58. UNA REUNIÓN CON GOERING
(BERLÍN, 14 DE JULIO DE 1933)
Stefan Gessner fue llamado a Berlín a principios de julio. El propio Goering lo recibió personalmente para decirle que querían que se incorporase a otras tareas dentro del gobierno y concretamente como uno de sus hombres de confianza. Goering le recordó cómo se habían conocido la noche del putsch, cuando él había resultado herido de gravedad, y la necesidad que tenía de tener cerca a alguien como él, del que se había informado acerca de sus labores en seguridad en el partido. Le explicó que a partir de entonces la seguridad personal del Führer sería responsabilidad de un cuerpo especial de las SS, y que deseaba que se incorporase a la suya, dentro del sistema de inteligencia, como alguien que solo tendría que darle explicaciones directamente a él.
Stefan le agradeció aquella gran muestra de confianza y contestó que estaba a sus órdenes. Goering añadió que miembros de las SS iban a instruirlo en determinados aspectos, y que se le proporcionarían poderes para actuar con gran libertad. Su misión fundamental sería informarle de cualquier circunstancia que pudiera suponer una amenaza potencial para él. Le explicó que en un par de semanas se iba a aprobar un conjunto de legislación de suma importancia para el futuro del Reich. La de mayor importancia sería la ley que proscribiría los partidos políticos en Alemania, con lo que el NSDAP pasaría a ser el único partido legal en el Reich. Goering le dijo que probablemente aquello supondría algún problema de seguridad de los dirigentes. Después le habló de una ley para privar a los extranjeros, a los judíos sin nacionalidad y a los gitanos roma, de la nacionalidad alemana.
—¡A partir de ahora Alemania será para los verdaderos alemanes! ¡Que no le quepa duda de que más adelante se completará esta ley expulsando primero de la vida civil y económica a los judíos del Reich, y luego de Alemania! ¡No los queremos como ciudadanos del Reich! —Goering estaba excitado con la idea—. ¡Pero no nos vamos a quedar aquí! ¡Creemos firmemente en la eugenesia nacionalsocialista, la ciencia cuyo objetivo será el predominio de la raza germana, para crear la raza aria pura! ¡Estamos preparando la ley para la prevención del surgimiento de enfermedades hereditarias! Ello facilitará la esterilización forzosa de determinados individuos física o mentalmente impedidos, e institucionalizará el concepto eugenésico de la «vida que no merece la vida», y nos proporcionará las bases para la esterilización de los disminuidos, los gitanos roma y los «inadaptados sociales» del Reich. ¡La «Ley para la prevención de progenie con enfermedades hereditarias» legalizará la esterilización forzosa de las personas biológicamente inferiores! ¡Solo así podremos garantizar que Alemania estará libre de sangre impura en pocas generaciones!
A pesar de que el segundo hombre del Reich estaba demostrando una gran confianza en él, Stefan sintió un leve escalofrío mientras asentía intentando forzar una sonrisa. Desde que sabía lo de la abuela Ada conciliaba el sueño con dificultades. En aquel momento tomó la decisión de eliminar cualquier rastro de todo ello a cualquier precio.
Cuando salió de la reunión pensó si Goering sospecharía algo o si tendría alguna información que él no supiera. Tal vez hubiera sido una advertencia. Goering era un hombre muy astuto, que en ocasiones decía las cosas a medias. Decidió ir a Viena y terminar de una vez con todo aquello.