XLV

El sueño bajo el sol que aturde y ciega,

tórrido sueño en la hora de arrebol;

el río luminoso el aire surca;

esplende la montaña;

la tarde es polvo y sol.

El sibilante caracol del viento

ronco dormita en el remoto alcor;

emerge el sueño ingrave en la palmera,

luego se enciende en el naranjo en flor.

La estúpida cigüeña

su garabato escribe en el sopor

del molino parado; el toro abate

sobre la hierba la testuz feroz.

La verde, quieta espuma del ramaje

efunde sobre el blanco paredón,

lejano, inerte, del jardín sombrío,

dormido bajo el cielo fanfarrón.

*

Lejos, enfrente de la tarde roja,

refulge el ventanal del torreón.

*