XXII
NUEVAS DUDAS Y NUEVOS PROYECTOS

[458]

En la primera etapa o primera oleada de composición de El Señor de los Anillos se escribió el relato que abarca hasta la llegada a Rivendel, y ésta se interrumpió en medio del capítulo IX original, cuando Glóin le estaba hablando a Bingo Bolger-Bolsón del reino del Valle (página 270):

En el Valle gobernaba el nieto de Bard el Arquero, Brand hijo de Bain hijo de Bard, y se había convertido en un rey poderoso en cuyos dominios se encontraban Esgaroth, y muchas tierras al sur de las grandes cascadas.

Esta frase se encuentra al pie de una página manuscrita; como se indica en la pág. 270, el texto continúa al dorso, pero la letra y la tinta son diferentes, y comienza con lo siguiente:

—¿Y qué se hizo de Balin y Ori y Óin? —preguntó Frodo.

Como en la segunda etapa el heredero de Bilbo aún se llamaba Bingo y nunca se menciona a «Bingo» en ningún fragmento de la narración posterior al relato de la fiesta celebrada en Rivendel, es evidente que transcurrió bastante tiempo entre «muchas tierras al sur de las grandes cascadas» e «¿Y qué fue de Balin y Ori y Óin?».

Por lo tanto, es muy curioso que en el capítulo XII de la tercera etapa se observe un marcado cambio en la letra precisamente en ese punto. Aunque la frase también fue escrita en forma clara y ordenada, de inmediato salta a la vista que la frase «¿Y qué fue de Balin y Ori y Óin? —preguntó Frodo» y el texto que le sigue no fueron escritos a continuación de lo anterior. Además, no hay coherencia entre la última parte del capítulo XII y lo anterior, porque Bilbo dice —como escribió mi padre originalmente en el manuscrito— «Tendré que recurrir a ese sujeto, Aragorn, para que me ayude» (compárese con la CA, pág. 320: «Tendré que recurrir a mi amigo el Dúnadan para que me ayude»).

No creo que pueda ser una simple coincidencia que las dos versiones se interrumpan precisamente en el mismo punto; y deduzco que la tercera etapa, si se considera como tal una serie de ordenados manuscritos continuos, terminaba en el mismo punto que la primera, precisamente porque en ese punto terminaba la primera etapa. [459] Por tal motivo, me detuve en ese punto del capítulo anterior. Ya he señalado (págs. 386-387) que cuando mi padre comentó (en febrero de 1939) que para diciembre de 1938 ya había escrito hasta el capítulo XII de El Señor de los Anillos y «ha sido reescrito varias veces» se refería a la tercera etapa.

Esto plantea una serie de dudas de una gran complejidad en relación con la cronología del texto y dudo que se puedan disipar de un modo perfectamente satisfactorio en todos los casos. No hay ninguna evidencia externa, sino hasta muchos meses después de febrero de 1939, y nada que demuestre qué hizo mi padre en ese período pero, al menos, en todas las páginas que contienen esbozos de la trama, preguntas y fragmentos del texto se anotó (en forma muy poco característica) una fecha inequívoca: agosto de 1939. En esas páginas se observa que mi padre tenía dudas e incluso no sabía qué hacer, hasta el punto de perder la confianza en sí mismo, con respecto a elementos esenciales de la estructura de la narración que había ido desarrollando con tanta dificultad. La única evidencia externa de la que tengo conocimiento y que esclarece esta situación es una carta, en la que se refleja su desaliento, que le escribió a Stanley Unwin el 15 de septiembre de 1939, doce días después de que Inglaterra le declarara la guerra a Alemania; en esa carta se disculpaba por su «silencio sobre el estado en que se encuentra la posible continuación del Hobbit, por la que me preguntó hace mucho tiempo, el 21 de junio». «No creo», decía, «que aún esté muy interesado en ella, aunque aún espero terminarla algún día. Sólo he escrito cerca de las tres cuartas partes. No te tenido mucho tiempo, además de la tristeza que me produce el desastre que se avecina, y no me he sentido bien la mayor parte del año…». En las páginas escritas en «agosto de 1939» no hay nada que indique por qué había pensando que era necesario modificar tan radicalmente la estructura del relato.

Las ideas sobre nuevas estructuraciones de la trama planteadas en esa época se pusieron por escrito tan de prisa y están expresadas tan elípticamente que en algunos casos no es fácil comprenderlas (en ciertos puntos cabe suponer que pueda haber habido cierta confusión entre lo que se había escrito en la última oleada de composición y lo escrito antes); y es imposible determinar en qué orden se escribieron estas notas y esbozos. Empecemos por las ideas más drásticas:

(1)Nueva trama. Bilbo es el héroe de toda la historia. Merry y Frodo son sus compañeros. Esto ayuda en relación con Gollum (aunque probablemente Gollum consiga un nuevo anillo en Mordor). O Bilbo simplemente se toma un «descanso» y nunca regresa, y Frodo da la fiesta sorpresa [la fiesta que concluye con una sorpresa]. [460] En tal caso Gandalf no está presente para dar el espectáculo de fuegos de artificio.

La sorprendente posibilidad planteada en la primera parte de esta nota ignora el problema del «vivió feliz por siempre jamás», que había adquirido enormes proporciones anteriormente (véanse las págs. 140-141). En todo caso, por un breve período mi padre estuvo dispuesto a aceptar la posible demolición de toda la estructura de Bilbo-Frodo: la idea esencial y ya bien arraigada, según la cual Bilbo desaparecía «con una detonación y un relámpago» al final de la fiesta en que celebraba su cumpleaños centesimodecimoprimero y Frodo se iba de la Comarca siguiéndolo, más discretamente, diecisiete años después. Afortunadamente, mi padre no siguió pensando lo mismo por mucho tiempo, aunque incluso empezó a escribir un nuevo texto, que tenía el siguiente título:

Nueva versión, cuyo héroe es Bilbo. Agosto de 1939

El Señor de los Anillos

El texto se inicia de la siguiente manera: «—Es muy inquietante, y en realidad aterrador —dijo Bilbo Bolsón», y el relato es el mismo que figura en «Una historia antigua» —se oye el sonido de las podadoras de Sam fuera de la casa—, en el que sólo se hicieron los cambios imprescindibles como consecuencia de que en este caso Gandalf no estaba hablando con Frodo sino con Bilbo; pero este texto se interrumpe después de un par de páginas.

