XI
LA MARCA DE FËANOR

[382]

Con una digresión

el nombre de los descendientes

de Finwë

En todos los últimos escritos de mi padre, la historia lingüística estaba estrechamente entrelazada con la historia de personas y pueblos, y es posible ver que gran parte de lo que contaba surgió durante la búsqueda de explicaciones de hechos o anomalías lingüísticas. El ejemplo más notable de esto es el siguiente ensayo, que surgió a raíz de la consideración de un problema de fonología histórica y que explica cómo la distinta pronunciación de un único elemento consonántico en Quenya desempeñó un importante papel en la lucha de los príncipes noldorin en Valinor. No tiene título, pero lo he llamado La marca de Fëanor; pues mi propio padre empleó esta palabra en el ensayo (p. 387).

Como De los Enanos y los Hombres, fue escrito (compuesto con una máquina dactilográfica de principio a fin) en papel de Alien and Unwin, que en este caso consiste básicamente en copias de una nota de publicación de febrero de 1968; también como ese ensayo, contiene un gran número de notas interpoladas en el cuerpo del texto en el proceso de composición. Adjunta hay una larga digresión (que de nuevo tiene la mitad de la extensión que el ensayo del que surgió) sobre los nombres de los descendientes de Finwë, y he decidido transcribirla también; sin embargo, en La marca de Fëanor propiamente dicha y en la digresión he excluido varias notas, algunas de ellas muy extensas, de naturaleza fonológica especializada. La obra no se terminó, pues mi padre no llegó a comentar los nombres de los Hijos de Fëanor, como era su intención; no obstante, los borradores que hay para esta parte se dan al final del texto. Todas las notas numeradas, tanto de mi padre como mías, se recogen en pp. 410 ss.

Esta obra apenas se utilizó en Cuentos inconclusos, a excepción de un pasaje sobre Galadriel que aquí se repite en su contexto original; sin embargo, en el Silmarillion publicado se emplearon algunos elementos.

[383]

La marca de Fëanor

El caso del cambio de þ por s en Quenya[337]

La historia de los Eldar está ahora fijada y la adopción del Sindarin por los Ñoldor Exiliados no puede alterarse. Puesto que el Sindarin utilizaba mucho la þ, el cambio þ > s debió de tener lugar en el Quenya Ñoldorin en Valinor, antes de la rebelión y el exilio de los Ñoldor, aunque no necesariamente mucho antes (según el cómputo del tiempo Valinoreano). Por tanto, el cambio no puede explicarse como una evolución (es decir, la sustitución de la s por una þ desconocida) en el Quenya de la Tercera Edad: o se debió a los Elfos mismos, que estaban familiarizados con la þ, o a gente como los estudiosos númenóreanos de Gondor, pues la þ aparecía en la Lengua Común y también en Sindarin, que todavía se empleaba como lengua hablada entre las clases altas, sobre todo en Minas Tirith.

De este modo, su uso por parte de Galadriel, como aparece en El Señor de los Anillos, debe de ser normal. No obstante, no es un obstáculo para el uso de þ en la representación del Quenya clásico libresco, anterior o posterior al Exilio, en gramáticas, diccionarios o transcripciones. De hecho sería deseable, puesto que la antigua þ siempre se distinguió en la escritura de la s original. En las condiciones del Exilio, que obligaron a poner de nuevo por escrito de memoria muchas de las obras de conocimiento y canciones anteriores al Exilio,[338] esto implica un recuerdo continuado del sonido þ, y de los lugares donde aparecía anteriormente; probablemente también suponga que aparte de los estudiosos no les gustara el cambio por s en el Quenya coloquial. En cualquier caso, es imposible creer que a cualquiera de los Ñoldor el sonido þ como tal llegara a parecerle extraño. En Valinor vivían entre los Vanyar (Ingwi) y los Teleri (Lindar),[339] con quienes se comunicaban continuamente y en ocasiones había incluso matrimonios mixtos. Los Vanyar hablaban prácticamente la misma lengua (Quenya) y conservaban la þ en el uso cotidiano; los Teleri hablaban una lengua estrechamente relacionada que todavía resultaba en gran parte inteligible para los Ñoldor,[340] y también contenía el sonido þ. Los Ñoldor eran, en comparación incluso con los otros Eldar, lingüistas dotados, [384] y si þ no hubiera aparecido en la lengua que aprendían en la infancia —lo que sólo podía ser el caso en las generaciones más jóvenes de los que partieron de Aman— no habrían tenido dificultad alguna para aprenderlo.

El cambio þ > s debió de ser por tanto un cambio consciente y deliberado, acordado y aceptado por la mayoría de los Ñoldor, aunque iniciado tras separar sus moradas de los Vanyar. Debió de ocurrir después del nacimiento de Míriel, pero (probablemente) antes del nacimiento de Fëanor. La especial conexión de estos dos personajes con el cambio y su historia posterior precisa cierta consideración.

Fue un cambio general, basado principalmente en el «gusto» y la teoría de la fonética, pero todavía no era universal. Los maestros de tradición se opusieron,[341] señalando que no se había tenido suficientemente en cuenta el daño que esa mezcla haría al confundir raíces y derivados que antes eran distintos en sonido y significado. El principal maestro de tradición en aspectos lingüísticos de aquel entonces era Fëanor. Él insistía en que þ era la pronunciación correcta para todos aquellos que se preocupaban por su lengua o que la comprendían absolutamente. Pero además del gusto lingüístico y la sabiduría tenía otros motivos. Era el mayor de los hijos de Finwë y el único de su primera esposa, Míriel. Era una elfa ñoldorin esbelta y graciosa y de disposición gentil, aunque como se descubrió en cuestiones más serias era capaz de mostrar una obstinación que el consejo y la autoridad sólo podían agravar. Tenía una voz hermosa y una enunciación clara y delicada, aunque hablaba con rapidez y se enorgullecía de su habilidad. No obstante, su talento principal era una maravillosa destreza manual. La empleaba en el bordado, que aunque realizaba a lo que los Eldar consideraban una velocidad excesiva, era el más fino e intrincado que se había visto nunca. Por tanto la llamaban Þerindë (Mujer de las Agujas), que había sido su «nombre materno».[342] Perseveró en la pronunciación de þ (que en su infancia aún había sido habitual) y deseaba que su familia lo hiciera también, al menos al pronunciar su nombre.

Fëanor quería mucho a su madre, aunque salvo en la obstinación sus caracteres eran del todo distintos. Él no era gentil. Era orgulloso y de temple caliente, y no se enfrentaba a la oposición [385] de sus deseos con la tranquila firmeza de su madre, sino con un fiero resentimiento. Era inquieto de mente y cuerpo, aunque como Míriel podía quedar completamente absorto en las obras de la mejor destreza manual; pero él dejaba muchas cosas sin terminar. Su nombre materno era Fëanáro, que Míriel le dio al advertir su carácter impetuoso (significaba «espíritu de fuego»). Mientras ella vivió sus amables consejos consiguieron suavizarlo y contenerlo.[343] Durante mucho tiempo, su muerte fue motivo de dolor para Fëanor y la causa principal, tanto directamente como por sus demás consecuencias, de su desastrosa influencia posterior en la historia de los Ñoldor.

La muerte de Míriel Þerindë —la muerte de un elda «inmortal» en la tierra imperecedera de Aman— fue motivo de grave ansiedad para los Valar y el primer presagio de la Sombra que caería sobre Valinor. La cuestión de Finwë y Míriel y el juicio que pronunciaron los Valar al cabo de un largo debate se cuentan en otra parte.[344] Aquí sólo se recuerdan los detalles que pueden explicar la conducta de Fëanor. La muerte de Míriel se debió a su propia voluntad: abandonó su cuerpo y su fëa fue a las Estancias de Espera, mientras el cuerpo yacía como dormido en un jardín. Dijo que estaba agotada en cuerpo y espíritu y deseaba paz. Ella creía que la causa de su cansancio era el alumbramiento de Fëanor, grande en cuerpo y mente más allá de la medida de los Eldar. Soportó el agotamiento hasta que su hijo hubo alcanzado la madurez, pero no pudo seguir haciéndolo.

Los Valar y todos los Eldar se sintieron conmovidos por el dolor de Finwë, pero no consternados: todas las cosas tenían remedio en Aman, y cuando hubieran descansado el fëa y el cuerpo de Míriel podrían unirse una vez más y regresar a la alegría de la vida en el Reino Bendecido. Sin embargo, Míriel era reacia, y a todas las súplicas de su esposo y sus parientes que se le transmitían, y a los solemnes consejos de los Valar, no respondía más que «todavía no». Cada vez que la abordaban se atenía más a su determinación, hasta que al final no quiso seguir escuchando, y sólo decía: «Deseo la paz. ¡Dejadme en paz aquí! No quiero regresar. Esa es mi voluntad».

