Todos los grandes psicoanalistas nos han dejado el testimonio excepcional de una experiencia clínica conmovedora y rica en enseñanzas. Presentamos aquí, comentados por primera vez, los casos más célebres de psicosis de la historia del psicoanálisis. Schreber cuyas Memorias revelaron a Freud los mecanismos íntimos de la paranoia y el narcisismo; Dick, el niño autista cuyo análisis permitió a Melanie Klein confirmar su hipótesis según la cual el sadismo es un componente sano del hombre normal; la pequeña Piggle, niña desestructurada que puso a Winnicott en la senda del concepto de “madre suficientemente buena”; Joey, el joven autista cuya sorprendente curación alentó a Bettelheim en su proyecto de tratar el autismo en un medio institucional (la Escuela Ortogénica); la pequeña esquizofrénica tratada por Dolto y que yo llamé la niña del espejo para subrayar la fuerza alienante de la imagen especular; Dominique, la adolescente psicótica cuya cura inspiró a Françoise Dolto su teoría de las castraciones simbolígenas; y, por último, las hermanas Papin, a quienes Lacan nunca conoció, pero cuya locura asesina constituyó la ilustración más ejemplar del paso al acto paranoico.
Los autores que colaboraron en este volumen quisieron ante todo destacar la originalidad de cada observación clínica y exponerlas innovaciones teóricas que suscitó. Particularmente se esforzaron por hacemos revivir la emoción experimentada por aquellos pioneros durante su encuentro con un paciente gravemente afectado y el enorme impacto que produjo en su pensamiento.
Los comentaristas redactaron su contribución no sólo con miras a relatar la historia de la dolencia, el proceso de la cura y los novedosos aportes teóricos inducidos por la observación, sino además con la intención de mostrar que la práctica de los grandes maestros está tan llena de vida como lo está la nuestra hoy.
Más allá de las épocas y los lugares, siempre nos dejaremos sorprender, a semejanza de nuestros mayores, por el misterio de la locura y el poder insospechado de una escucha analítica capaz de aliviar el sufrimiento del paciente psicótico. También querríamos que este libro sea para el lector, más que un manual de historia, un poderoso estímulo para pensar las nuevas formas de la enfermedad mental. Asimismo nos gustaría que la lectura de estas páginas sea una incitación a consultar directamente los documentos originales donde se consignan las observaciones clínicas aquí comentadas.
Cada uno de los capítulos presentados se organiza en tres partes: la vida del paciente, sus síntomas y el desarrollo de la cura; la importancia que tiene el caso para la teoría y, por último, una selección bibliográfica relativa al caso.
Además, este volumen incluye un capítulo sobre la teoría psicoanalítica de las psicosis y otro, que cierra el libro, sobre un caso clínico de psicosis transitoria estudiado a la luz del concepto de forclusión local, concepto que yo mismo acuñé en continuidad con la obra de Freud y de Lacan. Finalmente, decidí presentar, a modo de introducción de nuestra obra colectiva, un texto que muestra cómo un psicoanalista, en el ejercicio de la escucha, se siente impulsado a producir ese escrito singular que se llama “un caso clínico”.
Los capítulos dedicados a los casos son la versión profundamente modificada de los textos de las conferencias pronunciadas durante el ciclo de enseñanza —“Los grandes casos de psicosis”— organizado por los Seminarios Psicoanalíticos de París.
J.-D. N.