La segunda parte de esta nota es un poco menos drástica: se retomó el relato desarrollado hasta el final de la primera etapa de escritura de este capítulo, en el que Bilbo simplemente desaparecía en silencio de la Comarca poco antes de su cumpleaños centesimodecimoprimero, y Bingo (Bolger-Bolsón) daba la fiesta; véase la pág. 57. Esta idea aparece desarrollada en el siguiente esbozo:

(2)Retomar la idea original. Convertir a Frodo (o Bingo) en un personaje más cómico.

El Anillo no domina a Bilbo; lo usaba rara vez. Vivía por muchos años y luego se despedía, se ponía ropas viejas y se alejaba cabalgando. No decía adónde iba, sólo que iba al otro lado del Río. Tenía 2 «sobrinos» favoritos, Peregrin Boffin y Frodo [escrito encima: Folco] Bolsón. Peregrin era el mayor de los dos. Peregrin desaparecía y culpaban a Bilbo, y después de eso trataban de que los jóvenes no se le acercaran, y sólo Folco le seguía siendo fiel.

Bilbo le dejaba todo lo que tenía a Folco (que por lo tanto [461] heredaba con intereses toda la antipatía de los Sacovilla-Bolsón).

Bilbo vivía por muchos años (III); le dice a Gandalf que se siente cansado, y reflexiona qué puede hacer. Está preocupado por el Anillo. Dice que no quiere dejarlo y piensa que tal vez se lo lleve. Gandalf lo mira.

Al final deja el Anillo, pero se lleva a Dardo y se coloca la armadura álfica bajo un viejo manto verde remendado. También se lleva su libro. Su último comentario extravagante era «Creo que buscaré un lugar donde haya más paz y tranquilidad, y donde pueda terminar el libro».

—¡Nadie lo leerá!

—Oh, quizá lo lean, en años venideros.

El Anillo comienza a afectar a Folco. Empieza a sentirse inquieto. Y planea marcharse «siguiendo a Bilbo». Sus amigos son Odo Bolger y Merry Brandigamo.

Conversación con Gandalf al igual que en el Cuento.

Folco da una fiesta inesperada [debe decir muy esperada][345] y desaparece como en el borrador original del Cuento.[346] Pero hay que incorporar a los Jinetes Negros.

Eliminar todas las referencias a que se suponía que Gandalf debía ir allí. Gandalf debe seguir a los fugitivos porque se ha enterado de lo que sucede con los Jinetes Negros (bastará con la escena en Cricava, pero sin la complicación de Odo).

Gandalf debe buscar a Folco (en ese caso no asistirá a la fiesta de despedida) y enviar a Trotter.

Encuentran a Bilbo en Rivendel. Allí Bilbo se ofrece (de mala gana) a soportar la carga del Anillo, pero Gandalf apoya a Folco que se ofrece a seguir haciéndolo.

Trotter resulta ser Peregrin, que había estado en Mordor.

Una de las características más curiosas de esas notas es que aquí vuelven a plantearse dudas con respecto a los nombres: en algunos casos se indicó «Frodo (o Bingo)», en otros se sustituyó a «Frodo» por «Folco» (y en una de las oportunidades en que se mencionaba a «Folco» mi padre escribió originalmente «B»); véanse también los §§ 5 y 9. Durante mucho tiempo supuse que «Bingo» se había convertido en «Frodo» cuando se estaban escribiendo estas notas y que, por tal motivo, las notas habían sido escritas antes de la tercera etapa. Los manuscritos de la tercera etapa son tan claros y parecen tener una orientación tan definida que es difícil imaginar que a continuación se pudiesen haber planteado dudas tan radicales; por el contrario, parecen representar un nuevo y confiado comienzo, cuando ya las dudas [462] se habían disipado. Pero esto es imposible. Aquí se menciona por primera vez la «armadura élfica» de Bilbo (compárese con la pág. 281 § 4) y sólo cuando se hizo una revisión posterior de la versión de «Una reunión muy esperada» escrita en la tercera etapa se incorporó a la narración la idea de que Bilbo se la llevaba consigo (véase la pág. 392); en la CA, pág. 50, se dice que Bilbo mete en la maleta el «atado envuelto en viejos trapos» que había sacado de una caja grande. Asimismo, el comentario de Bilbo de que desea tener tranquilidad para terminar el libro y la réplica de Gandalf, «Nadie lo leerá», sólo aparecen en la revisión de la versión del primer capítulo escrita en la tercera etapa (esto se repite en la CA, pág. 51). Además, la referencia a la «escena de Cricava, pero sin la complicación de Odo» demuestra que ya se habían escrito los textos correspondientes a la tercera etapa (véase la pág. 418). Las evidencias que se encuentran en otras notas escritas en «agosto de 1939» son igualmente inequívocas. Por consiguiente, sólo se puede deducir que la pasajera confusión y la pérdida de orientación de mi padre en esa época se hizo extensiva incluso a nombres que ya se habían adoptado en forma definitiva: se planteaba la posibilidad de reincorporar a Bingo o de sustituir a «Frodo» por «Folco».

La frase «Pero hay que incorporar a los Jinetes Negros» es desconcertante, porque naturalmente «en el borrador original del Cuento» se mencionaba en muchas oportunidades a los Jinetes Negros; pero sospecho que mi padre quería decir «Pero hay que incorporar al Jinete Negro» en singular, es decir el Jinete que iba a Hobbiton y hablaba con el Tío Gamyi. Los elementos esenciales del nuevo relato al que mi padre se refería tan elípticamente en las notas podrían describirse de la siguiente manera:

I) Cuarta versión de «Una reunión muy esperada», la última de la «primera etapa»; véase la pág. 57 Bilbo parte en silencio de Hobbiton a los 111 años.
Bingo da la fiesta 33 años después y desaparece al final.
Gandalf se va de Hobbiton durante la Fiesta, después de los fuegos de artificio y se dirige a Rivendel.
II) Relato escrito hasta entonces Bilbo da la Fiesta a los 111 años y desaparece al final.
Frodo se va en silencio de Hobbiton con sus amigos 17 años después.
Gandalf no aparece antes de la partida de Frodo, como había prometido. [463]
Un Jinete Negro llega a Hobbiton la última noche.
Gandalf llega a Cricava después de la partida de los hobbits.
III) Trama esbozada Bilbo se va en silencio de Hobbiton a los 111 años.
Frodo («Folco») da la Fiesta y desaparece al final.
Gandalf no asiste a la Fiesta.
Un Jinete Negro llega a Hobbiton.
Gandalf llega a Cricava después de la partida de los hobbits.

