Mis agradecimientos:
A Cristian Domingo, Laura Galarza, Débora Mundani y Karina Wroblewski, por ser lectores meticulosos, implacables y amorosos de los varios borradores de esta novela.
A Guillermo Saccomanno, porque me prestó a Zippo y porque siempre está.
A Juan Martini, Maximiliano Hairabedian, Facundo Pastor y Ezequiel Martínez, porque me ayudaron a resolver distintos asuntos de esta historia.
A Nicole Witt, Jordi Roca y su equipo.
A Julia Saltzmann y Gabriela Franco.
A Marcelo Moncarz.
A Eva Cristaldo y Anabella Kocis.
A Paloma Halac.
A mis hijos.