Bibliografía

Las fuentes y la historiografía general

1. Historiografía general y bibliografía

La bibliografía ha sido establecida de forma muy completa por H. BENGSTON, en Die Welt ais Geschichte, V Berlín, 1939. Para el período 1940-1975, el lector se remitirá a las bibliografías de las obras de G. GLOTZ, Histoire grecque, t. IV, París, PUF, 3.a edición, 1986, y de E. WILL, C. MOSSÉ y R GOUKOWSKY, Le Monde grec et l’Orient, 2 vols., París, PUF, 1975; para los veinticinco últimos años del siglo XX, hay que remitirse a las revistas especializadas. Entre otras bibliografías merecen citarse: J. SEIBERT, Alexander der Grosse, Ertrág der Forschung, Darmstadt, 1972; R. ANDREOTTI, Il problema di Alessandro Magno nelle storiografia de l’ultimo decennio, 1950; Fr. HAMPL (cf. la colección «Nouvelle Clio», VI, París, PUE 1954); la Cambridge Ancient History. Por último, no se puede dejar de consultar la Encyclopédie des Antiquités classiques del erudito alemán August von PAULY (1796-1845), publicada en 1839 y puesta al día en 1893 por George WISSOWA; esta obra considerable, nunca igualada, suele ser citada como la Pauly Wissowa; ha conocido varias reediciones.

2. Fuentes epigráficas

Las principales inscripciones antiguas (en lengua griega) relativas al período de Alejandro Magno fueron enumeradas por TARN, en la Cambridge Ancient History, t. VI (1927); deben completarse con los trabajos de DITTENBERGER (1903), H. H. SCHMITT (Munich, 1969) y TOD (Oxford, 1962). Las fuentes cuneiformes son inscripciones o tablillas en viejo persa —lengua de los persas en la época de los Aqueménidas— cuyo alfabeto estaba formado por signos cuneiformes que derivaban del silabario acadio (que no era alfabético, sino silábico); son poco numerosas y criticables. A las fuentes epigráficas hay que unir los papiros egipcios de la época saita (663-332 a. C.), época en que las principales ciudades de Egipto estaban concentradas en el delta: Sais, capital de los faraones de la XXVI Dinastía; Naucratis, ciudad griega próspera, y Mendes, capital de los faraones de la XXIX y penúltima dinastías egipcias; sobre estas fuentes se consultará el «Bulletin papyrologique» de la Revue des Études grecques (P. COLLART), que completa el censo de las antologías papirológicas de ROSTOVTZEFF, en la Cambridge Ancient History, t. VII, 1928.

3. Numismática

L. MULLER, Numísmatique dAlexandre le Grand, Copenhague, 1855; y el importante trabajo de A. R. BELLINGER, Essays on the coinage oj Alexander the Great, Nueva York, 1963.

4. Fuentes literarias

El censo de los escritos antiguos referidos a Alejandro fue establecido por primera vez, en los tiempos modernos, por G. SAINTE-CROIX, Examen critique des anciennes histoires dAlexandre, París, 1775; 2.a edición, 1810. El trabajo fundamental es el de Johann Gustav DROYSEN, fundador de la escuela histórica prusiana; bajo el título de Les Matériaux de l’histoire dAlexandre le Grand, constituye el apéndice al tomo I de su Histoire del’hellénisme, totalmente dedicado a Alejandro Magno y publicado en 1883. Ha sido completado por los autores de las grandes historias antiguas, J. KAERST en alemán (Gesch. der Hellenismus) y TARN en inglés (Cambridge Ancient History).