Si mi interpretación de «Pero hay que incorporar a los Jinetes Negros» es correcta, esto significaría que, aunque en lo que respecta a un elemento fundamental de la estructura en III se repetiría lo dicho en I, se conservaría la llegada del Jinete, de modo que llegaría después de la Fiesta. Y, a diferencia de I, Gandalf ya no asistiría a la Fiesta (por lo tanto, como se indica en el § i, no habría fuegos de artificio o, al menos, éstos no serían los de Gandalf), sino que seguiría de prisa a los hobbits («los fugitivos»), «porque se ha enterado de lo que sucede con los Jinetes Negros».

También en este caso, y también afortunadamente, mi padre no se permitió distraerse en una nueva reestructuración de la narración que ya había escrito (lo que habría supuesto un difícil proceso de reescritura en muchos puntos).

Las indicaciones de que Trotter era Peregrin Boffin, por lo que tenía la misma relación con Bilbo que Frodo pero era mayor que Frodo, y de que en sus andanzas por el ancho mundo había llegado a Mordor son muy interesantes. Anteriormente (págs. 283-284, § 6) mi padre había comentado lo siguiente: «Se me ocurrió que Trotter podría ser Fosco Tuk (primo hermano de Bilbo), que había desaparecido cuando era muchacho, debido a Gandalf. Debe de haber tenido una desagradable experiencia con los Espectros del Anillo, etc.». Véanse también las págs. 477-479.

(3)En algunos puntos sigue siendo difícil estar seguro del verdadero sentido de otro esbozo fechado «agosto de 1939». El esbozo se inicia con un plan de «modificación de nombres».

Frodo>?PeregrinFaramond

Odo>FredegarAmilcar Bolger [464]

Más adelante, mi padre añadió «Demasiados hobbits. Sam, Merry y Faramond (= Frodo) son suficientes», pero lo tachó. Es indudable que no le parecía bien llamar «Frodo» al personaje principal. En el § 2 sustituyó a «Frodo» por «Folco»; en los §§ 2, 5 y 9 «Bingo» reaparece y mi padre considera aquí la posibilidad de «Faramond». Ésta parece ser la primera vez que se mencionan esos nombres, Fredegar y Amilcar.

En el texto escrito a continuación en la misma página, que al parecer difiere de lo indicado en esas notas sobre los nombres, dice lo siguiente:

Modificaciones de la trama

1. Darle menos importancia a la longevidad que otorga el Anillo, hasta que el relato esté más avanzado.

2. Importante, a) Ni Bilbo ni Gandalf deben saber mucho acerca del Anillo cuando Bilbo parte. Bilbo se va simplemente porque está cansado, por una inexplicable inquietud (y porque anhela volver a Rivendel, pero eso no se dice; su presencia en Rivendel debe ser una sorpresa).

b) Gandalf no le dice a Frodo que abandone la Comarca; sólo una insinuación de que el Señor puede estar buscando la Comarca. Frodo es el único autor del plan de irse de allí. Por algunos sueños o por algún otro motivo [añadido: inquietud] ha decidido irse de viaje (¿en busca de las Grietas del Destino? después de pedirle a Elrond que le aconseje). Gandalf simplemente desaparece durante años. El grupo no trata de dar alcance a Gandalf. Gandalf solamente trata de encontrarlos, y se preocupa mucho cuando descubre que Frodo se ha ido de Hobbiton. Hay que eliminar o modificar a Odo (combinarlo con Folco) y Odo debe acompañar a F[rodo] en el viaje en poney. Sólo Meriadoc se adelanta.

En ese caso modificar lo que sucede en Bree. ¿Quién es Trotter? ¿Un Montaraz o un Hobbit? ¿Peregrin? Si Gandalf sólo anda buscando a Frodo, Trotter tendrá que ser un antiguo compañero.[347] Por lo tanto, si es un Hobbit debe ser uno de los que se marchó bajo la influencia de Gandalf (compárese con la introducción del Hobbit).[348] Por ejemplo…

Después de la corta aventura de Bilbo no se vio a Gandalf con frecuencia, y durante muchos años sólo se supo de una desaparición. Ése fue el curioso caso de Peregrin Boffin.

Por ser un pariente cercano de Bilbo, lo culparon a él de meterle ideas en la cabeza al muchacho con sus absurdas historias fantásticas; y muchos ancianos trataban de que los jóvenes no fueran a Bolsón Cerrado, pese a la generosidad de Bilbo. Pero tenía [465] varios jóvenes amigos que le eran fieles. El más importante de todos era Frodo (primo de Bilbo).

Se adoptaron las ideas expuestas en 1 y 2 a. En la versión de «Una reunión muy esperada» existente en esa época (véase la pág. 300; se repite sin mayores cambios en la versión escrita en la tercera etapa) el Anillo es el único motivo que da Bilbo para justificar su partida de la Comarca; y dice claramente que su longevidad se debe a que tiene el Anillo: «Debo deshacerme del Anillo, Gandalf. ¡Bien conservado! En verdad me siento adelgazado, estirado, ¿entiendes lo que quiero decir?». En lo que respecta a estos elementos del texto, en las revisiones de la versión escrita en la tercera etapa aparecen las ideas expuestas en la CA (págs. 51-55), donde es evidente que Bilbo no es consciente de que desea irse a causa del Anillo (aunque el lector observa claramente la siniestra influencia que en realidad ejerce): Bilbo dice que necesita «un descanso; un descanso muy largo» (compárese con el § 1 supra: «Bilbo simplemente se toma un “descanso”»), y que desea «ver las tierras salvajes antes de morir, y las Montañas». Bilbo vuelve a decir «¡Bien conservado! En verdad me siento adelgazado, estirado, ¿entiendes lo que quiero decir?», pero en este caso esa sensación de vejez no se relaciona de ninguna manera con la posesión del Anillo; por lo tanto, más adelante, en una revisión de la versión de «Una historia antigua» escrita en la tercera etapa, Gandalf le dice a Frodo: «Sin duda nunca relacionó su larga vida y su aparente juventud con el anillo» (compárese con la CA, pág. 72: «Pero en cuanto a su larga vida, Bilbo nunca la relacionó con el anillo; se atribuyó todo el mérito, y estaba muy orgulloso»).

En las notas incluidas en 2 b se esboza una nueva idea con respecto a las idas y venidas de Gandalf: durante muchos años antes que Frodo se fuera no regresaba a Hobbiton, y la partida de Frodo no se relacionaba en absoluto con el mago. Al enterarse (como podemos suponer) que los Espectros del Anillo andaban por todas partes, Gandalf finalmente regresaba de prisa a la Comarca, donde descubría con horror que Frodo se había marchado. Por supuesto, no se adoptó esta idea (y mi padre escribió en el margen: «Pero esto hace que el capítulo sobre Sam pierda sentido»; se refería al final de «Una historia antigua», cuando Gandalf sorprendía a Sam escuchando junto a la ventana de Bolsón Cerrado).

