Las soluciones que yo proponía para los enigmas del Hanes Taliesin eran las siguientes:
Babel |
Lot o Lota |
Vran |
Salomé |
Ne-esthan |
Hur |
David |
Taliesin |
Kai |
Caleb |
Hu-Gadarn |
Morvran |
Gomer |
Rea |
Idris |
José |
Jesús |
Uriel |
A esto era a lo más a que podía llegar sin adoptar el método del que resuelve las palabras cruzadas, y que consiste en utilizar las soluciones ya logradas como indicios para la solución de los enigmas más difíciles que quedan, pero hice algún progreso con el enigma: «He estado tres periodos en el castillo de Arianrhod».
Arianrhod («Rueda de plata») aparece en la Tríada 107 como la «hija rodeada de plata de Dôn» y es uno de los personajes principales del Romance de Math el hijo de Mathonwy. Nadie que conozca las abundantes variantes de la misma leyenda en todas las colecciones de mitos europeos puede poner en duda su identidad. Es la madre del habitual Dylan, Niño-Pez Divino, quien, después de matar al común Reyezuelo (como el Año Nuevo Petirrojo hace el día de San Esteban) se convierte en Llew Llaw Gyffes («el León de la mano firme»), el habitual, bello y perfecto, héroe solar, con los habituales mellizos celestiales a su lado. Arianrhod adopta entonces la forma de Blodeuwedd, la habitual diosa del Amor; mata traidoramente (como de costumbre) a Llew Llaw —la leyenda es por lo menos tan antigua como la epopeya babilónica de Gilgamesh— y luego se transforma, primero en la habitual Lechuza de la Sabiduría, y después en la habitual Vieja-Cerda-que-devora-a-su-lechigada; así alimenta a la carne muerta de Llew. Pero Llew, cuya alma ha tomado la forma habitual del águila, es, como de costumbre, devuelto a la vida. La leyenda se da completa en el capítulo XVII.
En otros términos, Arianrhod es un aspecto más de Caridwen, o Cerridwen, la Diosa Blanca de la Vida en la Muerte y la Muerte en la Vida; y estar en el Castillo de Arianrhod es estar en un purgatorio regio esperando la resurrección, pues, según la creencia europea primitiva, solamente los reyes, los caudillos, los poetas y los magos tenían el privilegio de renacer. Otras innumerables almas menos distinguidas vagaban desconsoladamente por los parques helados del Castillo, sin que las consolara todavía la esperanza cristiana en la resurrección universal. Gwion lo dice claramente en su Marwnad y Milveib («Elegía sobre los mil niños»).
En número incomprensible estaban |
retenidos en un infierno frío |
hasta la Quinta Edad del mundo, |
hasta que Cristo liberase a los cautivos. |
¿Dónde estaba situado este purgatorio? Hay que distinguirlo del Cielo celta, que era el Sol mismo, una llamarada de luz (como sabemos por la tradición armoricana) causada por el brillo conjunto de innumerables almas puras. Pues bien, ¿dónde se podría esperar encontrarlo? En una región donde el sol nunca brilla. ¿Dónde está esa región? En el frío norte. ¿A qué distancia en el norte? Más allá de la fuente del Bóreas, el Viento Norte, pues «detrás del viento norte» —expresión empleada por Píndaro para localizar el país de los hiperbóreos— es todavía un popular sinónimo gaélico del País de la Muerte. ¿Pero exactamente dónde más allá de la fuente del viento del norte? Solamente un poeta sería lo bastante persistente para hacerla última pregunta. El poeta es el muchacho insatisfecho que se atreve a hacer la pregunta difícil que surge de la respuesta del maestro a la pregunta sencilla que le ha hecho, y luego la pregunta todavía más difícil que surge de ésta. Cosa sorprendente, en esta ocasión la respuesta es fácil. Caer Arianrhod (no la ciudad sumergida frente a la costa de Caernarvon, sino la real Caer Arianrhod) es, según el Dr. Owen del Welsh Dictionary, la constelación llamada «Corona Borealis». No Corona Septentrionalis, «Corona del Norte», sino Corona Borealis, «corona del Viento Norte»; Tal vez tengamos aquí la respuesta a la pregunta que dejaba perplejo a Herodoto: «¿Quiénes son los hiperbóreos?» ¿Dónde estaban los hiperbóreos, los «hombres de detrás del viento norte», miembros de un culto a ese viento, como los tracios del Mar de Mármara? ¿Creían que cuando morían sus almas eran llevadas por Hermes, conductor de las almas, al tranquilo castillo rodeado de plata situado detrás del Viento Norte y guardado por la brillante estrella Alpheta?
