Colin Robinson, de la editorial Verso, concibió la idea de escribir este libro. Roane Carey modeló mis reflexiones para convertirlas en una exposición coherente. Noam Chomsky y Shifra Stern me han proporcionado ayuda en todas las etapas de la creación de la obra. Jennifer Loewenstein y Eva Schweitzer leyeron y criticaron varios borradores. Rudolph Baldeo me alentó y me prestó su apoyo personal. Estoy en deuda con todos ellos. En estas páginas he tratado de reflejar el legado que me dejaron mis padres. Por eso, el libro va dedicado a mis dos hermanos, Richard y Henry, y a mi sobrino, David.