Es difícil comprender la frase «El grupo no trata de dar alcance a Gandalf». Parece increíble que mi padre se refiriera a la versión del relato escrito en la primera etapa, en la que Gandalf se iba de la Fiesta (dada por Bingo) después de ofrecer el espectáculo de fuegos de artificio, y se sabía que había partido hacia el este adelantándose a Frodo [466] y sus amigos; sin embargo, en las versiones posteriores sólo se sabe que Gandalf no había ido a la íntima fiesta de despedida ofrecida por Bingo /Frodo antes de marcharse de Bolsón Cerrado, como había prometido, y se suponía (justificadamente) que no iba delante de ellos sino detrás.

El pasaje relacionado con Odo («Hay que eliminar o modificar a Odo (combinarlo con Folco) y Odo debe acompañar a F[rodo] en el viaje en poney. Sólo Meriadoc se adelanta») es aún más desconcertante. Si esto significa que se pensaba eliminar todo el relato sobre Odo escrito en la tercera etapa (su viaje con Gandalf desde Cricava en el que pasaban por Bree, el pseudónimo «Bolsón», su desaparición de la Cima de los Vientos y su inexplicada aparición en Rivendel con Gandalf), cabría preguntarse cómo se podría haber combinado su personaje con el de Folco cuando «Folco» ya era una combinación de los personajes de Frodo y Odo originales, pero con muchos más elementos de este último. Hay que tener presente que estas notas no son de ningún modo una expresión lógica de un plan bien definido, sino vestigios de ideas que iban cambiando rápidamente. Debido a la exclusión de Odo de las aventuras de los otros hobbits, en la tercera etapa, Folco (anteriormente Frodo) Tuk había heredado el papel y el carácter de Odo en la narración de esas aventuras, porque ya se había escrito esa narración en las etapas anteriores, y Odo había tenido una importante participación en la conversación entre los hobbits (véanse las págs. 402-403). Pero el conservar a Odo en el trasfondo, haciéndolo vivir aventuras sin los demás, habría significado que cuando reapareciera en un primer plano en Rivendel habría dos «Odos», ¡lo que habría sido la irónica consecuencia de su eliminación!

En este caso es probable que se haya planteado la posibilidad de que «Odo Bolger» y «Folco Tuk» se convirtieran definitivamente en un solo personaje, que llevaría el nombre del segundo. Aparentemente «Folco» tiene ahora muchas características de «Odo», lo que hace innecesaria la «combinación»; pero tal vez mi padre no haya opinado lo mismo (y quizá tampoco haya tenido la clara imagen de la intrincada evolución del relato que se puede llegar a tener después de un largo estudio de los manuscritos). Es posible que el comentario «debe acompañar a F[rodo] en el viaje en poney» haya sido simplemente un error y que se debería hacer dicho «en el viaje a pie»; esto significa que el personaje resultante de la «combinación» acompaña a Frodo y no parte «antes» a Los Gamos con Merry. Todo esto son sutilezas, pero refleja el carácter extraordinariamente intrincado de la cambiante estructura desarrollada por mi padre.

Véanse también las págs. 412-413 en relación con «¿Quién es Trotter? ¿Un Montaraz o un Hobbit?». Se adoptó definitivamente la idea [467] de que Trotter era Peregrin Boffin, que se desarrollaría plenamente en la revisión del texto de «Una reunión muy esperada» correspondiente a la tercera etapa (págs. 477-480).

(4)Es posible que las demás páginas de esta serie de notas fechadas «agosto de 1939» que se relacionan con la primera parte del relato sean posteriores. Estas páginas, que contienen borradores muy esquemáticos de la narración, llevan el título Conversación entre Bilbo y Frodo, y en ningún otro caso, con la excepción del encuentro entre los dos en Rivendel mucho tiempo después, conversan así a puerta cerrada. La conversación tiene lugar en Bolsón Cerrado antes de la Fiesta de Despedida de Bilbo; Bilbo le habla a Frodo del Anillo por primera vez, sólo para descubrir con auténtico asombro y falsa indignación que Frodo ya sabía de su existencia, y que le había echado una mirada al libro secreto de Bilbo. Esta historia difiere de la relatada en «Una reunión muy esperada», donde se dice que Frodo había leído las memorias de Bilbo porque él le había dado permiso para hacerlo (págs. 301, 392).

Conversación entre Bilbo y Frodo

—Bueno, muchacho, nos llevamos muy bien y en cierto modo lamento partir. Pero voy a tomarme un descanso, un descanso muy largo. En realidad no tengo intención de volver. Me siento cansado. Voy a cruzar los ríos.[349] Tienes que estar preparado para una sorpresa durante la fiesta. Puedo decirte que te lo dejaré todo, prácticamente todo, excepto unas pocas baratijas.

El señor Bilbo Bolsón, de Bolsón Cerrado Bajo la Montaña (Hobbiton) estaba sentado en la sala del oeste de su casa una tarde de verano.

—Bien, ése es mi modesto plan, Frodo —dijo Bilbo Bolsón—. ¡No olvides que nadie debe conocerlo! Sólo les he hablado de él a ti y a Gandalf. Necesitaba que Gandalf me ayudara; y te lo he contado porque espero que te diviertas mucho más con la broma por saber lo que va a suceder, y por supuesto esto te atañe de cerca. [468]

—No me gusta en absoluto —dijo el otro hobbit, con aire perplejo y abatido—. Pero te conozco desde hace mucho tiempo y sé que no sirve de nada tratar de persuadirte de que abandones tus modestos planes.

—Bueno, ha llegado el momento de la despedida, querido muchacho —dijo Bilbo.

—Eso supongo —dijo Frodo con tristeza—. Aunque no entiendo por qué. [?ero te conozco muy bien como para tratar de persuadirte de que abandones tus modestos planes, especialmente después de todo lo que has hecho.]

—No te lo puedo explicar más claramente —respondió Bilbo—, porque ni siquiera yo lo tengo muy claro. Pero espero que esto sí sea claro: te lo dejo todo (excepto unas cuantas baratijas). El poco dinero que tengo te permitirá vivir tan bien como a mí en otros tiempos; y además todavía queda algo del tesoro… tú sabes dónde. Ya no queda mucho, pero siguen siendo unos buenos ahorros. Y una cosa más. Hay un anillo.

—¿El anillo mágico? —preguntó Frodo incautamente.

—¿Qué? —dijo Bilbo—. ¿Quién habló de un anillo mágico?

—Yo —dijo Frodo enrojeciendo—. Mi querido hobbit, no tomas en cuenta la curiosidad de tus jóvenes sobrinos.

