XLIV

El casco roído y verdoso

del viejo falucho

reposa en la arena…

La vela tronchada parece

que aun sueña en el sol y en el mar.

El mar hierve y canta…

El mar es un sueño sonoro

bajo el sol de abril.

El mar hierve y ríe

con olas azules y espumas de leche y de plata,

el mar hierve y ríe

bajo el cielo azul.

El mar lactescente,

el mar rutilante,

que ríe en sus liras de plata sus risas azules…

¡Hierve y ríe el mar!…

El aire parece que duerme encantado

en la fúlgida niebla de sol blanquecino.

La gaviota palpita en el aire dormido, y al lento

volar soñoliento, se aleja y se pierde en la bruma del sol.