NOTICIAS DEL CANAL TREX
—No me puedo creer que en pleno siglo XXI todavía existan pueblos así.
—No todo es como el barrio de Salamanca, Nora. ¡Cómo se nota que nunca has salido de los ambientes pijos de Madrid!
—Eres un imbécil, Dani.
—Silencio, que entramos. Vega del Bierzo. Ayuntamiento.
TRES, DOS, UNO…
Nos acercaremos hasta el Ayuntamiento de un municipio llegó a tener casi cuarenta mil habitantes hace treinta y cinco años; hoy, apenas llega a cinco mil. Concretamente, su último padrón establecía 4879 habitantes de hecho. El éxodo de esta zona no sólo ha afectado al número de habitantes, al trabajo, a la vida del pueblo en general, también lo ha hecho sobre el volumen de servicios que su Ayuntamiento ofrecía a los vecinos. El servicio de obras públicas, servicios sociales, urbanismo, el cuerpo de Policía local… todo se ha eliminado o reducido a su mínima expresión. Actualmente sólo quedan cuatro funcionarios administrativos, dos policías locales que hacen funciones de alguaciles y cuatro operarios de obras que sirven para todo: alcantarillado, reparar baches, colocar una bombilla en una farola… Y, como pueden ustedes imaginar, esto tiene un efecto negativo sobre la calidad de vida de sus vecinos.
Estamos esperando que nos reciba su teniente de alcalde, Mateo Sánchez, abogado de la zona, cabeza de lista de una de las organizaciones políticas que gobiernan el Ayuntamiento y una de las personas que tuvieron relación con el inspector Ramalho mientras deambuló por estos parajes.
—Desde el Ayuntamiento de Vega queremos mostrar cierto malestar que nos producen reportajes como el que ustedes están realizando. Parece que nadie se acuerda de nosotros, de nuestras necesidades, que sólo acuden aquí con sucesos que en nada ayudan a defender a nuestra tierra. Parece que no existimos si no es por noticias macabras. Somos un Ayuntamiento pobre, que apenas subsiste con unas pocas subvenciones y con algún remanente que nos dejan los fondos mineros. Y nuestros problemas son idénticos a los de los pueblos de alrededor, a toda la comarca. Cuando todo esto era rentable, la inversión llegó por doquier, el capital buscó beneficios en estas tierras, hasta controlaron el Ayuntamiento y emplearon los fondos públicos en obras que sólo beneficiaron a las empresas y a la rentabilidad del carbón. Pero este mundo entró en crisis y quedamos abandonados a la mano del destino. Nadie invirtió ni un centavo más en estas zonas y el poco dinero que quedaba se lo llevaron. Ni siquiera les interesaba el gobierno del Ayuntamiento, lo dejaron perder, para qué. Al capital le interesa bien poco quién gobierna. Ya ve el insignificante interés que tienen en este pueblo, hasta dejan que lo gobernemos organizaciones de izquierda, que en otras partes de este país no pintan nada. Ni siquiera se han molestado en hacernos oposición. Qué más les da. Podemos izar la bandera republicana en nuestro balcón, no tenemos dinero ni para cambiar su mástil cuando se rompe. Perdone que me extienda en esos temas, pero son el pan nuestro de cada día. Usted me preguntaba sobre Ramalho. Mire, no sé si sabe que su madre es diputada por el Bloco de Esquerda en el Parlamento portugués. Ya lo fue en las anteriores elecciones y ha revalidado su escaño en estos últimos comicios por la circunscripción de Setúbal. Ella, desde su escaño, ha denunciado estas cuestiones de las que les he estado hablando, las conoce perfectamente, pues vivió la realidad en este país y en el suyo. Sobre su hijo les diré que él se integró bien en nuestra problemática, se notaba que había nacido en zona minera. Hasta lideró una huelga y un encierro. Y como usted conoce, arriesgó su vida por salvar a un compañero y por detener al asesino de la cuadrilla. ¿Y qué ha ocurrido? Pasaron más de nueve meses y alguien le encargó otra misión. El resultado no gustó a mucha gente, tocó pilares incuestionables de nuestra sociedad y ha molestado mucho. Por eso están ustedes haciendo este reportaje, para ver si encuentran alguna mancha en su vida, para cargar sobre él. No encontrarán nada. Ramalho, por lo poco que lo llegué a conocer, me pareció un profesional muy preocupado por el logro de resultados. Una persona de esas que son capaces de subordinar todo, hasta su vida, a la consecución de una meta. Ahí está su problema, alguien, en algún lugar, le encargó la misión de buscar a ese asesino que la prensa denominó Cero. Y él cumplió, lo encontró. El resultado no ha gustado a ciertos poderes fácticos y ahora quieren cargar sobre Ramalho. Pero aquí se han equivocado, nadie va a hablar mal de él. Y, antes de que me corten, quiero aprovechar esta ocasión que me brindan para denunciar el desvío de los fondos mineros, por parte de la Junta de Castilla y León, a obras que sólo están beneficiando a las grandes empresas, en vez de destinarlos a las ayudas de los pueblos que verdaderamente los necesitan.
—¡Corten!
—Dani, ¿vas a poner eso último que ha dicho?
—¿Por qué no? Más carnaza.
—Eres, eres…
—No te enfades conmigo, que te pones muy fea.