparezca más varonil, y ni las palabras de buen humor intercambiadas con Van Helsing en las tres frases anteriores ni las palmadas en el hombro que le da este figuran en el Texto Abreviado.

<<

dragons

[16] Probablemente Van Helsing esté haciendo aquí un diagnóstico correcto (véase capítulo 9 de este mismo volumen, nota 40).

<<

dragons

[17] Desde luego, Van Helsing está hablando metafóricamente; las venas nunca están vacías.

<<

dragons

[18] De nuevo una metáfora: el brillo de la sangre depende del número de células de sangre roja, y la sangre anémica —con un número reducido de dichas células— brilla más que la normal.

<<

dragons

[19] El párrafo no consta en el Texto Abreviado.

<<

dragons

[20] Si bien modernamente los «narcóticos» se utilizan para aliviar el dolor y los «narcolépticos» para dormir, a finales del siglo XIX «narcótico» quería decir cualquier agente capaz de producir un profundo estupor (William Warner, Warner’s Pocket Medical Dictionary.) El opio, por ejemplo, se prescribía habitualmente para el insomnio o el nerviosismo, y se dispensaba en formas muy diferentes, tales como en polvo, en cápsulas o mezclado con vino o vinagre.

<<

dragons

[21] La fibrina, un coagulante, puede ser separada de la sangre, por lo general, agitándola continuamente mientras la sangre está en un recipiente con bolitas de cristal o astillitas. Esto no hubiera sido necesario en una transfusión donante-donante al margen de lo «pura» que pudiera ser esa sangre. Van Helsing —y ello no puede sorprendernos— no entiende el problema que surge cuando la sangre es extraída y almacenada antes de la transfusión. Hasta 1914 no se descubrieron los anticoagulantes de larga duración, lo que permitió el almacenamiento de la sangre. La primera sangre así conservada fue transfundida en 1915, y esta técnica fue utilizada con éxito por los ingleses durante la Primera Guerra Mundial.

<<

dragons

[22] El hermano de Stoker, Sir William Thornley Stoker, que había leído el Manuscrito, anotó al margen del mismo: «como la transfusión se realiza habitualmente, la sangre es extraída de una persona y desfibrinada antes de inyectarla a la otra».

<<

dragons

[23] ¿Cuánta sangre dio? El límite habitual para los donantes de hoy es de medio litro, aunque el cuerpo de un adulto tiene unos 5 litros. El volumen de sangre de una persona depende del peso de su cuerpo, de la edad y del sexo. Además, quienes viven en lugares a gran altura pueden tener hasta un cuarenta por ciento más de volumen de sangre que quienes habitan en zonas bajas.

<<

dragons

[24] Esta frase no aparece en el Texto Abreviado, como tantas otras.

<<

dragons

[25] El Texto Abreviado no incluye esta frase. El Manuscrito nos dice que Arthur dio ese beso.

<<

dragons

[26] El origen del broche no se menciona en el Texto Abreviado. Acaso Stoker descubrió que los «Papeles de Harker» estaban equivocados en esta cuestión.

<<

dragons

[27] ¿Por qué Van Helsing se sorprende ante esta revelación? Si, como se vio antes, está absolutamente convencido de que Lucy es víctima del vampirismo, debería haber esperado que apareciesen precisamente tales signos.

—— Retorno a otras notas ——

Contexto - nota 26.

<<

dragons

[28] La recomendación de Van Helsing tampoco aparece en el Texto Abreviado.

<<

dragons

[29] De hecho, Van Helsing nunca dice «todo», y Stoker elimina esa línea en el Texto Abreviado.

<<

dragons

[30] El Manuscrito cambia la descripción de «la vena pequeña» por la jerga médica del texto publicado, probablemente para apoyar los «disfraces» de Seward y de Van Helsing.

<<

dragons

[31] La jerga médica de Seward es confusa: la trituración es un proceso de pulverización o de reducción de una sustancia a polvo. Pero eso, creemos, no lo han causado las perforaciones, ni explica por qué sus bordes están «desgastados».

<<

dragons

[32] El viaje de Londres a Ámsterdam habría sido con toda probabilidad por tren-barco hasta Harwich (tren que salía cada noche de Liverpool a las 8:30), y por mar hasta Roterdam (llegando a las 6:08 de la mañana), más de nuevo hora y media de tren hasta Ámsterdam, para llegar como a las 9:30 de la mañana del 8 de septiembre.

—— Retorno a otras notas ——

Capítulo 11 - nota 39.

<<

dragons

[33] Lucy no tiene conciencia clara de los ataques de Drácula, aunque de modo instintivo oculta las heridas del cuello. El único recuerdo claro que Lucy tiene de un encuentro con Drácula ocurre inmediatamente después de que este se marche de Whitby el 17 de agosto. Si esto es una técnica habitual de Drácula —usando poderes hipnótico para nublar la mente de sus víctimas— o simplemente el resultado de la acentuada sensibilidad de Lucy ante el vampiro, ello puede ser considerado de nuevo en el caso de futuros víctimas.

<<

dragons

[34] Sin duda, esta es la observación de un médico, no la de un enamorado.