  1. El estudio crítico de las fuentes contemporáneas o casi contemporáneas de Alejandro fue emprendido por los eruditos alemanes de principios del siglo XX; éstas son las principales referencias:
  2. En nuestro Prólogo hemos citado las fuentes antiguas —griegas o latinas— posteriores a la época de Alejandro. Ahora indicaremos las ediciones y traducciones más fiables y accesibles:
  3. Junto a estas fuentes que podemos calificar de históricas porque pueden utilizarse —a reserva de someterlas a una rigurosa crítica científica— para establecer o tratar de establecer la historia de Alejandro Magno, existe una tradición escrita griega, puramente legendaria, que apareció relativamente pronto (a finales del siglo II de nuestra era) en el Imperio romano de Oriente. A finales del siglo III o principios del IV, fue traducida por un tal Julius Valerius en un latín muy decadente, más cercano a la lengua hablada que a la lengua escrita, y circuló en Occidente bajo el título Res gestae Alexandri Magni translatae ex Aesopo Graeco («Los grandes hechos de Alejandro Magno, traducidos por Esopo el Griego»); se hizo una versión abreviada, titulada Epitome Julius Valerii («Resumen de Julius Valerius»), Luego fue retraducido al griego y a diversas lenguas orientales, sobre todo al armenio y al siriaco. Un historiador bizantino, León el Diácono, que vivió en la corte de los duques de Nápoles en el año 1000 aproximadamente, hizo a su vez una versión latina (a partir de un texto griego, durante un viaje que realizó a Bizancio en 942), con el título de Vita Alexandri y así fue como penetró la leyenda en Occidente durante la Edad Media. Posteriormente se multiplicaron las versiones en lenguas vulgares (en francés apareció, hacia 1170-1200, Román d’Alexandre; era una gesta épica de 20.000 versos de doce pies a los que por esta razón se dio el nombre de «alejandrinos»). Esta tradición constituye lo que se llama la Román d’Alexandre; la paternidad de la obra griega inicial (perdida) se atribuye a un autor al que se ha dado habitualmente el nombre de Seudo-Calístenes, para distinguirle del Calístenes histórico.

La recensión más antigua ha sido publicada por W. KROLL en Berlín, en 1958; una versión más tardía se publicó bajo el título de Epitome de Metz, por R. H. THOMAS (Teubner, 1969). La versión medieval francesa fue publicada en 1846, en Stuttgart, por Henri MICHELANT, bajo el título de Li romans d’Alixandre; pero también se conoce en alemán, en español y en italiano. Sobre las fuentes del Román d’Alexandre, véase R. MERKELBACH, Die Quellen dergr. Alexanderromans, Munich, 1954.

Biografías

Las biografías de Alejandro Magno son muy numerosas. Tienen en común que cuentan los mismos sucesos, ya narrados por Arriano, Diodoro de Sicilia, Plutarco, Quinto Curcio y Justino; difieren unas de otras en la abundancia de detalles, en la interpretación histórica de los acontecimientos o de la personalidad de Alejandro, y por los juicios sobre el personaje… y la calidad de escritura de sus autores.

1. Trabajos de Droysen

La primera gran biografía, que en muchos puntos sigue siendo autoridad, se debe a Johann Gustav Droysen (1808 ? 1884), filólogo, historiador e incluso político alemán (fue elegido diputado al parlamento de Francfort); constituye el primer volumen de su Historia del helenismo, y fue publicada en 1833 bajo el título de Geschichte Alexanders der Grosse («Historia de Alejandro Magno»). Es una obra brillante, basada en un estudio meticuloso de los textos antiguos, y que es imposible olvidar, incluso en el año 2000; no obstante, se basa en una concepción de la historia hoy algo superada (y ya superada por Hegel, cuyos cursos sin embargo había seguido Droysen), la que interpreta los acontecimientos históricos como engendrados por una voluntad superior, que los guía hacia un fin determinado por ella. En nuestro caso, esa voluntad sería la de Alejandro tendiendo a realizar la fusión entre Occidente y Oriente en una monarquía de tipo oriental. Esta posición lleva a Droysen a exaltar lo que podríamos llamar, en sentido fuerte, el heroísmo de Alejandro y a interpretar en los otros dos tomos de su Historia del helenismo —consagrados respectivamente a los diadocos (los sucesores) de Alejandro y a los epígonos (los sucesores de los sucesores)— el estallido del imperio construido por el Macedonio como una reacción (Droysen dice «la antistrofa») a la unificación intentada, que desemboca en la formación de diversos reinos helénicos que, por tanto indirectamente, serían las consecuencias de los hechos de Alejandro. Precisemos además lo siguiente: la Historia de Alejandro Magno apareció en 1833, la de los diadocos en 1836 y la de los epígonos en 1842; los tres tomos, cuidadosamente revisados, se publicaron bajo el título de Historia del helenismo en 1877 ? 1878 en Gotha y traducidos al francés por Bouché-Leclerq en 1883 ? 1885.

