XVIII
LA DISOLUCIÓN DE LA COMUNIDAD

[433]

En la última parte del capítulo original «XXI», el borrador inicial y la «copia en limpio» fueron un proceso ininterrumpido. Hasta el punto en el que Sam interviene en la discusión de la Compañía junto al río con «Perdón, pero no creo que ustedes entiendan del todo a mi amo» (CA p. 558), el borrador es muy primitivo, con pasajes separados escritos en trozos de papel y que no forman una narrativa consecutiva, mientras que la «copia en limpio» es en sí misma un conjunto de correcciones y reescritura en el acto de composición. Algunos pasajes le dieron a mi padre una gran dificultad y él experimentó con su ordenamiento y fraseología en muchas formas. Pero desde ese punto, y evidentemente hecho después de que la «copia en limpio» lo hubiera alcanzado, existe un claro borrador primario, en el que la historia tal como está en CA (pp. 558-563) «se escribió sola», sobre la base del boceto preliminar; y desde aquí en adelante, la copia en limpio se puede llamar adecuadamente con ese nombre. En este manuscrito el texto de CA se alcanzó de manera efectiva en toda su extensión, pero la división de «XXI» en dos, con un nuevo capítulo «XXII La Disolución de la Comunidad», no se realizó hasta después de que se hubiera completado el texto.

Al principio Trotter es «Piedra de Elfo», sin ser corregido, tanto en el borrador como en la copia en limpio (véase p. 422), pero pronto se convierte en «Trotter», y entonces se lo llama así en todo el texto.

El texto del borrador comienza:

Aquella noche bajaron a tierra y acamparon sobre un prado verde bajo las laderas [añadido: Amon Hen] de la colina occidental. Pusieron una guardia, pero no vieron ninguna señal de algún enemigo o espía. Si Gollum se las había ingeniado para seguirlos, continuaba siendo invisible.

—No creo que se atreva a cruzar las Puertas —dijo Piedra de Elfo—. Pero puede haber viajado lejos por encima de las colinas mientras nosotros nos vimos retrasados en Pensarn. Ya debe conocer bien la región, y adivinará sin dificultad nuestros [434] propósitos divididos.[487] Pues tenemos lo que fue de él durante mucho tiempo, y siempre lo atrae hacia nosotros. «Si giraron al oeste en Pensarn», dirá, «entonces durante un tiempo nada puedo hacer Tarde o temprano lo sabré, y entonces Gollum podrá encontrar un camino, incluso hasta los muros de Minas Tirith. Pero si no giraron al oeste no hay más que un solo final al camino del río: Tol Brandir y el Rauros, y la Escalera del Norte. Desde allí tendrán que ir al Oeste o al Este. Vigilaré el Este». Es muy probable que nos haya espiado con sus ojos malignos desde las playas orientales o desde algún puesto entre las colinas.

El día llegó como fuego y humo…

Da la impresión de que Amon Hen hubiera sido añadido de inmediato, y probablemente se trata de la primera aparición del nombre. Una adición al texto del borrador introduce la conversación nocturna entre Trotter y Frodo y el acto de desenfundar a Dardo para ver lo que mostraba la espada… una señal de que el ataque de los Orcos ya había entrado en la escena; pero aquí es Frodo quien siente «una sombra o amenaza», y es Frodo quien dice: «Tal como me lo temía. Los Orcos están cerca. Pero ¿cómo cruzaron el río? Nunca antes había oído que llegaran a esta región», con un tono autoritario más característico de Trotter. En la copia en limpio las conjeturas de Trotter acerca de las intenciones de Gollum se han perdido, y se consiguió el comienzo del capítulo «La Disolución de la Comunidad» de CA, excepto que el prado verde bajo el Amon Hen fue llamado Kelufain, cambiado posteriormente por Calenbel.[488]

