A LAS ONCE de la noche de ese martes, que —¡válgame Dios!— era mi cumpleaños, la situación era la siguiente:
ALFA: Yo, Roger Poynings, estaba dudando entre la vida y la muerte en el sanatorio de la pava real, mientras que el camello y el escocés esperaban con ansiedad el resultado de la operación a que me habían sometido.
BETA: El hermoso cuerpo de Khushdil Khan yacía en la húmeda mesa de mármol de la morgue más próxima.
GAMMA: Xantippe Gnox y su acompañante, un amarillento y verrugoso joven que responde al nombre de Ronald Custerbelle Lowe, estaban todavía en la oficina del superintendente Boex, sometiéndose al interrogatorio que permiten las leyes de nuestro país. Los habían encontrado comiendo juntos, sin ocultarse, en el Priapus, un pequeño restaurante caro de Picadilly. Ambos negaban su participación en todo asunto criminal. Aparentemente, no se los podría condenar por haber bebido agua desde las 6,30 p. m. en adelante.
DELTA: El detective Sargento Summer, que comía y bailaba de incógnito en un club nocturno conocido como Chez ma tante en Bun Street, había informado que Luke, el popular y arrogante dueño del local, se había mostrado cortés y aparentemente despreocupado desde que Summer había llegado a las ocho y cuarto. Hasta las 11 p. m., Summer, que estaba haciendo un consumo principesco, no había descubierto nada que se pudiera relacionar con alguna oculta actividad.
Opinaba que las bailarinas no eran ni mejores ni peores que lo acostumbrado y que, aunque había intimado con dos, no tenía nada criminal de que dar cuenta.
ÉPSILON: El Inspector Cheseldine, de la policía local, a quien habíase encomendado el allanamiento de la casa de Shepherd Market, había hecho descubrimientos importantes. Entre otros, una pistola automática calibre 32 con la que se había hecho un disparo poco antes, escondida en una valija de cuero, con las iniciales M. U. C. H. en un dormitorio desocupado; y una habitación cerrada, que se había ahora violentado, amueblada y equipada de manera tan extraordinaria que, el Inspector Cheseldine, dueño de una mente pura, opinaba que debía de usarse para funciones teatrales de aficionados.
ZETA: Los interrogatorios de rutina efectuados en la Oficina de la India, antes de los acontecimientos de la noche, habían revelado que el Teniente Coronel M. U. C. Hurst, I. A., estaba en Inglaterra con licencia desde principios de año. Su domicilio era, según el registro, el Club de Servicio de India, Whitehall Court, pero no se conocía su paradero actual.
ETA: El Club del Servicio Indio había declarado bajo amenazas, que el Coronel Hurst no estaba ahora en Londres. Y que se le mandaba la correspondencia a Lime Tree Cottage, Llanflwech, North Wales.
THETA: El Comisario de Llanflwech, North Wales, informó telefónicamente que un Coronel Hurst y Mrs. Hurst vivían en Lime Tree Cottage desde hacía tres semanas. Parecían una pareja de londinenses en vacaciones, y el Comisario podía declarar sin equivocarse que el Coronel Hurst no se había ausentado de Llanflwech desde hacía tres semanas. Su impresión era que el Coronel Hurst y su señora estaban pasando su luna de miel o viviendo en pecado, tan poco era lo que salían de la casa.
IOTA: Investigaciones posteriores, llevadas a cabo en la Oficina de la India, dieron como resultado que el Coronel Hurst ya había enterrado a dos mujeres y estaba viudo nuevamente. Su segunda mujer, una tal Mrs. Wilde había muerto en la India dos, años antes. Si al llegar a Inglaterra el Coronel se había casado por tercera vez había —por cierto— omitido la formalidad de notificar a la Office de la India.
KAPPA: Todo el maldito asunto estaba lamentablemente oscuro.