—Sí, la tomo en cuenta —dijo Bilbo—, o eso creía al menos. Y no me llames querido hobbit.

—Ya hace muchos años que sé de la existencia del Anillo.

—¿En verdad? —dijo Bilbo—. ¡Me gustaría saber cómo! Habla entonces; más vale que lo confieses todo antes que me vaya.

—Bien, esto es lo que sucedió. Los Sacovilla-Bolsón fueron tu perdición.

—Estoy seguro —gruñó Bilbo.

Frodo le cuenta entonces que un día lo había visto huir de los Sacovilla-Bolsón, haciéndose invisible, cuando iba de paseo. Este episodio, en una versión muy abreviada, se había utilizado en la quinta versión de «Una reunión muy esperada» (pág. 304), cuando Bingo se lo contaba a Gandalf después de la Fiesta; en ese caso sólo era un ejemplo de cómo Bilbo había usado el Anillo para desaparecer en ocasiones poco importantes con la intención de evitarse una molestia [469] y un mal rato (porque, naturalmente, en el relato anterior Bingo sabía de la existencia del Anillo porque Bilbo le había hablado de él), posteriormente el episodio pasó a ser relatado por Merry, con más detalles, en «Conspiración desenmascarada» (pág. 376), para explicar por qué sabía de la existencia del Anillo (y, por lo tanto, ya no aparece en la sexta versión de «Una reunión muy esperada», pág. 393). En el presente texto mi padre simplemente repitió el relato incluido en «Conspiración desenmascarada», palabra por palabra, y se lo asignó a Frodo, para que le explicara a Bilbo cómo se había enterado de la existencia del Anillo; aquí Frodo repite, también palabra por palabra, el relato de Merry en el que describía cómo había llegado a ver el libro de Bilbo:

—Eso no lo explica todo —dijo Bilbo, con un brillo en los ojos—. Vamos, cuéntamelo, ¡sea lo que sea!

—Bueno, a partir de entonces me mantuve muy atento —dijo Frodo tartamudeando—. Yo… en verdad lo que hice fue vigilarte. Pero debes reconocer que fue algo muy curioso… y yo todavía no había cumplido veinte años. Así que un día encontré tu libro por casualidad.

—¡Mi libro! —dijo Bilbo—. ¡Misericordia! ¿Nada está a salvo?

—No demasiado —dijo Frodo—. Pero sólo le eché una rápida mirada. Nunca dejaste el libro a la vista, excepto esa vez; estabas en el estudio y te llamaron, y yo entré y lo encontré abierto. Me gustaría leer más, Bilbo. Supongo que ahora me lo dejarás.

—¡No, no te lo dejaré! —dijo Bilbo categóricamente—. No lo he terminado. En realidad, uno de los principales motivos por los que me marcho es para ir a un lugar donde pueda seguir escribiendo sin tantos sobrinos picaros husmeando alrededor, y un maldito visitante tras otro tocando la campanilla.

—No deberías ser tan amable con todos —dijo Frodo—. Estoy seguro de que no tienes que marcharte.

—Pero me marcho —dijo Bilbo—. Y en cuanto al Anillo, supongo que ya no necesito describírtelo, ni contarte cómo llegó a mis manos. Había pensado dártelo.

En este punto mi padre interrumpió el texto y escribió a lo ancho de la página: «¡Esto no sirve porque Bilbo usa el Anillo en la fiesta!»; esto significa que Bilbo no podría haber tenido la intención de dárselo a Frodo entonces, antes de la Fiesta. Pero sin modificar nada de lo que había escrito siguió con el relato: [470]

Bilbo buscó a tientas en el bolsillo y sacó un pequeño anillo de oro unido con otro anillo a una delgada cadena. Lo desenganchó, se lo puso en la palma de la mano y se quedó largo rato contemplándolo.

—¡Aquí está! —dijo con un suspiro.

Frodo extendió la mano. Pero Bilbo volvió a guardar el anillo en el bolsillo. [Un gesto de asombro]. Un extraño gesto le cruzó la cara.

—Y bien —tartamudeó—, supongo que te lo daré antes de irme… o lo dejaré bajo llave en el cajón o algo.

Frodo parecía perplejo y lo miró fijamente, pero no dijo nada.

El texto termina después de la Fiesta:

Bilbo… va y se viste como en la versión antigua (pero se pone la armadura debajo del manto)[350] y se despide.

—El… el anillo —dijo— está en el cajón —y desapareció en [la] oscuridad.

A mi juicio, esta nueva versión debe relacionarse con las notas iniciales de «Modificaciones de la trama» presentadas en el § 3 supra, porque representa una desviación de la idea según la cual Bilbo estaba preocupado por el Anillo, el motivo más importante que lo llevaba a marcharse (aunque en lugar de eso se habla de su cansancio y su ansia de tranquilidad). Nunca le había hablado a Frodo del anillo. Al parecer, mi padre tenía la intención de que Bilbo simplemente se lo entregara a Frodo en ese momento, sin insinuar que pudiese haber tenido un conflicto interior; pero sólo se dio cuenta, mientras escribía, que «Esto no sirve», porque Bilbo tendría que conservar el Anillo hasta el momento de la partida. Por lo tanto, la entrega del regalo tendría que producirse más adelante; y sólo entonces adoptó la idea que aparecía en «Una reunión muy esperada», donde Bilbo le decía a Gandalf: «no lo voy a tirar. En todo caso me resulta imposible decidirme a hacerlo; simplemente lo guardo otra vez en el bolsillo».[351] Esto tuvo una curiosa consecuencia: la escena termina precisamente, a través del desconcierto y la incertidumbre de Bilbo, con una demostración de la siniestra influencia que ha ejercido el Anillo en su dueño; y esta escena se convertiría en la discusión con Gandalf en la CA, págs. 52-54.

(5)En las páginas fechadas en agosto de 1939, en las que se encuentran planes más amplios relacionados con la continuación del relato [471] después de la estancia en Rivendel, en primer lugar se plantea la posibilidad de que un Dragón llegue a la Comarca y que su llegada induzca a los hobbits a demostrar que están hechos de «una materia más dura», y de que «Frodo (Bingo)» se quede «casi sin dinero; era oro del dragón. ¿Lo “atrae”?». Aquí hay una referencia a los «comentarios de Bilbo en hoja con antiguas notas», que indudablemente son los presentados en las págs. 58-59 (donde también se planteaba la posibilidad de que un Dragón llegara a Hobbiton).

(6)A continuación de estas notas y en la misma página hay una breve lista de elementos que podrían incorporarse mucho después a la narración.

