16

MONEDA

Será quizá porque hay niebla

por lo que yo te acaricio.

Porque hay niebla,

masas disueltas, precisos

resultados abolidos,

y todo se va a otro vago

no sé qué sin dimensión.

Te acaricio a ti, moneda.

Anochecer de diciembre

y tú aquí en mi mano, tú,

contorno estricto, tú, dura

existencia resistente,

tu cuerpo de fina plata.

Moneda

con un número invencible

por la duda o por la niebla

y un rostro

que no dudará jamás,

de reina antigua, mirándome.