V
LA HISTORIA DE LA AKALLABÊTH

[170]

La evolución del Apéndice B, La Cuenta de los Años, está relacionada, como es natural, con la del Apéndice A, que en la versión publicada se titula Anales de los Reyes y los Gobernantes. Sin embargo, más sorprendente resulta que la Cuenta de los Años de la Segunda Edad guarde una estrecha relación con el desarrollo de la historia de Númenor y de la Akallabêth. Al exponer las primeras versiones de estos Apéndices he hallado, después de varias pruebas y equivocaciones, que el mejor procedimiento es dividir la Cuenta de los Años en dos partes, la Segunda y la Tercera Edad, y tratarlas por separado; también he deducido que lo más conveniente es introducir en este punto una descripción de la Akallabêth, seguida por la Cuenta de los Años de la Segunda Edad en el Capítulo VI.

En la Historia de la Tierra Media no he dado indicación alguna de cómo esta obra, una narración fundamental de la Segunda Edad, se desarrolló hasta la versión dada en El Silmarillion publicado, o cuándo cobró existencia por primera vez. La primera fase de la historia de la leyenda, estrechamente relacionada con la historia abandonada de El Camino Perdido, se estudió en el volumen del mismo título, donde se publicaron los dos primeros textos de La Caída de Númenor (V. 20 ss.), que llamé CN I y CN II. En el volumen titulado La Caída de Númenor (VI. 215 ss.) di una tercera versión, CN III, que atribuí a las primeras etapas de la escritura de El Señor de los Anillos. Los exhaustivos cambios que sufrió la leyenda en la obra llamada El Hundimiento de Anadûnê, que guarda una estrecha relación con Los papeles del Notion Club, y la aparición de la lengua adûnaica, se estudiaron en el libro La Caída & Númenor, en el que los atribuí a la primera mitad de 1946 (VI. 11-12, 280); posteriormente, esta fecha fue confirmada por la observación de John Rateliff de que W. H. Lewis apuntó en su diario que mi padre leyó la obra a los Inklings en agosto de 1946 (Prólogo de El Anillo de Morgoth, VII. 9-10). [171]

En mi comentario sobre El Hundimiento de Anadûnê indiqué y describí en numerosas ocasiones su relación con la Akallabêth, pero para el texto de esta última sólo empleé la versión definitiva, tal como se publicó en El Silmarillion, pp. 349 ss. Puesto que la composición de la Akallabêth es evidentemente posterior a la escritura de El Señor de los Anillos, pospuse el comentario de su historia, pero no hallé sitio para él en los larguísimos libros de El Anillo de Morgoth y La Guerra de las Joyas.

No obstante, en La Caída de Númenor cometí una terrible equivocación con el tema de la Akallabêth que debe ser remediada. Al comentar (VI. 2.99) la nota de mi padre sobre El Hundimiento de Anadûnê, donde la atribuía a la «tradición humana», afirmé:

La letra y el empleo de un bolígrafo indican una fecha relativamente tardía, y si no hubiera otras evidencias pensaría que data de algún momento de los años sesenta. Pero lo cierto es que lo que parece haber sido la fase final del trabajo de mi padre en Númenor (Una descripción de Númenor, Aldarion y Erendis) data de mediados de los sesenta (Cuentos Inconclusos pp. 16-18);[136] y es muy posible que la Akallabêth corresponda a la misma época.

Esta última observación es evidentemente absurda. La gran extensión de la línea de los reyes númenóreanos, que se introdujo en el transcurso de la evolución de la Akallabêth, estaba presente en el Apéndice A (y basta un vistazo a los textos de la obra para saber, basándose simplemente en su apariencia, que es imposible que corresponda a una fecha tan tardía). No sé cómo pude escribir eso, ni cómo escapó a todas las comprobaciones y revisiones posteriores. Tal vez quise decir que la nota de mi padre sobre El Hundimiento de Anadûnê podía provenir del mismo período que Aldarion y Erendis.

No obstante, cuando escribí La Caída de Númenor no sabía a qué época correspondía la versión original de la Akallabêth, y di por supuesto sin estudiar los textos suficientemente que era posterior a lo que ha resultado ser.

La historia textual es relativamente breve y simple. El primer texto, que llamaré A, es un manuscrito claro de 23 páginas; gran parte del texto se ha conservado también en páginas que se desecharon y se volvieron a escribir, pero en las reescrituras no se introdujo casi ningún detalle significativo, y no es necesario dar letras diferentes a las dos capas de este manuscrito.

