NOTICIAS DEL CANAL TREX
—¿Qué sindicato es este, Dani?
—Uno de la comarca.
—¿Has visto sus banderas?
—Sí.
—Parece que volvemos al pasado.
—O, a lo mejor, es que nunca salimos de él.
—Ya estás tú, con tus tonterías.
—Cíñete al guión. Atenta. Vega del Bierzo. Interiores.
TRES, DOS, UNO…
No seríamos justos con esta tierra y sus gentes si no citáramos, aunque sólo fuera de soslayo, la dureza del faenar minero. Toda su vida ha estado marcada por hitos agridulces que señalaron las torcidas líneas de su tragedia. A la miseria de sus hogares tenemos que añadir el drama de sus vidas, de sus luchas. En cualquier época en la que ustedes fijen la epopeya, verán que esta se escribió con sangre. La mina ha devorado a los hombres por oleadas. Y no sólo lo hizo subsumiendo su vida en ella, también generó un mundo que los apresó de pies y manos con la empresa. Alrededor de las minas se forjaron los pueblos y los hombres y las mujeres y los niños. Abrieron las tripas de la tierra y se adentraron en ellas para saquearlas y poder preñar de calor las largas noches de invierno. Pero todo murió: los pueblos envejecieron, las casas se despoblaron, el anhelo se transformó en recuerdo y sus vidas quedaron a la aventura de la narración.
Si ustedes miran sus rostros seguramente tendrán la misma impresión que nosotros, como si un día hubiesen hecho stop ante la existencia y hubiesen cambiado la autopista de la vida por la carretera secundaria de la esperanza. Ellos, que detenían huracanes con su voz, que humillaron explotadores con paso corto, que alimentaron la fragua de Vulcano… Pero la mejor síntesis de lo que les estamos diciendo la resumiría Zola en un diálogo de Germinal:
—¿Qué es eso, sangre?
—No, es carbón. Y llevo tanto en el cuerpo como para que me caliente toda mi vida.
Aquí, con nosotros, tenemos a una persona que conoce a la perfección este mundo. No sólo fue picador durante casi toda su vida. Además, fue uno de los pioneros del sindicalismo en esta zona, empujó a sus compañeros a organizarse y luchar por sus derechos. Hoy sigue en la brecha dirigiendo el Sindicato de Obreros del Bierzo. Nos referimos a Marcelo Viñas.
«La reconversión del sector minero se produjo por razones de organización del sistema de producción a nivel mundial. Resulta más rentable extraerlo en yacimientos de países en los que la mano de obra es mucho más barata y donde los trabajadores se encuentran menos organizados para protestar por sus condiciones laborales. Fíjese el caso de Bolivia, de los antiguos países del Este o de China. En China, por ponerle un ejemplo, hace unos días una explosión de grisú mató a más de doscientos mineros. Y no ha sido la única. Toda la fase de expansión del sector se está repitiendo en esos países, siguen pautas parecidas a las nuestras. El resultado es el mismo, sólo importan los rendimientos, las vidas humanas carecen de valor. En los estados industrializados es una fuente de energía que está siendo desechada en favor de otras más rentables, más limpias las llaman, curiosa forma de denominar a la energía nuclear. Las zonas de España en las que aún quedan minas se convierten en zonas resistentes para evitar su desaparición. Hoy la lucha de los mineros se limita a clamar por mantener su puesto de trabajo. Pero es una voz cada vez más débil, ya no tiene la fuerza del pasado. Aquella que era capaz de provocar situaciones como la del 34 en Asturias.
»Fíjese usted, los mineros marcaron una frontera en las luchas obreras, un antes y un después. Y esa línea la trazó la dinamita, que se convirtió en un arma que daba otro cariz a sus luchas. Algo así como la bomba atómica para los estados, hoy sólo se respeta a los que la tienen.
»En fin, usted quería saber de Ramalho. Pues mi opinión es que, aunque fuese policía, por sus venas corría sangre de mina. Por eso cuando Infierno se puso en huelga, él fue a la cabeza. Y no dudó ni un momento en encerrarse a protestar aunque eso le valiese la bronca de sus superiores. Tipos como él nos quedan pocos».
—¿Te das cuenta de lo que te decía? Parece que quieren volver al pasado.
—Relájate, Nora. Es un simple reportaje.
—Aquí va a pasar algo. Acuérdate de lo que te digo.