a) «Otra carta mía recibiría V. S. con este correo, y ahora me ha parecido decir a V. S. que con la certeza de la nueva de la entrada en esa bahía de la armada enemiga, no queda, señor, un hombre principal que no vaya para hallarse en esta ocasión. Y habiéndose considerado que la entrada de esta gente en Cádiz o en las galeras podría ser de gran confusión y que se malograsen personas que tan voluntaria y prontamente se ha resuelto a ir a servir a S. M., se ha mandado al señor Duque de Medina Sidonia que los recoja a todos cerca de su persona para que se vayan ejercitando con la demás infantería y se vaya disponiendo de ellos con el orden y buen gobierno que he querido avisar a V. S., asegurándole que será acudido con todo lo que fuese necesario con la puntualidad que es justo. Dios guarde a V. S. como deseo y es menester. Madrid, a 6 de noviembre de 1625.» De propia mano: «Presto le llegarán a V. S. diez galeras. Mire y juzgue que de tenerle en pie se espera la seguridad de Cádiz. Señor mío, si fuese posible el fuego, nada habría mejor, en una noche oscura, con lanchas, por muchas partes a un tiempo mismo. Mejor lo sabrá V. S. que yo; mas el deseo de lo que en tanto nos va me hace decirlo todo. El Conde-Duque de San Lúcar. (Rubricado.)» Aunque se espera que no se prestan del todo al paso de las galeras, se ordena a Don Luis Osorio «que si hallase a V. S. filiado (?) que torne a Sanlúcar, porque de ahí no se puede impedir el socorro a Cádiz». Al margen: «De esto cuidaba el de Cropani, porque le cayó a la mano.»
b) Del mismo al mismo: «Señor mío: V. S., Dios le guarde, nos saca siempre de cuidado, v no ha sido pequeño el del sitio de la Marmora, según los clamores sólo con llegar, pues los temporales y accidentes de la mar no los pueden prevenir los hombres. Pero, como dice V. S., conviene de una vez poner aquella plaza en tal estado que nos saque de estos desasosiegos cotidianos y de todo lo que apunta V. E. en sus despachos, a los cuales se responderá por la vía del Consejo, a que me remito, deseando y procurando que en todo tenga V. S. la satisfacción que es justo que se ofrezcan muchas ocasiones de su servicio, a que acudiré siempre con la voluntad y veras que debo. Dios guarde a V. S. como he menester. Madrid, 8 de junio 1627. Don Gaspar de Guzmán. (Rubricado.)» A la vuelta: «En agradecimiento del socorro de Marmora.»