La descripción de Tol Brandir tal como Frodo la vio por la mañana, ya en el borrador primario muy próximo a la forma final (CA, p. 547), con sus flancos que subían abruptamente del agua (donde «no se veía ningún sitio para desembarcar»), muestra que la idea de su inaccesibilidad estaba presente (véase p. 420). La conversación antes de que Frodo se marchara solo de la Compañía se consiguió en el acto casi en su totalidad, pero en la copia en limpio Trotter dice: «Mi propio corazón desea ir a Minas-Tirith, pero eso es para mí y alejado de tu Misión», siendo rechazado con toda probabilidad de inmediato; y en los dos textos, con palabras muy similares, dice: «Muy bien, Frodo, hijo de Drogo. Estarás solo. Pero no dejes que tus pensamientos sean demasiado sombríos. Pues después de que hayas elegido, ya no estarás solo. Si decides ir a las puertas de Baraddur, yo no te dejaré; y creo que hay otros que piensan lo mismo». En la copia en limpio, a esto Frodo replicó: «Lo sé, y no ayuda a mi elección [> no me ayuda en nada]». El borrador primario continúa: [435]

Los otros se quedaron atrás, en la playa, pero Frodo se incorporó y se alejó. Sam observó a su amo con gran preocupación. Luego, la Compañía volvió a discutir qué podía hacer para ayudar a la Misión, perdida como parecía [tachado: y si era sabio intentar terminarla rápidamente o retrasarla]. Boromir habló con energía, sin dejar de insistir en las voluntades fuertes, en las armas, en los grandes planes que había trazado para las alianzas, y en las victorias futuras y en el derrocamiento de Mordor.[489]

Sam se escabulló sin ser visto.

—Si los orcos se encuentran cerca —musitó—, no pienso dejar al señor Frodo vagar por aquí solo. En su estado mental no vería ni a un elefante, o puede que se cayera por el borde de un precipicio.

Mientras tanto, Frodo, que iba sin rumbo, descubrió que sus pies lo habían llevado falda arriba de la colina.

La idea de que Sam dejó la Compañía en este punto fue evidentemente abandonada muy pronto.

El encuentro con Boromir en Amon Hen ahora fue desarrollado de la forma que había alcanzado en el boceto dado en las pp. 379-381, y con mucha dificultad se logró el texto de CA. Transcribo aquí todo lo que soy capaz de descifrar de la forma en la que mi padre primero escribió lo que Frodo vio cuando se asomó desde Amon Hen llevando el Anillo (para las breves sugerencias en los bocetos previos, véanse p. 381 y nota 427 y p. 428 nota 482): su escritura aquí se encuentra en el estado más difícil, siendo las marcas muy débiles y la pluma pareciendo flotar o deslizarse sobre el papel.

Miró hacia el norte, y el Río Grande se extendía como una cinta debajo de él, y las Montañas Nubladas eran pequeñas y sólidas como dientes rotos. Hacia el este miró, a las tierras anchas y desconocidas. Al oeste volvió los ojos y vio pequeños jinetes galopando como el viento sobre las verdes llanuras amplias, y más allá estaba la torre oscura de [Isengard >] Orthanc en el círculo de Isengard.

Miró hacia el sur … Ethir Anduin, el poderoso delta del Río Grande, y miríadas de pájaros marinos [como un polvo de motas blancas] revoloteando en círculos … como un polvo blanco, y bajo ellas un mar verde y plateado ondeando en líneas interminables. [436]

Pero adonde mirara veía signos de guerra. Las Montañas Nubladas eran como hormigueros a sus ojos: los orcos [? salían] de innumerables [? madrigueras]. Bajo las ramas del Bosque Negro se libraba una lucha enconada. La tierra de los Beörnidas estaba en llamas. Una nube flotaba sobre el Valle del Arroyo Sombrío / puertas de Moria. El humo se elevaba sobre las fronteras de Lórien. [Dol Dúghul] Jinetes galopando frenéticamente sobre la hierba de Rohan, los lobos salían de Isengard. Desde los grises Puertos [o Puerto] en el sur marchaba una columna interminable de hombres armados. Desde el salvaje Este los hombres avanzaban en interminables [? relucientes] de espada [? lanceros], arqueros a caballo; carros y vagones: pueblos enteros. Todo el poder del Señor Oscuro estaba en movimiento.

