XVII
EL RÍO GRANDE

[409]

Se ha visto (pp. 378, 385) que habiendo escrito un boceto de la historia desde la partida de Lórien hasta la «Dispersión de la Compañía» en «Tollernen», mi padre decidió que el primer elemento en el boceto, «La Compañía parte de la Lengua», debería, de hecho, formar la conclusión al capítulo XX («Adiós a Lórien»), y el XXI debería continuar con «Son atacados con flechas».

Como he mencionado (p. 333), el borrador original para la última sección de «Adiós a Lórien» (es decir «La Compañía parte de la Lengua») fue escrito a tinta con una letra clara y pocos titubeos. Esa sección de borrador termina con las palabras «Fin del Cap. XX», mostrando que la distribución de capítulos recién mencionada ya había sido planeada. La característica tinta clara usada en esta sección también fue empleada para el texto «La historia prevista desde Moria» y para la primera parte del nuevo capítulo XXI: los tres textos poseen un fuerte parecido general, y es evidente que fueron escritos al mismo tiempo.

El borrador de la última sección de «Adiós a Lórien» termina en mitad de una página, y es seguido por el «XXI: La Dispersión de la Compañía»; en esta etapa mi padre dio por sentado que la narrativa bosquejada en las pp. 378-383, 384 (es decir, excluyendo la historia del rastreo de Sam de Frodo) constituiría un solo capítulo. Para el viaje Río abajo a «Tollernen» no había plasmado en cuestión de acontecimientos nada más que «Son atacados con flechas». Transcribo ahora el inicio del borrador del nuevo capítulo tal como primero fue escrito.[464]

Sam lo despertó. Estaba tendido en un lecho de mantas y pieles bajo unos árboles altos de troncos grises cerca de la orilla del río. El gris del alba asomaba apenas entre las ramas desnudas. Gimli estaba cerca, ocupado con un pequeño fuego. Partieron otra vez antes de que aclarara del todo. No porque la Compañía tuviera prisa en llegar al sur: estaban contentos de que la decisión que deberían tomar cuando llegaran al Rauros y a la Isla de Eregon[465] se encontrara aún a unos días de distancia, y menos deseos tenían todavía de correr hacia los peligros que [410] les esperaban más allá, cualquiera fuese el curso que tomaran pero Trotter sentía que había urgencia y que, lo desearan o no, debían apresurarse en avanzar.

A medida que pasaba el segundo día de su viaje, las tierras fueron cambiando poco a poco: los árboles ralearon hasta desaparecer del todo: sobre la orilla oriental, a su izquierda, unas lomas alargadas se estiraban, subiendo y alejándose hacia el cielo; parecían resecas como si un fuego hubiese pasado sobre ellas, sin dejar con vida una sola hoja verde; era una región hostil donde no había siquiera un árbol marchito o una piedra desnuda que aliviaran aquel vacío. Habían llegado a las Tierras Pardas, la Planicie Marchita que se extiende en una región vasta entre Dol Dúghul en el Bosque Negro del Sur y las colinas de Sarn Gebir: no sabían qué pestilencia de guerra o qué mala acción del Señor de Mordor había devastado de ese modo toda la región.[466] Sobre la orilla occidental, a su derecha, la tierra estaba sin árboles y llana, pero era verde: había florestas de juncos, tan altos que ocultaban la vista a medida que los botes pequeños pasaban rozando aquellas márgenes oscilantes: los plumajes sombríos y resecos se inclinaban y alzaban con un susurro blando y triste en el leve aire fresco. De cuando en cuando, en espacios abiertos, podían ver a través de los anchos terrenos ondulados unas colinas lejanas, o sobre el horizonte una línea oscura apenas visible: las estribaciones meridionales de las Montañas Nubladas.

—Estáis mirando las grandes llanuras de Rohan, la Marca de los Jinetes, tierra de los Amos de los Caballos —dijo Trotter—, pero en estos días nefastos la gente no habita cerca del río ni cabalga a menudo hasta la orilla. El Anduin es ancho, y sin embargo los orcos pueden disparar sus flechas por encima de la corriente.

Los hobbits miraron de una a otra orilla, intranquilos. Si antes los árboles habían parecido hostiles, como si albergaran peligros secretos, ahora se sentían demasiado expuestos: navegando en botes abiertos entre tierras que no ofrecían ningún abrigo, en un río que era una frontera de guerra. A medida que continuaron, la sensación de inseguridad se incrementó. El río se ensanchó y se hizo poco profundo: unas largas y desnudas playas pedregosas se extendieron al este, había bancos de arena [411] en el agua, y tuvieron que ir con cuidado. Las Tierras Pardas se elevaron en planicies desiertas, sobre las que soplaba un viento helado del este. En el otro lado los prados se habían convertido en terrenos quebrados de hierba gris, una región de matas y zarzas. Se estremecieron recordando los prados y fuentes, el sol claro y las lluvias suaves de Lothlórien: entre ellos no hubo mucha conversación y ninguna risa. Cada uno estaba ensimismado con sus propios pensamientos. Sam estaba convencido desde hacía tiempo que aunque las barcas no eran quizá tan peligrosas como le habían hecho creer, eran mucho más incómodas. Se sentía agarrotado y descorazonado, no teniendo nada que hacer excepto clavar los ojos en los paisajes invernales que se arrastraban a lo largo de las orillas y en el agua gris oscura, pues la Compañía usaba las palas principalmente para la conducción y, en cualquier caso, no le habrían confiado ninguna. Merry y Pippin en el bote del centro no se sentían tranquilos. [Añadido y luego tachado: Merry se encontraba en la popa, de cara a Sam y llevando el timón.] Boromir estaba murmurando entre dientes, a veces mordiéndose las uñas como consumido por alguna duda o inquietud. A menudo Pippin, que iba sentado en la proa mirando hacia atrás, veía una luz rara en sus ojos cuando escudriñaba hacia adelante, observando el bote de enfrente en el que iba Frodo.

Así pasó el tiempo hasta el término del sexto [> séptimo] día. Las orillas seguían desnudas, pero a ambos lados en las cuestas que había encima de ellos se veían unos arbustos dispersos; por detrás y más al sur se podían vislumbrar lomas con abetos retorcidos: se acercaban al país gris y montañoso de Sarn-Gebir: la frontera sur de las Tierras Ásperas, más allá de la cual estaba la Tierra de Nadie y las hediondas ciénagas que se extienden durante muchas leguas ante los pasos de Mordor. Alto en el cielo había bandadas de pájaros oscuros. Trotter los miró con inquietud.

