Bajo una apariencia de falsa superficialidad, de elegante escepticismo, de amor por las comodidades terrenales y de odio por cuanto signifique violencia, se oculta la verdadera identidad de don César de Echagüe. Él es «El Coyote», el héroe de todos los californianos, su auxiliar en su lucha contra los invasores, el defensor de los débiles y el adversario más temido por todos aquellos que viven al margen de la Ley, y de los que pretenden despojar a los californianos de sus heredados bienes. Hasta treinta y cinco mil dólares se ofrece por su cabeza; pero jamás le traicionó ninguno de los que conocen su verdadera identidad.