Prefacio de los editores

A finales de febrero de 2014 saltó a los medios la noticia del descubrimiento de una comedia inédita de Lope de Vega. Se trataba de un manuscrito, catalogado en la Biblioteca Nacional con la signatura Mss/16915, copiado a mano en 1631 por Pedro de Valdés, el autor de comedias[1] contemporáneo de Lope que estrenó la obra. El hallazgo lo contaba así su descubridor, Alejandro García Reidy, un investigador español de la Universidad de Syracuse (EE.UU.) vinculado al grupo ProLope, de la Universidad Autónoma de Barcelona:

«En el verano de 2010 estaba trabajando en un proyecto de la Universidad de Valencia donde estudiamos todas las noticias de representaciones del teatro clásico, y me encontré una noticia de la representación de una comedia atribuida a Lope que se llamaba Mujeres y criados en un documento del siglo XVII y que pertenecía a una famosa compañía del momento. Buscando en los catálogos, todo el mundo decía que pertenecía a Lope[2], pero se desconocía el texto. Más adelante, me di cuenta buscando en el catálogo de manuscritos de la Biblioteca Nacional que había uno que llevaba por título Mujeres y criados. Así que me fui a mirarlo, empecé a analizar el texto, a compararlo con otras comedias de Lope y encontré muchas similitudes. Además pude identificar el copista que había sacado esa copia, que era el mismo director teatral que había representado la obra en el siglo XVII. Fui tirando de los hilos, uniendo las piezas del puzzle y al final era evidente que era obra de Lope de Vega»[3].

El grupo ProLope se está encargando de su «traducción»[4], prevista para la primavera de este año. Sin embargo, el escaneado del manuscrito se puede consultar íntegramente en la página de la Biblioteca Nacional[5]. Eso fue lo que uno de nosotros hizo al poco de conocerse la noticia, y en un rato, aquello pasó de ser un galimatías de garabatos a convertirse en un reto: ¿podría un grupo de editores de ePubLibre hacer lo que —¡quién lo duda!— sólo los expertos son capaces de acometer? Un post en el foro y unas cuantas respuestas más tarde el proyecto se puso en marcha. Lo que tenéis en vuestros lectores es el resultado; pero para poder entender exactamente qué relación tiene este ePub con el manuscrito original tenemos que dar algunas explicaciones sobre el proceso por el que hemos pasado.

Un vistazo rápido al escaneado del manuscrito asusta: la caligrafía es extraña, el manuscrito está manchado (no mucho, todo hay que decirlo), no se reconocen palabras… En fin, parece una obra inabordable. Pero pasado un tiempo, uno empieza a reconocer caracteres. Algunos son raros (como la erre), pero enseguida se identifican y, a partir de ahí, se reconocen. De pronto emergen algunas palabras, y como consecuencia de ello —al igual que ocurre en los pasatiempos— otras palabras hasta entonces irreconocibles dejan de serlo. Y sin apenas darte cuenta estás leyendo frases, párrafos… ¡Animamos a intentarlo! Superado el pánico inicial (a lo que puede ayudar contar con este ePub) se convierte en una experiencia fascinante. Así que nos pusimos a transcribir el manuscrito en un texto ASCII en bruto, y unos pocos días más tarde la tarea estaba completa. No exageramos ni fanfarroneamos al decir que ahora cualquiera de nosotros (casi) podría leer el manuscrito de corrido.

Contra lo que uno pudiera creer inicialmente, esta fue la tarea más fácil; la verdadera dificultad vino después. El manuscrito es la copia de trabajo de un director de escena del siglo XVII. Eso significa que su único interés debía de ser tener el texto escrito para poder transmitírselo a los actores (algunos de los cuales probablemente ni sabrían leer). En otras palabras, lo más probable es que el manuscrito no fuera más que un simple refuerzo a la memoria del director. Como consecuencia, carece por completo de puntuación: no hay puntos, ni comas, ni admiraciones, ni interrogaciones, ni nada de nada. Ni siquiera distingue mayúsculas de minúsculas. Tan sólo le preocupaba anotar bien quién entraba a decir qué y la métrica de los versos (las pocas comas que hay sirven para indicar, cuando un actor entra a mitad de verso, cuándo acaba éste). Para hacerlo aún más difícil, en el manuscrito no hay una clara separación de palabras: algunas están juntas, otras partidas, hay caracteres sueltos… Además, la ortografía es, por decirlo suavemente, «flexible»: prácticamente todas las uves son bes; faltan muchas haches; ges y jotas son intercambiables, lo mismo que la i y la y; etc. Y, por supuesto, ninguna palabra lleva tilde…

Así que la tarea más ardua ha sido la de traducir (ahora sí) esta transcripción «en bruto» en un texto con significado y coherencia. En el proceso hemos corregido errores que habíamos cometido en la transcripción; hemos introducido la puntuación que nos ha parecido más plausible, de acuerdo con el significado del texto; incluso hemos corregido erratas que hemos detectado en el manuscrito. Que el texto esté en verso, y que la forma de versificar comedias en el Siglo de Oro sea archiconocida, ha ayudado mucho en este proceso. Pero hemos tenido que discutir muchos párrafos en los que simplemente poner o no una coma, o una tilde a una palabra, cambiaba completamente el significado. También hemos tenido que investigar muchos términos o referencias que nos eran desconocidos. En prácticamente todo hemos llegado a un consenso, y las notas que añadimos atestiguan el trabajo de investigación que hemos tenido que realizar. Quedan, sin embargo, aquí y allá, ciertos párrafos (breves, hay que decirlo) de cuya interpretación correcta aún dudamos.

Si uno lee el método que siguen los expertos de ProLope, el proceso de transcripción de un manuscrito siempre pasa por cotejarlo con las diversas copias que hay de él. Así se identifican más fácilmente errores y posibles interpretaciones. Pero el caso de Mujeres y criados es excepcional, porque no hay ninguna otra copia del manuscrito. Aunque uno se ayude de otras comedias de Lope de Vega y de sus correspondientes análisis, en última instancia la información relevante está únicamente en este manuscrito. Eso, en cierto modo, nos ha puesto en igualdad de condiciones (al menos en lo que a transcripción se refiere) con ProLope. El resultado podéis juzgarlo vosotros mismos. Nosotros estamos muy orgullosos de él.

Cualquier sugerencia de reescritura o reinterpretación de un párrafo, o cualquier error que se detecte será bienvenido. Molcajete y otros dos editores que no desean aparecer nos han ayudado a encontrar errores haciendo una lectura crítica del texto final. Queremos agradecérselo, así como queremos agradecer por adelantado las futuras correcciones que recibamos. Posiblemente nunca tengamos la completa certeza de haber devuelto la obra a su forma original, pero esperamos que en unas cuantas reediciones se le acerque mucho.

Hay una última aclaración que hacer respecto a la forma adoptada para el texto final. Aunque no es esa la costumbre más extendida, hemos tratado de traducir el texto del castellano del siglo XVII al castellano actual, en la medida de lo posible. Eso significa que hay muchas palabras que están escritas en la grafía contemporánea y no en la antigua, y que incluso hemos añadido alguna preposición aquí y allá que no era costumbre escribir en aquella época. Sin embargo, la norma no se ha aplicado a rajatabla, porque ante todo hemos respetado la métrica y la rima de los versos. Así que por ahí queda algún efeto, algún conceto o algún remedialle que era imposible transcribir sin alterar el verso.

Y no queda más que desearos que disfrutéis la obra tanto como la hemos disfrutado nosotros.

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