ANOTACIONES
1. El prefijo árabe Ibn (hijo de…) se escribe Avn en traducción hebrea, y Aven en translación latina.
2. La progresiva transformación de los nombres puede seguirse en los manuscritos sucesivos a lo largo de los siglos: Ibn-Sinâ (árabe) - Avnsina (hebreo) - Avensinna - Avicenna (latín); Ibn-Roschd (árabe) - Avnrosch (hebreo) - Avenros -Averroys - Averroes (latín).
3. El libelo Las tres imposturas (o Los tres impostores, según las transcripciones) agitó el mundo de los clérigos durante más de tres siglos. Condenado al fuego innumerables veces —y sus lectores a la horca— dicho escrito se atribuyó generalmente a Averroes, «ese perro rabioso que, impulsado por un execrable furor, no dejaba de ladrar contra Cristo y contra la fe católica» (Petrarca).
4. El texto de la Epístola a las comunidades, del rabino Maimónides, se ha conservado enteramente. Sin embargo, nos ha parecido más pertinente reinventarlo, con fidelidad al espíritu pero infidelidad a la letra, en lugar de reproducirlo, ni siquiera fragmentariamente, pues hasta ese punto es cierto que las mismas ideas se expresan de manera diferente de un tiempo de la Historia a otro.
5. Las raras citas tomadas de la Guia de perplejos se han integrado en el relato sin distinción particular, y siempre según el espíritu y no según la letra.
6. Es más o menos cierto que Saladino tenía el proyecto de restablecer el reino de Judea y de hacer regresar masivamente a los israelitas de la dispersión, no sólo porque creía en el dinamismo específico del pueblo hebreo, sino porque habría favorecido la creación de una entidad política autónoma, de lo que hoy día llamaríamos un estado-tampón, entre los siríacos y los egipcios, cuyas incesantes rivalidades amenazaban permanentemente la paz en la Palestina liberada de los cruzados.
7. En 1935, con ocasión del 800 aniversario de su nacimiento, se construyó una estatua de bronce de Maimónides en una placita de la Judería de Córdoba, merced a una suscripción internacional. Por supuesto, la efigie no corresponde a ningún documento conocido, y procede sólo de la imaginación del artista.