—Me temo que hemos sido demasiado lentos y temerarios —dijo—. Quizá hemos avanzado demasiado por el día, y antes de llegar aquí deberíamos haber viajado entre el crepúsculo y el amanecer y ocultarnos durante el día.

Frenó su bote con la pala, y cuando los otros llegaron hasta él, les habló, aconsejándoles que deberían avanzar en la noche [412] y postergar el descanso hasta que el amanecer se encontrara próximo.

—Y si recorremos otras dos o tres leguas —dijo—, llegaremos si mis recuerdos no se equivocan, a Sarn Gebir, donde el río empieza a correr en canales profundos: tal vez allí encontremos un mejor refugio y más reserva.

El crepúsculo ya los rodeaba. En cualquier caso, los hobbits habían estado esperando poder calentarse los pies fríos con el fuego de una hoguera y tener la sensación de tierra sólida bajo ellos. Pero no parecía haber ningún lugar en aquel país desierto que los invitara a detenerse; y una somnolencia los dominaba ahora, abotargando el pensamiento. No contestaron, ni sí ni no. Trotter hundió la pala en el agua y volvió a conducirlos. [Añadido: Las estrellas salieron en lo alto. El cielo [estaba] despejado y frío. Casi era de noche cuando][467] Justo delante se alzaban unas rocas en medio de la corriente, más cerca de la orilla occidental. Al este había un canal más ancho, y hacia allí se dirigieron: pero no encontraron ninguna corriente rápida. En la oscuridad podían ver una espuma pálida y el agua que rompía contra las rocas a mano derecha.

—Éste es un mal momento del día para cruzar un tramo tan peligroso —dijo Boromir—. Eh, Trotter —gritó, ahuecando las manos en torno a la boca y llamando por encima del ruido de las aguas al bote que iba delante… ya estaba demasiado oscuro para ver si se encontraba lejos o cerca—. ¡Eh! —llamó—. ¡No podemos ir por aquí esta noche!

—Es verdad —dijo Trotter, y vieron que había virado su bote y regresado sin que le vieran hasta situarse casi junto a ellos—. No sabía que habíamos llegado tan lejos: el Anduin fluye más deprisa de lo que yo pensaba. Los rápidos de Pensarn[468] están delante. No son muy extensos ni fuertes; sin embargo, sí demasiado peligrosos para aventurarse en la oscuridad para aquéllos que sólo conocen un poco el Río Grande o de oídas. Mirad —dijo—, la corriente nos ha lanzado a la derecha, hacia la orilla del este: en poco tiempo estaremos en los bajíos. Giremos y vayamos a la orilla occidental, por encima de las rocas.

Incluso mientras hablaba se oyó un ruido seco, y las flechas silbaron por encima de sus cabezas y entre ellos. Una alcanzó a Frodo entre los hombros, pero rebotó y cayó, frustrada por la [413] cota de malla oculta; otra pasó entre el pelo de Trotter; y una tercera se clavó en la borda del bote del centro, cerca de la Sano de Merry.

—¡A la orilla occidental! —gritaron Boromir y Trotter al unísono.

Todos se doblaron hacia adelante trabajando con las palas… hasta Sam echó una mano, pero no era tan fácil. La corriente era fuerte. En cualquier momento esperaban sentir la mordedura de las flechas oreas con plumas negras. Pero la noche ya era muy oscura, oscura incluso para los penetrantes ojos nocturnos de los trasgos; no dudaron que los trasgos debían estar en la orilla. Cuando llegaron al medio de la corriente hasta donde fueron capaces de juzgar, y fuera de los remolinos de agua que corrían en dirección al estrecho canal, Legolas dejó la pala y, tomando el arco que había traído de Lórien, se volvió a mirar en la oscuridad. Del otro lado venían unos gritos agudos; pero no pudo ver nada. El enemigo ahora disparaba a ciegas y pocas flechas cayeron cerca de los botes: se había tornado muy oscuro: ni siquiera había un resplandor gris en la superficie del río, sólo aquí y allá el destello roto del reflejo de una estrella vaga.

Mientras miraba hacia la lejana oscuridad del este, las nubes se abrieron y la forma blanca de la luna nueva apareció subiendo despacio por el cielo; [pero su débil luz poco hizo para iluminar la orilla del otro lado].[469] Sam alzó la vista maravillado.[470] Al hacerlo, una forma oscura, parecida a una nube, pero que no era una nube, baja y ominosa, durante un momento apagó el delgado semicírculo y se abrió camino aleteando hacia ellos, hasta que apareció como una gran forma alada y negra contra el cielo oscuro.[471] Unas voces feroces le dieron la bienvenida desde el otro lado del río. Frodo sintió un escalofrío repentino alrededor del corazón, y un frío como el recuerdo de una vieja herida en el hombro: se agachó en el bote.

De pronto el gran arco de Legolas cantó. Oyó el silbido/ gemido de una flecha. Alzó los ojos. La forma alada se desvió bruscamente: se oyó un grito, un graznido ronco y pareció caer, desvaneciéndose en la oscuridad de la orilla oriental; el cielo Pareció claro otra vez. Oyeron un tumulto como de muchas voces que murmuraban y se quejaban [escrito arriba: maldiciendo], y luego el silencio. Ninguna flecha más llegó hasta ellos. [414]

—¡Alabados sean el arco de Galadriel y el ojo agudo de Legolas! —dijo Gimli—. Ése fue un buen tiro en la oscuridad.

—Pero ¿quién puede decir qué blanco fue ése? —comentó Boromir.

—Yo no —dijo Gimli—. Sin embargo, esa forma me gustaba tan poco como la sombra del Balrog de Moria.

—No era un Balrog —dijo Frodo, todavía temblando—. Creo que era… —No terminó la frase.

—¿Qué crees? —preguntó Boromir con interés.

—No lo sé —respondió Frodo—. Fuera lo que fuese, su caída aterrorizó al enemigo.

—Así parece —comentó Trotter—. Sin embargo, no sabemos dónde están, ni cuántos son o qué será lo siguiente que hagan. ¡Esta noche debe ser de alerta!

Por fin los botes fueron llevados de nuevo a la orilla occidental. Allí atracaron cerca de tierra. Aquella noche no desembarcaron, sino que se quedaron en las barcas con las armas al alcance de la mano. Uno estaba sentado, alerta y vigilante, observando las dos riberas mientras el otro [? léase otros] dormitaba intranquilo.