Isla en el mar. Frodo debe llegar allí al final.

¿Radagast?[352]

Encarnizada batalla lejana de los ejércitos de los Elfos y los Hombres c[ontra el] Señor.

Aventuras . . Hombres de Piedra.

Compárese el primer elemento con la nota presentada en la pág. 59: «Elrond le habla [a Bilbo] de una isla», etc. La referencia a la «encarnizada batalla» probablemente se relacione con el final del relato, cuando el Anillo cae en la Grieta del Destino.

El último elemento de estas notas es muy interesante. En una nota escrita por mi padre que se encontraba entre las páginas del SA indica que en 1964 examinó el material (al menos una parte); y es muy probable que en ese entonces haya añadido de prisa «Aventuras . . . Hombres de Piedra».

No era más que una «aventura». Toda la historia sobre Gondor (Tierra de Piedra) tuvo su origen en esta nota. (Aragorn, que seguía llamándose Trotter, no tenía ninguna relación con eso entonces, y originalmente fue concebido como uno de los hobbits que se sentían atraídos por la vida errante.)

(7)Corresponde presentar ahora las notas escritas a lápiz en una página que no está fechada y en las que aparece «Bingo». Al comienzo de la página dice: «Ciudad de Piedra y hombres civilizados». A continuación hay un esbozo extremadamente resumido del final del relato.

Al final

Cuando Bingo [escrito encima. Frodo] llega finalmente a la Grieta y a la Montaña de Fuego no se decide a arrojar el Anillo. ¿? Oye la voz [472] del Nigromante que le ofrece una importante recompensa: compartir su poder con él, siempre que lo conserve.

En ese momento Gollum —que parecía haberse reformado y los había llevado por caminos secretos hasta Mordor— aparece e intenta apoderarse traidoramente del Anillo. Luchan y Gollum se apodera del Anillo y cae en la Grieta.

La montaña empieza a rugir.

Bingo se va rápidamente [huye rápidamente].

Erupción.

Mordor desaparece como una nube negra. Se ve pasar a los Elfos cabalgando como luces que apartan una nube negra.

La Ciudad de Piedra queda cubierta de cenizas.

Viaje de regreso a Rivendel.

¿Qué ocurre en la Comarca? Sacovilla-Bolsón …… tierras … los cuatro distritos.

Bingo hace las paces y se queda a vivir en una cabaña en la alta colina verde, hasta que un día se marcha con los Elfos hacia el oeste, más allá de las torres.

Es preferible que no haya tierras cultivadas, todos los hobbits estaban ocupados fabricando espadas.

Las palabras ilegibles podrían interpretarse de la siguiente manera: «Sacovilla-Bolsón [y] sus amigos destruyeron [las] tierras. Hubo guerras entre los cuatro distritos».

Como aquí se hace referencia a «la Ciudad de Piedra», pero mi padre afirmó en 1964 que toda la concepción de Gondor tuvo su origen en esta referencia a los «Hombres de Piedra» en una nota fechada en agosto de 1939, si este esbozo se interpreta en sentido estricto se deduce que fue escrito en esa época o posteriormente; por otra parte, «Bingo» sigue siendo el héroe, de modo que este esbozo parecería ser anterior. No obstante, considero que esta contradicción puede ser sólo aparente, puesto que otras notas fechadas en agosto de 1939 dan la impresión de que mi padre aún se preguntaba si debía o no utilizar el nombre «Bingo» y, por tal motivo, yo diría que el último esbozo presentado fue escrito en la misma época que las demás notas.

En el esbozo no se mencionan otros detalles que mi padre ya debería haber sabido en términos generales; entre otros, cómo reaparecía Gollum. Pero no deja de ser extraordinario descubrir que aquí —cuando aún no había nada que presagiara la vasta estructura que habría de desarrollarse más adelante— queda en evidencia que la decadencia de la Comarca, y la decisiva aparición de Gollum en la Montaña de Fuego, son elementos muy antiguos. [473]

(8)Al dorso de la página en que se escribió este esbozo dice lo siguiente:

—El anillo ha sido destruido —dijo Bilbo— y tengo sueño. Debemos despedirnos, Bingo [escrito encima: Frodo], pero éste es un buen lugar para decir adiós, la Casa de Elrond, donde se guardan antiguos y placenteros recuerdos. Dejo aquí el libro sobre mis modestas hazañas. Y no creo que pueda descansar hasta que haya escrito también el relato de lo que has hecho. Elrond se quedará con él, sin duda, después de que todos los hobbits se hayan convertido en algo del pasado. Bueno, muchacho, tú y yo éramos criaturas muy insignificantes, pero hemos hecho lo que nos correspondía. Hemos hecho lo que nos correspondía. Es indudable que hemos compartido un curioso destino.

Al parecer, en esa época mi padre preveía que Bilbo moriría en Rivendel.

(9)Hay otra página muy interesante, fechada en agosto de 1939, que contiene una serie de notas escritas a lápiz como las otras, y que lleva el título «Trama desde XII».

¿Tienen que esperar hasta la primavera? O deben partir en seguida.

Van hacia el sur bordeando las Montañas. ¿Más adelante o pronto? Tormenta de nieve en el Paso Rojo. Viaje bordeando el R. del Camino Rojo.

Aventura con el Gigante Bárbol en el Bosque.

Minas de Moria. Están deshabitadas nuevamente, sólo hay Trasgos.

Tierra de Ond. Sitio de la Ciudad.

Se acercan a los límites de Mordor.

Gollum aparece en la oscuridad. ¿Finge haberse reformado? ¿O trata de estrangular a Frodo?; pero Gollum tiene ahora un anillo mágico que le ha dado el Señor y es invisible. Frodo no se atreve a usar su anillo.

Cabalgata de seres malignos encabezada por siete Jinetes Negros.

Ven la Torre Oscura en el horizonte. Tiene la horrible sensación de que un Ojo lo busca.

Montaña de Fuego.

Erupción de la Montaña de Fuego que destruye la Torre. [474]

En una nota escrita a lápiz en el margen se plantea una pregunta: ¿«Bingo» («Frodo» escrito al lado) debería ser capturado por el Señor Oscuro e interrogado, pero «Sam» lo salvaría?

Posteriormente, mi padre hizo algunos cambios con tinta en estas notas. En la primera línea, junto a «O deben partir en seguida», escribió «en seguida»; indicó que las «Minas de Moria…» debían preceder a la «Aventura con el Gigante Bárbol en el Bosque» e intercalarse entre «Tormenta de nieve en el Paso Rojo» y «Viaje bordeando el R. del Camino Rojo»; y después de «Están deshabitadas nuevamente, sólo hay Trasgos» añadió «Desaparición de Gandalf».

