[499]
En la mayor parte de este capítulo la evolución se puede rastrear con mucha claridad. Un borrador inicial no borrado o escrito encima, unos bocetos más desarrollados pero discontinuos, y una «copia en limpio» que en sí misma experimentó una corrección constante en el acto de la composición, fueron un proceso continuo, y la historia de casi cada frase se puede seguir hasta cerca del final del capítulo. Éste fue numerado «XXVI» desde una primera etapa; después se le añadió un título a la «copia en limpio», primero Sceadufax en escritura de Inglés Antiguo, luego «El Caballero Blanco». Aquí el proceso de composición fue continuo y todo al mismo tiempo, de modo que «primer borrador», «segundo borrador», «copia en limpio», «correcciones a la copia en limpio» no pueden ser tratados como entidades separadas, cada una completa antes de la siguiente etapa.
En el acto se ve un ejemplo de esta superposición. En la forma original del comienzo, ante la insistencia de Gimli de que el hombre que estaba junto al fuego en la noche era Saruman, Aragorn replica: «—Lo dudo. Los caballos no mostraron señales de miedo». En la «copia en limpio» (más exactamente, el primer manuscrito coherente), esto se convirtió en: «—Lo dudo —dijo Aragorn—. ¿Qué parecía ser? ¿Un viejo? Es bastante extraño en sí mismo: que un viejo esté caminando solo en los lindes de Fangorn. Sin embargo, los caballos no mostraron ninguna señal de miedo». Es evidente que esto pertenece a la frase tachada al final de «Los Jinetes de Rohan»: «Los caballos siguieron quietos, y parecía que no sentían nada extraño», y a mí me sugiere que mi padre creía que el viejo era Gandalf (véase p. 472 y nota 531). Sin embargo, en el borrador más «primitivo» que hay más adelante en el capítulo, no hay duda de que el viejo en la noche era Saruman (para más datos, véanse pp. 501-502).
Sin contar la cronología posterior de la persecución a través de Rohan, por supuesto (véanse pp. 475-476), Aragorn comenta que las huellas junto al río «son de hace un día»; Gandalf dice que los hobbits «treparon hasta aquí ayer», y que él mismo había visto a Bárbol «hace tres días»: en DT todos estos comentarios se realizan un día antes, a causa del día extra añadido en 1944. No obstante, a mi padre se le escapó en un punto la necesidad de corrección: las palabras de Legolas de que la última vez que vio al águila fue «hace tres días, sobre Emyn [500] Muil» (DT, p. 1 27). Esto debería haberse cambiado por «hace cuatro días»: véase el cuadro de las pp. 475-476, y cf. La Cuenta de los Años en los Apéndices del SA: «Febrero 27 Aragorn llega al acantilado occidental al alba», y (teniendo febrero 30 días) «Marzo 1 Aragorn se encuentra con Gandalf el Blanco».
La historia del primer encuentro con Gandalf fue esbozada en cada punto importante en el primer borrador. Cuando los tres compañeros vieron al viejo caminando por el bosque debajo de ellos, el horror de Gimli por Saruman en un principio se expresó de una manera más asesina: «¡Dispara, Legolas! ¡Tensa tu arco! ¡Dispara! Es Saruman, o algo peor. ¡No permitas que hable o que nos eche un encantamiento!». Esto se retuvo en la copia en limpio; y cuando posteriormente se suavizó a una demanda de que Legolas sólo se preparara para disparar, se mantuvieron las palabras siguientes de Gimli: «¿Qué esperas? ¿Qué te pasa?». En el primer borrador el mago llevaba un «sombrero viejo»; esto se convirtió en un «sombrero gastado»; luego en un «sombrero de ala ancha» (véanse pp. 471-472).[549]
El comienzo de su larga conversación avanza así en el primer borrador (cf. DT, pp. 126-128):
—… En el cambio de la Marea. Se acerca la gran tormenta, pero la Marea ha cambiado incluso en este momento. He pasado por el fuego y por las ruinas y he sido muy quemado, o bien quemado. Pero vamos, habladme de vosotros. He visto mucho en lugares profundos y altos desde que nos separáramos; he olvidado buena parte de lo que creía saber, y he vuelto a aprender muchas cosas que había olvidado.[550] [Puedo ver algunas cosas lejanas y otras cercanas; pero no puedo ver todo. Cambiado en el acto por.] Puedo ver muchas cosas lejanas, pero muchas otras que están al alcance de la mano no puedo verlas.