Sam[472] volvió a mirar la luna, que ahora se deslizaba rápidamente hacia el horizonte.

—Es muy raro —murmuró somnoliento—. ¿La luna no cambia de curso en las Tierras Ásperas? Entonces estoy contando mal. Si lo recuerda, la luna vieja llegaba a su fin cuando descansamos aquella noche en la plataforma del árbol.[473] Bueno, ahora no puedo recordar cuánto tiempo nos quedamos en aquella región: ciertamente fueron tres noches, y me parece recordar bastantes más… pero estoy seguro de que no fue un mes. Y aquí estamos: a siete días de Lórien y he aquí que se aparece una Luna Nueva. Cualquiera pensaría que habíamos venido directos desde Nimrodel sin parar una noche o sin ver Caras Galadon. Parece raro.

—Y eso, Sam, es probablemente la verdad —dijo Trotter—. Bien estuviéramos en el pasado o en el futuro, o en un tiempo que no pasa, no puedo decirlo: pero no creo que hasta que el Cauce de Plata nos llevó de regreso al Anduin volvimos al tiempo que fluye por las tierras de los mortales hacia el Gran Mar. [415] Por lo menos, eso creo: pero quizás esté soñando y hablando tonterías. Sin embargo, ¿alguno de vosotros recuerda haber visto alguna luna en Lórien, vieja o nueva? Yo sólo recuerdo estrellas de noche y el sol de día.[474]

El texto, volviéndose irregular al final, va reduciéndose en notas a lápiz en su continuación:

Por la mañana, Trotter y Legolas parten en busca de un sendero. Permanecen escondidos entre las rocas todo el día y por la noche transportan dificultosamente los botes hasta el fin je los rápidos. (Oyen el sonido al pasar.) Ninguna señal en la otra orilla. Debajo, la corriente de los rápidos pronto volvió a estar tranquila y profunda… pero menos ancha. Avanzan sigilosamente a lo largo de la orilla occidental durante la noche. Entran en las hondonadas de Sarn Gebir. Bosque de pinos. Casi al amanecer del día 10 llegan a Eregon [luego > Tol Brandor o -ir] y oyen el rugido y la [? espuma] del Rauros. Isla inaccesible pico alto muchos pájaros.[475]

En el viaje Anduin abajo, en esta etapa la cronología difería por un día de la de CA, pues el ataque al comienzo de los rápidos tuvo lugar al final del séptimo día (p. 411), no en el octavo (CA pp. 533-534), y quedaban muchos detalles para ser cambiados o añadidos: en especial el incidente de Gollum, el «leño con ojos», estaba ausente. Esta historia fue escrita en una hoja separada mientras el borrador del capítulo aún se hallaba en marcha, y de inmediato alcanzó la forma final casi en todos sus puntos. Aquella noche algunos de la Compañía dormían en el islote y algunos en los botes; y después de que Frodo hubiera visto los ojos de Gollum y hubiera apoyado la mano sobre la empuñadura de Dardo, la historia continúa:

Inmediatamente se extinguieron [los ojos], y se oyó un suave chapoteo y una forma oscura se precipitó aguas abajo en la noche. No ocurrió nada más hasta que la primera luz grisácea del amanecer se asomó por el este. Trotter se despertó en el islote y bajó hasta los botes. Pero Frodo ahora sabía que Sam no se había engañado; y también que debía advertir a Trotter.

—Ah, ¿así que conoces a nuestro pequeño salteador de caminos?… [416]

El borrador primario desde el punto alcanzado (la discusión del Tiempo en Lórien) es muy primitivo, en parte garabateado tenuemente entre las líneas de la escritura de los manuscritos de prueba de los candidatos, y no es del todo completo y consecutivo. En este caso el manuscrito de la copia a limpio, siguiendo de inmediato el borrador primario, es el primer texto finalizado, y es de lo más conveniente pasar ahora a él.

En esta versión, el capítulo XXI llevaba una sucesión de títulos todos escritos a lápiz uno detrás del otro: «Hacia el Sur»; «La Compañía se dispersa»; «Sarn Gebir»; «Disolución de la Comunidad»; y, por último, «El Río Grande»… este último no tachado y, evidentemente surgiendo cuando mi padre hubo decidido que sus ideas originales para el XXI se habían expandido como para requerir dos capítulos para completar la narrativa. Como es habitual, en cuanto a expresión la copia a limpio avanza bastante hasta la forma de CA, aunque aún se introducirían una buena cantidad de cambios con respecto a la narrativa actual.

Al inicio original del capítulo (p. 409) mi padre hizo la siguiente alteración y adición en el manuscrito del borrador:

Sam lo despertó. Estaba tendido en un lecho de mantas y pieles bajo unos árboles altos de troncos grises cerca de la orilla del Río Grande, en un rincón tranquilo del bosque, donde una corriente pequeña (el Limclaro) fluía desde las montañas occidentales.

Ésta es la primera mención del Limclaro en los textos. En la copia en limpio el capítulo empieza:

Frodo fue despertado por Sam. Vio que estaba tendido, bien arropado, bajo unos árboles altos de corteza gris en un rincón tranquilo del bosque. [A su lado fluía una corriente procedente de las lejanas montañas occidentales y se unía con el Río Grande cerca de su campamento] en la margen occidental del Río Grande, el Anduin.

La frase que yo he puesto entre corchetes fue tachada tan pronto se escribió. Que su primer campamento de noche en su viaje Río abajo se hallaba junto a la afluencia del Limclaro concuerda con los mapas IVB y IVC (p. 371), donde el Limclaro, mostrado aquí por primera vez, se une con el Anduin no muy al sur del Cauce de Plata (véase Mapa II, [417] casilla M 12); en el mapa IVD la confluencia se encuentra mucho más al sur (p. 373).

Donde el borrador dice «Rauros y la Isla de Eregon» (p. 409), el nuevo texto dice «Rauros y la Isla» (cambiado posteriormente por «la Isla de Escarpa», como en CA). Aparece la política de Trotter de dejarlos ir a la deriva con la corriente tal como desean; pero la cronología aquí sigue siendo igual que la del borrador: «No obstante, no vieron señal de ningún[476] enemigo aquel día. Las horas grises y monótonas pasaron sin que ocurriera nada. A medida que este segundo día de su viaje transcurría, las tierras cambiaron poco a poco…». La «Planicie Marchita» del borrador se convierte en «las planicies marchitas» (y luego fue tachado). El vuelo de los cisnes negros todavía sigue ausente.

