VARIACIÓN IV

Por alegrías

¡Cuántas, cuántas tiene el mar,

cuántas alegrías!

Seres de luz, sobre el agua,

bailan, en puntillas.

¡Qué bien acaban las ondas:

mueren bailarinas!

En las azules tramoyas

fiestas se perfilan.

Ni olas, ni reflejos son

todo lo que brilla.

Ni espumas son las que juegan,

ya desvanecidas.

Es la comedia que el gozo

monta cada día.

La constancia en lo feliz.

Sí, las que se obstinan

felicidades, en ser.

¡Tesón, en la dicha!

Las alegrías, al mar,

nunca se le quitan.

Entonces, ¿por qué estoy yo.

con mano en mejilla?

¿Suyas, mías, qué más da,

si están a la vista,

al aire, al sol, refulgiendo

sus cuerpos de ondina?

¿Si todos los gozos suyos,

todos, me los brinda,

como la vida, a diario,

me ofrece mi vida,

con sólo aceptar la luz

que otra aurora envía?

Alegrías que me falten,

él me las fabrica.

Desde sus lejos profundos

a mí se encaminan.

Y aquí en los ojos, las suyas

se vuelven las mías.