No me aventuraría a hacer tal sugerencia caprichosa sí lo fuera por la mención de Enópides y Taurópolo que hace el escoliasta en la Argonautica de Apolonio de Rodas. Esta Corona Borealis, llamada también la «Corona Cretense», estaba consagrada en la Antigüedad a una diosa cretense, esposa del dios Dioniso, y, según este escoliasta, madre de —es decir, adorada por— Estafilo, Toas, Enópides, Taurópolo y otros. Estos hombres eran los antepasados epónimos de clanes o tribus pelasgo-tracios establecidos en las islas Quío y Lemnos del Egeo, en el Quersoneso tracio y en Crimea, y se relacionaban culturalmente con la Europa del noroeste. La diosa era Ariadna («Muy Santa»), alias Alpheta, pues alpha y eta eran la primera y la última letras de su nombre. Era la hija, o el yo más joven, de la antigua diosa de la Luna cretense Pasifae, «la que brilla para todos», y los griegos la hicieron hermana de su antiguo héroe de la vid Deucalión, que sobrevivió al gran Diluvio. Ariadna, que parece haber sido el modelo de «Arianrhod», era una diosa orgiástica, y la consecuencia evidente de las leyendas de Lemnos, Quío, el Quersoneso y Crimea es que el sacrificio humano masculino era parte integrante de su culto, como lo era entre los devotos prerromanos de la Diosa Blanca de Britania. Orfeo mismo, que vivió «entre los salvajes cauconianos», cerca de la patria de Enópides, fue una víctima sagrada de su furia. Fue despedazado por un grupo de mujeres delirantes embriagadas con hiedra y también, según parece, con la seta consagrada a Dioniso. Eratóstenes de Alejandría, citando Las bacantes de Esquilo, indica que Orfeo se negó a acatar la religión local, pero «creía que el Sol, al que llamaba Apolo, era el más grande de los dioses. Levantándose durante la noche, ascendía antes de la aurora a la montaña llamada Pangeo para ser el primero en ver el sol. Eso irritó a Dioniso, quien le envió las bacantes que lo despedazaron.». Ésta es una manera fraudulenta de relatar la fábula. Proclo, en su comentario sobre Platón, es más atinado: «Orfeo, porque dirigía los ritos dionisíacos, se dice que sufrió el mismo destino que el dios». Pero la cabeza de Orfeo siguió cantando y profetizando, como la del dios Bran. Orfeo, según Pausanias, era adorado por los pelasgos, y la terminación eus es una prueba de su antigüedad. «Orpheus», como «Erebus», el nombre del Infierno que gobernaba la Diosa Blanca, se deriva según los gramáticos de la raíz ereph, que significa «cubrir u ocultar». Era la diosa de la Luna, y no el dios del Sol, quien originalmente inspiraba a Orfeo.
La señal más clara de que en Arianrhod tenemos a la antigua Diosa Triple o Diosa Blanca matriarcal es que dio a su hijo Llew Llaw un nombre y un equipo de armas. En la sociedad patriarcal es siempre el padre quien da ambas cosas. Llew Llaw no tiene padre en el romance y debe permanecer anónimo hasta que su madre se las ingenia para hacer de él un hombre.
Yo creía al principio que el enigma de Gwion acerca de Caer Arianrhod debía ser completado con «y en la esfera que gira sin movimiento entre tres elementos». Los tres elementos son claramente el fuego, el aire y el agua, y la Corona Borealis gira en un espacio muy pequeño en comparación con las constelaciones del sur. Pero a Gwion tenían que haberle enseñado que el Castillo de Arianrhod no se halla dentro del «Círculo Ártico», que incluye las dos Osas y El Boyero y que cuando sale el sol en la Casa del Cangrejo (Cáncer) comienza a hundirse en el horizonte septentrional y no vuelve a salir hasta que termina el verano. Describirlo como una esfera que gira sin movimiento habría sido inexacto; solamente la Osa Menor lo hace, girando sobre la estrella polar. (Como demuestro en el capítulo X, la esfera que gira forma parte del enigma cuya solución es Rea, pero no anticiparé ahora el razonamiento.)
Sin embargo, aunque conociera el significado de «un período en el Castillo de Arianrhod», ¿podría resolver el enigma? ¿Quién pasó allí tres períodos?
Las series de «He estado» o «Yo soy» —la más antigua de ellas indiscutiblemente precristiana— que aparecen en tantos poemas bárdicos de Gales e Irlanda parecen tener sentidos diferentes aunque relacionados. La creencia primitiva no es la de la clase baja de la India en una metempsicosis individual primero un moscón, luego una flor, después quizá un toro brahmánico o una mujer, según el mérito de cada uno. El «Yo» es el dios parecido a Apolo en nombre del cual canta el poeta inspirado, no el poeta mismo. A veces el dios puede referirse míticamente a su ciclo diario como el Sol desde una aurora hasta la otra; a veces a su ciclo anual desde el solsticio invernal hasta el otro solsticio de invierno con los meses como estaciones de su avance; y tal vez en ocasiones a su gran ciclo de 25.800 años alrededor del Zodíaco. Todos estos ciclos son símbolos los unos de los otros; como hablamos todavía del «anochecer» o el «otoño» de nuestra vida para referirnos a la ancianidad.
La referencia más común de «he estado» es al ciclo anual, y si examinamos estos «he estado» estacionales (aunque por razones de discreción el orden ha sido siempre trastocado deliberadamente) descubrimos habitualmente que contienen una serie completa de símbolos del ciclo anual.
Soy agua, soy un reyezuelo, |
soy un trabajador, soy una estrella, |
soy una serpiente; |
soy una celda, soy una grieta, |
soy un depositario de canción, |
soy una persona instruida, etc. |
Aunque se ha creído ver la teoría pitagórica de la metempsicosis, importada de las colonias griegas de la Francia meridional en la leyenda irlandesa de Tuan MacCairill, uno de los inmigrantes regios provenientes de España, quien pasó por las sucesivas metamorfosis de ciervo, jabalí, halcón y salmón antes de nacer como hombre, esto es improbable: los cuatro animales son símbolos estacionales, como se demostrará.