Algunos elementos de este esbozo ya habían sido mencionados antes: la aparente reforma de Gollum, su embestida contra Frodo, y la erupción de la Montaña de Fuego en el § 7; el anillo que Gollum había recibido en Mordor en el § 1. Pero aquí aparecen por primera vez otros importantes elementos de la narración posterior. El Anillo cruza las Montañas Nubladas a través del «Paso Rojo», que más adelante se convirtió en el Paso del Cuerno Rojo o la Puerta del Cuerno Rojo. Después de El hobbit, ésta es la primera oportunidad en que se mencionan las Minas de Moria, al menos con ese nombre; la referencia a la colonia fundada por los enanos Balin, Ori y Óin de la Montaña Solitaria en «espléndidas colinas en el sur» que se encuentra en la nota 11 de Dudas y cambios (pág. 285) no demuestra que se la identificara con las Minas de Moria. El vínculo se encuentra indudablemente en lo que Elrond dice en El hobbit (capítulo III, «Un breve descanso»): «He oído que hay quizá todavía tesoros ignotos en las cavernas desiertas de las Minas de Moria, desde la guerra de los enanos y los trasgos»; y si se relaciona esta indicación, «Están deshabitadas nuevamente, sólo hay Trasgos», con el comentario que aparece en Dudas y cambios (ibid.), «Pero al cabo de un tiempo no se oyó más de ellos», no cabe duda de que se refiere al relato presentado en El Señor de los Anillos. La tierra de los Hombres de Piedra (véase el § 6) es la «Tierra de Ond» y la «Ciudad de Piedra» (§ 7) será sitiada. Aquí hay también una primera alusión a la captura de Frodo y al hecho de que Sam Gamyi le ayude a escapar de la torre de Cirith Ungol; probablemente lo más notable sea que aquí se menciona por primera vez al Ojo Escudriñador que está en la Torre Oscura.

Éstas son referencias a «instantes» de la narración que mi padre preveía; no constituyen un plan narrativo articulado. Es muy posible que no aparezcan en la secuencia que ya entonces percibía. Por lo tanto, según este esbozo la traición de Gollum se produce mucho antes de que Frodo llegue a la Montaña de Fuego, lo que de acuerdo con lo indicado en el § 7 no puede haber respondido a sus planes; y las Minas de Moria aparecen mencionadas después del pasaje sobre [475] las Montañas Nubladas. Esto se corrigió más adelante con tinta, pero es posible que no refleje las ideas de mi padre cuando escribió estas notas, porque en ninguna de las (seis) oportunidades en que se mencionan las Minas de Moría en El hobbit se indica donde se encuentran (compárese con la carta enviada a W. H. Auden en 1955: «Las Minas de Moría habían sido para mí nada más que un nombre», Cartas, n.º 163).

(10)A continuación se debe decir algo con respecto al «Gigante Bárbol», porque el personaje aparece mencionado por primera vez en un fragmento de la narración escrito en esa época (y Gandalf le hablaba de él a Frodo en Rivendel, pág. 451: «Me capturaron en Fangorn y el Gigante Bárbol me tuvo cautivo por muchos y fatigosos días»). Hay una hoja suelta manuscrita que comienza como una carta fechada «27-29 de julio de 1939», pero que mi padre cubrió por los dos lados con delicados trazos ornamentales (en la siguiente página se reproduce una de las caras). Entre otras cosas, escribió «Distracciones estivales en un día de julio» y reprodujo algunos versos de The Reeve’s Tale [El Cuento de Reeve] de Chaucer, porque estas «distracciones» eran una serie de espectáculos públicos ofrecidos en Oxford en los que mi padre, ataviado como Chaucer, recitaba el Cuento. Pero un texto en el que más adelante escribió a lápiz Bárbol ocupa la mayor parte de la página.

Cuando Frodo oyó la voz alzó los ojos, pero no alcanzó a ver nada a través de las gruesas ramas enmarañadas. De pronto sintió que el nudoso tronco en el que se apoyaba se estremecía, y antes que alcanzara a alejarse de un salto algo lo empujó, o lo golpeó, haciéndolo caer de rodillas. Al incorporarse miró el árbol, y mientras lo miraba vio que se le acercaba de una zancada. Se apartó a gatas de su camino y oyó una risa sonora como un rugido que bajaba desde la copa del árbol.

—¿Dónde estás, minúsculo escarabajo? —dijo la voz—. Si no me dices dónde estás, no me podrás culpar por pisarte. Y, por favor, ¡no me hagas cosquillas en la pierna!

—No veo ninguna pierna —dijo Frodo—. ¿Dónde estás?

—Debes de ser ciego —dijo la voz—. Aquí estoy.

—¿Quién eres?

—Soy Bárbol —respondió la voz—. Tendrías que haber oído hablar de mí; y en todo caso estás en mi jardín.

—No veo ningún jardín —dijo Frodo.

—¿Sabes acaso lo que es un jardín?

El origen de Bárbol

[477]

—Tengo un jardín, en el que hay flores y plantas, y una valla que lo rodea; pero aquí no hay nada de eso.

—¡Oh sí!, sí que hay. Sólo que has atravesado la valla sin darte cuenta; y no ves las plantas, porque estás debajo de ellas, cerca de las raíces.

Sólo entonces, cuando Frodo miró más detenidamente, vio que los suaves troncos de árboles que antes había creído ver eran tallos de flores gigantescas… y que aquello que le había parecido un tronco de un monstruoso roble en realidad era una gruesa pierna nudosa con un pie que parecía una raíz y muchos dedos.

Ésta es la primera imagen de Bárbol, que por su aspecto más parece provenir de El hobbit que del nuevo relato. Aquí también hay seis líneas escritas en la lengua élfica tengwar en las que, de acuerdo con su transliteración, dice:

Fragmento de El Señor de los Anillos, continuación de El hobbit. Frodo se encuentra con el Gigante Bárbol en el Bosque de Neldoreth cuando anda en busca de sus compañeros perdidos; el gigante lo engaña mostrándose cordial, pero en realidad está aliado con el Enemigo.

El bosque de Neldoreth, la región norte de Doriath, ya había sido mencionado en los últimos Annals of Beleriand [Anales de Beleriand] (vol. V)[353]; este nombre, que proviene de las antiguas leyendas, se utilizaría nuevamente (lo que también ocurrió con Glorfindel, véase la pág. 271).

