Primera Parte

La lectura de estos documentos dejará de manifiesto

cómo fueron ordenados. Se han eliminado

todos los elementos carentes de importancia,

con el fin de que una historia que se halla

casi en discrepancia con las creencias actuales

pueda erigirse como un simple dato. No existe

la menor descripción de acontecimientos pretéritos

que haya dejado espacio a un error de la memoria,

porque todos los documentos elegidos

son rigurosamente contemporáneos, expresados

desde el punto de vista y los conocimientos

de quienes los redactaron.

Bram Stoker, Drácula, 1897