—¿Qué quieres saber? —preguntó Aragorn—. Todo lo que ocurrió haría una larga historia. ¿No nos contarás primero noticias de Merry y Pippin? ¿Los encontraste, y están a salvo?
—No, no los encontré —dijo Gandalf—.[551] Estaba ocupado con asuntos peligrosos, y no supe que los habían capturado hasta que el águila me lo contó.
—¡El águila! —dijo Legolas—. Hemos visto un águila en lo alto y lejos: la última vez fue hace tres días, sobre Sarn Gebir.
—Sí —dijo Gandalf—, era Gwaewar el Señor de los Vientos, que me rescató de Orthanc. Lo envié delante de mí a recoger noticias, y a observar el Río. Su vista es penetrante, pero no puede [501] ver todo lo que pasa en el bosque y el valle. Pero hay algunas cosas que yo puedo ver sin ayuda. Esto os puedo contar: el Anillo ahora es inalcanzable para mí, o para cualquiera de nuestra Compañía original. El Enemigo estuvo muy cerca de descubrirlo, pero no sucedió. Tuve en eso alguna parte. Pues residía en las montañas bajo las nieves de Methedras y luché con la Torre Oscura, y la sombra pasó. Luego me sentí cansado, muy cansado.
La historia de que Gandalf estaba en Tol Brandir cuando Frodo se sentó en Amon Hen, y que fue llevado a través de Rohan por el águila (véase p. 464) ha sido abandonada; Gwaewar (Gwaihir) ahora se encuentra en su papel posterior de recogedor de noticias para Gandalf en la región del Anduin. En esta etapa no está claro qué le había sucedido a Gandalf, y me parece que mi padre, de momento, no tenía intención de que así fuera. ¿Ha de suponerse que se abrió camino hacia el sur a lo largo de las montañas y así llegó a Methedras, dónde residió «bajo las nieves y luché con la Torre Oscura» mientras Frodo llevaba el Anillo en Amon Hen? Una frase sola, separada, e interrumpida dice: «Gwaewar me encontró caminando en los bosques. De él yo»; lo cual seguramente significa que Gandalf llegó desde Methedras a Fangorn y que, habiéndolo encontrado Gwaewar, él envió al águila al este «a observar el Río y a recoger noticias». Esto puede sugerir que su historia de haber sido llevado por el águila a Lothlórien todavía no había aparecido.
Al realizar el borrador del capítulo parece que mi padre al principio no tenía idea de que Gandalf debería mostrarle a Aragorn, Legolas y Gimli «una parte de su pensamiento» (DT, p. 129) sobre las esperanzas y posibilidades de la Guerra. Después de que le dijeran a Gandalf que pensaban que Sam había ido con Frodo a Mordor, éste comenta: «¿De verdad? Es nuevo para mí, mas no me sorprende. Pero ahora pasemos a Merry y Pippin, pues no os sacaré vuestra historia hasta que no os haya contado la de ellos».
Fue quizás en este punto cuando mi padre escribió un boceto corto para lo que Gandalf podría decir ahora:
El águila ve a orcos y hobbits. Saruman por los bosques. Batalla de los orcos. Bárbol. Se encuentran a salvo, pero algo está sucediendo. ¿Insurrección de los árboles? Pero nos han llamado del sur. Empieza la guerra. Deben aguardar con esperanza y paciencia para encontrar a Merry y a Pippin… pero su amistad y devoción en seguirlos fue recompensada. La Compañía ha actuado con [502] nobleza y Gandalf estaba satisfecho con ellos. Le preguntan qué le ha pasado a él… todavía no se lo cuenta.
