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Desde hace ya muchos años,

la reja

me tiene partido el mundo

que se ve por la ventana

en cuatro partes iguales.

Y así en una se me niega

lo que se me ofrece en tres

que no son nunca las mismas.

Cuando yo rompa los hierros,

ya lo sabes,

no ha de ser para escaparme;

será porque ya no pueda

sufrir más el ansia esta

de ver todo el mundo entero

sin cuatro partes iguales.