Entonces, volviéndose de nuevo hacia el sur, vio Minas Tirith. Lejana y hermosa era, con muros blancos, con muchas torres, alta sobre su montaña, fuerte bajo el sol: sus almenas refulgían con acero y sus torretas resplandecían con muchos estandartes . . . . . . . estaba Minas Morgul. . . . . . . sus oscuros muros tallados con . . . . . . . formas, su gran torre como un diente, sus banderas negras, sus puertas como bocas malignas, y hacia el este la Sombra de la Muerte, las desesperadas [? puertas] de Gorgoroth. Entonces vio el . . . . . . . Monte [del Destino >] Dûm: la Colina de Fuego y. . . . . . . Baraddur.

De pronto detuvo la vista. La [? niebla se despejó] y gritó de miedo. Había un ojo en Baraddur. No dormía. Y de pronto había adquirido conciencia de. . . . . . . Había un ansia [? voluntad] feroz … Saltó hacia él, casi como un dedo lo sintió [? sintiendo] que lo buscaba. En un minuto lo localizaría, sabría exactamente [? hasta el centímetro] dónde estaba. Tocó Amon Lhaw, buscó en Tol Brandir… Saltó de donde estaba sentado, [?acuclillándose, cubriéndose] la cabeza con la capucha gris. Estaba gritando, pero si decía Nunca me atrapará, nunca, o En verdad que voy, voy hacia ti, no lo sabía. [? Probablemente] las dos cosas.

Entonces, como un relámpago venido de algún otro punto de poder surgió … otro pensamiento. Sácatelo. Sácatelo ¡Tonto! Sácatelo. Los dos poderes lucharon en él: durante un instante en equilibrio entre sus … puntos se retorció. De súbito tuvo conciencia de sí mismo. [437]

En el manuscrito completo que siguió al borrador, con muchas más correcciones y experimentaciones de frases a medida que escribía, mi madre alcanzó la forma final; pero la descripción inicial de Frodo en el sitial (para la cual no existe un borrador anterior) en este manuscrito es de mucho interés. Tal como se escribió primero, con bastantes correcciones en el proceso, el pasaje se lee:

Al principio poco pudo ver: parecía como si estuviera en un mundo de nieblas, donde sólo había sombras. Tenía puesto el Anillo. [Entonces la virtud (escrito arriba: poder) de Amon Hen funcionó sobre él]. Luego, aquí y allá, la niebla fue levantándose y vio muchas escenas: visiones pequeñas y claras como si las tuviera ante los ojos sobre una mesa, y sin embargo remotas: el mundo parecía haber encogido. [Añadido: No había sonidos, sólo imágenes brillantes que se movían y cambiaban.][490] Miró hacia el Sur y vio bajo sus mismos pies el Río Grande rodar como una ola, cayendo por los saltos del Rauros a un abismo de espumas: los vapores se elevaron como humo y cayeron como lluvia iluminados por un arco iris centelleante de muchos colores. Más lejanas aún, más allá de las rugientes corrientes, había ciénagas y montañas negras, muchas corrientes que serpenteaban como cintas brillantes. Entonces la visión cambió: a sus pies sólo había agua, una llanura ancha y ondeante de plata, y un murmullo interminable de olas distantes sobre una playa que no podía ver.

Miró hacia el Oeste y vio jinetes que galopaban como el viento: sus

Su ojo vagó más allá de los saltos, aquí cruzando ciénagas llenas de cañas, allá marcando las cintas serpenteantes de veloces corrientes que saltaban desde pequeñas y duras mo(ntañas) negras.

