[1] Samlede Vaerker, t. XI, pp. 226-227. <<
[2] Papirer V, B 4912. <<
[3] Samlede Vaerker Xl, p. 226. <<
[4] Kierkegaard, a conciencia, limita el tema al campo de la Psicología y hace gala demaestría en la aplicación del método correspondiente. Esto es lo que ha querido significar dándole el nombre de «Vigilius Haufniensis» al pseudónimo de turno. «Vigilius» equivale al latín «vigil» —‘vigilante, observador, espectador’— y «Haufniensis» es el adjetivo latinizado para designar al habitante de Copenhague —‘porteño’—, habitante de esta ciudad cuyo nombre quiere decir: ‘Puerto de compradores’, Kiibenhavn. Para verificar con mayor exactitud lo que el autor pretende significar con tal pseudónimo, cf. Papirer V, A 34. <<
[5] Urs von Balthasar, El cristiano y la angustia, Madrid, Ediciones Guadarrama, 1964. <<
[6] Papirer I, A 75. <<
[7] Samlede Vaerker II, p. 231. <<
[8] Samlede Vaerker II, pp. 191-192. <<
[9] Ibídem, pp. 232-233. <<
[10] Samlede Vaerker IX, pp. 135y ss. <<
[11] Samlede Vaerker VII, pp. 123-124. <<
[12] Papirer X, 2 A 384. <<