Parece que el nuevo curso de la conversación («Ahora sentaos junto a mí y contadme la historia de vuestro viaje», DT p. 128) se introdujo en el acto, llevando a la narración de Gandalf sobre las intenciones, deseos y miedos del Señor Oscuro y de Saruman. Éste fue un desarrollo característico y por etapas: expansión, refinamiento de expresión, y cierto reordenamiento de la estructura, pero todas las partes importantes de los pensamientos de Gandalf estaban presentes desde el primer borrador. Sin embargo, en las primeras etapas hay ciertas diferencias interesantes que se pueden apuntar.
Que Saruman estaba «por los bosques» se menciona en el pequeño boceto que se acaba de dar; en el primer borrador, Gandalf cuenta (igual que en DT, p. 131) que «no pudo esperar en casa y partió a encontrar a sus prisioneros», pero llegó demasiado tarde, la batalla estaba terminada y, al «no tener ningún conocimiento del bosque», malinterpretó lo que había sucedido. «—¡Pobre Saruman! —añade Gandalf—. ¡Qué caída para alguien tan sabio! Temo que [empezó demasiado tarde a querer tener éxito en la maldad >] empezó la carrera demasiado tarde. Parece que no tiene la suerte que necesita en su nueva profesión. Al menos él jamás se sentará en la Torre Oscura.»
El pasaje sobre el Mensajero Alado, ausente en el borrador, aparece en la copia en limpio, donde Legolas dice que él lo abatió del cielo «sobre Sarn Ruin» (véase p. 423 y nota 483) y que «Nos llenó a todos de miedo, pero a nadie tanto como a Frodo».
En el primer borrador, Gimli pregunta: «Aquel viejo. Dices que Saruman anda suelto. ¿Fuiste tú o Saruman a quién vimos anoche?», y Gandalf contesta: «Si anoche visteis a un viejo, por cierto que no me visteis a mí. Pero como da la impresión de que nos parecemos tanto que tú quisiste abrirme una brecha incurable en el sombrero, he de suponer que visteis a Saruman [o una visión >] o algún espectro creado por él. [Tachado: No sabía que se demoró tanto aquí]». Junto a las palabras de Gandalf, mi padre escribió al margen: Visión del pensamiento de Gandalf. Claramente aquí hay un indicio importante acerca de la curiosa ambigüedad que rodea a la aparición de la noche anterior, si uno sabe cómo interpretarlo; pero estas palabras no están perfectamente claras. Es evidente que representan un nuevo pensamiento: que quizá surge de la sugerencia de Gandalf de que si no era Saruman al que vieron, se trataba de una «visión» o «espectro» que él había hecho; la aparición ahora va a emanar del mismo Gandalf. Pero ¿de quién era la visión? ¿Era una «emanación» personificada de Gandalf, procedente de él mismo, la que vieron? «Miro dentro de su [503] mente infeliz y veo sus dudas y miedos», había dicho Gandalf; quizá parece más probable que a través de su intensa concentración en Saruman había «proyectado» una imagen de Saruman que los tres compañeros pudieron ver momentáneamente. No he encontrado ninguna otra prueba que arroje alguna luz sobre este elemento tan curioso en el relato; pero puede apuntarse que en un esquema temporal que deriva de la época de la escritura de «El Abismo de Helm» y «El camino de Isengard», mi padre escribió de esa noche: «Aragorn y sus acompañantes pasan la noche en el campo de batalla y ven a un “Viejo” (Saruman)».
