16 de septiembre de 1844
Nuestro periódico ha sido informado por una dama amiga del brillante y errático escritor Edgar A. Poe, de que el ingenioso héroe del señor Poe, C. Auguste Dupin, está claramente inspirado en una personalidad real, con la que comparte nombre y proezas, conocida por su gran capacidad de análisis. Ese respetado caballero es ampliamente conocido en París, cuya policía con frecuencia requiere su colaboración en casos aún más confusos que los descritos por el señor Poe en sus extraños relatos protagonizados por el señor Dupin. De ellos, «La carta robada» constituye la tercera entrega (aunque los editores esperan que a ella sigan otras). Nos preguntamos cuántos miles de casos apremiantes planteados en los últimos años en nuestro propio país hubiera podido resolver, sin esfuerzo, este auténtico genio parisiense. Y cuántos resolvería de los que van a surgir.