De los escritos de Spinoza

Las ocho primeras definiciones sobre las que Spinoza basa la prueba «geométrica» de su sistema:

I. Por causa de sí (causa sui) entiendo aquellos cuya esencia implica la existencia o dicho de otro modo aquellos cuya naturaleza no puede ser concebida sino como existente.

II. Se dice que una cosa es finita en su género (in suo genere finita) si puede ser limitada por otra cosa de la misma naturaleza. Por ejemplo se dice que un cuerpo es finito porque siempre podemos concebir otro cuerpo más grande. De manera semejante, un pensamiento está limitado por otro pensamiento sin embargo un cuerpo no puede estar limitado por un pensamiento ni un pensamiento por un cuerpo.

III. Por sustancia (substantia) entiendo aquello que es en sí y es concebido por sí. Es decir, aquello cuyo concepto no necesita del concepto de otra cosa para ser formado.

IV. Por atributo (atributoum) entiendo aquello que el entendimiento percibe de la sustancia como constitutivo de su esencia.

V. Por modo (modus) entiendo las afecciones de la sustancia; dicho de otro modo, aquello que es en otra cosa, por la cual es también concebido.

VI. Por Dios (Deus) entiendo un ser absolutamente infinito es decir una sustancia consistente en una infinidad de atributos cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita.

VII. Se dice que una cosa es libre (libera) si existe por la sola necesidad de su naturaleza, y es determinada a actuar por sí sola. Por el contrario, se dice que una cosa es necesaria (necessaria), o más bien forzada (coacta) si es determinada por otra forma para existir y actuar según una razón definida y determinada.

VIII. Por eternidad (aeternitas) entiendo la existencia misma en tanto que es concebida como siguiéndose necesariamente de la sola definición de una cosa eterna.

Ética, Parte 1, Definiciones iniciales

Todo lo que es, es en Dios, y nada puede ser ni ser concebido sin Dios.

Ética, Parte 1, Proposición 14

Puesto que la capacidad de existir es potencia, se sigue que cuanto más hay de realidad en la naturaleza de una cosa, más fuerzas tiene ella misma para existir. Por consiguiente, el ser absolutamente infinito, o Dios, tiene por sí mismo una potencia absolutamente infinita de existir y así existe absolutamente.

Dios es la causa de todas las cosas, que están en él.

Nada hay contingente en la naturaleza; pero todas las cosas son determinadas por la necesidad de la naturaleza divina de existir y producir un efecto de una cierta manera.

Ética, Parte 1

Las personas se engañan cuando piensan que son libres. Se aferran a esta opinión sólo porque son conscientes de sus acciones, pero ignorantes de qué las causan realmente.

La mente y el cuerpo son uno y el mismo individuo, conseguido una vez bajo el atributo del pensamiento, y otra bajo el atributo de la extensión.

Ética, Parte 2

El objetivo último de la instauración de un régimen político no es la dominación ni la represión de los hombres, ni su sumisión al yugo de otro hombre. El propósito de tal sistema es el de liberar al individuo del miedo, de tal modo que cada uno pueda vivir en seguridad, en la medida de lo posible; en otras palabras, que pueda conservar al más alto grado su derecho natural de vivir y actuar (sin perjuicio de sí mismo ni de otros). No, repito: el propósito no es el de transformar a los seres racionales en bestias o en autómatas, sino el de permitirles desarrollar, en una seguridad perfecta, las funciones de su cuerpo y de su espíritu. Estarán después en capacidad de razonar más libremente, y no se enfrentarán con las armas del odio, de la cólera y de la astucia, y se tratarán uno a otro sin injusticia. Dicho brevemente, ¡el objetivo de la organización en sociedad es la libertad!

Tractatus thelogico-politicus, Capítulo XX