Así que los Valar se enfrentaron a la única cosa que no podían ni cambiar ni sanar: la libre voluntad de uno de los Hijos de Eru, que no podían forzar con legitimidad, lo que en este [386] caso habría sido inútil, pues la fuerza hubiera sido incapaz de lograr su propósito. Y al cabo de varios años se enfrentaron a otro motivo de grave perplejidad. Cuando por fin se hizo evidente que Míriel no regresaría nunca por propia voluntad a la vida en el cuerpo en ningún plazo de tiempo que le permitiera albergar esperanzas, el dolor de Finwë se convirtió en amargura. Abandonó sus largas vigilias junto al cuerpo dormido de su esposa e intentó reanudar su propia vida; pero viajaba solo a lo largo y ancho de la tierra y no hallaba alegría en nada de lo que hacía.

Había una hermosa dama de los Vanyar, Indis de la Casa de Ingwë, que había amado a Finwë en secreto, desde que los Vanyar y los Ñoldor vivían juntos. En uno de sus viajes Finwë volvió a encontrarla en las laderas interiores de Oiolossë, la Montaña de Manwë y Varda; y el rostro de ella estaba iluminado por la luz dorada de Laurelin que brillaba en la llanura de Ezellohar, debajo.[345] En ese instante Finwë advirtió en sus ojos el amor que hasta entonces le había estado oculto. De este modo sucedió que Finwë e Indis desearon casarse, y Finwë buscó el consejo de los Valar.

Podemos contar brevemente el largo debate que sostuvieron sobre la cuestión. Se vieron obligados a escoger entre dos posibilidades: condenar a Finwë a guardar luto por una esposa eternamente, o permitir a uno de los Eldar que tomara una segunda esposa. Lo primero parecía una injusticia cruel, contraria a la naturaleza de los Eldar. Lo segundo les había parecido ilegítimo, y algunos se mantenían en esa opinión.[346] Al final del Debate se decidió que el matrimonio de Finwë e Indis estaba permitido. Se decretó que el duelo de Finwë era injusto, y al persistir en su negativa a regresar Míriel había perdido todos los derechos que tenía en el caso; porque si ella no era ahora capaz de aceptar que su cuerpo sanara, su fëa estaba mortalmente enfermo más allá de la capacidad de curación de los Valar, y ella estaba realmente «muerta», era incapaz de convertirle de nuevo en un miembro vivo del linaje de los Eldar.

«Así habrá de permanecer hasta el fin del mundo. Porque desde el momento en que Finwë e Indis estén unidos en matrimonio, se le arrebatará a Míriel la oportunidad de escoger y no se le permitirá nunca más tomar forma corpórea. Su cuerpo [387] presente se marchitará rápidamente y desaparecerá, y los Valar no lo restaurarán. Porque ninguno de los Eldar puede tener dos esposas vivas en el mundo.» Estas fueron las palabras de Manwë, y la respuesta al dilema que habían esperado algunos. Porque todos sabían que sólo los Valar tenían el poder de sanar y restaurar el Cuerpo para alojar de nuevo un fëa que se viera privado de él en las circunstancias posteriores del mundo; pero a Manwë se le había concedido también el derecho a denegar su regreso.

En el transcurso de su duelo, Finwë obtuvo poco consuelo de Fëanor. Durante un tiempo él también había velado el cuerpo de su madre, pero no tardó en volver a dedicarse de lleno a sus propias obras e inventos. Cuando surgió el caso de Finwë e Indis se sintió perturbado, y se llenó de ira y resentimiento, aunque no se dice en los registros que asistiera al Debate o prestara atención a las razones dadas para explicar la conclusión, o a sus términos excepto en un punto: Míriel estaba condenada a permanecer descamada eternamente, de modo que no podría visitarla o hablar con ella nunca más, a menos que él mismo muriera.[347]Esto lo apenó, y miró con malos ojos la felicidad de Finwë e Indis, y se mostró hostil con sus hijos, aun antes de que nacieran.

Cómo su mala voluntad creció y lo amargó en los años que siguieron constituye el tema principal de la primera parte de El Silmarillion: el Oscurecimiento de Valinor. En las disputas y la confusión de las lealtades de aquella época, esta cuestión aparentemente trivial, el cambio de þ por s, quedó atrapada en aquella amargura para detrimento de la lengua quenya. De haberse mantenido la paz, no cabe duda de que los consejos de Fëanor, con quien se mostraban de acuerdo todos los otros maestros de tradición, en privado o abiertamente, habrían prevalecido. Pero una opinión en la que ciertamente tenía razón fue rechazada por causa de las locuras y las malvadas acciones que cometió después. La convirtió en una cuestión personal: él y sus hijos conservaron la þ, y pidieron a todos aquellos que los apoyaban sinceramente que hicieran lo mismo. Por tanto, quienes contemplaban con resentimiento su arrogancia, y aún más aquellos cuyo apoyo inicial se convirtió después en odio, rechazaron la marca de Fëanor. [388]

Indis era una vanya, y podría pensarse que al menos en este aspecto complació a Fëanor, pues los Vanyar conservaban la þ. No obstante, Indis adoptó la s. No por desprecio de Míriel, como creía Fëanor, sino por lealtad a Finwë. Porque cuando Míriel no quiso escuchar sus súplicas, Finwë aceptó el cambio (que entonces era casi universal entre su pueblo), aunque por deferencia a Míriel había conservado la þ mientras ella vivió. Por tanto Indis dijo: «Me he unido al pueblo de los Ñoldor, y hablaré como ellos.» De este modo, sucedió que para Fëanor el rechazo de la þ se convirtió en un símbolo del rechazo de Míriel, y de él mismo, su hijo, como jefe de los Ñoldor después de Finwë. A medida que crecía su orgullo y se oscurecía su talante, creyó que era un «complot» de los Valar, que temían sus poderes, para desahuciarlo y entregar la soberanía sobre los Ñoldor a alguien más servil. Así, Fëanor se llamaba a sí mismo «Hijo de la Þerindë», y cuando sus hijos preguntaban de pequeños por qué su familia de la casa de Finwë decía s en lugar de þ respondía: «¡No hagáis caso! Nosotros lo decimos como es correcto, y como lo decía el propio Rey Finwë antes de que lo llevaran por mal camino. Somos sus herederos por derecho, y la casa mayor. Que digan sá-sí, si no saben hablar mejor».

Así, pues, no cabe duda de que la mayoría de los Exiliados empleaban s en lugar de þ en el habla cotidiana, pues de hecho (después de que Morgoth diera muerte a Finwë) Fëanor fue privado de su título, y la mayor parte de los Ñoldor que abandonaron Valinor siguieron a Fingolfin, el hijo mayor de Indis. Fingolfin era como su padre, alto, oscuro y orgulloso, como la mayoría de los Ñoldor; y al final, a pesar de la enemistad que se interponía entre él y Fëanor, se unió por propia voluntad a la rebelión y el exilio, aunque continuó reclamando el reinado sobre todos los Ñoldor.

El caso de Galadriel y su hermano Finrod es algo distinto.[348] Eran los hijos de Finarfin, el segundo hijo de Indis. Finarfin se parecía a la familia de su madre en mente y cuerpo, pues tenía los cabellos dorados de los Vanyar, un temperamento noble y gentil, y amaba a los Valar. En la medida de lo posible, se mantenía por encima de las contiendas de sus hermanos y de su alejamiento de los Valar, y a menudo buscaba paz entre los Teleri, cuya lengua aprendió. Se casó con Eärwen, la hija del Rey Olwë, [389] y sus hijos fueron, pues, parientes del Rey Elwë þindikollo[349] (en Sindarin Elu Thingol) de Doriath en Beleriand, porque él era hermano de Olwë; y este parentesco influyó en su decisión de unirse al Exilio, y fue de gran importancia luego en Beleriand. Finrod se parecía a su padre por su hermosa cara y por el dorado de los cabellos, y también por la nobleza y la generosidad de su corazón, pero tenía también el coraje de los Ñoldor y, cuando era joven, su impaciencia e inquietud; y tenía también de su madre telerin el amor por el mar y soñaba con tierras lejanas que nunca había visto. Galadriel fue la más grande de los Ñoldor, excepto Fëanor quizá, aunque era más sabia que él, y su sabiduría creció en el curso de sus largos años.

