20

ESCORIAL

I

Está hecho.

No es un afán por el aire,

camino del telegrama.

No es un billete al salir

el tren del primer viaje.

Está hecho.

Se puede medir, exacto,

mayor que el ansia y que el vuelo.

Vive en el paradisíaco

más acá de su proyecto.

Tres siglos tiene, tendrá

veinte, ciento. Porque no

es de tinta ni de alas:

es un edificio de granito.

Sin traducción se le entiende:

ya le tienen traducido

las distancias y los tiempos

a todo: al color de rosa,

a la luna, a la silueta,

al recuerdo en el insomnio.

De estar tan hecho

ya se le acabó el querer.

Lo que quiso es ahora piedra,

dimensión, forma. Y da miedo

de que esté ya más arriba

del vivir, al otro lado.

Porque no le falta nada:

está hecho.