La primera de varias versiones de la réplica de Gandalf a la pregunta de Legolas «¿Quién es Bárbol?» resulta notable, aunque muy difícil de leer:
—Ah —dijo Gandalf—. Ahora preguntas. Es Fangorn, esto es, Bárbol, Bárbol el Ent: ¿De qué otra forma he de llamarlo? El más viejo de los viejos, el Rey de los Bárboles, los moradores del Bosque. Viejo como las piedras, robusto como los árboles, lento como los caracoles, fuerte como una raíz en crecimiento. Me gustaría que lo hubieras conocido. Tus amigos fueron más afortunados. Pues llegaron hasta aquí, como Aragorn [? ya] ha descubierto. Pero ningún rastro de ellos va hacia abajo, como él puede haber descubierto y pronto lo hará. Pero aquí… marcas al lado [?una] [de] pie de Bárbol. Éste era un lugar al que a menudo él venía cuando deseaba estar solo y mirar fuera del Bosque. Se ha llevado lejos a los hobbits.
—Hablas bien de Bárbol, ¿entonces están a salvo?
—¿A salvo? Sí, en lo que respecta a los Ents. Pero hay [? terrible] prisa.
Gandalf les habla de los Ents. Dice que está bien que Merry y Pippin [? vinieran aquí]. Hicieron lo correcto al seguirlos. Sin embargo, conocer a los Ents no es su misión. Además, ya es demasiado tarde. Mira el sol.
—Hemos agotado todo el tiempo permitido para un encuentro de amigos separados. Debemos partir. Nos necesitan en el Sur.
En un borrador más desarrollado, la respuesta de Aragorn cuando Gandalf nombra a los Ents (DT, p. 133), pone:
—¡Los Ents! —exclamó Aragorn—. Entonces son ciertas las viejas leyendas, [¡y los nombres que usan en Rohan tienen un significado! El Entaguas y la Frontera de los Ents (pues es así como llaman al Bosque)] [504]
Encima de Frontera de los Ents está escrito Bosque de los Ents. Estos comentarios sobre los nombres que contienen Ent fueron metidos entre corchetes para ser rechazados en el acto, ya que el texto continúa: «sobre los habitantes de los bosques profundos y los gigantes Pastores de Arboles», como en DT. En uno de los muchos borradores para las palabras de Legolas en este punto, dice: «Creía que [Fangorn] era el nombre del Bosque. Ahora que lo pienso, un nombre extraño para un bosque».
Las palabras «es la cosa viva más vieja que todavía camina bajo el sol en esta Tierra Media» aparecen en el borrador, escritas así, sin ningún titubeo. Sobre haber visto a Bárbol en los bosques, Gandalf dice:
—… Lo vi hace tres días en el bosque; y no dudo de que él me vio, pues poco escapa a los ojos de Bárbol [escrito al margen: y él me vio, pronunció mi nombre]; pero yo no hablé, pues tenía mucho en que pensar, ya que entonces no sabía que Merry y Pippin habían sido apresados.
En la copia en limpio se alcanza el texto de DT. En el borrador dice que «está por ocurrir algo que no se ha visto desde que los Elfos despertaron»; en la copia en limpio esto se convierte en «desde que los Elfos despertaron por primera vez», cambiado por «desde que los Elfos nacieron» («desde los Días Antiguos», DT, p. 134). Pero cuando Legolas pregunta «¿Qué va a pasar?», Gandalf contesta: «No lo sé. Puede que ahora Merry y Pippin ya lo sepan; pero yo no».
