CARL GUSTAV JUNG (26 de julio de 1875, Kesswil, cantón de Turgovia, Suiza - 6 de junio de 1961, Küsnacht, cantón de Zúrich). Médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, figura clave en la etapa inicial del Psicoanálisis; posteriormente, fundador de la escuela de «psicología analítica», también llamada «psicología de los complejos». Su obra constituye una respuesta al estado psicológico del hombre occidental de nuestra época. El objeto privilegiado de su investigación antropológica es el sentido vital de individuos y culturas. En consecuencia, sus posiciones psicológicas y filosóficas otorgan al individuo el valor que le corresponde, sin olvidar por ello ni el aspecto colectivo ni su faceta oscura.
Jung inició su trayectoria profesional como psiquiatra en 1900 y pronto unió sus esfuerzos a los de Sigmund Freud y los psicoanalistas pioneros, detentando la presidencia de la Asociación Psicoanalítica Internacional durante sus primeros cinco años (1910-1914). Disuelta su alianza con Freud en los tensos momentos que desembocaron en la Primera Guerra Mundial, no abandonaría sin embargo la hipótesis de «lo inconsciente» en su estudio de la psique humana. Puede decirse que Jung desarrolló aspectos abandonados por el psicoanálisis clásico, fundamentalmente la propositividad o finalidad psicológica y el aspecto colectivo e histórico de la psique individual. Es posible diferenciar varias etapas en la vida intelectual de Jung, con una progresiva extensión y complejización de sus conceptos básicos.
La vida profesional de Jung se extiende a lo largo de la primera mitad del siglo XX, de la Belle Epoque a la contracultura de los años sesenta. Su condición de ciudadano suizo le hizo testigo privilegiado de las grandes convulsiones europeas de esos tiempos, ya fueran científicas, artísticas, económicas o políticas.
Como psicoterapeuta Jung se enfrentó a las consecuencias en los individuos de las tensiones sociales que durante su vida fueron estableciendo los límites de la razón ilustrada. Pronto sus concepciones psicológicas, nacidas tanto de la práctica clínica como del estudio de la historia de la humanidad, desembocaron en una Antropología simbólica.
Como psiquiatra, Jung ofreció la primera visión psicoanalítica de la psicosis y la posibilidad no sólo de comprender sino de curar esta grave perturbación anímica. Frente al nihilismo terapéutico que aún afecta a tantas tendencias psiquiátricas, mostró que la equivocadamente llamada enfermedad mental es el último intento de algunos individuos para no perder contacto con su naturaleza, con su sentido, con su verdad.
Como psicólogo, Jung ha ampliado considerablemente la comprensión de la psique individual al elaborar su hipótesis de un «inconsciente colectivo». Frente a la atomización social, en la imagen junguiana del hombre cada individuo está relacionado por múltiples hilos al destino de la humanidad como un todo. Estableció igualmente una útil tipología caracterológica para entender las conductas y tensiones humanas habituales.
Como antropólogo, Jung juega un papel primordial en el estudio de la humanidad como fenómeno natural, delineando el proceso que se extiende desde la preeminencia de lo colectivo en los orígenes, al actual dominio de lo individual. Centrando su obra en los procesos de creación de símbolos, evidenció el papel que representan en la salud individual y colectiva.
Como humanista, Jung trabajó en profundidad sobre la Mitología y el ámbito de lo religioso, ofreciendo perspectivas originales que han arrojado nueva luz sobre los estudios culturales. Puede decirse que su obra es un entusiasta recorrido por los múltiples ámbitos de la imaginación humana para captar su dinámica y límites, su economía psíquica en la creación de consciencia. Esta creación de consciencia, de significado, es para Jung el sentido del hombre.
Como científico de la Naturaleza, al presentar sus ideas de una «materia psicoide» y de la «sincronicidad» como significado objetivo, provee de instrumentos intelectuales para encarar aquellos fenómenos que escapan a las ciencias mecanicistas, gracias a su concepción de un cosmos ordenado según principios que pueden ser explicados sin sacrificar los hechos de observación.
Como filósofo, Jung es un autor fundamental para entender la relación Oriente / Occidente en la historia y el lugar de la Filosofía Hermética en el despliegue del imaginario occidental y su simbología, siendo por ello un defensor de la integración de la tradición frente a su rechazo y represión desde la propia mitología de la Modernidad.
Como fenómeno espiritual, Jung, junto a quienes trabajaron con él en sus investigaciones, es un heraldo del hombre universal imbricado en el cosmos.
Carl Gustav Jung promovió siempre la libertad del individuo y el valor de la consciencia frente a la violencia del oscurantismo y el miedo. Su mensaje moral, ante las tensiones personales y sociales, coincide con el de toda psicoterapia dinámica, al subrayar la necesidad de asumir cada cual su propia «Sombra», es decir, los aspectos reprimidos e infradesarrollados en uno mismo. Jung invita a resolver en nuestro interior aquello que criticamos en el exterior, a fin de aumentar la responsabilidad individual en la solución de los diversos problemas colectivos. Pero frente al Psicoanálisis clásico, señala la base arquetipal de los procesos históricos que configuran los órdenes simbólicos, en cuyas redes prendemos nuestra consciencia individual.
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