FREUD
“Existe empero una clase mucho más enérgica y eficaz de defensa. Consiste en que el yo rechace (verwirft) la representación insoportable al mismo tiempo que su efecto y se comporta como si la representación nunca hubiese comparecido ante el yo. […] el yo se sustrae a la representación intolerable, pero ésta se entrama de manera inseparable con un fragmento de la realidad [de la castración], de tal modo que el yo, al realizar esta acción, se separó también, en su totalidad o en parte, de la realidad.”[62]
“No se ha emitido ningún juicio sobre la cuestión de su existencia [de la castración], pero todo ocurría como si la castración no existiera.[63]
“No era correcto decir que el sentimiento sofocado dentro fuera proyectado fuera; más bien debemos decir, como lo vemos ahora, que lo abolido [das Aufgehobene] dentro retorna desde afuera. […] Ahora bien, semejante desapego de la libido puede también —debemos admitirlo— ser un proceso parcial, un retiro de la libido de un solo complejo, en lugar de un proceso general.”[64]
LACAN
“¿A qué me refiero cuando hablo de Verwerfung [forclusión]? Se trata de la expulsión de un significante primordial a las tinieblas exteriores, significante que, desde entonces, faltará en ese nivel […] Se trata de un proceso primordial de exclusión de un interior primitivo que no es el interior del cuerpo, sino el de un primer cuerpo de significante.”[65]
“La forclusión […] “se articula […] como la ausencia de esta Bejahung o juicio de atribución [de un pene universal].”[66]
“Consideraremos, pues, que la Verwerfung es una forclusión del significante. En el punto en que […] es llamado el Nombre-del-padre, puede […] responder en el Otro un puro y simple agujero.”[67]
“Es la ausencia del Nombre-del-padre en este lugar que, por el agujero que abre en el significado, desencadena la cascada de modificaciones del significante de donde procede el desastre creciente de lo imaginario.”[68]
“[…] lo que no surgió a la luz de lo simbólico aparece en lo real.”[69]
“Sólo hay forclusión del decir…”[70]
NASIO
La forclusión
“La forclusión es, en efecto, el nombre que el psicoanálisis da a la ausencia de inscripción en el inconsciente de la prueba normativa de la castración.”[71]
“La forclusión consiste en la suspensión de toda respuesta a la solicitación dirigida a un sujeto de que emita un mensaje, lleve a cabo un acto o instituya un límite. La forclusión es también la no comparecencia del significante del Nombre-del-padre en el lugar y el momento en que fue llamado a presentarse.”[72]
“El Nombre-del-padre designa la función paterna tal como fue interiorizada y asumida por el niño. El Nombre-del-padre no es simplemente el lugar simbólico que pueda ocupar o no la persona del padre, sino toda expresión simbólica producida por la madre o producida por el niño que represente la tercera instancia, paternal, de la ley de la prohibición del incesto.”[73]
“[…] no puede haber acción forclusiva sin la condición de un llamado que la desencadene.”[74]
La forclusión local
“[…] realidades producidas por forclusión coexisten con realidades producidas por represión.”[75]
“Con el concepto de forclusión local, tratamos de disipar dos falsas nociones de represión y de globalidad de la forclusión […]. El alcance ha sido solo local y la pérdida, solo parcial. Se trata de fenómenos alucinatorios transitorios y pasajeros que no recaen en la totalidad del sujeto.”[76]
“Nuestra realidad está tejida del modo siguiente: es como una tela en la que constantemente hay un hilo que parte y un borde que se renueva […] no deberíamos escribir ‘nuestra realidad’ como si fuera la misma desde siempre, como si la castración no hubiera ocurrido más que una vez y para siempre. Por el contrario, cada vez que el hilo parte y se instaura el nuevo límite de la tela, tenemos una realidad entre otras.”[77]
“La forclusión es la detención de un movimiento, la interrupción de un proceso. La operación forclusiva no recae sobre un elemento, sino que mata en el embrión un movimiento esperado. Lo forcluido es algo no acontecido, antes que algo rechazado y la forclusión, una impotencia de existir, antes que un rechazo […].[78]
“La forclusión no es un rechazo sino, al contrario, la abolición de un rechazo que habría debido producirse. Ningún nombre nombra, como si faltara el acto de nacimiento de la organización simbólica de cierta realidad precisa, de una serie particular.”[79]
“La forclusión es un menoscabo del vínculo, una abolición de la palabra para”[80]
“¿Sobre qué recae la abolición? ¿Qué es lo abolido? Lo abolido no es una cosa, sino indudablemente un proceso: el proceso de represión mismo. En otras palabras, lo que fue anulado dentro es el proceso de desplazamiento y de sustitución de una representación por otra.”[81]
“Lo que fue abolido dentro, lo que no logró existir, lo que no llegó a ocupar el rango de sucesor, retoma desde afuera.”[82]