Su nombre materno era Nerwen «doncella-hombre», y llegó a ser más alta aun que las mujeres de los Ñoldor; era fuerte de cuerpo, de mente y de voluntad, digna rival, en los días de su juventud, tanto de los maestros de tradición como de los atletas de los Eldar. Aun entre los Eldar se la encontraba hermosa, y sus cabellos se consideraban una maravilla sin par. Eran dorados como los de su padre y los de su antecesora Indis, pero más espeso y esplendoroso, porque en su oro había un matiz que recordaba la plata estelar de su madre; y los Eldar decían que la luz de los Dos Arboles, Laurelin y Telperion, había quedado enredada entre sus trenzas. Muchos consideraron que estas palabras hicieron pensar a Fëanor por primera vez en la posibilidad de capturar y mezclar la luz de los Arboles, que más tarde cobró forma en sus manos como los Silmarils. Porque Fëanor contemplaba los cabellos de Galadriel con asombro y deleite. Tres veces le pidió una trenza, pero Galadriel no quiso darle ni siquiera un cabello. Estos dos parientes, los más grandes de entre los Eldar de Valinor,[350] nunca fueron amigos.

Galadriel nació en los tiempos felices de Valinor, pero no pasaron muchos años, según los cómputos del Reino Bendecido, antes de que esa felicidad empezara a menguar; y en adelante ya no tuvo paz. Porque en esos tiempos de prueba, en medio de las contiendas de los Ñoldor, era arrastrada de un lado a otro. Era orgullosa, fuerte y resuelta, como todos los descendientes de Finwë, salvo Finarfin; y como su hermano Finrod, de todos sus parientes el que estaba más cerca de su corazón, tenía sueños de tierras lejanas y dominios en los que pudiera mandar [390] sin tutela. Sin embargo, y aún más profundamente, vivía en ella el espíritu (órë) noble y generoso de los Vanyar, y un temor reverente por los Valar, a quienes no podía olvidar. Desde sus más tempranos años tuvo el maravilloso don de penetrar en la mente de los otros, pero juzgaba a todos con piedad y comprensión, y a nadie negaba su buena voluntad, salvo a Fëanor. Advertía en él una oscuridad que odiaba y temía, aunque no alcanzó a ver que la sombra del mismo mal cubría las mentes de todos los Ñoldor, y también la suya propia.

Así fue que cuando la luz de Valinor sucumbió, para siempre, como pensaron los Ñoldor, se unió a la rebelión contra los Valar, que ordenaban que nadie se fuera; y una vez que hubo echado a andar por el camino del exilio ya no cedió, y rechazó el último mensaje de los Valar, y la alcanzó la Maldición de Mandos. Aun después del implacable ataque a los Teleri y a sus navíos, aunque luchó fieramente contra Fëanor en defensa de los parientes de su madre, no retrocedió. El orgullo le impedía volver como derrotada suplicando perdón; pero ahora ardía en deseos de seguir a Fëanor a cualquier sitio adonde pudiera ir, para contrariar y frustrar sus designios en todo lo posible. El orgullo la movió también cuando al final de los Días Antiguos, después de la derrota de Morgoth, rechazó el perdón de los Variar para todos los que hubieran luchado contra él, y se quedó en la Tierra Media. Pero cuando hubieron transcurrido otras dos largas edades, y tuvo por fin todo lo que había deseado de joven, el Anillo de Poder y el dominio de la Tierra Media con el que había soñado, había crecido en sabiduría, y lo rechazó todo, y pasada la última prueba, abandonó la Tierra Media para siempre.

El cambio a s se había generalizado entre los Ñoldor mucho antes del nacimiento de Galadriel y sin duda le era conocido. Su padre Finarfin, no obstante, amaba a los Vanyar (el pueblo de su madre) y a los Teleri, y en su casa se empleaba þ, pues Finarfin hacía lo que quería sin que Fëanor lo influyera en una dirección u otra. Sin embargo, es evidente que la oposición a Fëanor no tardó en convertirse en un motivo dominante en Galadriel, a la vez que el orgullo nunca la llevó a desear ser diferente de su propio pueblo. Así que aunque conocía bien la historia [391] de su lengua y todas las razones de los maestros, usaba s en el habla cotidiana. En el Lamento —pronunciado antes de saber del perdón (honor, incluso) que le habían concedido los Valar— recordaba los días de su juventud en Valinor y la oscuridad de los años del Exilio en que el Reino Bendecido estuvo cerrado para los Ñoldor en la Tierra Media. Independientemente de lo que pudiera haber hecho después, cuando Fëanor y todos sus hijos hubieron muerto y el Quenya era una lengua de conocimiento y utilizada sólo por los supervivientes cada vez más escasos de los Altos Elfos (de sangre ñoldorin), en la canción habría empleado por cierto s.

En Beleriand casi todos los Ñoldor usaban s.[351] Y en esa forma (aunque conociendo su historia y las diferencias de la escritura) aprendieron los maestros de tradición de los Atani el Quenya, que en la Tierra Media pervivió entre los instruidos y como fuente de nombres nobles y elevados en Rivendel y en Gondor hasta la Cuarta Edad.

El ensayo está seguido de tres «notas». La nota 1 es una nueva versión, sustancialmente modificada, de las palabras del ensayo (p. 383) «Fue un cambio… basado principalmente en el “gusto” y la teoría de la fonética», que no se ha transcrito aquí. La nota 2, dada abajo, consiste en un texto sobre los nombres élficos que difiere en algunos aspectos importantes del ensayo anterior y mucho más complejo Leyes y costumbres de los Eldar, VII. 249-253. La nota 3 es el largo ensayo sobre los nombres de los descendientes de Finwë.

Nota sobre los nombres maternos

En Valinor los Eldar tenían por regla general dos nombres o essi. El primero era el nombre paterno, que se daba en la hora del nacimiento. Habitualmente recordaba al nombre del padre, al que se parecía en forma o sentido; en ocasiones era simplemente el nombre del padre, al que en el caso de un hijo varón se podía añadir algún prefijo distintivo cuando alcanzaba la madurez. El nombre materno lo daba la madre después, con frecuencia al cabo de algunos años; sin embargo, a veces lo hacía poco después del nacimiento. Porque las madres de los Eldar contaban con una profunda percepción del carácter y las habilidades de sus hijos, y muchas tenían también el don de ver el futuro. [392]

Además, cualquiera de los Eldar podía adquirir un epessë («nombre posterior»), que no necesariamente debía recibir de sus parientes, un apodo que en la mayoría de las ocasiones se daba como título admirativo y honorífico. Posteriormente, algunos de los exiliados adquirieron la costumbre de darse nombres a sí mismos, como disfraz o en referencia a sus hazañas e historia personal: estos nombres se llamaban kilmessi «nombres propios» (literalmente, nombres de elección personal).[352]

Los «nombres verdaderos» eran los dos primeros, pero en las canciones e historias posteriores podía suceder que cualquiera de los cuatro se convirtiera en el nombre empleado y reconocido generalmente. Los nombres verdaderos nunca eran olvidados por los escribas, maestros o poetas, y con frecuencia podían introducirse sin más comentarios. A esta dificultad —que experimentaron los que en días posteriores intentaron emplear y adaptar las tradiciones élficas de la Primera Edad como marco de las leyendas de los héroes de su época y sus descendientes[353]— se añadió la modificación de los nombres quenya de los Ñoldor después de que se instalaran en Beleriand y adoptaran la lengua sindarin.

Los nombres de los descendientes de Finwë

Pocos son los nombres de los Eldar que aparecen en los registros, excepto los de los cuatro caudillos de las huestes del Gran Viaje: Ingwe de los Vanyar; Finwë de los Ñoldor; y los hermanos Elwë y Olwë de los Teleri. No se sabe con certeza si estos nombres tenían algún «significado», es decir, una referencia o conexión intencionada con otras raíces ya existentes en el Eldarin primitivo; en cualquier caso, debieron de formarse en las primeras etapas de la historia de la lengua élfica. Cada uno de ellos consiste en una raíz (ing-, fin-, el-, ol-) seguida de un «sufijo», -wë. El sufijo aparece con frecuencia en otros nombres quenya de la Primera Edad, como Voronwë, generalmente masculinos, aunque no exclusivamente.[354] Los maestros de tradición explicaban que en un principio no era un sufijo, aunque en Quenya sólo sobrevivió como elemento final en nombres, sino una palabra antigua que significaba «persona», derivada de la raíz EWE. Como segundo elemento en palabras compuestas tomaba la forma we, pero como palabra independiente ewe [393] se conservó en el Telerin en la forma evë «una persona, alguien (del que no se menciona el nombre)». En Quenya Antiguo sobrevivió en la forma eo (> ew + el sufijo pronominal -o «una persona, alguien»), posteriormente reemplazada por námo, también en el adjetivo del Quenya Antiguo wéra, Quenya véra «personal, privado, propio».