<<

dragons

[35] El tren de las 7:00 de la tarde procedente de Ámsterdam llegó a Róterdam a las 8:45 con tiempo más que suficiente para tomar el tren-barco de las 10:00, que llegó a Liverpool Street a las 8:00 de la mañana siguiente. Pero, sin duda, los planes de Van Helsing se torcieron, o algún asunto más importante le retuvo en Ámsterdam. No volvió a Londres hasta la mañana del 10 de septiembre.

<<

dragons

[36] Popularmente, el viento del este anuncia, por lo general, una prolongación del mal tiempo, de aquí el dicho de que «el viento de oeste trae lluvia, el viento del este vuelve otra vez».

<<

dragons

[37] Cualquiera que sea la verdad acerca de la sexualidad de los vampiros (tema del que se trata más por extenso en «El árbol genealógico de Drácula», en la segunda parte del presente libro), la narración de Stoker mezcla imágenes de chupar la sangre y de relaciones sexuales, esto es, del intercambio de fluidos corporales, hasta el punto de que resulta a menudo difícil decir qué es lo que ha ocurrido y lo que el editor victoriano ha sustituido. Esto sucede de modo más notorio en el diario de Harker, cuando describe su encuentro con las tres mujeres (véase capítulo 3 de este volumen, nota 80) y los diferentes detalles que proporciona Mina de la visita que le hizo Drácula (véase capítulo 21, nota 23). A la conclusión que seguramente podemos llegar aquí es a que los tiernos sentimientos que Lucy manifiesta por su prometido son el resultado de la transfusión de su sangre, recibida por ella; idea prevaleciente ya tan temprano como en el siglo XVII (véase nota 13).

<<

dragons

[38] Tocar con la mano la cabeza de una persona dormida no es un gesto habitual, y sugiere una cierta intimidad entre Seward y Van Helsing.

<<

dragons

[39] Recordemos que Van Helsing tiene «un temperamento de hielo».

<<

dragons

[40] Se trata, curiosamente, de una exclamación alemana, no holandesa. He aquí otro ejemplo de la falta de cuidado de Stoker en lo relativo a borrar las huellas del Van Helsing «real» (véase el prefacio del autor del presente libro, nota 14).

<<

dragons

[41] Las explicaciones médicas de esto son oscuras, pero ciertamente no sabemos mucho del proceso de «vampirización».

<<

dragons

[42] El uso del alcohol como estimulante estaba totalmente extendido a final del siglo XIX. En 1907, R. A. Hatcher podía todavía escribir lo siguiente en The Pharmacopeia and the Physician: «El alcohol en forma de whisky o de coñac se utiliza mucho en casos de shock o de colapso… Su eficacia es vigorosamente afirmada por algunas autoridades y discutida por otras». Desde luego, el punto de vista moderno es que el alcohol es un depresivo del sistema nervioso central.

<<

dragons

[43] Thornley Stoker anota en la página del Manuscrito: «Debería haber puesto “tumbado”».

<<

dragons

[44] Ni esta frase ni la siguiente hasta la palabra «sangre» constan en el Texto Abreviado, con lo cual el resto carece de sentido.

<<

dragons

[45] Al contrario que con el anterior uso del «narcótico», aquí Van Helsing parece sobrepasar las normas de la práctica médica. Si bien la morfina era utilizada a menudo como sedativo en lugar del opio, su inyección intravenosa sólo estaría indicada para calmar un dolor muy fuerte.

<<

dragons

[46] No queda claro qué «trabajo» espera Van Helsing que Seward lleve a cabo. Parece subrayar que transfusión de sangre equivale a relación sexual pero, como prometido que es de Lucy, parece impropio que le fuera ofrecida a Seward una oportunidad tal.

<<

dragons

[47] Bien, de acuerdo, definitivamente «celoso» según el retorcido punto de vista de Van Helsing (o de Stoker) sobre la transfusión de sangre.

<<

dragons

[48] Debe de ser el 12 de septiembre, si es que el 12 de septiembre del diario de Lucy y las siguientes fechas del mismo son correctas. De otro modo, faltaría un día entre la llegada de los ajos y los comentarios de Lucy al tener que dormir con ellos. Seward, cuyos días y noches se apelotonan indiscriminadamente, puede ser perdonado por confundir la fecha de «esta tarde».

<<

dragons

[49] La palabra inglesa utilizada en el texto es «impressment»; la nota del autor dice que se trata de un término anticuado que significa «diligencia» o «vehemencia». [N. del T.]

<<

dragons

[50] «Una solución que resulta de hervir plantas medicinales» (William Warner, Warner’s Pocket Medical Dictionary).

<<

dragons

[51] El Manuscrito añade: «No azúcar en el mío, gracias, como diría Mr. Morris». Debe de tratarse de una frase conocida de algún chiste popular norteamericano, ya perdido en la oscuridad, y que no consta en el texto publicado.

<<

dragons

[52] El ajo es una planta común que crece en Inglaterra y en otros muchos países. ¿Tenían los ajos de Vanderpool especiales propiedades terapéuticas o repulsivas?

<<

dragons

[53] La palabra inglesa utilizada en el texto es fly, que literalmente significa «mosca»; la nota del autor dice que «se trata de un vehículo de dos ruedas, llamado así aludiendo, se supone, a su rapidez». [N. del T.]

<<

dragons

[54] Sin embargo, y como ya se ha visto, este no es el horario de viaje de Van Helsing, que pasó un día en Ámsterdam sin que sepamos por qué.

<<

dragons