Luego mi padre corrigió A, de un modo bastante exhaustivo en la primera parte y superficial en la historia de la Caída, y realizó un [172] segundo texto, una copia mecanografiada que llamaré B. En él siguió el manuscrito corregido con una fidelidad poco característica, introduciendo sólo unos pocos cambios al escribir. Es imposible de demostrar, pero me parece prácticamente fuera de duda que la serie A, A corregido, B, corresponde a la misma época; por lo general, no es necesario distinguir las distintas etapas de esta «primera fase», que puede mencionarse como AB.

Al cabo de un intervalo considerable, a mi parecer, regresó al texto mecanografiado B y lo corrigió. Dejó gran parte del texto inalterado, pero introdujo una vasta ampliación en la historia númenóreana básicamente mediante la inserción de un largo texto adicional en el manuscrito, pero también con transposiciones de texto, cambios en los nombres y reescrituras de algunos pasajes.

El tercer y definitivo texto (C) fue una copia mecanografiada amanuense (en copia a limpio y carbón) que se basó en B después de la realización de todos los cambios. En mi opinión, es muy probable que date de la misma época (¿1958?) que los textos mecanografiado de los Anales de Aman, los Anales Grises y el texto QP 2 del Quenta Silmarillion (véanse VII. 343-344, VIII. 19). En este texto mecanografiado mi padre hizo sólo unas cuantas correcciones, bastante descuidadas.

Las modificaciones (incluyendo el largo texto insertado) realizadas en B constituyen una «segunda fase» y la versión final de la Akallabêth (a excepción de las pocas correcciones realizadas en C que acabo de mencionar). Por tanto, existen sólo dos textos originales, el manuscrito Ay el texto mecanografiado B, pero las correcciones y ampliaciones que sufrió B representan una «capa» distinta de la historia de la obra. Para que quede claro, llamaré al texto mecanografiado B y al texto posteriormente modificado B 2.

Aunque hay varios detalles particulares del desarrollo de la Akallabêth que presentan un especial interés, gran parte del texto nunca sufrió cambios significativos; como observé en VI. 265, unas tres quintas partes de las palabras exactas del segundo texto de El Hundimiento de Anadûnê (que se publicó entero en ese libro) sobrevivieron en la Akallabêth. Además, la versión final de la Akallabêth, si bien con algunos cambios editoriales, está disponible en El Silmarillion. Por tanto, para evitar dar gran cantidad de texto repetido, utilizo el de El Silmarillion, que llamaré AS («la Akallabêth de El Silmarillion»), y trabajaré a partir de él y hacia atrás, por así decirlo, en lugar de a partir de A y hacia delante. Por tanto, he numerado todos los párrafos de AS y haré referencia a ellos mediante estos números y las palabras iniciales para facilitar su identificación.

El texto de El Silmarillion es el de B 2, naturalmente, con las [173] correcciones realizadas en C; sin embargo, como he dicho antes, se realzaron varios cambios editoriales. Las razones de estos cambios son varias, pero en su mayor parte tienen como objetivo (perseguido con excesivo ahínco, me parece ahora) la coherencia y concordancia con Otros escritos. Cuando no son triviales, los cambios se observan en el texto que sigue.

No entraré aquí en las relaciones de la Akallabêth con sus fuentes (El Hundimiento de Anadûnê, y en menor grado la tercera versión de La Caída de Númenor, CN III), puesto que se describen por entero en el volumen La Caída de Númenor, donde también se comentan extensamente los cambios más importantes.

El título original del manuscrito A era La Caída de Númenor, pero se corrigió por El Hundimiento de Númenor, ninguno de los textos se titula Akallabêth, pero mi padre mencionaba la obra con ese nombre (cf. p. 297).

§§1-2El inicio original de A era una simple copia del inicio de CN III (VI. 216-218): «En la Gran Batalla, cuando Fionwë hijo de Manwë derrotó a Morgoth», etc.; pero esto fue desechado enseguida, aunque aparece en forma revisada en AS §3, y sustituido por un nuevo comienzo que coincide, a excepción de algunos cambios editoriales, con el de AS (§§1-2). El verdadero texto empieza: «Dicen los Eldar, Ælfwine, que los Hombres vinieron al mundo en el tiempo de la Sombra de Morgoth…», y en AS eliminé la interpelación a Ælfwine.[137] La Akallabêth fue concebida como una historia que Pengoloð el Sabio (es de suponer, aunque no se menciona) contó en Tol Eressëa a Ælfwine de Inglaterra, y eso vuelve a estar explícito (en el original) en el final; no se realizó ningún cambio en este aspecto en la «segunda fase» B 2, ni en el texto final amanuensis C. [138]

En §1 también cambié la oración «y los Noldor los llamaron Edain» por «Se los llamó Edain en la lengua Sindarin»; sobre este cambio véase en §9 abajo.