2. Las biografías modernas

A continuación damos la lista de las principales biografías de Alejandro Magno, presentadas por orden cronológico de aparición.

Precisemos para los aficionados a los «hallazgos» y las «puestas al día» que no hay que soñar. Los hallazgos arqueológicos, por muy espectaculares que sean (como recientemente el presunto descubrimiento de la tumba de Alejandro, que por lo demás no era sino una gran superchería), no pueden aportar nada nuevo a lo que ya sabemos; sólo el descubrimiento inesperado de un manuscrito antiguo —un fragmento de las Efemérides, por ejemplo— nos aportaría algunas luces sobre tal o cual detalle concreto, pero nada más.

E. ROBSON, Alexander Une Great, a biographic Study, Londres, 1919, obra clara, sobria y fácil de leer (a condición de leer inglés).

Th. BIRT, Alexander der Grosse und das Weltgriechentum («Alejandro Magno y la helenización del mundo»), Leipzig, 1924; 2.a ed., 1925. Birt se preocupa sobre todo de mostrar la exactitud de la perspectiva de Droysen y de la expansión del helenismo.

E. GEYER, Alexander der Grosse und die Diadochen («Alejandro Magno y los diadocos), Leipzig, 1825; útil para comprender las variaciones territoriales y el desmembramiento del imperio de Alejandro.

H. BERVE, Das Alexanderreich auf prosopographischer Grundlage, 2 vols., Munich, 1926 («El Imperio de Alejandro desde un punto de vista prosopográfico»), obra todavía no igualada, que por desgracia no está traducida al francés. Contiene una información impresionante y precisa sobre la organización del imperio de Alejandro, sobre sus instituciones y sobre todos los personajes —pequeños o grandes— que tuvieron relación con él o que la tradición ha puesto en relación con él, todo ello acompañado de una bibliografía completa de las referencias que le conciernen.

Georges RADET, Alexander le Grand, París, 1931, la mejor biografía en lengua francesa, la mejor documentada sobre Alejandro, así como la más agradable de leer; pero tal vez se le pueda reprochar haber «humanizado» en exceso a su héroe. Hay que completarla con el artículo del mismo autor en el Journal des savants, 1935, pág. 145 y ss., titulado «Les idees et les croyances dAlexandre le Grand» y con numerosas notas y artículos que Radet publicó en la Revue des Études anciennes (creada por el propio Radet en 1899) y en diversas revistas y periódicos. Radet fue el gran especialista francés de la historia de Alejandro Magno; murió en 1934 a la edad de setenta y cinco años.

U. WILCKEN, Alexander der Grosse, Leipzig, 1931 («Alejandro el Grande»; trad. francesa, París, 1933), obra de prejuicios, que presenta a Alejandro como un héroe cuya primera característica es la fuerza bruta, más cercano a Heracles que a Aquiles.

E A. WRIGHT, Alexander the Great, Londres, 1934, obra clásica, fácil de leer.

Arthur WEIGALL, Alexander the Great, Londres, 1947; obra concienzuda en cuanto a los acontecimientos, pero que se basa en una hipótesis gratuita: que el macedonio fue guiado en todo momento por la convicción de que era el hijo místico de Zeus y de Olimpia; ningún documento, ningún suceso debidamente documentado nos permite afirmar que su piedad fuese sincera y sin segundas intenciones políticas (trad. francesa, París, Payot, 1955).

W. W. TARN, Alexander the Great, Cambridge, 1948-1950 (2 vols., I: Narrative; II: Sources and Studies); obra clásica, preciosa por sus referencias.

