«(…) con sus relatos policiales para el diario, él cuenta al público qué ocurrió y cómo pero siempre llega después del choque o del crimen, tiene que revivirlo imaginativamente con testimonios e indicios. Nunca, hasta ahora, el suceso se desenvolvió ante sus ojos ni el alarido de la víctima entró por sus propios oídos de cronista».
ANTONIO DI BENEDETTO,
«Falta de vocación», Cuentos claros
«Los restos microscópicos que cubren nuestra ropa y nuestros cuerpos son testigos mudos, seguros y fieles, de nuestros movimientos y de nuestros encuentros».
EDMOND LOCARD,
Tratado de criminalística
«La historia sigue, puede seguir, hay varias conjeturas posibles, queda abierta, solo se interrumpe. La investigación no tiene fin, no puede terminar. Habría que inventar un nuevo género literario: la ficción paranoica. Todos son sospechosos, todos se sienten perseguidos».
RICARDO PIGLIA,
Blanco nocturno