El lenguaje poético del mito y el símbolo empleado en la Europa antigua no era difícil al principio, pero se hizo confuso con el paso del tiempo a causa de las frecuentes modificaciones debidas a los cambios religiosos, sociales y lingüísticos y a la tendencia de la historia a corromper la pureza del mito; es decir, los acontecimientos accidentales en la vida de un rey que tenía un nombre divino eran incorporados con frecuencia al mito estacional que le daba el derecho a la realeza. Otra complicación consistía en que antiguamente una gran parte de la educación poética, a juzgar por el Libro de Ballymote irlandés, que contiene un manual de criptografía, se dedicaba a hacer el lenguaje lo más difícil posible para mantener oculto el secreto; en los tres primeros años de aprendizaje el estudiante irlandés aspirante al título de Ollave tenía que dominar ciento cincuenta alfabetos cifrados[15]
¿Cuál es la relación de Caer Sidi con Caer Arianrhod? ¿Eran el mismo lugar? Creo que no, porque a Caer Sidi se le ha identificado con Puffin Island situada frente a la costa de Anglesey, y con Lundy Island, en el Severn, ambas islas elíseas del tipo habitual. Una clave del problema es que aunque Caer Sidi, o Caer Sidin, significa «Castillo giratorio» en galés, y aunque las islas giratorias son comunes en las leyendas galesas e irlandesas, la palabra «Sidi» es, al parecer, una traducción de la goidélica Sidhe, una fortaleza redonda en forma de túmulo perteneciente a los Aes Sidhe (Sidhe para abreviar), los magos principales de Irlanda. Hay varias «fortalezas de los Sidhe» en Irlanda, y las más notables son Brughna-Boyne (ahora llamada «New Grange»), Knowth y Dowth, situadas en las orillas septentrionales del río Boyne. Su fecha y su uso religioso deben ser considerados detalladamente.
New Grange es la mayor, y se dice que originalmente la ocupó el Dagda mismo, el dios Padre de los Tuatha dé Danaan equivalente al Saturno romano, posteriormente su hijo semejante a Apolo, Angus, quien la obtuvo de él por medio de una argucia legal. El Dagda en su primera llegada a Irlanda era evidentemente un hijo de la Diosa Triple Brigit («la Suprema»); pero el mito ha sido corrompido por redactores sucesivos. Primero se dice que se casó con la Diosa Triple; luego que tuvo solamente una esposa con tres nombres: Breg, Meng y Meabel («Mentira, Engaño y Deshonra»), que le dio tres hijas llamadas todas ellas Brigit. Luego se dice que no él, sino tres de sus descendientes: Brian, luchar e Iuchurba, se casaron con tres princesas que juntas eran dueñas de Irlanda: Eire, Fodhla y Banbha. Era hijo de «Eladu», palabra que los glosadores irlandeses explican como «Ciencia o Conocimiento», pero que puede ser una forma de la griega Elate («abeto»); Elatos («hombre abeto») era un primitivo rey aqueo de Cilene, montaña de Arcadia consagrada a Deméter y más tarde famosa por su colegio de heraldos instruidos y sacrosantos. El Dagda y Elatos pueden ser, por consiguiente, igualados con Osiris, o Adonis, o Dioniso, que nació de un abeto y fue amamantado por la diosa cornuda de la Luna: Isis, o Io, o Hathor.
New Grange es un túmulo redondo con la parte superior plana y de alrededor de un cuarto de milla de circunferencia y cincuenta pies de altura. Pero está construido con piedras amontonadas, unas 50.000 toneladas de ellas, y no con tierra, y originalmente lo cubrían blancos guijarros de cuarzo: práctica sepulcral de la Edad del Bronce en honor de la Diosa Blanca que puede explicar en parte las leyendas de reyes alojados después de su muerte en castillos de vidrio. Diez enormes bloques de piedra, cada uno de los cuales pesa ocho o diez toneladas, se alzan en semicírculo alrededor de la base meridional del túmulo, y antiguamente se alzaba uno en la cima. No se sabe cuántos más han sido sacados del semicírculo, pero las brechas indican una serie original de doce. Un cerco de alrededor de un centenar de piedras largas y planas, unidas por los bordes, rodea la base. Dentro del túmulo hay una cueva precéltica para las inhumaciones construida con grandes losas de piedra, algunas de las cuales llegan a medir siete pies por cuatro.
La planta tiene forma de cruz céltica; se entra por una puerta formada por un dolmen en la base de un túnel. El túnel es un pasadizo estrecho de unos sesenta pies de longitud por el cual hay que arrastrarse a gatas. Conduce a una pequeña cámara circular con una bóveda con retallos en forma de colmena de veinte pies de altura y tres concavidades que forman los brazos de la cruz. Cuando se descubrió esta cueva en 1699 contenía tres grandes pilones vacíos de piedra en forma de barco y con rayas talladas en los lados; dos esqueletos completos que yacían junto a un altar central; astas de ciervo, huesos y nada más. Monedas de oro romanas del siglo IV a. de C., torques de oro y restos de armas de hierro fueron descubiertos más tarde en el yacimiento del fuerte, no de la cueva. La fortaleza fue saqueada por los daneses, pero nada hay que pruebe que ellos, u otros invasores anteriores, se llevaran de la cámara otros objetos funerarios. Las losas de la entrada y del interior están decoradas con dibujos en espiral y hay un rayo bifurcado tallado en un dintel. Puesto que los antiguos poetas dicen que cada fortaleza en forma de túmulo era presidida por una hechicera, y puesto que, como se verá, los Sidhe eran poetas tan hábiles que hasta los druidas se veían obligados a apelar a ellos para obtener los hechizos que necesitaban, parece probable que la Caer Sidi original, donde se hallaba la Caldera de la Inspiración, era un túmulo del tipo del de New Grange. Pues esos túmulos eran fortalezas por arriba y tumbas por abajo. El hada irlandesa «Banshee» es una Bean-Sidhe («Mujer de la Colina»); como sacerdotisa de los grandes muertos se lamenta en profética anticipación siempre que alguien de sangre real está a punto de morir. De un episodio del romance irlandés Fionn’s Boyhood se deduce que las entradas de esas cuevas sepulcrales quedaban abiertas en Samhain, la víspera del Día de los Difuntos, que era celebrado también como fiesta de los difuntos en la Grecia antigua, para permitir que las ánimas de los héroes salieran a tomar el aire; y que los interiores eran iluminados hasta la aurora del día siguiente.