En §2, el barco de Eärendil se llamaba Vingilot en AB, pero en B 2 este nombre se sustituyó por Eälótë, que no aparece en ninguna otra parte; en AS volví a poner Vingilot, El nombre Rothinzil proviene de El Hundimiento de Anadûnê.[139]

§3En la Gran Batalla… El inicio de este párrafo decía en AB:

En la Gran Batalla, cuando por fin Fionwë hijo de Manwë derrotó a Morgoth y Thangorodrim fue derribada, los Edain lucharon al lado de los Valar, mientras que otras tribus de Hombres lucharon al lado de Morgoth. [174]

Esto se cambió en B 2 para que leyera:

En la Gran Batalla, cuando por fin Eönwë heraldo de Manwë derrotó a Morgoth y Thangorodrim fue derribada, sólo los Edain de entre las tribus de los Hombres lucharon al lado de los Valar, mientras que muchas otras lucharon al lado de Morgoth.

En AS se eliminó la referencia a Eönwë; de igual modo, en un punto posterior del párrafo «sin atender a las convocatorias de [Fionwë >] Eönwë, ni tampoco a las de Morgoth» fue sustituido por «sin atender a las convocatorias de los Valar, ni tampoco a las de Morgoth». La razón de este cambio radica en el tratamiento del último capítulo del Quenta Silmarillion en la obra publicada. La única narración de la Gran Batalla al final de la Primera Edad (V. 375 ss.) corresponde a una época en que los Hijos de los Valar eran una concepción importante, y Fionwë hijo de Manwë fue el comandante y la principal autoridad en la guerra final contri Morgoth y su derrota; sin embargo, el abandono de esa idea y el cambio de «condición» de Fionwë / Eönwë al de heraldo de Manwë llevan a dudar si, de haber escrito mi padre una nueva narración de la historia del final de los Días Antiguos (véase VIII. 289-293), Eönwë hubiera seguido teniendo una parte tan poderosa y elemental. En consecuencia, se emplearon omisiones y frases ambiguas para disminuir la importancia de su papel (como puede verse al comparar el texto de El Camino Perdido con el del Silmarillion publicado; cf. también la adición editorial realizada en el Valaquenta, VII. 237). No obstante, no hay evidencias que apoyen esta suposición, y ahora me parece un tratamiento equivocado del texto original; lo mismo ocurre en la Akallabêth.[140]

§4Pero Manwë derrotó a Morgoth… En este párrafo mi padre seguía basándose en CN III (VI. 216), pero al final, después de «Andor, la Tierra del Don» volvió a El Hundimiento de Anadûnê, que a partir de entonces se convirtió en su fuente principal, si bien con algunos pasajes intercalados de CN III. En CN III, el pasaje concerniente a Morgoth, en un primer momento escrito en tiempo presente, se corrigió pasándolo a pasado, y lo mismo ocurrió en A; sin embargo, resulta curioso que mi padre revirtiera al presente en una de las oraciones: «y no puede volver al Mundo como forma visible mientras los Señores del Oeste ocupen todavía el trono». Esto se conservó en AS.

Tras las palabras «una vida más larga que la de ningún otro mortal» omití en AS la siguiente frase del original: «Vivían el triple de años que los Hombres de la Tierra Media, y a los descendientes [175] de [Húrin el Firme >] Hador el Hermoso se les concedieron más años aún, como se cuenta después». Esta omisión, bien innecesaria, se debió á las afirmaciones contradictorias que existen sobre el tema (véase Cuentos Inconclusos pp. 286-287, nota 1). La errónea referencia a Húrin, proveniente de CN III (véase VI. 217 y nota 1), no se corrigió hasta B 2.

En el manuscrito original de A se conservaron las palabras de CN III sobre Eressëa: «y aquella tierra recibió el nuevo nombre de Avallon, porque está cerca de Valinor y a la vista del Reino Bendecido». Esto se corrigió por el texto que aparece en AS («y hay en esa tierra un puerto que se llama Avallónë…»). A este respecto véase en §12 abajo.