Posteriormente se dijo que los primeros elementos estaban relacionados con el quenya inga «parte más alta» empleado adjetivamente como prefijo, como en ingaran «rey supremo», ingor «cumbre de una montaña»; con el término del Eldarin Común PHIN «pelo», como en el quenya finë «un pelo», finde «pelo, sobre todo de la cabeza», finda «que tiene pelo»; y con la raíz el, elen «estrella». De esto, lo más probable es la relación con inga, pues los Vanyar, que fueron los primeros en despertar, eran considerados, y ellos se consideraban, los jefes y el linaje principal de los Eldar, y se daban a sí mismos el nombre de Ingwer; de hecho, el verdadero título de su rey era Ingwe Ingweron «jefe de los caudillos». Lo demás es dudoso. Todos los Eldar tenían hermosos cabellos (y se sentían especialmente atraídos por los cabellos de una belleza excepcional), pero los Ñoldor no destacaban en este aspecto, y no hay ninguna referencia a que Finwë tuviera los cabellos de una longitud, abundancia o belleza excepcionales, superiores a lo habitual en su pueblo.[355] No se sabe que Elwë estuviera más relacionado con las estrellas que todos los otros Eldar, y el nombre parece inventado para ir a juego con Olwë, para el que no se ha sugerido ningún «significado». ol como raíz simple no parece haber existido en el Eldarin, aunque aparece en algunas raíces «ampliadas», como olos/r «sueño», olob «rama» (Quenya olba), ninguna de las cuales parece ser lo suficientemente antigua, aunque sí de significado apropiado, para tener alguna relación con el nombre del Ciriáran (rey marino) de los Teleri de Valinor.[356]

Debe advertirse que los nombres de los Eldar no tenían necesariamente un «significado», aunque concordaban con el estilo y la estructura de sus lenguas, y que incluso cuando estaban compuestos o parcialmente compuestos por raíces con un significado estas no se combinaban siempre de acuerdo con las reglas de composición habituales en las palabras comunes. Además, cuando los Eldar llegaron a Aman y se instalaron allí, [394] tenían una larga historia por detrás y habían desarrollado costumbres que conservaron, y también sus lenguas habían sido elaboradas y modificadas y eran muy diferentes de su lengua primitiva, anterior a la llegada de Oromë. Pero como eran inmortales o, mejor dicho, «longevos indefinidamente», muchos de los Eldar más viejos tenían nombres inventados largo tiempo atrás que habían permanecido inalterados, salvo por la adaptación de los sonidos a los cambios ocurridos en su lengua en comparación con el Eldarin Primitivo.

Esta adaptación era principalmente «inconsciente»; es decir, los nombres personales utilizados en el habla cotidiana seguían los cambios que tenían lugar en esa lengua, aunque estos se advertían y observaban. En cambio, la traducción de los nombres quenya de los Ñoldor a forma sindarin cuando se instalaron en Beleriand en la Tierra Media fue artificial y deliberada. La realizaron los mismos Ñoldor. El motivo era la sensibilidad de los Eldar a las lenguas y sus estilos. Les parecía absurdo y de mal gusto llamar a personas vivas que hablaban Sindarin en la vida cotidiana con nombres de un estilo lingüístico bastante diferente.[357]

Por supuesto, los Ñoldor comprendían a la perfección el estilo y el modo del Sindarin, aunque lo aprendieron con rapidez, pero no entendían necesariamente los detalles de su relación con el Quenya. Al principio, a excepción de las pocas palabras que los grandes cambios de la forma sindarin del Telerin de la Tierra Media habían dejado inalteradas o claramente reconocibles, ninguno de ellos comprendía la historia lingüística o estaba interesado en ella. Fue en esa primera época cuando tuvo lugar la traducción de la mayor parte de sus nombres quenya. En consecuencia, estas traducciones, a pesar de ser perfectamente adecuadas a la forma y el estilo del Sindarin, eran con frecuencia imprecisas; es decir, no siempre tenían el significado exacto del original, ni los elementos equivalentes eran siempre las formas sindarin más aproximadas a los elementos quenya; en ocasiones no estaban históricamente relacionados en absoluto, aunque tenían un sonido más o menos similar.

No obstante, fue sin duda el contacto con el Sindarin y la ampliación de su experiencia de la evolución lingüística (sobre todo gracias a los cambios más rápidos e incontrolados observables en la Tierra Media) lo que estimuló los estudios lingüísticos [395] de los maestros de tradición, y fue en Beleriand donde se desarrollaron las teorías sobre el Eldarin Primitivo y la relación entre las lenguas que de él provenían. En esto Fëanor no tuvo apenas parte, excepto en la medida en que sus obras y teorías anteriores al Exilio fueron la base sobre la cual edificaron sus seguidores. Murió demasiado pronto en la guerra contra Morgoth, en gran parte por causa de su imprudencia, y no pudo más que observar las diferencias entre los dialectos del Sindarin del Norte (que fue el único que tuvo tiempo de aprender) y el Occidental.[358]

El saber de los maestros de tradición estaba disponible para todos los interesados, pero según avanzaba la guerra sin esperanza y después de que tras las primeras y engañosas victorias llegaran las derrotas y los desastres hasta la completa ruina de los reinos élficos, cada vez hubo menos Eldar que tuvieran la oportunidad de dedicarse a las «ciencias» de ningún tipo. En el relato en forma de crónica de los años del Sitio de Angband da la impresión de que no hubo ni tiempo ni lugar para las artes de la paz; pero los años fueron largos, y de hecho hubo intervalos con la duración de muchas vidas de Hombres y lugares seguros defendidos mucho tiempo en los cuales los Altos Eldar exiliados trabajaron para recuperar todo cuanto pudieron de la belleza y la sabiduría de su antiguo hogar. Al cabo Morgoth destruyó toda paz y todas las fortalezas; pero si alguien se pregunta si se preservó de la ruina parte de la ciencia y los tesoros, cabe responder que de los tesoros se conservó poca cosa, y las pérdidas de cosas de mayor o menor belleza son incalculables; pero la ciencia de los Eldar no dependía de registros perecederos, pues la almacenaban en las vastas estancias de sus mentes.[359] Cuando los Eldar hacían registros escritos, incluso los que a nosotros nos parecerían voluminosos, se limitaban a resumir, para uso de otros que estaban especializados quizás en otros campos del conocimiento,[360] cuestiones que ellos conservaban por siempre indelebles y con intricados detalles en su mentes.

Estos son algunos de los principales nombres de Finwë y sus descendientes.

1.Finwë, de quien no aparecen otros nombres en los registros salvo el título Ñoldóran «Rey de los Ñoldor». Su primera esposa fue Míriel (primer nombre) Þerindë (nombre materno). Se desconocen [396] los nombres de los parientes de ella. Sus nombres no se tradujeron. La segunda esposa de Finwë fue Indis, que significa «mujer grande o valiente». No hay registrados más nombres. Se dice que era la hija de la hermana del Rey Ingwë.

2.El único hijo de Míriel se conocería después como Fëanor, Su primer nombre era Finwë (minya), pero cuando desarrolló sus talentos se amplió a Kurufinwë. El nombre materno que le dio Míriel era Fëanáro, en Quenya «espíritu de fuego». Fëanor es la forma que se emplea casi siempre en las historias y leyendas, pero está sólo medio sindarizada: la verdadera forma sindarin era Faenar, la forma Fëanor (la ë es sólo un recurso de la transcripción innecesario en el original) surgió probablemente por causa de una confusión de los escribas, sobre todo en documentos escritos en Quenya, en los que ea era frecuente pero ae no solía aparecer normalmente.[361]

3.Finwë tuvo cuatro hijos de Indis: una hija, Fináis, un hijo, una hija, Írimë, y un hijo.[362] Fináis combina los nombres de sus padres. Poco se dice de ella en El Silmarillion. No se fue al exilio, sino que acompañó a su madre después de la muerte de Finwë y vivieron en duelo entre los Vanyar hasta que a Manwë le pareció oportuno devolver a Finwë a la vida.[363] Su segunda hija se llamó Írien[364] y su nombre materno era Lalwendë (doncella riente). Por este nombre o su abreviación, Lalwen, se la conocía generalmente. Se fue al exilio con su hermano Fingolfin, que era el más querido para ella de todos sus parientes; pero su nombre no se modificó, pues Lalwen se ajustaba bastante bien al estilo del Sindarin.[365]

A sus hijos Finwë les dio su propio nombre, como había hecho con Fëanor. Es posible que lo hiciera para resaltar que eran sus hijos legítimos, iguales en este aspecto al mayor, Kurufinwë Fayanáro, pero sin la intención de causar discordia entre los hermanos, pues el decreto de los Valar en nada perjudicaba la posición y los derechos de Fëanor como hijo mayor. De hecho nadie hizo nada por perjudicarlos, excepto el propio Fëanor; y a pesar de todo lo que sucedió después su hijo mayor fue siempre el más caro al corazón de Finwë.