En el lado este del túmulo, diametralmente frente a la entrada, se descubrió en 1901 una piedra con tres soles grabados, dos de ellos con los rayos encerrados en un círculo como en una prisión, y el otro libre. Soore ellos hay otro sol mucho más tosco y no encerrado, y sobre éste, entalladas a lo largo de una línea recta, las letras Oghámicas B e I, que, como se explicará en seguida, son la primera y la última del antiguo alfabeto irlandés, dedicadas respectivamente al Principio y a la Muerte. El caso es bastante claro: los reyes sagrados de la Irlanda de la Edad del Bronce, que eran reyes solares de un tipo muy primitivo a juzgar por las prohibiciones a que estaban sometidos y por el supuesto efecto de su comportamiento en las cosechas y en la caza, eran enterrados bajo esos túmulos, pero sus almas iban a «Caer Sidi», el castillo de Ariadna, a saber la Corona Borealis. Por consiguiente, el irlandés pagano podía llamar a New Grange «Castillo en espiral», y, girando el dedo índice como explicación, podía decir: «Nuestro rey ha ido al Castillo en espiral», o sea: «ha muerto». Una rueda giratoria ante la puerta de un castillo es común en las leyendas goidélicas. Según Keating, la fortaleza mágica de la hechicera Blanaid en la isla de Man estaba protegida por una de esas ruedas y nadie podía entrar hasta que se quedaba inmóvil. Frente a la entrada de New Grange hay una ancha losa con espirales talladas, la cual forma parte del cerco de piedra. Las espirales son dobles: seguid las líneas con el dedo de afuera a dentro y cuando lleguéis al centro encontraréis el comienzo de otra espiral enrollada en dirección inversa que os sacará del laberinto. Por consiguiente, el esquema simboliza la muerte y el renacimiento; aunque, según el poema de Gwion titulado Preiddeu Annwn, «solamente siete han vuelto de Caer Sidi». Es posible que antaño tuvieran en esas cuevas sepulcrales serpientes oraculares y que ésas fueran las serpientes que expulsó San Patricio, aunque tal vez sólo metafóricamente. Delfos, el hogar de Apolo, fue en un tiempo una tumba oracular del mismo tipo, con una serpiente pitón en espiral y una sacerdotisa profética de la diosa Tierra, y el «omphalos» o «santuario del ombligo», donde se alojaba la pitón originalmente, se hallaba bajo tierra construido en la misma forma de colmena, que proviene originalmente de la africana masabo, o casa de los espectros o almas. Las astas de ciervo descubiertas en New Grange formaban probablemente parte del tocado del rey sagrado, como las astas que llevaba el dios galo Cernunnos, y los cuernos de Moisés, y los de Dioniso y del rey Alejandro que aparecen en las monedas.
La procedencia de la tumba en forma de colmena con un pasadizo de entrada y nichos laterales no es ningún misterio. Llegó a Irlanda desde el Mediterráneo Oriental, pasando por España y Portugal, a fines del tercer milenio a. de C.: el techo con retallos de New Grange se encuentra también en Tirbradden, Dowth y Seefin. Pero las ocho espirales dobles de la entrada, que están simplemente yuxtapuestas y no hábilmente entrelazadas al estilo cretense, tienen sus análogas en la Grecia micénica; y esto indica que las tallas fueron hechas por los danaenos cuando despojaron del santuario a sus anteriores ocupantes, que en la historia irlandesa aparecen como las tribus de Partholan y Nemed que invadieron el país en los años 2048 y 1718 a. de C. y que llegaron de Grecia a través de España. Si es así, esto explicaría la leyenda de la usurpación del santuario por el dios Angus a su padre el Dagda. La llegada de los danaenos a Irlanda, como se dijo en el capítulo III, está fechada en el Libro de las Invasiones a mediados del siglo XV a. de C. Esto es verosímil: sería así la última en llegar de las tribus que construían túmulos redondos, las primeras de las cuales llegaron a Irlanda desde Britania alrededor de 1700 a. de C. Que propiciaban a los héroes del culto anterior está bien comprobado: en las tumbas con pasadizo se encuentran sus vasijas para los alimentos.
El Dr. R. S. Macalister, en su Ancient Ireland (1935) expone una opinión original acerca de New Grange. Sostiene que fue construido por los milesios alrededor del año 1000 a. de C., y supone que provenían de Britania y no de España, basándose en que hay algunas piedras ornamentales en el pasadizo y en la cámara, una de ellas con el esquema roto, al parecer dispuestas al azar, y que en algunas de ellas la talla ha sido mutilada mediante el alisamiento con pico, como la que se encontró en los trilitos de Stonehenge. Esto es sugerir que se trata de una imitación construida según el estilo de varios centenares de años antes, teoría a la que ningún otro arqueólogo reputado parece haberse adherido. Pero sus observaciones sugieren que los milesios se apoderaron del santuario oracular de los danaenos y lo repararon, donde mostraba señales de decadencia, con piedras ornamentales tomadas de otros cementerios. Otra sugerencia suya convence más: que el Brugh («palacio») de Angus no era New Grange sino un gran recinto circular situado no lejos de allí en un recodo del Boyne, el cual puede haber sido un anfiteatro para juegos fúnebres en relación con los numerosos cementerios de los alrededores.