§5Entonces los Edain se hicieron a la vela… El inicio original de este párrafo, que no se cambió posteriormente, decía:

Entonces los Edain reunieron todos los barcos, grandes y pequeños, que habían construido con la ayuda de los Elfos, y los que quisieron partir tomaron a sus esposas y a sus hijos y todo cuanto poseían y se hicieron a la mar sobre las aguas profundas, en dirección a la Estrella.

No puedo decir con certeza por qué este pasaje (proveniente de El Hundimiento de Anadûnê, VI. 148, §12) se omitió en AS: es posible que su eliminación se debiera a un pasaje de «Una descripción de Númenor», no incluido en los extractos publicados en Cuentos Inconclusos, en el cual se dice que los barcos de la migración eran élficos:

Con frecuencia sucede que en las leyendas de la fundación de Númenor parece que todos los Edain que aceptaron e) Don se hicieron a la mar al mismo tiempo y en una misma flota. Sin embargo, esto sólo se debe a la brevedad de la narración. En historias más detalladas se cuenta (como podría deducirse de los acontecimientos y el número de personas en cuestión) que después de la primera expedición, guiada por Elros, muchos otros barcos, solos o en pequeñas flotas, se dirigieron hacia el oeste con otros Edain que en un primer momento no osaron a enfrentarse al Gran Mar pero no pudieron soportar la separación de los que se habían ido o que estaban muy dispersos y no pudieron reunirse para partir con los primeros.

Como los barcos utilizados eran de fabricación élfica, veloces pero pequeños, y cada uno de ellas llevaba al timón uno de los Eldar designado por Círdan, habría hecho falta una gran flota para transportar a toda la gente y todos los bienes que llevaron de la Tierra Media a Númenor. Las leyendas [176] no dicen nada sobre su número, y las historias cuentan poco. Se dice que la flota de Elros contenía muchos barcos (según algunos, ciento cincuenta navíos, y según otros, dos o tres cientos) y llevaron «miles» de hombres, mujeres y niños de los Edain: probablemente entre cinco mil o diez mil como máximo. Pero al parecer todo el proceso de migración duró al menos cincuenta años, quizá más, y no terminó hasta que Círdan (sin duda siguiendo órdenes de los Valar) se negó a proporcionarles más barcos y guías.

En este párrafo se encuentra la primera aparición de Elenna («Hacia las Estrellas») de Númenor.

§6Este fue el principio del pueblo… En la primera oración las palabras «del pueblo que en la lengua de los Elfos Grises se llama Dúnedain» fueron un cambio editorial que sustituyó a «del pueblo que los Noldor llaman Dúnedain».[141] Cf. el cambio similar realizado en §1, y en §9.

§7Antaño la ciudad principal y puerto… Después de las palabras «se llamaba Andúnië, porque miraba al sol poniente» en A se leía originalmente el siguiente pasaje:

Pero la plaza alta del Rey se encontraba en Númenos, en el centro de la isla, y allí había una torre y una ciudadela construidas por Elros hijo de Eärendil, a quien los Valar designaron como primer rey de los Dúnedain.

Númenos provenía de CN III (VI. 217) y de antes (véase V. 33, §2). Fue sustituido en B por el pasaje de AS: «Pero en medio de la tierra había una montaña alta y escarpada, y se llamaba Meneltarma», etc. No obstante, el nombre de la ciudad era aquí Arminalêth (como en El Hundimiento de Anadûnê), con una nota: «Este es el nombre númenóreano, pues así se la conocía generalmente, Tar Kalimos en lengua eldarin». En B 2 el nombre Arminalêth se reemplazó en este punto (y en las apariciones posteriores) por Armenelos, y la nota se modificó para que leyera: «Arminalêth era la forma que tenía su nombre en lengua númenóreana; pero su nombre eldarin era Armenelos hasta que llegó la Sombra». Así, pues, la afirmación en el índice de La Caída de Númenor (VI. 342) de que Arminalêth fue «sustituida por Armenelos» es incorrecta: Armenelos sustituyó a Arminalêth en la Akallabêth porque mi padre afirmaba ahora que así se conoció la ciudad durante mucho tiempo, pero su forma adûnaica siguió siendo Arminalêth. El nombre reemplazado por Armenelos fue Tar Kalimos. Esta nota se omitió en AS.

§8Ahora bien, Elros y su hermano Elrond… Las palabras de AS «descendían de las Tres Casas de los Edain» fueron un cambio editorial [177] que reemplazó a «descendían de los linajes de Hador y Bëor». Cerca del final del párrafo (en todos los textos), se dice que la longitud de vida concedida a Elros fue «siete veces la de los Hombres de la Tierra Media», pero en una copia de C mi padre cambió «siete» por «tres» y puso una X junto a la afirmación de que Elros vivió quinientos años. Las palabras «mucho más» de AS fueron un cambio editorial.