Como con Fëanor, después Finwë añadió prefijos a los nombres de sus hijos: al mayor lo llamó Ñolofinwë y al menor Arafinwë. [397] Ñolo era una raíz que significaba sabiduría,[366] y Ara, ar- era la forma prefijada de la raíz Ara- «noble». Fëanor se sintió agraviado por el uso del nombre de su padre en sus dos hermanos pequeños, y también por los prefijos que se le añadieron: no sólo se consideraba el mayor maestro de Kurwë (lo que era cierto), sino también de Ñolmë (lo que no era cierto, salvo en las cuestiones del lenguaje), y por cierto el más noble de los hijos de Finwë (lo que podría haber sido cierto, si no hubiera sido el más orgulloso y arrogante).

Por regla general, los Ñoldor en el exilio daban forma sindarin a uno solo de sus nombres; normalmente, se trataba del nombre que preferían (por varias razones), aunque también se tenía en cuenta la facilidad de la «traducción» y su adecuación al estilo sindarin.

Sobre Fëanor, Faenor véase arriba. Ñolofinwë (uno de los primeros que se cambió) recibió la forma Fingolfin, es decir, a Finwë Ñolofinwë se les dio un estilo sindarin y se combinaron en un solo nombre. Un procedimiento muy poco habitual, que no se imitó en ningún otro nombre.[367] No era una traducción. El elemento quenya ñolo- se reemplazó simplemente por su equivalente sindarin, gol Finwë se redujo a fin en ambos sitios; de M este modo, se creó un nombre de estilo sindarin pero sin significado en esa lengua. (Si Finwë hubiera sido tratado como lo habría sido una palabra de esta forma, de haber existido antiguamente en Sindarin, se le habría dado la forma Finu, aunque en el dialecto septentrional habría sido Fim, como en Curufim.)[368] Fingolfin había prefijado el nombre Finwë a Ñolofinwë antes de que los Exiliados llegaran a la Tierra Media. Lo hizo para reclamar el título de caudillo de todos los Ñoldor después de la muerte de Finwë, y provocando así la ira de Fëanor[369]; fue este, sin duda, uno de los motivos que le llevaron a traicionar y abandonar a Fingolfin y a robar todos los barcos. En el caso de Finarfin, fue Finrod el que añadió el prefijo después de la muerte de Fingolfin en combate singular contra Morgoth. Los Ñoldor se dividieron en reinos independientes gobernados por Fingon hijo de Fingolfin, Turgon, su hermano menor, Maedros hijo de Fëanor y Finrod hijo de Arfin; y los seguidores de Finrod eran los más numerosos. [398]

4.Los hijos de Fingolfin. La esposa de Fingolfin, Anairë, no quiso abandonar Aman, en gran parte debido a su amistad con Eärwen, esposa de Arafinwë (aunque era una ñoldo y no una de los Teleri). Pero todos sus hijos se fueron con el padre: Findekáno, Turukáno, Arakáno e Írissë, su hija y tercer vástago; se encontraba bajo la protección de Turukáno, que la quería mucho, y de Elenwë, su esposa.[370] Findekáno no tenía hijos o esposa;[371] tampoco Arakáno.

Probablemente estos nombres sean paternos, aunque Arakáno había sido el nombre materno de Fingolfin. Káno significaba en Quenya «comandante», y solía emplearse como título de un jefe menor, que actuaba sobre todo como representante de alguien de mayor rango.[372] La sindarización de nombres tales como Fingon y Turgon demuestra el conocimiento de los cambios fonéticos que distinguían el Sindarin del Telerin, pero no tiene en cuenta su significado. Si realmente hubieran sido antiguos nombres sindarin, en la época de la llegada de los Exiliados habrían tenido las formas Fingon y Turgon, pero no habrían significado lo mismo que en Quenya, de haber significado algo. Posiblemente habrían recordado a «pelo-grito» y «señor-grito» [véase nota 372]. Pero esto no importaba mucho, ya que para entonces era frecuente que los cambios fonéticos hubieran oscurecido el significado de los antiguos nombres sindarin, que se consideraban simplemente nombres y no se analizaban. En cuanto a Findekáno / Fingon, puede observarse que el primer elemento era el quenya findë «pelo», un mechón o una trenza de cabello[373] (cf. findessë, cabeza con pelo, el cabello de una persona como conjunto), pero esto no constituye una prueba concluyente de que el nombre Finwë derivara de esta raíz, o de que se pensara que así era. Es probable que Fingolfin se limitara a dar a su hijo mayor un nombre empezado con fin- como «eco» del nombre ancestral, y al ser especialmente adecuado para él se considerara una buena idea. En el caso de Fingon era apropiado: llevaba los largos cabellos negros en grandes trenzas adornadas con oro.

Arakáno era el más alto de los hermanos, y el más impetuoso, pero su nombre nunca se adaptó al Sindarin, pues pereció en la primera batalla de la hueste de Fingolfin contra los Orkos, la Batalla del Lammoth (aunque posteriormente los Ñoldor y los Sindar lo llamaron Argón en recuerdo de su valor). [374]

Írissë, que siempre acompañaba al pueblo de Turgon, era [399] llamada Íreth,[375] con la sustitución del quenya -issë por el sindarin -eth (< -itta), frecuente en los nombres femeninos. Elenwë, su madre, no tenía nombre sindarin, pues nunca llegó a Beleriand. Pereció en el cruce del Hielo; y en adelante Turgon sintió un odio implacable por Fëanor y sus hijos. Él mismo había estado a punto de morir en las aguas amargas cuando intentó salvarla a ella y a su hija, Itaril, que habían caído a las crueles aguas del mar al romperse el hielo traicionero. Salvó a Itaril,[376] pero el cuerpo de Elenwë quedó sepultado por el hielo.

Itaril, o en forma completa Itarillë, fue la única descendiente de Finwë de la tercera generación que acompañó a los exiliados, salvo sólo Arothir hijo de Angrod, hermano de Finrod.[377] Ambos gozan de renombre en las leyendas del Silmarillion, pero Itaril tuvo un gran destino, pues fue la madre de Ardamir Eärendil. Su nombre en forma sindarin era Idril, pero también en este caso no fue más que un cambio de forma, pues ninguna de las raíces quenya que contiene el nombre existían en Sindarin.[378]

5.Los hijos de Finarfin. Se llamaban Findaráto Ingoldo, Angaráto, Aikanáro y Nerwendë Artanis, apodada Alatáriel. La esposa de Angaráto se llamaba Eldalótë, y su hijo Artaher. Los más renombrados fueron el primero y la cuarta (la única hija), y sólo de ellos dos se recuerdan los nombres maternos. Los nombres de forma sindarin por los cuales fueron conocidos después en las canciones y leyendas eran Finrod, Angrod (con su esposa Eðellos y su hijo Arothir), Aegnor y Galadriel.

Los nombres Findaráto y Angaráto tenían forma telerin (porque Finarfin hablaba la lengua del pueblo de su esposa), y resultaron fáciles de volcar al Sindarin en forma y sentido, por causa de la estrecha relación del Telerin de Aman con la lengua de sus parientes, los Sindar de Beleriand, a pesar de los grandes cambios que esta última había experimentado en la Tierra Media. (Artafindë y Artanga habrían sido las formas más naturales en Quenya, con arta-, el equivalente de aráta-, en posición inicial, como en Artanis y Artaher.)[379] El orden de los elementos en las palabras compuestas, sobre todo en los nombres personales, era bastante libre en las tres lenguas eldarin; sin embargo, el Quenya prefería el orden (más antiguo) en el cual los elementos adjetivales solían preceder, mientras en Telerin y Sindarin [400] estos elementos frecuentemente se situaban en segundo lugar, especialmente en nombres más antiguos, de acuerdo con la posición habitual de los adjetivos en el habla cotidiana. No obstante, en los nombres terminados en palabras antiguas referidas a la posición, el rango, la profesión, la raza o el linaje, etc., el elemento adjetival todavía podía ponerse en primer lugar en Sindarin, siguiendo los antiguos modelos. El quenya Artaher (raíz artaher-) «señor noble» se sindarizó correctamente a Arothir.