La mayoría de los arqueólogos irlandeses están ahora de acuerdo en que New Grange fue construido por un pueblo matriarcal, que edificaba tumbas con pasadizo y que llegó por primera vez a Irlanda alrededor del año 2100 a. de C., pero no hasta que estuvieron bien asentados unos cinco siglos después y podían disponer de la enorme cantidad de mano de obra necesaria para esa tarea. Las espirales, aunque aparecen también en tumbas micénicas de 1600 a. de C., pueden ser muy anteriores, pues hay, ejemplos de fecha desconocida también en Malta. En una de las piedras exteriores está tallado un símbolo que sugiere un ideograma cretense y al parecer representa una nave con la proa y la popa altas y una sola vela grande; al lado hay rayas verticales y un pequeño círculo. Christopher Hawkes, mi principal informante acerca de este tema, me ha escrito diciendo que no sólo es improbable que los esqueletos y las astas sean coetáneos de la construcción, sino que además esta pudo haber sido saqueada muchas veces sucesivas antes de que los pusieran allí. No se puede conjeturar cuáles eran los objetos fúnebres originales, pues en años recientes no se ha abierto ninguna tumba con pasadizo de este tipo que no haya sido violada; debemos esperar hasta que se abra la Cairn de la Reina Maeve. Esta domina la bahía de Sligo; está construida con unas 40.000 toneladas de piedra y ha desaparecido la entrada. Tal vez tengamos que esperar largo tiempo, pues los habitantes de Sligo son supersticiosos y considerarían de mal agüero la profanación de la tumba: Maeve es Mab, la Reina de las Hadas.
Lo que contenían los pilones puede deducirse de Éxodo, XXIV (versículos 4-8): «Levantóse Moisés de mañana, y alzó al pie de la montaña un altar y doce piedras, por las doce tribus de Israel; y mandó a algunos jóvenes, hijos de Israel, y ofrecieron a Yavé holocaustos e inmolaron toros. Tomó Moisés la mitad de la sangre, poniéndola en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar». Esas vasijas tenían que ser de gran tamaño. Luego él y su compañero Aarón, con otros setenta ancianos, fueron a comer la carne asada. En esta ocasión asperjó al pueblo con la sangre de las vasijas como con un talismán de santificación, pero en el santuario oracular se la utilizaba siempre para alimentar al alma del héroe difunto y estimularlo para que volviera de Caer Sidi o Caer Arianrhod para responder a preguntas importantes.
La visita de Eneas, con un ramo de muérdago en la mano, al Averno para interrogar a su padre Anquises debe ser interpretada en este sentido. Eneas sacrificó un toro y dejó que la sangre se vertiera en una artesa, y el alma de Anquises (quien se había casado con la diosa del Amor Venus Ericina, había sido muerto por un rayo y era, en realidad, un rey sagrado del tipo hercúleo habitual) bebió la sangre y cortésmente profetizó las glorias de Roma. Por supuesto, el alma no lamió realmente la sangre, pero se oyó en la oscuridad el sonido de lamer; lo que sucedió fue que la Sibila, quien conducía a Eneas por el infierno, bebió la sangre y ésta le produjo el deseado éxtasis profético. Que las sibilas obraban así se sabe por el caso de la sacerdotisa de la Madre Tierra en Aegira («Álamo Negro», árbol consagrado a los héroes), en Acaya. Que las almas píen y bisbiseen en esas ocasiones es comprensible: dos o tres textos bíblicos se refieren a las misteriosas voces como de murciélago con que los demonios, o los familiares, hablan por las bocas de profetas o profetisas. La sangre de toro poseía una magia muy potente y se la utilizaba, diluida en grandes cantidades de agua, para fertilizar los árboles frutales en Creta y Grecia. Se consideraba que si se la tomaba pura era un veneno mortal para cualquiera que no fuera una sibila o un sacerdote de la Madre Tierra. El padre y la madre de Jasón murieron por haberla bebido, y lo mismo le sucedió al rey de orejas de asno, Midas de Gordium.
Que la sangre de toro era empleada para la adivinación en la antigua Irlanda no es una mera suposición. En el Book of the Dun Cow se menciona un rito llamado «La fiesta del toro»:
Mataban un toro blanco y un hombre comía la carne hasta hartarse y bebía la sangre; y un hechizo de verdad cantaban sobre él mientras dormía después de la comida. En un sueño veía la forma y el aspecto del hombre que debía ser hecho rey, y la clase de trabajo al que se dedicaba en aquel momento.
El toro blanco recuerda los toros blancos sagrados del rito del muérdago galo; el toro blanco en el que cabalgó el Dioniso tracio; los toros blancos que se sacrificaban en el Monte Albano y en el Capitolio romano, y el toro blanco que representa la verdadera progenie de Israel en el apocalíptico Libro de Enoch.
