Agradecimientos

COMO SIEMPRE MI MAYOR AGRADECIMIENTO ES para Victoria Sanders, mi agente, y para mis editoras, Kate Miciak y Kate Elton. También debo mencionar a Angela Cheng Caplan.

Asimismo, quiero expresar mi agradecimiento a las editoriales por su constante apoyo. Ha sido un verdadero placer conocer a Gina Centrello y a Libby McGuire. A ti, Adam Humphrey, te agradezco que me hayas dejado asesinarte, pegarte y humillarte, así como las demás cosas que Claire da por hecho.

Gracias al incomparable Vernont Jordan por obsequiarme con las anécdotas de la Atlanta de los años setenta. Usted, señor, es toda una leyenda. A David Harper, porque lleva diez años ayudándome a que Sara parezca realmente una doctora. Como siempre, te estoy sumamente agradecida y te pido disculpas por los errores que haya cometido al narrar esta historia. Al agente especial John Heinen le digo lo mismo. Cualquier error que haya tenido al describir las armas es responsabilidad mía. Hay muchas personas a las que debo mostrar mi agradecimiento en la Oficina de Investigación de Georgia, entre ellas a Pete Stuart, Wayne Smith, John Bankhead y al director Vernon Keenan. Sois tan generosos con vuestro tiempo y os apasiona tanto lo que hacéis que resulta un placer estar con vosotros. Y a su portavoz, David Ralston, por su incesante apoyo.

Los padres no tienen un papel muy importante en este libro, pero yo quiero darle las gracias al mío por ser un padre tan maravilloso. Podría escribir una historia sobre ti, pero nadie creería lo bueno que eres. Y hablando de bondad, DA, ya sabes que, como siempre, te llevo en el corazón.

Quiero decirles a mis lectores que esto es una novela de ficción. Aunque he vivido en Atlanta más de la mitad de mi vida, también soy escritora y he cambiado las calles, el diseño de los edificios y los vecindarios para adaptarlos a mis necesidades. (Vamos, Sherwood Forest, ¡tú ya sabes que te lo mereces!).