Trotter ahora habla de la latitud y del clima, de la Bahía de Belfalas y de su distancia de la Comarca… pero aquí primero dijo: «No creo que estéis a mucho más de sesenta leguas al sur del Vado Sara en el extremo sur de vuestra Comarca», cambiándose en el acto a la lectura de CA; y dice que «antes de que pase mucho tiempo llegaremos a la desembocadura del Limclaro» (véase arriba),[477] definiendo el Limclaro, igual que en CA, como la frontera norte de Rohan. Pero aquí dice «todo lo que se extiende entre el Limclaro y el Entaguas perteneció en otro tiempo a los Amos de los Caballos» (CA: «todo lo que se extiende entre el Limclaro y las Montañas Blancas perteneció en otro tiempo a los Rohirrim»).

En la siguiente parte del capítulo (después del episodio de Gollum en el río), la historia avanza a la forma de CA, pero aún era al final del séptimo día del viaje, no del octavo, cuando llegan a los rápidos, y en este punto no se hace mención del clima, o de la Luna Nueva, que en CA (p. 532) fue vista por primera vez la séptima noche. Aunque los acantilados invadidos de pájaros y las bandadas que revolotean en lo alto son descritos con las mismas palabras que en CA (p. 532), no se hace mención del águila que se ve a lo lejos en el cielo del norte. Siguiendo la mención de los pájaros, la nueva historia continúa así:

Trotter había estado mirándolos a menudo con dudas, preguntándose si Gollum había planeado algún mal. Pero ahora reinaba la oscuridad: el Este estaba nublado, pero en el Oeste brillaban muchas estrellas.

Después de haber estado remando durante casi una hora, Trotter le dijo a Sam que se adelantara en el bote y que mantuviera un ojo avizor.

—Pronto llegaremos a las puertas de Sarn-Gebir —dijo—, y, [418] si recuerdo bien, allí el río es difícil y peligroso. Corre en canales profundos y rápidos bajo acantilados que sobresalen, y hay muchas rocas en la corriente. Pero yo no conozco estos trechos pues jamás he viajado antes por agua en estas partes. Si podemos, debemos detenernos pronto esta noche y continuar a la luz del día.

Casi era la medianoche, y habían estado yendo a la deriva durante un rato, descansando después de remar mucho, cuando de pronto Sam gritó.

Después de la reconvención gritada de Boromir («¡Éste es un mal momento del día para cruzar los rápidos!»), Trotter, esforzándose por virar el bote y hacerlo regresar, le dijo a Frodo: «He calculado mal. No sabía que habíamos llegado tan lejos. Debimos haber cruzado las puertas de Sarn-Gebir en la oscuridad. Los Rápidos de Pensarn tienen que estar justo delante» (las últimas dos frases fueron tachadas, probablemente de inmediato). Aquí no hay indicación de qué podrían ser «las puertas de Sarn-Gebir» (véase p. 420).

El ataque de los Orcos desde la orilla del este, y el esfuerzo por llevar de vuelta los botes a la orilla occidental, sigue el borrador bastante de cerca, con algunos detalles cambiados o añadidos: una flecha atravesó la capucha de Trotter, no su pelo; Frodo «se lanzó hacia adelante con un grito». El clima se ha cambiado de las oscuras afirmaciones del borrador (nota 469): las nubes en el este mencionadas antes ahora ya casi han cubierto todo el cielo, y así «era muy oscuro, oscuro incluso para los penetrantes ojos nocturnos de los trasgos» a medida que remaban de vuelta con los botes. Lo mismo se dice de la Luna Nueva «subiendo despacio por el cielo» en «una súbita ruptura en el manto de nubes lejos en el Este», como en el borrador (véase nota 470); aquí se ve «pasando por detrás de oscuras islas de nubes, hacia negros charcos de noche». En CA (p. 532) se había puesto horas antes.

Los comentarios de Sam acerca del Tiempo en Lothlórien siguen siendo casi exactamente iguales que en el borrador (p. 414), lo mismo que la contestación de Trotter (en CA dada a Frodo), excepto que ahora dice (como Frodo en CA): «Es posible que en ese país hayamos estado en un tiempo que era ya el pasado en otros sitios». Entonces Frodo habla:

—El poder de la Dama estaba sobre nosotros —dijo Frodo—. En Lothlórien hay días y noches y estaciones; pero mientras ella lleve el anillo, el mundo no envejece en su reino. [419]

—No tendrías que haber dicho eso —musitó Trotter, incorporándose a medias y mirando hacia los otros botes—, no fuera de Lórien, ni siquiera a mí.[478]

La mañana cálida y neblinosa que siguió a la noche del ataque y la discusión entre Aragorn y Boromir sobre el curso a tomar, fueron bosquejadas de manera primitiva en un borrador inicial, donde la conversación prosigue así:

—No entiendo por qué razón tenemos que cruzar los rápidos o seguir este maldito Río todavía más —dijo Boromir—. Si Pensarn está delante de nosotros, entonces podríamos abandonar estas cáscaras de nuez y marchar hacia el oeste, y así rodear el borde sur de Sarn-Gebir hasta llegar al Entaguas y pasar a mi propio país de Ondor.

—Podemos, si vamos a Minas Tirith —dijo Trotter—. Pero eso todavía no está decidido. Y aun así, ese curso quizá sea más peligroso de lo que parece. La tierra es llana y sin cobertura al sur y al este [léase, oeste] de Sarn-Gebir, y el [? primer] vado encima del Entaguas se encuentra muy al oeste.[479] Desde que el Enemigo se apoderó de… Osgiliath, esa tierra puede estar llena de enemigos: ¿qué sabemos de los acontecimientos recientes en Rohan o en Ondor?

—Pero aquí el Enemigo marcha a lo largo de la orilla oriental —dijo Boromir—. Y cuando llegues al Rauros, ¿qué harás? Entonces tendrías que regresar hacia aquí o cruzar las colinas de Gebir y desembocar en las ciénagas, y aún te quedaría por cruzar el Entaguas.

—Por lo menos el Río es un sendero que no se puede perder. En el valle del Entaguas la niebla es un peligro mortal. No abandonaré los botes hasta que nos veamos obligados —dijo Trotter—. Y se me ocurre que en algún sitio alto por encima de los Saltos quizá seamos capaces de ver alguna señal que nos oriente.

