INMINENCIA
Yo silencioso. Pero
grito, quejido, o risa
dentro y en pie con la ballesta armada.
Yo en tierra. Pero el barco
listo y los huracanes que me lleven.
Yo quieto. Pero
aquí, a los cuatro lados, cuatro tajos.
Yo, nada, sombra, pasajero y aire.
Pero, ¡tantos rumbos seguros!
Pero, ¡tantos soles eternos!
Pero, ¡tantas calmas augustas!
Para mí, sombra, pasajero y aire,
hoy.