Seis meses antes, en una carta fechada el 2 de febrero de 1939, mi padre había dicho que «aunque no hay dragones (hasta ahora), habrá un Gigante» (Cartas, n.º 35, nota el pie de página). Si el análisis que he propuesto de la cronología es correcto (véase la pág. 386), el «Gigante Bárbol» ya había aparecido, como el personaje que capturaba a Gandalf, al término de la tercera etapa (pág. 451).

(11)Aún queda por analizar en este capítulo otro texto, del que existen dos versiones: la historia de Peregrin Boffin (véanse los §§ 2, 3 supra). Una de ellas forma parte de un manuscrito poco elaborado de dos páginas que se inicia como una nueva versión de «Una reunión muy esperada»; es muy similar a la sexta versión del capítulo, correspondiente a la tercera etapa, pero sin duda fue escrito posteriormente. Este texto comienza con «A los noventa años tenía el mismo aspecto de siempre» (CA, pág. 35). [478]

A los noventa y nueve empezaron a decir que estaba bien conservado, pero habrían estado más acertados al decir que no había cambiado nada. Algunos decían que esa combinación de una aparente juventud eterna y lo que parecían ser bienes inagotables eran demasiadas cosas buenas.

—Tendrá que pagar —decían—. ¡No es natural, y traerá problemas!

Pero tales problemas no habían llegado, y como el Señor Bolsón era extremadamente generoso con su dinero, la mayoría de la gente (y especialmente los hobbits más pobres y menos importantes) le perdonaba sus rarezas. En cierto modo los habitantes de Hobbiton se sentían orgullosos de él (aunque no lo decían): las riquezas que había traído de sus viajes se habían convertido en una leyenda local, y era creencia común, contra todo lo que pudieran decir los viejos, que gran parte de la Colina estaba surcada de túneles atiborrados de tesoros.

—Quizá sea raro, pero no le hace daño a nadie —decían los hobbits más jóvenes. Pero no todos sus parientes más importantes estaban de acuerdo. Se mostraban recelosos ante la influencia que pudiera ejercer sobre sus hijos, y lo que más les desagradaba era que se reunieran con Gandalf en su casa. Su recelo aumentó considerablemente después del desdichado incidente de Peregrin Boffin.

Peregrin era nieto de la segunda hermana de la madre de Bilbo, Donnamira Tuk. Cuando Bilbo regresó de su viaje era una criatura de cinco años; pero cuando creció se convirtió en un muchacho de cabellos oscuros y larguirucho (de acuerdo con la estatura de los hobbits), mucho más parecido a los Tuk que a los Boffin. Siempre andaba dando vueltas por Hobbiton, porque su padre, Paladin Boffin, vivía en Nortada, sólo a una o dos millas detrás de la Colina. Cuando Peregrin empezó a hablar de montañas y enanos, y bosques y lobos, Paladin se alarmó, y finalmente le prohibió a su hijo acercarse a Bolsón Cerrado, y le cerró las puertas de su casa a Bilbo.

Esto entristeció a Bilbo, porque le tenía mucho afecto a Peregrin, pero no hizo nada para convencerlo de que visitara Bolsón Cerrado en secreto. Peregrin se fue de su casa y lo encontraron vagabundeando por los páramos de la Cuaderna del Norte, medio muerto de hambre. Finalmente, el día después [479] de cumplir la mayoría de edad (en la primavera del octogésimo año de Bilbo),[354] Peregrin desapareció, y jamás lo encontraron aunque su búsqueda se extendió por toda la Comarca.

En otros tiempos, siempre habían culpado a Gandalf cuando ocurría un ocasional y lamentable accidente como ése; pero en esa oportunidad la culpa recayó más que nada sobre Bilbo, y después de la desaparición de Peregrin impidieron que la mayoría de sus jóvenes parientes se le acercaran. Aunque en realidad Bilbo probablemente estaba más preocupado por la desaparición de Peregrin que todos los Boffin juntos.

Sin embargo, Bilbo tenía otros jóvenes amigos, a los que por una razón u otra no les habían impedido que se le acercaran. Poco después Frodo Bolsón se convirtió en su favorito; era nieto de Mirabella, la tercera de las extraordinarias hijas del Viejo Tuk, e hijo de Drogo (uno de los primos de Bilbo en segundo grado). Alrededor de la época de la desaparición de Peregrin, Frodo quedó huérfano, cuando sólo era un niño de doce años, y por lo tanto no tenía padres ansiosos que lo mantuvieran alejado de las malas compañías. Vivía con su tío Rory Brandigamo y los ciento un parientes de su madre en el Gran Agujero de Gamoburgo: Casa Brandi.

Aquí termina este nuevo pasaje inicial. En una página intercalada en el manuscrito correspondiente a la tercera etapa hay una versión un tanto más corta; las dos versiones difieren en cuanto a algunos de los términos empleados pero no tienen ninguna diferencia de fondo. Aquí se dice que Bilbo llevaba al delincuente a Nortada y le pedía disculpas a Paladín Boffin cuando Peregrin «regresaba furtivamente a verlo», y que Bilbo «negó enérgicamente que tuviese alguna relación con lo sucedido».

La villa de Nortada se convirtió posteriormente en Sobremonte y en el segundo de estos textos se corrigió el nombre.[355] Paladin ya es el nombre definitivo del padre de Peregrin; en lo que respecta a los nombres, estos Boffin dieron origen a Paladín y Peregrin Tuk en el SA. Donnamira Tuk, la segunda hija del Viejo Tuk, aparece en el árbol genealógico de los Tuk presentado en la pág. 395, como esposa de Hugo Boffin (al igual que en el SA, donde no se indica que hubieran tenido hijos); su hijo era Jago Boffin, padre de Fosco, que era primo segundo de Bilbo y que tenía 54 años cuando se celebraba la Fiesta. En la versión de «Una historia antigua» escrita en la tercera etapa (pág. 397), se dice que José Botón, que había visto a los «hombres-árboles» más allá de los Páramos [480] del Norte, trabajaba para Fosco Boffin de Nortada, y probablemente éste es el mismo Fosco Boffin que aparece en el árbol genealógico nieto de Donnamira. En este caso, aunque naturalmente Peregrin Boffin (Trotter), que tenía 64 años cuando se celebraba la Fiesta (véase la nota 354), había desaparecido de la Comarca mucho tiempo atrás, pasa a ocupar el lugar de Fosco en el árbol genealógico, y su padre (Paladin) ocupa el lugar de Jago. Pero sólo ocupa su lugar, porque el Boffin de Nortada para el cual trabajaba José Botón evidentemente no estaba emparentado con el rebelde Peregrin.

De acuerdo con este relato, Frodo y Trotter eran primos en segundo grado y también eran primos segundos de Bilbo.[356]