14

RADIADOR Y FOGATA

Se te ve, calor, se te ve.

Se te ve lo rojo, el salto,

la contorsión, el ay, ay.

Se te ve el alma, la llama.

Salvaje, desmelenado,

frenesí yergues de danza

sobre ese futuro tuyo

que ya te está rodeando,

inevitable, ceniza.

Quemas.

Sólo te puedo tocar

en tu reflejo, en la curva

de plata donde exasperas

en frío

las formas de tu tormento.

Chascas: es que se te escapan

suspiros hacia la muerte.

Pero tú no dices nada

ni nadie te ve, ni alzas

a tu consunción altares

de llama.

Calor sigiloso. Formas

te da una geometría

sin angustia. Paralelos

tubos son tu cuerpo. Nueva

criatura, deliciosa

hija del agua, sirena

callada de los inviernos

que va por los radiadores

sin ruido, tan recatada,

que sólo la están sintiendo,

con amores verticales,

los donceles cristalinos,

Mercurios en los termómetros.