G. T. GRIFFITH, Alexander the Great, the main prohlems, Cambridge, 1966 («Alejandro Magno, los principales problemas»); examen de las principales cuestiones que plantean a los historiadores y a los eruditos la vida y las acciones de Alejandro.

E. SCHACHERMEYR, Alexander der Grosse: das Prohlem seiner Perosonlichkeit und seiner Wirkens, Viena, 1973 («Alejandro Magno: el problema de su personalidad y su manera de actuar»): una tentativa de análisis psicológico del personaje; el autor percibe perfectamente los desequilibrios pero no aborda el análisis psicopatológico, que nos parece esencial.

J. R. HAMILTON, Alexander the Great, Londres, 1973; obra clásica.

Roger PEYREFITTE, Le Jeunesse d’Alexandre, París, Albin Michel, 1977 («La juventud de Alejandro»); copiosa y clásica como Les Conquétes d’Alexandre, 1979 («Las conquistas de Alejandro»), y Alexandre le Grand, 1981, ambas del mismo autor y en el mismo editor.

Paul GOUKOWSKY, Alexandre et Dionysos, Presses Universitaires, Nancy 1981; ensayo inteligente y minucioso sobre los orígenes del mito de Alejandro.

Piero CITATI, Alexandre le Grand, París, Gallimard, 1990.

Philippe GUILLAUME, Alexandre le Grand, París, France Empire, 1993; un resumen claro y clásico.

Cuestiones particulares

Para la cronología de la aventura conquistadora de Alejandro, hay que remitirse a:

—KAERST (op. cit.).

—y Ch. A. ROBINSON, The Ephemerides of Alexander’s Expedition, Brown University Studies, 1932; pero hay que tener en cuenta las críticas de RADET (Notes critiques, 2.a serie, VIII, 1932, pág: 137 y ss.) y de GLOTZ (Revue des Études grecques, XLVI, 1933, pág. 351).

1. Geografía y topografía

Los atlas históricos escolares son insuficientes en su totalidad por lo que se refiere a la geografía antigua, e inexistentes por lo que concierne a la topografía; la misma observación es válida para los atlas que acompañan ciertas enciclopedias. En nuestros días, la realización de un atlas histórico es extremadamente onerosa, y es de lamentar que ningún editor haya pensado en reproducir una de las notables obras de este género realizadas antes de 1939, en una época en que los precios de reventa no obsesionaban a las editoriales. Se encontrarán los mapas necesarios en los atlas históricos publicados en Alemania entre 1900 y 1939, que pueden consultarse en bibliotecas. Doy a continuación algunas indicaciones:

Sobre Macedonia, Grecia antigua y Asia Menor:

L. BLUM, L. DAMEZIN, J. —C. DECOURT et al, Topographie antique et géographique historique en pays grec, Éditions du CNRS, París, 1992.

J. LEFORT, Villages de Macédoníe, París, De Boccard, 1982: noticia histórica y topográfica sobre la Macedonia oriental en la Edad Media.

KIEPERT, Formae orbis antíqui, lámina XVI sobre la Macedonia antigua.

A. VON KAMPEN, Atlas antíquus (s. d.).

R. DE Bovis, Alexandre le Grand sur le Danube, Reims, 1908.

J. KROMAYER y VEITH, Schlachten Atlas, Leipzig, 1929.

W. LEAF, «The military Geography of Troad», Geogr. Journal, XLVII, 1916.

COUSINERY, Voy age dans la Macédonie, París, 1831.

DELACOULONCHE, Mémoires sur le berceau de la puissance macédo-nienne, París, 1958.

DESDEWES DU DESERT, Géographie ancienne de la Macédoine, París, 1863.

C. WEIGAND, Ethnographie von Makedonien, Leipzig, 1924.

O. HOFFMANN, Die Makedonien, ihre Sprache und íhre Volkstum, Gotinga, 1906.

G. KARAZOV, «Observations sur la nationalité des anciens Macédo-niens», Revue des Études grecaues, XXIII, 1910, pág. 243 y ss.