Que un «lugar alto» sería la escena de un momento decisivo en el desarrollo de la historia ya había sido concebido: la cima de la isla en el Río desde la que Frodo se asomó (pp. 378-379); pero nada sugiere en las palabras de Trotter de que este «lugar alto» fuese un puesto antiguo de los hombres de Ondor. [420]

En la copia en limpio del manuscrito, Boromir pone objeciones: «Pero el Enemigo tiene la orilla oriental. Y aunque cruces las puertas de Gebir y llegues sin ser molestado a Escarpa, ¿qué harás entonces? ¿Bajar de las colinas y desembarcar en las ciénagas?». Aquí, las «puertas de Gebir» son las posteriores Puertas de Argonath; así, las primeras referencias (pp. 417-418), donde Trotter sitúa las «puertas» ante los rápidos, ya habían sido rechazadas.

De la contestación de Trotter a la pregunta de escarnio de Boromir, hay tres formas: un texto de borrador a lápiz que parte desde este punto, y dos versiones en el manuscrito de la copia en limpio. La primera versión en el manuscrito tiene la réplica de Trotter:

—Di, más bien, bajar de las colinas al pie del Rauros y desde allí tomar los botes de nuevo, y esperar subir sin ser vistos por las desembocaduras del Entaguas… si vamos a Minas Tirith. ¿Eliges olvidar el antiguo sendero, Boromir, y el sitio alto en Tol-Brandir, que fue construido en los días de Valandil?[480] Yo, por lo menos, tengo decidido llegar a ese sitio alto antes de decidir mi curso. Quizás allí veamos una señal que nos oriente.

Esta versión de la respuesta de Trotter fue tachada, y el borrador a lápiz (que prosigue durante cierto tiempo) parece haber sido escrito en este punto. Comienza así:

—No —dijo Trotter—. ¿Eliges olvidar, Boromir, la Escalera del Norte y el sitio alto en Tol-Brandir, que fueron construidos en los días de Isildur? Yo, por lo menos, tengo decidido llegar a ese sitio alto antes de decidir mi curso. Quizás allí veamos una señal que nos oriente. Desde allí tal vez [podamos] bajar por el antiguo camino al pie del Rauros y entrar otra vez en el agua; y aquéllos que partan hacia Minas Tirith pueden subir sin ser vistos por las desembocaduras del Entaguas.

Por último, la segunda versión escrita en el manuscrito es como en CA (p. 539) > pero todavía con «en los días de Isildur» en vez de «en los días de los grandes reyes», y el sitio alto aún está en la isla… que aquí es Tol-Brandor en vez del Tol-Brandir de las versiones anteriores. Por lo tanto, la isla no era inaccesible; y esto es desconcertante, pues la inaccesibilidad de Tol-Brandir se encuentra tanto en el boceto dado en la p. 382 como en el material preliminar de borrador para el presente capítulo (p. 415). [421]

Las palabras de Trotter antes de que él y Legolas se adentren en la niebla en busca de un sendero adquieren esta forma (y son muy similares en el borrador):

—Los hombres de Ondor jamás abrieron un camino a lo largo de esta orilla: pues aun en los grandes días su reino no llegaba más allá de Sarn-Gebir, y el sitio alto en la Escarpa era su atalaya más al norte. Pero debe haber algún sendero, o los restos de uno; pues las embarcaciones ligeras solían partir de las Tierras Ásperas, Osgiliath abajo; y lo seguían haciendo hasta que Sauron regresó a Mordor.

—Pero ha regresado —dijo Boromir—, y si avanzas, es muy probable que te topes con algún peligro, encuentres o no un sendero.

La historia de la exploración llevada a cabo por Trotter y Legolas, su retorno, el transporte de los botes y el equipaje y la partida de la Compañía a la mañana siguiente, en la copia en limpio alcanza virtualmente el texto de CA, con Pensarn por Sarn Gebir como el nombre de los rápidos y las Puertas de Sarn-Gebir por las Puertas de Argonath. De una escritura difícil y trabajosa, la descripción original de los Pilares de los Reyes puede extraerse del borrador inicial, del cual proporciono lo siguiente como un ejemplo:

Los grandes pilares parecían elevarse como gigantes ante él a medida que el río lo arrastraba como un remolino a una hoja hacia ellos. Entonces vio que estaban tallados, o habían sido tallados hacía muchas eras, y que todavía mantenían a través de los soles y las lluvias de incontables años olvidados la apariencia que les había sido dada. Sobre unos grandes pedestales apoyados en el fondo de las aguas se levantaban dos grandes reyes de piedra, mirando a través de ojos velados hacia el norte. La mano izquierda de cada uno estaba alzada al lado de la cabeza, mostrando la palma en una ademán de [?advertencia] y negativa: en cada mano derecha había una espada. Sobre las cabezas llevaban una corona y un casco desmoronados. Aún había poder en estos silenciosos guardianes de un reino desaparecido hacía tiempo.

En la copia en limpio casi se alcanzó el texto de CA, aunque a través de muchas correcciones a medida que se iba escribiendo el manuscrito. [422]

Las palabras de Trotter mientras cruzaban la abertura («¡No temas!, dijo una voz extraña, detrás de él…») son exactamente como en CA (p. 544), excepto en dos aspectos notables: «En la popa venía sentado Piedra de Elfo, hijo de Yelmo de Elfo», una demostración decisiva de lo acertado del punto de vista (p. 325) de que Piedra de Elfo había reaparecido y suplantado a Ingold; y «A la sombra de estos señores Eldamir, hijo de Eldakar, hijo de Valandil, no tiene nada que temer».[481] Ciertamente, parece muy improbable que se refiera a algún otro Valandil y no al hijo de Isildur: sólo poco antes Valandil había sido mencionado en un borrador («en los días de Valandil», p. 420 y nota 480, donde el texto que sustituyó inmediatamente a éste tiene «en los días de Isildur»), y en el pasaje correspondiente al presente en CA Aragorn se llama a sí mismo «hijo de Arathorn, de la Casa de Valandil hijo de Isildur». Pero si este Valandil es el hijo de Isildur, entonces, en esta etapa, Trotter / Piedra de Elfo / Aragorn era el biznieto de Isildur; y, entonces, ¿qué hemos de pensar de los Pilares de los Reyes, tallados hacía muchas eras, que mantenían la apariencia a través de soles y lluvias de incontables años olvidados, silenciosos guardianes de un reino desaparecido hacía tiempo? ¿Cómo puede la sorpresa de Frodo en el Concilio de Elrond cuando Elrond recuerda la formación de la Última Alianza («Pero yo creía que la caída de Gilgalad ocurrió hace muchísimo tiempo», p. 131) reconciliarse con una cuestión de cuatro generaciones de Hombres mortales? Y Gandalf le había dicho a Frodo en Rivendel (p. 126 nota 102) que «es Aragorn hijo de Kelegorn que desciende a través de muchos padres de Isildur hijo de Elendil». De momento, en cualquier caso, no puedo proyectar ninguna luz sobre esto.[482]