A sus palabras a Aragorn, en las que lo insta a no lamentar su elección «en el valle de Sarn Gebir», añade (tanto en el borrador como en la copia en limpio):
—… También te digo que tu venida a Minas Tirith ahora será muy distinta de lo que habría sido si hubieras ido solo para informar que Boromir, hijo del Señor Denethor, había caído, mientras tú seguías con vida…
En el texto del borrador le dice a Aragorn que ahora ha de ir a Winseld, cambiado por Eodoras (véase p. 470): «La luz de Tizón ahora ha de descubrirse. Hay guerra en Rohan y están en apuros en el Oeste, mientras la gran [?crecida] de la guerra viene desde el Este». En la copia en limpio esto se convierte en: «Hay guerra en Rohan y marcha mal para los amos de los caballos»: de modo que una vez más (véase p. 469) no hay sugerencia alguna de Lengua de Serpiente (cf. DT, p. 135: «Hay guerra en Rohan, y un mal todavía peor; la desgracia amenaza a Théoden»). [505]
El desarrollo textual de la última parte de este capítulo y su relación con el comienzo del texto es complejo y dudoso, siendo el material del manuscrito muy difícil de interpretar, y yo no entraré en la cuestión con mucho detalle. Pero está claro que al menos la mitad de «El rey del castillo de oro» había sido escrita antes de que la conclusión de «El Caballero Blanco» se aproximara a la forma que tiene en Las Dos Torres; pues tal como se verá (p. 524), Aragorn le dice a Theoden en Eodoras que Gandalf no les contó «qué le sucedió en Moria».
No he logrado descifrar del todo cómo terminó mi padre «El Caballero Blanco» en esta etapa, pero parece probable que se detuviera en las palabras de Gandalf sobre el Balrog (DT, p. 136): «¡No lo nombres!»: «y durante un momento pareció que una nube de dolor le pasaba por la cara, y se quedó silencioso, y pareció viejo como la muerte». Entonces, habría comenzado un nuevo capítulo (XXVII) en «Gandalf se envolvió de nuevo en aquel viejo manto andrajoso. Descendieron rápidamente desde la cornisa…» (DT, p. 140).
No puedo decir en qué momento preciso mi padre decidió que Gandalf, de hecho, debería contar algo al menos de lo que le sucedió después de la caída desde el Puente de Khazad-dûm, pero debe de haber sido en el curso de la escritura de «El rey del castillo de oro». En lo que aparentemente es el primer borrador (pero escrito sobre un texto a lápiz borrado) de la historia de Gandalf en su huida de Moria,[552] los cuatro compañeros ya están cabalgando hacia el sur desde Fangorn cuando él la cuenta:
De camino, le preguntan a Gandalf cómo escapó. Él se niega a contar la historia completa… pero habla de cómo pasó a través del fuego (¿y el agua?) y llegó hasta el «fondo del mundo», y allí, finalmente, venció al Balrog, quien huyó. Gandalf subió por un camino secreto a la Torre de Durin en la cima de las montañas (? de Caradras). Allí libraron una batalla… aquéllos que la contemplaron desde lejos pensaron que era una tormenta de truenos con relámpagos. Cayó una gran lluvia. El Balrog fue destruido, y la torre se desmoronó y las piedras bloquearon la puerta del camino secreto. Gandalf quedó en la cima. El águila Gwaihir lo rescató. Entonces fue a Lothlórien. Galadriel lo vistió con ropas blancas antes de marcharse. Mientras Gandalf estuvo en la cima de la montaña vio muchas cosas… una visión de Mordor, etc.
Ésta es la primera aparición de la forma Gwaihir (aparentemente aquí escrito primero Gwaehir) en lugar de la anterior Gwaewar, que todavía era el nombre en la primera parte del capítulo. [506]
Hay un borrador muy primitivo e inconcluso para la forma final y el emplazamiento de la historia de Gandalf («Mucho tiempo caí, y él cayó conmigo…», DT, p. 136). Aquí Gandalf describe al Balrog, su fuego apagado, de esta manera: «era una criatura de barro, fuerte como una serpiente constrictora, lisa como el hielo, flexible como una correa, inquebrantable como el acero». De las «criaturas oscuras sin nombre» que roen el mundo «más abajo que las más profundas moradas de los Enanos», dice: «Sólo Sauron quizá las conozca, o alguien más viejo que él». Y después de sus palabras «pero nada diré que manche la luz del día», el texto continúa:
—… Poco sabía del abismo profundo que franquea el Puente de Durin.