Eðellos era la traducción de Eldalótë según su significado: «Flor de los Elfos». Angaráto se convirtió en Angrod. Es probable que el nombre original de ambos hermanos fuera Aráto, que luego se diferenció. El Find- de Findaráto se refería al pelo, pero en este caso era a los cabellos dorados de su familia que provenían de Indis. El Ang- de Angaráto derivaba del Eldarin Común anga «hierro» (Quenya, Telerin anga, Sindarin ang). Angrod no tardó en desarrollar unas manos de gran fuerza y recibió el epessë de Angamaitë «con manos de hierro», así que Finarfin empleó ang como prefijo distintivo.

Aikanáro fue llamado Ambaráto por su padre. La forma sindarin de este nombre habría sido Amrod, pero para distinguirlo de Angrod, y también porque lo prefería, empleaba su nombre materno[380] (que sin embargo era de forma quenya y no telerin). Aika-nar significaba «fuego fiero». Era en parte un nombre «profético», pues fue renombrado como uno de los guerreros más valientes, enormemente temido por los Orkos: en la ira o el combate la luz de sus ojos parecía una llama, aunque por lo demás era un espíritu generoso y noble. Pero en los primeros días de su juventud podía observarse aquella luz ardiente, y tenía unos cabellos poco comunes: dorados como los de sus hermanos y su hermana, pero fuertes y duros, que le salían de la cabeza como llamas. El nombre sindarin que adoptó, Aegnor, no era verdadero sindarin. No había ningún adjetivo sindarin que equivaliera al quenya aika «fiero, terrible», aunque de haber existido hubiera sido aeg.[381]

Artanis («mujer noble») escogió Galadriel como nombre sindarin, porque era el más bello de sus nombres, y, a pesar de ser un epessë, le había sido dado por su enamorado, Teleporno de los Teleri, con quien se casó más tarde en Beleriand.[382] La forma telerin original era Alatariel(le). La quenyarización que aparece [401] en los registros es Altariel, aunque su verdadera forma habría sido Ñaltariel. En Sindarin se tradujo eufónica y correctamente por Galadriel. El nombre derivaba de la raíz del Eldarin Común ÑAL «brillar por reflejo»; *ñalata «resplandor, reflejo brillante» (de las joyas, el cristal o los metales pulidos, o el agua) > Quenya ñalta, Telerin alata, Sindarin galad + la raíz del Eldarin Común RIG «ceñir, rodear», *riga «guirnalda»; Quenya, Telerin ría, Sindarin , Quenya, Telerin riellë, -ríel, «una doncella enguirnaldar da con una corona de fiesta». El conjunto, = «doncella enguirnaldada de un brillante resplandor», se refería a los cabellos de Galadriel. Galad aparece también en el epessë de Ereinion («vástago de reyes») por el que fue conocido en las leyendas, Gil-galad «estrella de resplandor»: fue el último rey de los Eldar en la Tierra Media, y el último descendiente varón de Finwë[383] a excepción de Elrond el Medio Elfo. Se le dio este epessë en referencia al yelmo y la malla, y al escudo cubierto de plata y con estrellas blancas, que brillaban desde lejos como una estrella a la luz del sol o de la luna y podía ser visto por los ojos de los Elfos a una gran distancia cuando estaba sobre una colina.

Hubo otros descendientes de Finwë que se recordaron en las leyendas y que pueden mencionarse aquí, aunque recibieron sus nombres en Sindarin o en Quenya cuando el primero era ya la lengua cotidiana de los Ñoldor, y no presentan los problemas de traducción de los nombres en Quenya anteriores al Exilio.

Itarildë (Idril)[384] hija de Turgon fue la madre de Eärendil; pero su padre era un hombre de los Atani, de la casa de Hador: Tuor hijo de Huor.[385] Por tanto, Eärendil fue el segundo de los Pereldar (Medio Elfos),[386] ya que el otro fue Dior, hijo de Beren hijo de Lúthien Tinúviel hija del Rey Elu Thingol. No obstante, se les dieron nombres en Quenya; porque Turgon, después de fundar la ciudad secreta de Gondolin, había restablecido el Quenya como lengua cotidiana de su casa. Eärendil era su nombre paterno, y el materno era Ardamirë En este caso, ambos nombres fueron «proféticos». Tuor, en su largo viaje por las costas de Beleriand, después de escapar del cautiverio, había recibido la visita del gran vala Ulmo en persona, y Ulmo le había ordenado que buscara a Gondolin y había predicho que si la [402] encontraba allí engendraría un hijo que después sería un famoso marino.[387] Aunque a Tuor le parecía poco probable, pues ni los Atani ni los Ñoldor amaban el mar ni los barcos, llamó a su hijo «amante del mar» en Quenya. Más puramente profético fue el nombre Ardamirë «Joya del Mundo»; porque Itarildë no podía prever conscientemente el extraño destino que llevaría el Silmaril a Eärendil y permitiría a su navío atravesar todas las sombras y los peligros que en aquel entonces separaban Aman de la Tierra Media. Estos nombres no tienen forma sindarin en las leyendas,[388] aunque en ocasiones los escritores sindarin explicaban que significaba mír n’Arðon y Seron Aearon. Con el matrimonio de Eärendil y Elwing hija de Dior hijo de Beren se unieron los linajes de los Pereldar (Pereðil). Elros y Elrond fueron los hijos de Eärendil. Elros se convirtió en el primer rey de Númenor (con el título quenya de Tar-Minyatur, «primer regente supremo»), Elrond fue admitido entre los Eldar y se le concedió la vida de ellos, y se convirtió en el escudero y el portador del estandarte de Ereinion Gil-galad. Cuando en días posteriores desposó a Celebrían, hija de Galadriel y Celeborn, los dos linajes que descendían de Finwë, de Fingolfin y Finarfin, se unieron y pervivieron en su hija Arwen.[389]

Los nombres de Elros y Elrond, los últimos descendientes de Finwë que nacieron en los Días Antiguos, recordaban al nombre de su madre, Elwing. El significado de wing no se sabe con certeza, puesto que no aparece en otros nombres personales, ni en los registros en Sindarin o en Quenya. Algunos de los maestros de tradición, sabiendo que tras regresar a una segunda vida Beren y Lúthien vivieron en Ossiriand,[390] y que allí vivió Dior entre los Elfos Verdes de ese país boscoso después de la caída de Doriath, han supuesto que wing es una palabra de la lengua de los Elfos Verdes; sin embargo, esa lengua desapareció con la destrucción de Beleriand, y la interpretación de wing como «espuma, rocío del mar», como cuando el agua es arrastrada por el viento o cae de repente sobre las rocas, no es más que una conjetura probablemente cierta. No obstante, se ve apoyada por el hecho de que la tierra de Ossiriand estaba surcada por siete ríos (como indica su nombre), y de que estos bajaban muy rápidamente de las montañas de Ered Lindon. Junto a una gran cascada, llamada en Sindarin Lanthir Lamath («cascada de las voces [403] resonantes»), tenía su casa Dior. Además, el nombre Elros (en Quenya Elerossë) significa «espuma de estrellas», es decir, espuma iluminada por las estrellas.[391]

Las notas numeradas del texto anterior se dan en pp. 410 ss., pero el mejor lugar para transcribir las siguientes notas editoriales concernientes a Gil-galad y Felagund es este.

El linaje de Gil-galad

En un primer momento, mi padre supuso que Gil-galad era hijo de Felagund, Rey de Nargothrond. La primera aparición de esta idea se encuentra probablemente en una revisión del texto CNII de La Caída de Númenor (V. 43), pero siguió vigente hasta después de la conclusión de El Señor de los Anillos, según se desprende del importante texto de la Cuenta de los Años (p. 207), y de De los Anillos del Poder, donde en el texto publicado (El Silmarillion p. 388) Fingon reemplazó editorialmente a Felagund. En unas adiciones de fecha incierta realizadas en el Quenta Silmarillion (VIII. 286) se dice que Felagund sacó a su esposa y a su hijo Gil-galad de Nargothrond hacia los Puertos de las Falas para que estuvieran seguros. Debe observarse también que en el texto de la Cuenta de los Años arriba mencionado no sólo Gil-galad era hijo de Felagund, sino que Galadriel era hermana de Gil-galad (y por tanto hija de Felagund): véanse pp. 208 y 220 nota 164.