Ahora comenzamos a comprender el misterioso Preiddeu Annwm («los Despojos de Annwm») donde —entre las burlas interpolativas de Gwion a cuenta de la ignorancia de Heinin y los otros bardos cortesanos— un tal Gwair ap Geirion se lamenta de que no puede escaparse de Caer Sidi. El estribillo es: «Con excepción de siete nadie volvía de Caer Sidi». Sabemos que por lo menos dos volvieron: Teseo y Dédalo, ambos héroes solares áticos. Las leyendas de la expedición de Teseo al Averno y de su aventura en el laberinto cretense de Cnossos son en realidad dos partes de un mismo mito confuso. Teseo («el que dispone») va desnudo, salvo por su piel de león, al centro del laberinto, donde mata al monstruo de cabeza de toro del hacha doble —la labris de la que se deriva la palabra «laberinto»— y vuelve sano y salvo; y la diosa que le permite hacer eso es Ariadna, a la que los galeses llamaban Arianrhod. En la segunda parte del mito fracasa en su expedición al Averno; tiene que salvarlo Hércules, y su compañero Peiritoo se queda allí como Gwair, suspirando perpetuamente por la liberación. El mito del héroe que vence a la Muerte fue combinado por los mitógrafos griegos con un acontecimiento histórico: el saqueo del palacio laberíntico de Cnossos por incursores danaenos provenientes de Grecia alrededor de 1400 a. de C. y la derrota del rey Minos, el rey Toro. Dédalo («el brillante») escapa igualmente del laberinto cretense guiado por la diosa-Luna Pasifae, pero sin emplear la violencia; era un héroe solar de los colonos egeos de Cumas y de los sardos, así como de los atenienses.
En el Preiddeu Annwm se da a Caer Sidi un nuevo sinónimo en cada una de las siete estrofas. Aparece como Caer Rigor («el castillo real») tal vez con un retruécano basado en las palabras latinas rigor mortis; Caer Colur («el castillo lóbrego»); Caer Pedryvan («el castillo de cuatro esquinas»), que gira cuatro veces; Caer Vediwid («el castillo de los perfectos»); Caer Ochren («el castillo del lado inclinado»), es decir, al que se entra por el lado de una cuesta; Caer Vandwy («el castillo en alto»).
No sé quiénes eran los siete canónicos, pero entre los elegibles para ese honor se hallaban Teseo, Hércules, Amathaon, Arturo, Gwydion, Harpócrates, Kay, Owain, Dédalo, Orfeo y Cuchulain. (Cuando Cuchulain, mencionado por Gwion en un poema, perturbó el Infierno, trajo con él tres vacas y una caldera mágica.) No es probable que Eneas fuera uno de los siete. No murió como los otros; se limitó a visitar una cueva oracular, como hicieron el rey Saúl en Endor y Caleb en Machpelah. El castillo en que entraron —giratorio, remoto, real, lóbrego, alto, frío, residencia de los perfectos, con cuatro esquinas, al que se entraba por una puerta oscura situada en la ladera de una colina— era el castillo de la muerte o la Tumba, la Torre Siniestra a la que Childe Roland llega en la balada. Esta descripción se ajusta a la cueva cementerio de New Grange, pero «de cuatro esquinas» se refiere, según creo, al método de entierro del Kist-vaen inventado por los habitantes pregriegos de la Grecia septentrional y las islas que rodean a Delos y trasmitido desde allí a la Europa occidental por inmigrantes de la Edad del Bronce, los hombres de los túmulos redondos; y la kist era una pequeña caja de piedra rectangular en la que se depositaba el cadáver en cuclillas. Se puede decir que Odiseo estuvo «tres períodos en el Castillo de Arianrhod» porque entró con doce compañeros en la cueva del Cíclope y se escapó; fue detenido por Calipso en Ogigia, y se escapó; y por la hechicera Circe en Ea —otra isla sepulcral— y se escapó. Pero es improbable que se aluda a Odiseo; creo que Gwion se refiere a Jesucristo, a quien el Poeta del siglo XII Dafydd Benfras hace visitar una Annw celta, y que se escapó de la lóbrega cueva situada en la ladera de una colina donde lo había dejado José de Arimatea. Pero ¿cómo pudo estar Jesús «tres períodos en el Castillo de Arianrhod»? Considero esto una herejía que hace de Jesús, en cuanto segundo Adán, una reencarnación de Adán, y, en cuanto Mesías davídico, también una reencarnación de David. La Era de Adán y la Era de David son particularizadas en Divregawd Taliesin de Gwion. Se describe a Jesús esperando todavía en el cielo el comienzo de la Séptima Era: «¿No fue al Cielo adonde fue cuando salió de aquí? Y el Día del juicio volverá a nosotros. Pues la Quinta Era fue la bendecida por el profeta David. La Sexta Era es la era de Jesús, la que durará hasta el Día del Juicio». En la Séptima Era se le llamará Taliesin.