Después de la descripción de los Pilares de los Reyes no hay más borradores iniciales, y el primer texto, o el más antiguo en existencia, es el manuscrito de la copia en limpio, en el cual se llega bastante de cerca a la conclusión del capítulo «El Río Grande» en CA. Trotter, así llamado a lo largo de todo el capítulo hasta que se convierte en «Piedra de Elfo hijo de Yelmo de Elfo» cuando cruzan los Pilares de los Reyes, es llamado «Piedra de Elfo» cuando señala hacia Tol Brandir en el extremo más alejado del lago (que no recibe nombre alguno): véanse pp. 433-434. Y después de «¡Mirad el Tol Brandir!», no dice más que «Antes que caiga la noche ya estaremos allí. Escucho la voz eterna del Rauros que nos llama». El viaje ha durado nueve días; en CA «El décimo día de viaje había terminado».

En la narración anterior he intentado distinguir la forma del manuscrito de la copia en limpio tal como mi padre lo escribió en un principio; pero el texto había sido muy trabajado, y la tarea de distinguir correcciones inmediatas de las posteriores no es posible sin un [423] examen detallado de los papeles originales. Este manuscrito, con sus correcciones y adiciones, de hecho alcanzó casi la forma del texto final; sin embargo, un objetivo de esta historia es el de tratar de determinar el modo y ritmo en el que toda la estructura cobró existencia. Como algunos errores son inevitables, yo he errado dando por hecho que una corrección, si era incierta, era «posterior» más que «inmediata»; no obstante, resulta claro que una buena parte del desarrollo tuvo lugar durante esta etapa de escritura. En particular, es evidente que toda la sección de la narrativa que va desde el final del episodio de Gollum hasta la huida de la Compañía de los rápidos, había sido reescrita antes de que mi padre llegara a «La Partida de Boromir», pues un boceto para el comienzo de ese capítulo (p. 444) menciona que Trotter ha visto un águila lejos del río «por encima de los rápidos de Sarn Ruin»,[483] y este elemento (ausente con anterioridad, p. 417) es inseparable de todo el conjunto de la revisión en este punto del presente capítulo.

Esta revisión fue llevada a cabo en trozos de papel insertados, uno de los cuales es un informe del comité de la Universidad de Oxford fechado el 10 de marzo de 1941. Por supuesto, este trozo sólo proporciona un terminus a quo, y únicamente demuestra que mi padre estaba revisando este capítulo en, o después de, marzo de 1941; mientras que un trozo similar, fechado el 19 de febrero de 1941, usado para un borrador inicial en un punto posterior en el capítulo XXI (es decir, en la parte que corresponde a «La disolución de la Comunidad» en CA) no demuestra nada más. Se puede argumentar que él no habría guardado tales informes de las reuniones del comité para usarlos mucho después, y que, por lo tanto, estas revisiones son de 1941, pero esto es demasiado débil para sostener cualquier opinión sobre las fechas externas. Para más datos, véase p. 443.

La siguiente versión del capítulo fue un manuscrito hecho por mí, probablemente después del 4 de agosto de 1942, la fecha que yo escribí al final de mi copia de «[El Espejo de] Galadriel» (p. 306). Creo que esta copia mía proporciona una prueba exacta del estado de este capítulo cuando mi padre pasó de él a nuevas regiones de la historia, y, por lo tanto, ahora me centraré en él, mencionando primero ciertos nombres (en la forma que yo los escribí, por supuesto, y antes de la posterior corrección realizada por mi padre).

Sarn-Gebir permanece en mi copia por el posterior Emyn Muil; las Puertas de Gebir o las Puertas de Sarn-Gebir por las (Puertas de) Argonath,[484] y Ondor por Gondor. Trotter sigue siendo Trotter, pues mi padre no lo había corregido en el manuscrito, hasta el final del capítulo, donde la Compañía pasa bajo los Pilares de los Reyes, y en el primer manuscrito [424] es llamado «Piedra de Elfo hijo de Yelmo de Elfo»: esto mi padre 1o había cambiado a «Aragorn hijo de Arathorn», y mi copia lo imita Por otro lado, no corrigió «A la sombra de estos señores, Eldamir hijo de Eldakar hijo de Valandil, no üene nada que temer», y mi copia lo retiene. Se puede pensar que esto es una mera imprecisión en las correcciones de mi padre; pero resulta evidente que éste no es el caso, ya que en ambos manuscritos él añadió un escalón más en la genealogía: «Eldamir hijo de Valatar hijo de Eldakar hijo de Valandil». Como no tachó «Eldamir hijo de Eldakar hijo de Valandil» en mi copia, sino que al contrario, aceptó la genealogía y la extendió un poco, ha de suponerse que Eldamir junto a Aragorn fue intencionado; cf. CA (p. 544). «A la sombra de estos señores, Elessar, Piedra de Elfo hijo de Arathorn… ¡nada tiene que temer!», y cf. Eldamir > Elessar, p. 345. La retención de mi padre de la genealogía, con la adición de Valatar, también es notable en que lo muestra aceptando todavía el breve espacio de generaciones que separan a Aragorn de Isildur.

Por el criterio de presencia o ausencia en mi copia del capítulo, el vuelo de los cisnes negros se añadió pronto. La cronología siguió tal como estaba, el ataque en los rápidos teniendo lugar la noche del séptimo día; y las referencias a la Luna Nueva en CA, p. 538, aún están ausentes. La Luna Nueva todavía aparece por primera vez en el curso del ataque, pero cambiada en que las nubes a través de las cuales surgió ahora se encontraban en el Sur, y la Luna «atravesó», no «subió», el cielo (véanse pp. 413, 418).