En este punto mi padre rechazó todo el pasaje desde las palabras «Entonces la virtud (poder) de Amon Hen funcionó sobre él» y empezó de nuevo:

Al principio poco pudo ver: parecía estar en un mundo de nieblas donde sólo había sombras. Tenía puesto el Anillo. [Tachado en el acto: Pero ahora también estaba sentado en el sitial de la Vista que habían hecho los Hombres de Númenor.] Luego, aquí y allá, la niebla se levantó y vio muchas escenas… [438]

Entonces, el texto nuevo alcanza la forma de CA (pp. 553-554); Frodo está sentado en «el sitial de la Vista, sobre el Amon Hen, la Colina del Ojo de los Hombres de Númenor».

Frodo «parecía como si estuviera en un mundo de nieblas, donde sólo había sombras. Tenía puesto el Anillo. Entonces el poder de Amon Hen funcionó sobre él»: y la niebla empezó a levantarse. Aún más clara es la etapa siguiente de revisión: «… Tenía puesto el Anillo. Pero también ahora estaba sentado en el sitial de la Vista que habían hecho los Hombres de Númenor. Luego, aquí y allá, la niebla se levantó…». Sólo parece posible una interpretación: el uso del Anillo inhibía su visión… se hallaba en un mundo de nieblas y sombras; pero, no obstante, estaba sentado en el sitial de la Vista en la Colina del Ojo, y «el poder de Amon Hen funcionó sobre él». Por otro lado, en el último boceto escrito antes de que se alcanzara este punto en la narrativa, la idea del «Sitial de la Vista» no había surgido (p. 381): Frodo «estaba de pie sobre piedras» en las Colinas de Piedra cuando Boromir intentó quitarle el Anillo. Ahí se dice que desde ese lugar se podía vislumbrar la cadena de las Montañas de la Sombra «como una mancha gris, y detrás una nube vaga iluminada ocasionalmente por debajo por un resplandor irregular»; pero cuando Frodo se puso el Anillo «no vio nada a su alrededor salvo una niebla gris e informe, y a lo lejos (sin embargo negras, claras y duras) las Montañas de Mordor: el fuego parecía muy rojo». En su origen, entonces, la peculiar claridad de la visión de Frodo en esta ocasión derivaba únicamente de llevar puesto el Anillo. Esta cuestión se discute más en la p. 445.

Cuando Frodo bajó de la cima de Amon Hen, y volviendo a ponerse el Anillo «desapareció y descendió por la colina, leve como el roce del viento», el borrador primario continúa: «el poder del Anillo sobre él había sido renovado; y quizás ayudó su elección, atrayéndolo a Mordor, atrayéndolo hacia la Sombra, solo».

Existe un boceto primitivo para la última parte del capítulo, donde la historia pasa de Frodo a la Compañía, sentada donde él la dejara junto al río. Esto fue escrito débilmente a lápiz, y luego se marcó a tinta.

Frodo no regresa en una hora. Ésta se convierte en dos y el sol se encuentra en el mediodía. Trotter se pone ansioso. Vio a Boromir marcharse y regresar.

—¿Has visto a Frodo?

—No —dijo Boromir, mintiendo con una verdad a medias—. Lo busqué y no pude verlo. [Añadido: ? —Sí —dijo Boromir—, pero se alejó corriendo de mí y no pude encontrarlo.] [439]

Trotter decide que deben buscarlo y se culpa por dejar que Frodo se fuera solo. Boromir regresa?

Gran agitación, y antes de que Trotter pueda controlarlos, todos salen corriendo hacia el bosque. Trotter manda a Boromir tras Merry y Pippin. El corre a la Colina de Amon Hen seguido de Sam. Pero de pronto Sam se detiene y se palmea la cabeza.