PREIDDEU ANNWN |
(LOS DESPOJOS DE ANNWN) |
Alabado sea el Señor, Supremo Gobernante de los Cielos, |
que ha extendido su dominio hasta la orilla del mundo. |
Completa estaba la prisión de Gwair en Caer Sidi |
por causa del rencor de Pwyll y Pryderi. |
Nadie entró en ella antes que él; |
una pesada cadena azul sujetaba firmemente al joven, |
y por los despojos de Annwn canta lúgubremente, |
y hasta el Día del Juicio continuará su canción. |
En el Prydwen tres veces lleno fuimos allí; |
excepto siete, nadie volvió de Caer Sidi. |
¿No soy un candidato a la fama al que hay que oír cuando canta? |
En Caer Pedryvan que gira cuatro veces |
¿cuándo fue dicha la primera palabra salida de la caldera? |
Por el aliento de nueve doncellas es calentada suavemente. |
¿No es la caldera del jefe de Annwm, a su manera |
con una protuberancia alrededor de su borde de perlas? |
No hervirá la comida de un cobarde o de un perjuro. |
Le llevarán una espada que centellea brillantemente |
y la dejarán en la mano de Lleminawg, |
y delante de los portales del lugar frío arderán los cuernos de luz. |
Y cuando fuimos con Arturo en sus trabajos magníficos, |
excepto siete, nadie volvió de Caer Vediwid. |
¿No soy un candidato a la fama al que hay que oír cuando canta? |
En el recinto de cuatro esquinas, en la isla de la puerta fuerte, |
donde el crepúsculo y la noche oscura se mueven juntos, |
el vino alegre era la bebida del huésped. |
En el Prydwen tres veces lleno fuimos al mar, |
excepto siete, nadie volvió de Caer Vediwid. |
No alabaré a los señores de la literatura. |
Más allá de Caer Wydr no contemplan las proezas de Arturo. |
Tres veces dos mil hombres estaban en la muralla. |
Era difícil conversar con su centinela. |
En el Prydwen tres veces lleno fuimos con Arturo. |
Excepto siete, nadie volvió de Caer Colur. |
No alabaré a los hombres con escudos colgantes. |
No saben en qué día, o quién fue la causa, |
o a qué hora del espléndido día nació Cwy, |
o quién le impidió ir a los valles de Devwy. |
No conocen el buey berrendo, con su gruesa venda en la cabeza |
y siete veintenas de borlas en la collera. |
Y cuando fuimos con Arturo de triste recuerdo, |
excepto siete, nadie volvió de Caer Vandwy. |
No alabaré a los hombres cuyo valor decae, |
no saben en qué día apareció el jefe, |
o a qué hora del espléndido día nació el Señor, |
o qué animal de cabeza de plata mantenían. |
Cuando fuimos con Arturo de triste propósito, |
excepto siete, nadie volvió de Caer Ochren. |
Pwyll y Pryderi fueron sucesivos gobernantes de los «africanos» de Annwn en Pembroke, los primeros invasores de Gales; cuando murieron, como Minos y Radamanto de Creta, se convirtieron en Señores de los Muertos. A Pryderi, hijo de Rhiannon, es a quien Gwydion robó el cerdo sagrado, y Gwair parece haber ido en una expedición de saqueo análoga en compañía de Arturo, pues su prisión, llamada en la Tríada 61 el Castillo de Oeth y Anoeth, es también la prisión de la que, según la Tríada 50, Arturo fue liberado por su escudero Goreu, hijo de Custennin; Gwair es, pues, para Arturo lo que Peiritoo fue para Teseo, y Goreu es para Arturo lo que Hércules fue para Teseo. Posiblemente Gwion, en el romance, cuenta con que los bardos de la corte supongan que «Arturo» y no «Jesús» es la solución de «estuve tres períodos en el Castillo de Arianrhod», pues en la Tríada 50 se dice que Arturo fue liberado por el mismo Goreu de tres prisiones —el Castillo de Oeth y Anoeth; el Castillo de Pendragon («Señor de las Serpientes»); y la Prisión Oscura debajo de la Piedra—, todas ellas prisiones para los condenados a muerte. ¿O presenta secretamente a Jesús como una encarnación de Arturo?
Prydwen era el barco mágico del rey Arturo; Llaminawg, en cuyas manos dejó Arturo la espada centelleante, aparece en la Morte D’Artbur como «Sir Bedivere». Caer Wydr es Glastonbury, o Inis Gutrin, considerado como el castillo de cristal[16] donde se alojó el alma de Arturo después de su muerte; Glastonbury es también la Isla de Avalon (Manzanos) a la que llevó su cadáver Morgan le Faye. La pesada cadena azul es el agua que rodea a la Isla de la Muerte. El mito de Cwy, como el de Gwair y Arturo, ya no existe, pero «el animal con cabeza de plata» es tal vez el corzo blanco que buscamos, y el nombre de la venda de la cabeza del Buey es uno de los principales secretos, y se burla de Heinin en su Cyst Wy’r Beírdd («Reprobación de los Bardos») porque éste no lo posee:
El nombre del firmamento, |
el nombre de los elementos, |
y el nombre del lenguaje, |
y el nombre de la venda de la cabeza. |
Fuera, bardos… |
Unos cien años antes que Gwion escribiera esto los monjes de Glastonbury habían desenterrado un ataúd de roble que se hallaba dieciséis pies bajo tierra y que, según sostenían, era el de Arturo, y habían falsificado una inscripción gótica en un cruz de plomo de un pie de longitud que dijeron haber encontrado dentro y que Giraldus Cambrensis vio y tuvo por auténtica. Creo que Gwion dice aquí: «Vosotros, bardos, pensáis que Arturo terminó en el ataúd de roble de Glastonbury. Yo estoy mejor informado». La inscripción decía: «Aquí yace enterrado el famoso rey Arturo con Ginebra, su segunda esposa, en la Isla de Avalon».
Se objetará que el hombre tiene tanto derecho a la divinidad como la mujer. Esto es cierto sólo hasta cierto punto; es divino no en su persona particular, sino solamente como mellizo. Como Osiris, el Espíritu del Año Creciente está siempre celoso de Set, el Espíritu del Año Menguante, y viceversa; no puede ser los dos al mismo tiempo como no sea mediante un esfuerzo intelectual que destruye su humanidad, y éste es el defecto fundamental del culto de Apolo o de Jehová. El hombre es un semidiós: tiene siempre uno u otro pie en la tumba; la mujer es divina porque siempre puede tener los dos pies en el mismo lugar, sea en el cielo, en el infierno o en la tierra. El hombre la envidia y se miente a sí mismo acerca de su integridad, y con ello se hace desdichado; porque si él es divino, ella no es ni siquiera una semidiosa, sino una mera ninfa, y su amor a ella se convierte en desprecio y odio.