La conversación sobre el Tiempo en Lothlórien (pp. 418-419) fue desarrollada en varios anexos que rivalizan entre sí y se superponen, y cuando yo fui a hacer mi copia, mi padre, evidentemente, me instruyó para transcribir el pasaje con sus variantes. Las alocuciones de comienzo (las de Sam y Trotter, esta última dada en CA a Frodo) permanecieron inalteradas, la de Sam terminando ahora así: «Vaya, cualquiera pensaría que hemos venido directamente, y que nunca pasamos algún tiempo en la tierra élfica».[485] La conversación que sigue contiene dos pares de alternativas, que aquí yo marco con números: 1 a 1 o 2 a 2 siendo alternativas, y (dentro de 2) 3 a 3 o 4 a 4 siendo alternativas.

1 —El poder de la Dama estaba sobre nosotros —dijo Frodo—. Yo no creo que no haya pasado el tiempo en su tierra. En Lothlórien hay días y noches y estaciones; y tarde o temprano las cosas han de llegar a su fin bajo el Sol. Pero es verdad que el mundo se desgasta lentamente en Caras Galadon, donde la Dama Galadriel lleva el Anillo Elfico.1

2 Legolas se movió en su barca. —No, creo que ninguno de [425] los dos comprendáis bien el asunto —dijo—. Para los Elfos, el mundo se mueve, y es a la vez muy rápido y muy lento. Rápido, porque ellos mismos cambian poco, y todo lo demás es fugaz: para ellos es una pena. Lento, porque no[486] cuentan los años que pasan, no en relación con ellos mismos. Las estaciones del año no son más que ondas que se repiten en la corriente que fluye/ interminable. Sin embargo, todo lo que hay bajo el sol ha de terminar un día.

3 —Pero Lórien no es como otros reinos de Elfos y Hombres —dijo Frodo—. El Poder de la Dama estaba sobre nosotros. Puede que allí el tiempo haya pasado lentamente para nosotros, mientras el mundo se apresuraba. O en poco tiempo podíamos saborear mucho, mientras el mundo se demoraba. Lo último fue su voluntad. Plenas fueron las horas y lento el desgaste del mundo en Caras Galadon, donde la Dama Galadriel lleva el Anillo Élfico.3

4 —Pero Lothlórien no es como otros reinos de Elfos y Hombres —dijo Frodo—. Plenas son las horas y lento el desgaste del mundo en Caras Galadon. Por lo cual allí todas las cosas son al mismo tiempo inmaculadas y jóvenes, y, sin embargo, envejecidas más allá de como contamos nosotros el tiempo. Mezclado está el poderío de la Juventud y la Vejez en la tierra de Lórien, donde Galadriel lleva el Anillo Élfico.4, 2

—Eso no tendría que haber sido dicho —musitó Trotter, incorporándose a medias y mirando hacia los otros botes—, no fuera de Lórien, ni siquiera a mí.

La noche transcurrió en silencio…

Al final del capítulo, el lago permanece sin nombre en mi copia, siendo añadidos primero Kerin-muil y luego Nen-uinel a ambos manuscritos; pero se hizo una adición al manuscrito de mi padre en el que Aragorn habla de Amon Hen y Amon Lhaw antes de que se escribiera mi copia. Esta adición es exactamente como en CA, p. 545, excepto que ambos manuscritos tienen «En los días de Isildur» por «En los días de los grandes reyes», y los dos añaden después de Amon Lhaw «[Larmindon]» y después de Amon Hen «[Tirmindon]».

El borrador original muestra que mi padre incluyó toda la narrativa hasta el final de «La Comunidad del Anillo» como capítulo XXI, y lo mismo la copia en limpio del manuscrito; pero es oportuno [426] interrumpirla en el punto donde posteriormente se hizo la separación (presente en mi copia) entre el XXI, «El Río Grande» y el XXII, «La Disolución de la Comunidad».

[429]

Nota sobre el Tiempo de Lórien

Los pasajes de narrativa que introducen esta cuestión se encuentran en las pp. 335, 414-415, 418, 424 y en nota 485 arriba. Esencialmente, esta nota se centra en las diversas tramas temporales relacionadas con ella, pero para comprenderlas es necesario considerar un poco más la cronología.

La primera trama temporal a ser considerada aquí la llamaré «I»; para referencias anteriores a ella, véanse pp. 199-200, 252 nota 266, y 403. En su sección de «Lothlórien», es obvio que pertenece al primer borrador de la historia, y precedió la aparición de la idea de que había un Tiempo distinto en el Bosque de Oro. Aquí las fechas son:

Nov.24 Dejan Rivendel
Dic.6 Acebeda (Luna Nueva)
9 Nieva en Caradras
11 Llegan a Moria
13 Huida a Lothlórien (último cuarto de la Luna)
14 Van a Caras Galadon
15 Noche en Caras Galadon
16 Espejo de Galadrien
17-21 Estancia en Caras Galadon (Dic. 21 Luna Nueva)

Esto se halla al pie de la página, pero una segunda página, aunque a lápiz y no a tinta, continuaba con claridad:

Dic. 22-31Se quedan en Caras Galadon, se marchan con el Año Nuevo (Dic. 28 primer cuarto de la Luna)

Ene. 1-4No hay notas junto a estas fechas excepto Ene. 4 Luna Llena.

Sobre la partida de la Compañía desde Lórien el día de Año Nuevo, véanse p. 297 y nota 357. Pero en este punto, eso parece, fue introducida la idea de la disparidad del tiempo; pues después de Ene. 4 mi padre escribió: «Dic. 15 el paso del tiempo en Caras no cuenta, por lo tanto se marchan la mañana de Dic. 15» (cf. p. 335: «si Lórien es intemporal… nada habría sucedido desde que entraran»). El resto de la trama está basada en esta cronología (y como ha sido dada en la p. 403).

