SEGUNDA ENTREGA

Conozco a una niña que, cuando está alegre, lee Nicholas Nickleby; cuando está triste, lee Nicholas Nickleby; cuando está cansada, lee Nicholas Nickleby; cuando está en la cama, lee Nicholas Nickleby; cuando no tiene nada que hacer, lee Nicholas Nickleby, y cuando ha acabado el libro lee Nicholas Nickleby otra vez.

WILLIAM THACKERAY