No obstante, en los Anales Grises de 1951 (VIII. 63, §108) surgió la idea de que Felagund no tenía esposa, porque a la vanya Amárië, á quien amaba, no se le había permitido dejar Aman.

Ha de decirse aquí algo sobre Orodreth, hijo de Finarfin y hermano de Felagund, que se convirtió en el segundo Rey de Nargothrond (para los detalles que indican una disminución de la importancia de Orodreth en las fases anteriores del legendarium véase III. 110, 285; V. 277; también Cuentos Inconclusos p. 324 nota 20). En los árboles genealógicos de los descendientes de Finwë, que pueden datarse hacia 1959 pero que mi padre seguía empleando y modificando cuando escribió la digresión de La marca de Fëanor (véase nota 362), puede trazarse la curiosa historia de Orodreth. Dicho de un modo lo más conciso posible, originalmente Finrod (Felagund) tenía un hijo llamado Artanáro Rhodothir (lo que contradice la historia de los Anales Grises de que no tenía esposa), que fue el segundo Rey de Nargothrond y el padre de Finduilas. Así, «Orodreth» bajó ahora una generación y pasó a ser el hijo de Finrod en lugar de su hermano. En la siguiente etapa mi padre (recordando, al parecer, la historia de los Anales Grises) observó que Finrod «no tenía hijos y dejó a su esposa en Aman», y desplazó, [404] dentro de la misma generación, a Artanáro Rhodothir, hijo de Angrod, hermano de Finrod para convertirlo en su hijo (con quien Aegnor gobernaba las colinas de Dorthonion y que murió con él en la Batalla de la Llama Súbita).

El nombre del hijo de Angrod (que todavía conservaba la identidad de «Orodreth») dejó de ser Artanáro y se convirtió en Artaresto. En una nota aislada que se encontró junto a las genealogías, garabateada gran velocidad pero fechada, en agosto de 1965, mi padre sugirió que la mejor solución del problema del linaje de Gil-galad era transformarlo en «el hijo de Orodreth», que aquí recibe el nombre quenya de Artaresto, y continuó:

Finrod dejó a su esposa en Valinor y no tuvo hijos en el exilio. El hijo de Angrod era Artaresto, que era amado por Finrod y escapó cuando murió Angrod, y vivió con Finrod. Finrod lo convirtió en su «senescal» y fue él quien lo sucedió en Nargothrond. Su nombre sindarin era Rodreth (sustituido por Orodreth debido a su amor por las montañas . . . Sus hijos fueron Finduilas y Artanáro = Rodnor después llamado Gil-galad. (Su madre era una dama sindarin del Norte. Ella llamó a su hijo Gil-galad.) Rodnor Gil-galad escapó y con el tiempo llegó a la Desembocadura del Sirion y allí fue Rey de los Ñoldor.

Las palabras que no puedo leer contienen aparentemente una preposición y un nombre propio, y el último podría ser Faroth (el Alto Faroth al oeste del río Narog). En el último de los árboles genealógicos aparece Artanáro (Rodnor) llamado Gil-galad, con la nota de que «escapó y vivió en la Desembocadura del Sirion». El otro cambio fue la eliminación del nombre Artaresto y su sustitución por Artaher, Sindarin Arothir, y por eso en la digresión (nota 359) Arothir [Orodreth] se menciona como «pariente y senescal» de Finrod, y (nota 383) Gil-galad es «el hijo de Arothir, sobrino de Finrod». La genealogía final era:

Como Finduilas no se corrigió en la última genealogía y siguió siendo hija de Arothir, se convirtió en hermana de Gil-galad. [405]

No cabe duda de que esto fue lo último que escribió mi padre sobre el tema; sin embargo, esta concepción tardía y radicalmente modificada no afectó nunca la narrativa existente, y obviamente era imposible introducirla en el Silmarillion publicado. No obstante, hubiera sido mucho mejor haber dejado sin clarificar el linaje de Gil-galad.

También habría que mencionar que en el texto publicado de Aldarion y Erendis (Cuentos Inconclusos p. 255) la carta de Gil-galad a Tar-Meneldur empieza «Ereinion Gil-galad, hijo de Fingon», pero el original dice «Finellach Gil-galad de la Casa de Finarfin» (donde Finellach reemplazó a Finhenlach, y este a su vez a Finlachen). Para el nombre Ereinion véase p. 401 y nota 383. También en el texto de Una descripción de la isla de Númenor (Cuentos Inconclusos p. 216) publiqué «Rey Gil-galad de Lindon» donde el original dice «Rey Finellach Gil-galad de Lindon»; no obstante, conservé las palabras «su pariente Galadriel», puesto que Fingon y Galadriel eran primos hermanos. Entre las numerosas notas e ideas escritas en los árboles genealógicos no hay rastro de una supuesta descendencia de Finarfin por parte de Gil-galad, pero en cualquier caso Aldarion y Erendis y la obra estrechamente relacionada Una descripción de Númenor precedieron (ahora me inclinaría a datarlas en torno a 1960) a la conversión de Gil-galad en el nieto de Angrod, con el nombre Artanáro Rodnor, que aparece por vez primera como nueva decisión en la nota de agosto de 1965 dada arriba. Un análisis mucho más profundo de este material extremadamente complejo que hice veinte años atrás demuestra que la idea de que Gil-galad era hijo de Fingon (véanse VIII. 77, 287-288) fue una concepción efímera.

El origen enano del nombre Felagund

De las notas que acompañan las genealogías élficas y que están datadas en diciembre de 1959 (véase nota 362) cabe comentar lo siguiente. Ya he mencionado (VIII. 216) que junto al nombre Felagund, en el capítulo Del Sitio de Angband del Quenta Silmarillion (donde se decía que «los Gnomos del Norte, al principio como broma, lo llamaron Felagund, o “señor de las cavernas"»), mi padre anotó en el texto mecanografiado «De hecho era un nombre enano; porque Nargothrond fue construida originalmente por los Enanos, como se cuenta después». La afirmación presente en las notas de 1959 dice lo siguiente:

El nombre Felagund era de origen enano. Finrod obtuvo la ayuda de los Enanos para ampliar la fortaleza subterránea de Nargothrond. Se supone que originalmente pertenecía a los Enanos Mezquinos (Nibinnogs), pero los Grandes Enanos los despreciaban y no tuvieron remordimientos para expulsarlos —de ahí [406] el odio especial de Mîm por los Elfos—, sobre todo a cambio de una gran recompensa. Finrod se había llevado más tesoros de Túna que cualquier otro príncipe.

Felagund: Enano felek roca tallada, felak utensilio similar a un cincel ancho, o un hacha pequeña sin mango, para cortar la piedra; utilizar esta herramienta. gunud equivalente del Eldarin s-rot:[392] gundu estancia subterránea, felakgundu, felaggundu «tallador de cavernas». Finrod recibió este nombre por causa de su habilidad en el tallado de la piedra. Él fue quien realizó muchos de los adornos de los pilares y las paredes de Nargothrond. Estaba orgulloso del nombre. Pero los otros solían eldarizarlo a Felagon, como si tuviera la misma terminación (*-káno) que Fingon, Turgon; y el primer elemento se asociaba con el Sindarin fael «de hermosa mente, justo, generoso», Quenya faila (? De phaya «espíritu», formación adjetival con el significado de «que tiene un buen fëa, o un fëa dominante»).

Esta nota constituyó la base del breve comentario que aparece en el índice del Silmarillion publicado, entrada Felagund.

Los nombres de los hijos de Fëanor

con la leyenda del destino de Amrod

Mi padre no llevó a cabo su propósito de dar en la «digresión» una descripción de los nombres de los Hijos de Fëanor (véase nota 368), pero existen varias páginas de borradores preliminares. El principio del texto está escrito a tinta y se lee con facilidad, pero al final de la lista de «nombres maternos» cambia a bolígrafo, y la leyenda de Amrod y Amras sería demasiado ilegible para su reproducción si mi padre no hubiera vuelto al tema y hubiera glosado las peores partes con más claridad. Existen numerosas notas etimológicas experimentales sobre las palabras eldarin referentes al color rojo y al cobre, y sobre los nombres de los hermanos gemelos, que aquí se han omitido. En la primera lista he añadido los nombres sindarin por motivos de clarificación.