Al principio, el viaje Río Grande abajo sólo iba a llevar dos días: «Dic. 17 Llegan a Tolondren. Dic. 18 Huida de Frodo. Dic. 19 Frodo se encuentra con Sam y Gollum». Esto fue tachado, con la nota: «Lleva diez días llegar a [Emris > Eregon >] Tolbrandir» (sobre Emris véanse p. 370 y nota 417). La Luna Nueva que hizo que Sam planteara la pregunta del Tiempo en Lórien todavía tenía lugar en Dic. 21; y llegaron a Tolbrandir la noche de Dic. 25. [430]

Otra trama («II») empieza en Dic. 22, pero está basada en una fecha posterior de partida desde Rivendel: Dic. 25, como en CA. Sin embargo, por dos razones, la cronología de CA desde Rivendel hasta Lothlórien todavía no se había alcanzado: primera, que el viaje a Acebeda todavía llevó once días y no catorce (pp. 195, 199); y segunda, que en CA hay dos Días de Yule después de Anteyule (Diciembre) 30 en contra de Dic. 31 en la trama II. Así, II se encuentra dos días avanzada con respecto a CA. Las fechas numéricas en II, cuando la Compañía dejó Rivendel en Dic. 25, pronto se hicieron idénticas a las de la I cuando partieron en Nov. 24, sencillamente porque noviembre tiene 30 días pero diciembre tiene 31; así, en I cruzaron el Cauce de Plata por el puente de cuerda y entraron en el Enclave en Dic. 14, y en II en Ene. 14. En este punto la trama en II pone:

Ene. 14Cruce del Cauce de Plata

El Tiempo cesa

Ene. 15Dejan Lórien

La trama II continúa durante un trecho sobre esta base antes de terminar. Por lo tanto, éstas son las relaciones entre la cronología anterior (I), y la nueva (II), y CA:

I II CA
Dejan Rivendel Nov. 24 Dic. 25 Dic. 25
Acebeda Dic. 6 Ene. 6 Ene. 8
Nieva en Caradras Dic. 9 Ene. 9 Ene. 11
Llegan a Moria Dic. 11 Ene. 11 Ene. 13
Huida de Moria Dic. 13 Ene. 13 Ene. 15
Cruzan Cauce de Plata Dic. 14 Ene. 14 Ene. 16
Dejan Lórien [Ene. 1>] Dic. 15 Ene. 15 Feb. 16
Llegan a Tol Brandir Dic. 25 Ene. 25 Feb. 25
Huida de Frodo Dic. 26 Ene. 26 Feb. 26

En la II la Luna Nueva fue en Ene. 21, justo como en I fue en Dic. 21, y junto a esta fecha en II también está: «¿Batalla con los Orcos?». Éste era el séptimo día del viaje Anduin abajo, igual que en los textos. Pero resulta extraño que tanto en I como en II el viaje tardara once días, mientras que en los textos llevó nueve (pp. 422-423).

Al pie de la página que tiene la trama II mi padre escribió: «¿Cesa el Tiempo en Lórien o pasa más deprisa? De modo que podría ser Primavera o casi». Con esto, cf. p. 424: «El Poder de la Dama estaba sobre nosotros. Puede que allí el tiempo haya pasado lentamente para nosotros, mientras el mundo se apresuraba. O en poco tiempo podíamos saborear mucho, mientras el mundo se demoraba. Lo último fue su voluntad». [431]

Otra cronología de mucha mayor elaboración, hecha después de los cambios introducidos en octubre de 1944 (véanse pp. 475-476), todavía se basaba en la concepción «exterior» de que el Tiempo cesaba en Lórien, pues comienza:

Jueves Ene.19 Quinto día de viaje
Viernes 20 Sexto día
Sábado 21 Séptimo día. Sam observa la Luna Nueva y queda desconcertado

Por último, otra trama posterior de fechas comienza:

Pasan lo que parecen muchos días en Lórien, pero casi es el mismo tiempo y fecha cuando se marchan. [Añadido: De hecho, un día más tarde, el tiempo ha avanzado unas 20 veces más despacio (20 días = 1).]

Aquí la Compañía de nuevo deja Lórien en Ene. 15, pero la cronología del viaje se acerca a la de CA: «Sam ve la Luna Nueva baja en el Oeste después de la puesta del sol» en Ene. 21, pero igual que en CA el ataque de los Orcos tiene lugar la noche del octavo día, aquí en Ene. 22; y se llega a Tol Brandir en el crepúsculo de Ene. 24. Aquí termina esta trama; pero al otro lado de la página mi padre escribió luego estas notas separadas:

¿Por qué tener alguna diferencia de tiempo? Adelantar las fechas un mes.

Si el tiempo de Lórien no es distinto, entonces no hay ninguna necesidad de que Sam vea la Luna.

Mejor no tener ninguna diferencia de tiempo.

Un pasaje en el primer manuscrito de «El Caballero Blanco» (p. 506) puede mencionarse aquí: Gandalf cuenta que después de su rescate por parte de Gwaihir del pico que hay sobre Moria, llegó a Lothlórien y «me demoré allí en el largo tiempo que en aquella tierra cuenta por sólo una breve hora del mundo».

Fases de la Luna

Bien mientras se hallaba en progreso la realización de la Trama I o en algún momento posterior, mi padre escribió en el encabezamiento de la primera página: Las Lunas siguen 1941-1942 + 6 días. Cambió esto a + j días, y añadió: Así, Luna Nueva Ene. 2 es en Ene. 7. Las etapas de la Luna fueron introducidas en la trama I a lápiz rojo, y resulta muy difícil saber si pertenecen al tiempo de su realización o fueron [432] escritas después. Bastantes de estas fechas fueron muy cambiadas, pero no emerge ninguna relación discernible con las etapas de 1941-1942, las fechas de la trama variando entre dos y seis días después. Sin embargo, las etapas tal como se introdujeron, también a lápiz rojo, en la trama II, cuando la partida desde Rivendel tuvo lugar en Dic. 25, son con regularidad cinco días después de las de 1941-1942, empezando con la Luna Nueva en Dic. 23, y luego el Primer Cuarto en Dic. 30 Luna Llena Ene. 7, Último Cuarto Ene. 15, Luna Nueva Ene. 21 (juntó a la cual está escrita la hora: 9.32), Primer Cuarto Ene. 29 (hora 6.35), Luna Llena Feb. 6. Por lo tanto, es posible, aunque nada seguro, que fuera sólo con la trama II y la decisión de postergar un mes la partida de Rivendel, que mi padre decidiera poner el patrón de las etapas de manera exacta a aquellas de 1941-1942.

Pronto se verá (p. 443) que mi padre estaba trabajando en «La Partida de Boromir» en el invierno de 1941-1942. El aplazamiento de la partida de Rivendel se ve por primera vez en un boceto de la historia que sigue a la cabalgada de Gandalf y sus compañeros desde Fangorn hasta Eodoras (p. 510 y nota 557; véanse también pp. 495-496)