Las historias modernas sobre casas encantadas tienen sus pilares en una rica tradición. Mientras escribía La puerta de Audrey, me inspiré particularmente en La maldición de Hill House de Shirley Jackson, El resplandor de Stephen King, La semilla del diablo de Ira Levin, El quimérico inquilino de Roland Topor, las películas de Roman Polanski y The Epic of New York City: A Narrative History de Edward Robb Ellis. Espero haberlo hecho bien por todos ellos y por Nueva York, la ciudad que robó mi corazón.
Sarah Langan
18 de septiembre de 2008