(1)[Maedros]Nelyafinwë «Tercer Finwë» en sucesión.[393] (Nelyo)

(2)[Maglor]Kanafinwë «de voz fuerte o ?imperativa». (Káno)[394]

(3)[Celegorm]Turkafinwë «fuerte, poderoso (de cuerpo)». (Turko)

(4)[Curufin]Kurufinwë El propio nombre de Fëanor; se lo dio a él, su hijo preferido, porque sólo él mostraba en cierto [407] grado el temperamento y los talentos de su padre. También se parecía mucho a Fëanor en el rostro. (Kurvo)

(5)[Caranthir]Morifirmi «oscuro»: tenía los cabellos negros, como su abuelo. (Moryo)

(6)[Amrod]Pityafinwë «Pequeño Finwë». (Pityo)[395]

(7)[Amras]Telefinwë «Último Finwë». (Telvo)[396]

Sus «nombres maternos» aparecen en los registros (aunque nunca se emplean en la narrativa) en la siguiente forma:

(1)Maitimo«bien formado»: su cuerpo tenía una forma hermosa. Pero él, y el menor, heredaron los extraños cabellos castaño rojizos de la familia de Nerdanel. El padre de ella tenía el epessë de rusco «zorro». Así, sus hermanos y otros parientes dieron a Maitimo el epessë de Russandol «cabeza de cobre».[397]

(2)MakalaurëDe significado incierto. Habitualmente se interpreta (y se dice que fue un nombre materno «profético») como «oro de forja». En ese caso, probablemente se trate de una referencia poética a su habilidad con el arpa, cuyo sonido era «dorado» (laurë designaba la luz o el color dorados, no se empleaba nunca para el metal).

(3)Tyelkormo«que se levanta rápido». Quenya tyelka «apresurado». Posiblemente se refiera a su rápido temperamento y a la costumbre de levantarse de un salto cuando se enfadaba de repente.

(4)Atarinkë«padre pequeño», en referencia a su parecido físico con Fëanor, que también lo era de espíritu, como se vio después.

(5)Carnistir«rostro rojo»: tenía los cabellos oscuros (castaños), pero la complexión rubicunda de su madre.

(6)Ambarto[398]

(7)Ambarussa

Evidentemente, la idea era que los nombres de [los] gemelos (i-Wenyn) empezaran de un modo similar. Ambarussa «cabeza bermeja» debía de referirse a los cabellos: el primero y el último de los hijos de Nerdanel tenían los cabellos rojizos de su familia. Sobre el nombre Ambarto [> Umbarto] —que supuestamente tenía que empezar con un elemento del mismo significado [408] que (7)— había muchas leyendas y debates. La más auténtica parece ser la siguiente:

Los dos gemelos tenían los cabellos rojos. Nerdanel los llamó a ambos Ambarussa, pues eran muy parecidos y siguieron siéndolo mientras vivieron. Cuando Fëanor le pidió que por los menos los nombres fueran diferentes, Nerdanel lo miró con extrañeza, y al cabo de un rato dijo: «Entonces que uno se llame [Ambarto >] Umbarto, pero cuál, el tiempo lo dirá».

Fëanor se sintió perturbado por este ominoso nombre («Destinado»), y lo cambió por Ambarto, o, según algunas versiones, creyó que Nerdanel había dicho Ambarto, utilizando el mismo elemento que en Ambarussa (es decir, amba + Quenya arta «exaltado, elevado»). Pero Nerdanel dijo: «Umbarto, dije; pero haz lo que quieras. Eso no cambiará nada».

Más tarde, cuando Fëanor, cada vez más fiero y violento, se rebeló contra los Valar, Nerdanel, después de intentar durante mucho tiempo cambiar su temperamento, se distanció de él. (Su familia reverenciaba a Aulë, que aconsejó a su padre que no participara en la rebelión. «Al final sólo llevará a Fëanor y a todos tus hijos a la ruina.») Nerdanel se retiró a la casa de su padre, pero cuando se supo que Fëanor y sus hijos abandonarían Valinor para siempre, fue a verlo antes de que la hueste emprendiera la marcha hacia el norte y le suplicó que le dejara a los dos más jóvenes, o al menos a uno de ellos. Él replicó: «Si fueras una esposa fiel y no te hubieras dejado engañar por Aulë, los conservarías a todos, porque vendrías con nosotros. Si me abandonas, abandonas también a todos nuestros hijos, porque están decididos a acompañar a su padre». Entonces Nerdanel se enojó y repuso: «No los conservarás a todos. Uno por lo menos no pisará nunca la Tierra Media». «Lleva tus malignos presagios a los Valar, que se deleitarán en ellos», dijo Fëanor. «Yo los desafío.» Así se separaron.

Ahora bien, se cuenta cómo Fëanor robó los navíos de los Teleri, y cómo traicionó a Fingolfin y partió en ellos acompañado por sus fieles hacia la Tierra Media, abandonando al resto de su hueste para que se abrieran paso a pie con grandes esfuerzos y pérdidas. Anclaron los barcos en la costa, en el Estuario de Drengist, y toda la hueste de Fëanor bajó a tierra y acampó allí.

Por la noche, Fëanor, colmado de malicia, despertó a Curufin [409] y con él y los que más lo obedecían fue a los barcos y les prendió fuego; y el cielo oscuro enrojeció como con un terrible amanecer. Todo el campamento despertó y Fëanor regresó y dijo: «Ahora al menos estoy seguro de que ningún corazón débil o traidor de entre vosotros podrá volver con un solo barco en ayuda de Fingolfin y su gente». Pero todos salvo unos pocos se sintieron consternados, porque todavía quedaban muchas cosas a bordo que no habían bajado a tierra, y los barcos hubieran sido útiles para proseguir el viaje. Todavía estaban muy al norte y habían decidido navegar en dirección sur hasta hallar algún puerto mejor.

Por la mañana se congregó la hueste, pero de los siete hijos de Fëanor sólo se hallaron a seis. Entonces Ambarussa (6) empalideció de miedo. «¿Despertaron tus hombres a mi hermano Ambarussa (que tú llamaste Ambarto)?», dijo. «No quiso dormir en tierra (dijo), porque se sentía incómodo.» Pero se cree (y sin duda Fëanor también lo pensaba) que Ambarto había decidido regresar [?después] con su barco y unirse a Nerdanel; porque mucho lo había [?disgustado][399] lo que había hecho su padre.[400]

«Fue el primer barco que destruí», dijo Fëanor (ocultando su propia consternación). «Entonces acertaste con el nombre de tu hijo menor», dijo Ambarussa, «y Umbarto “el Destinado” era su verdadera forma. Eres fiero y vidente». Y después de aquello nadie se atrevió a volver a hablar a Fëanor de la cuestión.[401]

Para la mención, en una nota del texto mecanografiado de los Anales de Aman, de la historia de la muerte de uno de los gemelos en la quema de los barcos en Losgar véanse VII. 154, §162; y para la historia de Nerdanel y su distanciamiento de Fëanor en la revisión del Quenta Silmarillion véanse VII. 312-314, 320.

El material concerniente a los nombres de los gemelos es y resulta confuso, porque es evidente que sólo cuando mi padre trabajó en ellos surgió esta extraña y siniestra historia. A mi parecer, es muy probable que cuando escribió los nombres maternos (6) Ambarto y (7) Ambarussa no hubiera surgido aún, ni cuando empezó la nota que sigue a la lista de los nombres maternos, donde se dice que «el primero y el último de los hijos de Nerdanel tenían los cabellos rojizos de su familia», es decir, Maedros, apodado Russandol, y el menor de los gemelos, Ambarussa (Amras).

La historia surgió por primera vez, creo, con las palabras «La más [410] auténtica parece ser la siguiente: Los dos gemelos tenían los cabellos rojos. Nerdanel los llamó a ambos Ambarussa…» Fue entonces, sin duda, cuando mi padre cambió el nombre Ambarto por Umbarto en la lista e invirtió los nombres de los gemelos (véase nota 398), de modo que Ambarussa se convierte en el mayor de los dos y Ambarto/Umbarto pasa a ser el más joven de los hijos de Fëanor, como en la leyenda que aquí se cuenta.

En la parte superior de la primera página de este texto sobre los nombres de los Hijos de Fëanor mi padre escribió, cuando la historia ya existía:

Todos los hijos salvo Curufin preferían sus nombres maternos y en adelante fueron recordados por ellos. Los gemelos se llamaban entre sí Ambarussa. [?Ninguno] utilizaba el nombre Ambarto/Umbarto. Los gemelos seguían siendo parecidos, pero el mayor tenía los cabellos más oscuros y era más querido por su padre. Una vez dejaron la infancia [?no se] confundían…

Así, pues, en la leyenda «Ambarussa (6)» preguntó a Fëanor si no había despertado a «mi hermano Ambarussa» antes de prender fuego a los barcos.