Los conflictos entre las naciones y los Estados, y dentro de ellos las disputas entre partidos, corrientes y camarillas, llaman nuestra atención en tal medida que ya no nos percatamos de que hoy sus protagonistas, a pesar de la dureza con que se combaten, siguen todos ellos los mismos principios de política económica. No son excepción ni siquiera los partidarios de la socialización de los medios de producción, toda vez que han renunciado a poner en práctica su programa, al menos de momento y en el futuro inmediato —como antes sucedió con los partidos de la Segunda Internacional y luego también con los de la Tercera Internacional con el paso al sistema de la NEP—. Casi todos los que se ocupan de problemas de política económica, y con ellos casi todos los gobernantes y líderes de partidos, siguen ahora como nuevo ideal un sistema que, según ellos, no sería ni capitalista ni socialista, es decir no contemplaría ni la propiedad privada ni la propiedad colectiva de los medios de producción: un sistema en el que la propiedad privada sería limitada, regulada y dirigida por intervenciones del gobierno y de otras fuerzas sociales dotadas de poderes coactivos (por ejemplo, los sindicatos). Llamamos intervencionismo a la política económica que persigue este ideal, y economía controlada al sistema que de él resulta.
Sobre este programa coinciden el comunismo moscovita y el fascismo; en él concuerdan las iglesias cristianas y las diversas sectas religiosas entre sí y con los musulmanes del Próximo Oriente y de la India, y todos ellos con los hinduistas, budistas y seguidores de las demás comunidades religiosas asiáticas. Y si analizamos los programas y la acción de los partidos de Alemania, de Inglaterra y de los Estados Unidos, advertimos que la diferencia entre ellos se refiere al cómo y no al si hay que intervenir.
Los ensayos y artículos reunidos en este volumen constituyen en su conjunto una crítica de la política económica intervencionista y de las ideologías en que se fundamenta. Cuatro de ellos han sido publicados a lo largo de los últimos años —tres en revistas y uno en el Handwörterbuch der Staatswissenschaften—. El segundo, que entre otras cosas se ocupa de las recientes teorías de Schmalenbach, se publica aquí por primera vez.
LUDWIG VON MISES
Viena, junio de 1929