Sobre Siria e Irán:

P. M. SYKES, Ten Thousand Miles in Persia, Londres, 1902.

A. F STAHL, «Notes on the March of Alexander the Great from Ecbatane to Hyrcania», Geogr. Journal, LXIV, 1924.

G. RADET, «La derniére campagne d’Alexandre contre Londres», Daríos, Mélanges Glotze, II, pág. 765 y ss.

Sobre Drangiana (el Seistán actual) y Aracosia (Afganistán) India (el Pakistán actual):

G. GNOLI, Rícerce stoñci sul Sistan antico, Roma, 1967.

K. FISCHER, Bonner Jahrbuch, CLXVII, 1967, pág. 129 y ss.

A. FOUCHER, «La vieille route de l’Inde de Bactres a Taxila», Mémoires de la Délégaüon archéologique jrancaise en Ajghanistan, I, 1942, y II, 1947.

Sobre Asia central e India (el Pakistán actual hasta el Indo):

A. FOUCHER, op. cit.

G. FRUMKIN, «Archaelogy in Soviet Central Asia», Handbuch der Orientalistíke, 7, III, I, Leiden, 1970.

General CUNNINGHAM, The ancient Geography oj India, Londres, 1871; obra irreemplazable e irreemplazada.

Sobre el regreso de los ejércitos de Alejandro por tierra y por mar: Th. H. HOLDICH, «The Greek retreat from India», Journal oj the Society oj Arts, XLIX, 1901, pág. 417 y ss.; fundamental.

A. STEIN, «On Alexander’s route into Geodrosia», Geogr. Journal, CU, 1943, pág. 217 y ss.

H. SCHIWEK, «Der Persiche Golf…», Bonner Jahrbuch, CLXII, 1962, pág. 43 y ss.

2. La conquista del poder

  1. Sobre Macedonia y Filipo II (650-336 a. C.):
  2. Sobre Alejandro Magno y las ciudades griegas: Las divisiones políticas en Macedonia, que desembocan en el asesinato de Filipo II, han sido analizadas por numerosos autores (AYMARD, BADIÁN, KRAFT). Sobre la política de Alejandro respecto a Tesalia y Tracia son recomendables:
  3. Sobre la revuelta de Tebas y el «antimacedonismo» en las ciudades griegas:
  4. Sobre el ejército macedonio:

3. La conquista de Asia Menor y Egipto (334-331 a. C.)

E. STARK, Alexander’s Pathjrom Caria to Cilicia, Londres, 1958. G. RADET, «Sur un point de l’itinéraire dAlexandre en Asie Mineu-re», Mélanges Perrot, París, 1903.

Las siguientes indicaciones bibliográficas respetan la cronología de la conquista realizada por Alejandro de la fachada mediterránea del Imperio persa, desde Ilion, en Tróada, hasta la conquista de Fenicia y Egipto. También pueden leerse los numerosísimos artículos de Radet en la Revue des Études anciennes (passim).

W. JUDEICH, «Die Schlacht am Granikos», Klio, t. VIII, 1908.

E. W DAVIS, «The Persian battle plan at the Granicus», Mélanges Cadwell, Chapel HUÍ, 1964, pág. 334 y ss.

A. BAUMBACH, Kleinasien unter Alexander dem Grossen, Jena, 1911; conquista (pacífica la mayor parte del tiempo) de Lidia, Jonia, Caria, Licia, Panfilia y Frigia.

W. DEONNA, «Le nceud gordien», Revue des Études grecques, XXXI, 1918, págs. 39 y ss., y 141 y ss.

A. GRÜHN, Die Schlacht von feos, Jena, 1905.

W. DITTBERNER, Issos, Berlín, 1908.

E. KELLER, Alexander der Grosse nach der Schlacht bei Issos bis zu seiner Rückkehr aus Agypten, Berlín, 1904; conquista de Fenicia y la costa siria, luego de Egipto.

W. B. KAISER, Der Brief Alexanders and Dareios nach der Schlacht bel Issos, Mainz, 1954; sobre los contactos diplomáticos entre Alejandro y Darío después de la batalla de Isos.