La mujer adora al varón infante, no al hombre desarrollado, lo que prueba su divinidad y que el hombre depende de ella para vivir. Sin embargo, se interesa apasionadamente por los hombres adultos, porque el amor-odio que Osiris y Set sentían mutuamente por ella es un tributo a su divinidad. Ella trata de satisfacer a ambos, pero sólo puede hacerlo por medio de un homicidio alternado, y el hombre trata de considerar esto como una prueba de la falsedad fundamental de ella, no de las demandas irreconciliables que él mismo le hace.
Lo gracioso es que, según parece, los monjes habían descubierto realmente el cadáver de Arturo, o Gwyn, o cualquiera que fuese el nombre original del Héroe de Avalon. Christopher Hawkes describe en su Prehistoric Foundations of Europe esta forma de entierro:
La inhumación (y más raramente el entierro después de la cremación en ataúdes hechos con el tronco de un árbol y cubiertos por un túmulo) se practicaba ya en Schleswig-Holstein a comienzos de su Edad del Bronce… Es probable que el ataúd representase originalmente un barco ahuecado, y queda idea de un viaje por agua al otro mundo, bien atestiguado en Escandinavia a fines de la Edad del Bronce y también en la Edad del Hierro hasta su famosa culminación en la época de los vikingos, deba ser reconocida como su primer comienzo, inspirado, bien puede ser, finalmente desde Egipto por medio de las conexiones bálticas con el sur qué pasaban por la Ruta del Ambar. El mismo rito del entierro en un barco o ataúd aparece simultáneamente en Britania en los siglos medios del segundo milenio, cuando florecía la ruta comercial por el Mar del Norte, y penetra en la cultura de Wessex a lo largo de la costa meridional, donde el cementerio de Hove, notable por sus afinidades escandinavas (contenía una copa con asas de ámbar báltico), era de este tipo, pero es más prominente en la costa oriental, especialmente en Yorkshire, donde la ruta irlandesa por los Alpes Peninos (intercambio de oro irlandés por ámbar báltico) llegaba al mar. El ejemplo clásico es el cementerio de ataúdes de las cercanías de Scarborough (un ataúd de roble contenía el esqueleto de un anciano, cubierto con ramas de roble y lo que parecía ser muérdago), pero el reciente descubrimiento en el gran túmulo de Loose Howe, en las Cleveland Moors, de un cementerio primitivo con no menos de tres piraguas, debe figurar en adelante al frente de la serie y servir para demostrar que el mismo rito se celebraba entre los navegantes de ambas orillas del Mar del Norte alrededor de los años 1600 y 1400 a. de C.
Las nueve doncellas de la caldera recuerdan a las nueve vírgenes de la isla de Sein en la Britania occidental a comienzos del siglo V, descritas por Pomponio Mela. Poseían poderes mágicos y los navegantes podían acercarse a ellas para consultarlas[17].
El rey sagrado, por consiguiente, es un rey Sol, y cuando muere vuelve a la Madre Universal, la Diosa Blanca Luna, que lo aprisiona en el extremo norte. ¿Por qué en el norte? Porque ése es el lado desde el cual el Sol nunca brilla, desde el cual el viento trae nieve; sólo soles muertos se pueden encontrar en el frío norte polar. El dios Sol nace a mitad del invierno, cuando el Sol es más débil y ha llegado a su posición más meridional; por tanto, su representante, el rey Sol, es muerto en el solsticio de verano, cuando el Sol llega a su posición más septentrional. La relación entre Caer Sidi y Caer Arianrhod parece ser que el lugar donde enterraban al rey difunto era un túmulo situado en una isla de un río o del mar, donde su espíritu vivía custodiado por sacerdotisas oraculares y orgiásticas, pero su alma iba a las estrellas, y allí esperaba confiadamente el renacimiento en otro rey. Y el testimonio del ataúd de roble en la Isla de Avalon indica claramente que el culto de Arturo provino del Mediterráneo oriental por la Ruta del Ambar, el Báltico y Dinamarca, entre 1600 y 1400 a. de C.; aunque es probable que el culto de otros héroes oraculares de Britania e Irlanda sea siete u ocho siglos más antiguo.
En Britania la tradición del Castillo en Espiral sobrevive en la danza del Laberinto de Pascua de las aldeas rurales, y a los laberintos se los llama «Ciudad de Troya» en Inglaterra y «Caerdroia» en Gales. Los romanos los llamaban así probablemente por el juego de Troya, una danza laberíntica del Asia Menor que bailaban los jóvenes nobles en Roma durante el Imperio primitivo en memoria de su origen troyano; pero Plinio dice que los niños latinos la bailaban también. En Delos la llamaban la Danza de la Grulla y, según se decía, recordaba la salida de Teseo del Laberinto. La danza laberíntica parece haber llegado a Britania desde el Mediterráneo oriental con los invasores de la Nueva Edad de Piedra del tercer milenio a. de C., pues antiguos laberintos de piedra tosca del mismo modelo que los ingleses se encuentran en Escandinavia y el nordeste de Rusia. En una lápida de las cercanías de Bosinney en Cornualles están tallados dos laberintos, y otro en un bloque de granito macizo de las Wicklow Hills, ahora en el Museo Nacional de Dublín. Esos laberintos son también del mismo modelo: el Laberinto de Dédalo que aparece en las monedas cretenses.