—¿De verdad? —dijo Gimli—. Te lo podría haber dicho si hubiéramos tenido tiempo. Ninguna plomada ha encontrado jamás su fondo… ciertamente, jamás se recuperó ninguna de las que allí se lanzaron.[553]
La forma de la historia de Gandalf en DT casi se ha alcanzado en la «copia en limpio» del manuscrito, pero quedan algunas diferencias. Dice que aferrándose al talón del Balrog, «le clavé los dientes como un sabueso, y probé veneno»; y que la Torre de Durin estaba «tallada en la roca viva en la misma cumbre de la roja Caradras». Posteriormente, esto se cambió por «la roca viva [de] Zirakinbar,[554] la cumbre del Cuerno de Plata. Allí sobre Kelebras había una ventana solitaria en la nieve…». Sobre estas cuestiones, véanse pp. 205-206, notas 220, 223-224.
Gandalf no dice, como en DT (p. 138), «Desnudo fui enviado de vuelta, durante un tiempo, hasta que llevara a cabo mi tarea», sino, únicamente: «Desnudo regresé, y desnudo yací en la cima de la montaña».[555] Y sobre su llegada desde allí hasta Caras Galadon, llevado por Gwaihir, dice que «descubrí que os habíais ido hacía tres días», y que «me demoré allí en el largo tiempo que en aquella tierra cuenta por sólo una breve hora del mundo» («en el tiempo sin edad de aquellas tierras», DT): véanse pp. 430-431.
En este momento, los mensajes que llevaba de Galadriel a Aragorn y Legolas eran muy distintos:
Piedra de Elfo, Piedra de Elfo, portador de mi piedra verde, |
en el sur bajo la nieve una piedra verde verás. |
¡Mira bien, Piedra de Elfo! A la sombra del trono oscuro |
habrá llegado la hora que tanto tiempo has esperado. [507] |
Hojaverde, Hojaverde, portador del arco élfico, |
lejos del Bosque Negro crecen muchos árboles en la tierra. |
¡Cuándo hayas disparado tu última flecha, bajo extraños árboles caminarás! |
Sin embargo, el diálogo que sigue entre Gimli, Legolas y Gandalf es exactamente el mismo que en DT, p. 139. Sobre el significado de los versos dirigidos a Aragorn, véanse pp. 526-527.
Con la adición de la historia de Gandalf a este capítulo, lo que originalmente era el comienzo de «El rey del castillo de oro» (desde «Gandalf se envolvió otra vez en aquel viejo manto andrajoso», véase p. 505) se incorporó a «El Caballero Blanco», que ahora terminaba con las palabras de Gandalf: «No echéis mano a las armas, no pronunciéis palabras altaneras, os lo aconsejo a todos, hasta que lleguemos ante el sitial de Theoden» (DT, p. 144). La forma final de la historia de la partida de Fangorn, la llamada de los caballos, la gran cabalgata hacia el sur a través de las llanuras con la visión a la puesta del sol del humo que se elevaba a lo lejos en el Paso de Rohan, y la lejana vista de Eodoras al amanecer (DT, pp. 140-144, donde constituye el final de un capítulo y el comienzo del siguiente), se alcanzó casi hasta el último detalle en la copia en limpio del manuscrito.[556] Por esta época, mi padre había cambiado el final de «Los Jinetes de Rohan» (pp. 471-472) por la forma que tiene en DT, pp. 52-53 («Los caballos habían desaparecido, llevándose las estacas a la rastra»), y había cambiado el comienzo de «El Caballero Blanco» igualmente a su forma en DT, p. 117 («—¿Los oíste, Legolas? ¿Te parecieron unas bestias aterrorizadas?» «—No —dijo Legolas—. Los oí claramente. … yo hubiera pensado que eran bestias dominadas por alguna alegría repentina»).