M. GLÜCK, The Tyro ab Alexandra Magna oppugnata et capta, Kó-nigsberg, 1886; sobre el asedio de Tiro.

H. BLOIS, «Alexandre le Grand et les Juifs en Palestine», Revue de Théologie, XXIII, Lausana, 1890, pág. 357.

H. BUCHLERR, Revue des Études juives, XXXVI, 1898; sobre el mismo asunto.

J. ABRAHAMS, Campaign in Palestinfrom Alexander the Great, Oxford, 1927.

V. EHRENBERG, Alexander und Agypten.

P. JOUQUET, «Alexandre á l’oasis d’Ammon et le témoignage de

Callisthéne», Bulletin de l’Institut d’Égypte, XXVI, 1943-1944, pág. 91 y ss.

H. W PARKE, The Oradles ofZeus, Dodona, Olympia, Ammon, Londres, 1967.

E. BRESCIA, Alex. and Aegyptum, Bérgamo, 1922 (abundante bibliografía).

A. BERNAND, Alexandrie la Grande, París, 1966.

4. El desmoronamiento del Imperio persa (331-330 a. C.)

F. WETZEL, E. SCHMIDT, A. MALLWITZ, Das Babylon der Spátzeit, Berlín, 1957; sobre la topografía del país babilonio.

F. HACKMANN, Die Schlacht bei Caugamela, Halle, 1902.

E. W. MARSDEN, The Campaing oj Gaugamela, Liverpool, 1964.

G. Radet, «La prise de Persépolis», Notes critiques, 2.a serie, 1927, pág. 89 y ss.

—, «La derniére campagne d’Alexandre contre Darius», Mélanges Glotz, t. II, 1932, pág. 765 y ss.; sobre el camino seguido por Alejandro en su persecución de Darío.

F. ALTHEIM, R. STIERL, Gcschichte Mittelasiens ira Altertum, Berlín, 1970; historia de las satrapías superiores (Drangiana, Aracosia, Bactriana y Sogdiana) del Imperio persa en la época de Alejandro.

I. M. MOUMINOF, Istoñja Samarkanda, Tashkent, 1969.

5. La crisis de los años 330-328 a. C. y la invasión de «India» (de hecho, el actual Pakistán)

a. La crisis de los años 330-328 a. C.:

Esta crisis, que estalla a finales del año 330 a. C., se caracteriza por una ruptura profunda entre las acciones y las ambiciones de Alejandro —que se considera el sucesor del Gran Rey— por un lado, y por otro la oposición de su entorno y el descontento de su ejército. En cuanto a la geografía de los lugares, véanse las indicaciones bibliográficas citadas más arriba.

T. B. JONES, «Alexander and the Winter of 330-329», Cíass. Weekly, XXVIII, 1935, pág. 124 y ss.: sobre la cronología de la campaña de Alejandro en Afganistán.

G. RADET, «Sur les tractes dAlexandre entre le Choés et l’Indus», Journal des savants, 1930, pág. 230 y ss.

Fr. CAUER, «Philotas, Cleitos, Kallisthenes», Neuejahrbuchjürklassiche Phiíologie, XX, 1894, pág. 8 y ss.; sobre estos tres «asuntos» que ilustran la crisis del 330.

T. S. BROWN, «Callisthenes and Alexander», American Journal oj Philology, LXXX, 1949, pág. 225 y ss; sobre la conjura de los pajes y el asesinato de Calístenes.

R. SCHUBERT, «Der Tod des Kleitos», Rheinischer Museuek, III, 1898, pág. 398 y ss.

L. R. TAYLOR, «The proskynesis and the hellenistic ruler Cult», Journal ofHell. Studies, XLVII, 1925, pág. 175 y ss.

G. MERCURY, «The Refusal of Callisthenes to drink to the Health of Alexander», Journal ojHellenic Studies, L, 1930, pág. 79 y ss.; también sobre el caso Calístenes, y el artículo sobre la divinización oriental del rey, A. AMARD, «Un ordre dAlexandre», Revue des Études ancien-nes, XXXIX, 1937, pág. 5 y ss.

b. La invasión de India (337-326 a. C.):

S. LEVI, «Note sur linde á l’époque dAlexandre», Journal Asiati-que, XV, 1890, pág. 234 y ss.

G. VEITH, «Der Kavalleriekampf in der Schlacht am Hydasp», Journal oj Hellenic Studies, LXXVI, 1956, pág. 26.

P GOUKOWSKY, «Le roi Poros sur son éléphant, et quelques autres», Bulletin de Correspondance hellénique, CVI, 1972, pág. 473 y ss.

