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PREGUNTA MÁS ALLÁ

¿Por qué pregunto dónde estás

si no estoy ciego,

si tú no estás ausente?

Si te veo,

ir y venir,

a ti, a tu cuerpo alto

que se termina en voz,

como en humo la llama,

en el aire, impalpable.

Y te pregunto, sí,

y te pregunto de qué eres,

de quién;

y abres los brazos

y me enseñas

la alta imagen de ti,

y me dices que mía.

Y te pregunto, siempre.