—Eres un tonto, Sam Gamyi. Bien sabes lo que había en la mente del señor Frodo. Él sabía que tenía que ir al Este… adonde pensaba ir Gandalf. Pero tenía miedo, y más aún de llevar a alguien con él. . . . . . . Se ha marchado, esto es. . . . y. . . . bote.[491]

Sam se lanzó sendero abajo. El terreno-campamento verde estaba vacío. Mientras lo atravesaba a la carrera se quedó boquiabierto. Un bote bajaba rechinando por los guijarros… en apariencia por propia voluntad se deslizó al agua. Empezó a alejarse flotando. Dando un grito, Sam corrió a la orilla y saltó hacia la embarcación. Falló por una yarda y cayó en el agua profunda. Se hundió gorgoteando.

Conversación de Sam y Frodo. Se van juntos.

En esta etapa, la intención de mi padre no era terminar el capítulo aquí, y este boceto continúa hasta entrar en la historia de lo que pasó a ser el primer capítulo de Las Dos Torres, III. i «La Partida de Boromir»; pero yo postergo el resto hasta el capítulo siguiente de este libro.

La discusión de los miembros de la Compañía durante la ausencia de Frodo requirió un borrador tras otro,[492] y aunque el contenido real de lo que se dijo no difiere mucho de la forma en CA (pp. 556-559), al principio fue dada en parte a diferentes oradores (así, en la forma primera es Trotter quien recalca, como lo hace Gimli en CA, que ningún miembro de la Compañía, excepto Frodo, tenía ninguna obligación).

De manera notable, en estos borradores aparecen las frases encontradas en CA: «el Señor Denethor y todos sus hombres no podrían conseguir lo que no está al alcance de los poderes de Elrond», y «Boromir volverá a Minas Tirith donde su padre y la gente lo necesitan». Aquí es donde apareció por primera vez el nombre Denethor, con sólo el más leve titubeo inicial: mi padre escribió una B, o quizá una R; luego Denethor.[493] Está claro que Boromir era el hijo de Denethor, y resulta explícito en el borrador que se da al comienzo del siguiente capítulo; [440] en cualquier caso, mucho antes se lo nombró como el hijo del Rey de Ond (RS 509).

Como he dicho, desde el punto en el que Sam intervino en la discusión, virtualmente se consiguió la conclusión de La Comunidad del Anillo en su primer borrador y con muy pocos titubeos, y sólo hay dos cuestiones que señalar. Una concierne al regreso de Boromir a la Compañía, donde al principio contestó a la pregunta de Trotter de manera muy diferente (cf. el borrador en la p. 438):

—¿No ha vuelto entonces? —preguntó a su vez Boromir.

—No.

—Qué extraño. A decir verdad, me sentí inquieto por él y fui a buscarlo.

—¿Lo encontraste?

Boromir titubeó un instante.

—No pude verlo —contestó, con una verdad a medias—. Lo llamé y no vino.

—¿Hace cuánto tiempo de eso?

—Una hora tal vez. Quizá más: desde entonces estuve caminando. ¡No sé! ¡No sé!

Se llevó las manos a la cabeza y no volvió a hablar.

Trotter se lo quedó mirando con curiosidad.

Esto se rechazó en el acto y fue sustituido por lo aparece en CA. El otro pasaje es el que describe el descenso de Sam a toda velocidad por la falda del Amon Hen:

Llegó hasta el borde del claro donde estaba el campamento,[494] donde los botes estaban fuera del agua. No había nadie. De los bosques de atrás parecían venir gritos y llamadas de cuernos, pero no les prestó atención.

Antes de que esto se escribiera, mi padre ya había bosquejado, en la continuación del boceto del que yo he dado la primera parte en la p. 439, la historia del ataque Orco y de la muerte de Boromir (p. 442). Ahora ya había abandonado elementos importantes en su visión anterior del curso de la historia después de la desintegración de la Compañía: el viaje de Merry y Pippin Entaguas arriba, y los tratos malignos de Boromir en Ondor (pp. 247-248, 385). Hasta donde llegan los registros escritos, fue sólo en este momento que percibió que Boromir jamás volvería a Minas Tirith.