B. BRELOER, Alexanders Bund mit Poros, Leipzig, 1941; sobre el tratado concluido por Alejandro con el rey indio Poro.

6. La retirada y el pothos («insaciabilidad») de Alejandro

a. La retirada (325-324 a. C.):

SCHIWEK, op. cit, págs. 43 y ss.; sobre el periplo de Nearco, desde el delta del Indo hasta el golfo.

Th. H. HOLDICHA, «The Greek retreat from India», Journal oj the Society ojArts, XLIX, 1901, pág. 147 y ss.; artículo fundamental sobre el regreso por tierra de las tropas dirigidas por Alejandro.

A. STEIN, «On Alexander’s route into Gedrosie», Geogr. Journal, CII, 1943, pág. 217 y ss.; sobre el itinerario de Alejandro a través de Gedrosia.

b. El gran regreso y los últimos proyectos de Alejandro (324-323 a. C.), «el caso Hárpalo», el regreso de los desterrados, el sueño de una monarquía univeral, de la que él sería el rey divinizado:

E. BADIÁN, «Harpalos», Journal oj Hellenic Studies, LXXXI, 1961, pág. 167 y ss.; la falta de delicadeza de Hárpalo pusieron a Demóstenes en una situación delicada; véase a este respecto: A. SCHAEFFER, Demosthenes und sane. Zeit, Leipzig, 1887.

—, «Alexander the Great and the unity of mankind», Historia. Zeitschñftfür Alte Geschichte: aproximación crítica de la teoría de Tarn, según la cual Alejandro soñaba con una fusión de los pueblos en un imperio universal y fraternal.

—, «A King’s notebook», Harvard Studies in Classical Philology, LXXII, 1968, pág. 183 y ss.; sobre los proyectos encontrados en los archivos de Alejandro.

E. BALOGH, Political Refugees in anáenty Greece, Johannesburgo, 1943; sobre el regreso de los desterrados a Atenas.

c. Sobre la tentativa de divinización de su persona real:

V EHRENBERG, Alexander and the Greeks, Oxford, 1938; debe leerse especialmente el capítulo II, cuya argumentación vuelve a utilizar G. T. GRIFFITH en Alexander the Great…, ya citado más arriba.

A. D. NOCK, «Notes on ruler Cult», Journal oj Hellenic Studies, XLVIII, 1928, pág. 21 y ss.

E TAEGER, «Charisma», Studien zur Geschichte der antiken Herr-scherkultes, Stuttgart, 1967.

A. MOMINGLIANO, «Re e popólo in Macedonia prima di Alessandro Magno», Athenaeum, XIII, 1935, pág. 3 y ss.

A. AYMARD, Basileus Makedonón, publicado en 1950, y reeditado en Études d’Histoire ancienne, París, 1967, pág. 100 y ss.

E E. ADCOCK, Greek and Macedonian kingship, Londres, 1953.

W. B. KAISER, «Ein Meister der Glyptik aus dem Umkreis Alexan-ders», Jahrbuch d. Arch. Inst., LXXII, 1962, pág. 227 y ss.; sobre el decadracma, una moneda que representa a Alejandro asimilado a Zeus, persiguiendo al indio Poro llevado por un elefante; hay además otras monedas que asimilan al macedonio al rey de los dioses, sobre todo un tetradracma (una moneda) cuyo anverso representa a Alejandro tocado con una cabeza de león y el reverso lo asimila a Zeus, apoyado sobre un cetro y sosteniendo un águila en la mano.