15

¡Cuánto tiempo fuiste dos!

Querías y no querías.

No eras como tu querer,

ni tu querer como tú.

¡Qué vaivén entre una y otra!

A los espejos del mundo,

al silencio, a los azares,

preguntabas

cuál sería la mejor.

Inconstante de ti misma

siempre te estabas matando

tu mismo sí con tu no.

Y en el borde de los besos,

ni tu corazón ni el mío

sabía quién se acercaba:

si era la que tú querías

o la que quería yo.

Cuando estabais separadas,

como la flor de su flor,

¡qué lejos de ti tenía

que ir a buscarte el querer!

Él estaba por un lado.

Tú en otro.

Lo encontraba. Pero no

sabía estarme con él,

vivir así separados

o de tu amor o de ti.

Yo os quería a los dos.

Y por fin junto está todo.

Cara a cara te miraste,

tu mirada en ti te vio:

eras ya la que querías.

Y ahora os beso a las dos

en ti sola.

Y esta paz de ser entero,

no sabe

el alma quién la ganó:

si es que tu amor se parece

a ti, de tanto quererte,

o es que tú,

de tanto estarle queriendo,

eres ya igual que tu amor.