§9Así transcurrieron los años… En la oración «Porque aunque este pueblo todavía hablaba su propio idioma, los reyes y señores conocían y hablaban también la lengua élfica, que habían aprendido en los días de la alianza» AB decía «la lengua noldorin». De igual modo, en §§1, 6 se decía que Edain y Dúnedain eran nombres noldorin, pero sólo en el presente caso mi padre cambió (en B 2) «noldorin» por «élfica». Por tanto, la antigua idea de que los Noldor de Beleriand conservaron su propia lengua estaba todavía presente, igual que en las versiones originales de los Apéndices sobre las lenguas y los calendarios (véase p. 168, nota 128). Esto demuestra que la Akallabêth fue una obra relativamente temprana; como se ha observado antes, la adopción del Sindarin por los Noldor Exiliados había surgido ya en los Anales Grises (p. 84, §5).

La continuación de la misma frase decía originalmente «y conservaban una gran amistad con los Eldar, fuera con los de Avallon o con los de las tierras occidentales de la Tierra Media», pero esto se cambió en el texto de AS por «y por tanto aún conversaban con los Eldar, fuera con los de Eressëa», etc. En §§12, 29 hallamos la misma eliminación de la palabra «amistad» para describir la relación entre los Eldar y los Númenóreanos.

§10, 11Porque los Dúnedain se convirtieron en maestros…, Pero los señores de Valinor… No se realizó ninguna modificación editorial en estos párrafos, que se remontan a textos anteriores sin presentar cambios significativos.

§12Porque en aquellos días Valinor estaba aún… En A el nombre de la Montaña de Númenor era Menelmindon; en CN III era Menelmin (VI. 220), y Menelmindo y Menelminda aparecen en Los papeles del Notion Club. Sin embargo, Meneltarma aparece ya en A en un punto posterior de la narrativa.

En el texto original de A Avallon era todavía el nuevo nombre de la isla de Eressëa, pero al reescribir el pasaje (véase en §4) se corrigió por Avallónë, que ahora era el nombre del puerto de los Eldar en Eressëa. En el presente párrafo A decía: «Pero los sabios de entre ellos sabían que esa tierra distante no era en verdad Valinor, el Reino Bendecido, sino Avallónë, la Isla de los Eldar, el extremo oriental de las Tierras Imperecederas»; en este punto, [178] la forma original es Avallónë, así que mi padre cambió de Avallon a Avallónë durante la composición del manuscrito, sin cambiar por ello el significado del nombre (aunque véase en §75). Luego el texto fue modificado de acuerdo con la nueva concepción, pero sólo cambiando «Isla» por «Puerto», a lo que en AS yo añadí «en Eressëa» para que quedara claro. (Gran parte del presente pasaje proviene casi palabra por palabra de El Hundimiento de Anadûnê, VI. 249, §16: sobre la dificilísima cuestión del significado de Avallôni en esa obra véase VI. 269, 275-276.)

En el pasaje donde se describe la llegada de los Eldar a Númenor AB decía:

Y desde allí venían aún a veces los Primeros Nacidos a Númenor en barcas sin remos, o como aves que volaban, por causa de la amistad que unía a ambos pueblos.

El texto de AS coincide aquí con el de B 2, y de nuevo (véase §9 arriba) la «amistad» de los Eldar y los Númenóreanos fue eliminada.

La conclusión del párrafo proporciona más pruebas de que la Akallabêth se escribió en una fecha temprana. El pasaje empieza como una adición de A (tras las palabras «por causa de la amistad que unía a ambos pueblos» citadas arriba) y dice lo siguiente, con los cambios indicados:

Y llevaban a Númenor muchos regalos: aves canoras, y flores de dulces fragancias y hierbas de gran virtud. Y transportaron un vástago del Arbol Blanco, [Nimloth el Hermoso >] Galathilion, que crecía en medio de Eressëa y era a su vez vástago del Arbol Antiguo, [Galathilion la luz de Valinor >] Telperion de muchos nombres, la luz de Valinor. Y el árbol creció y floreció en los patios del Rey en [Númenos >] Ar-minalêth; Nimloth el hermoso se llamó, y las sombras de la noche se apartaban cuando Nimloth estaba en flor.

La historia de los nombres de los Árboles Blancos es compleja, por varias razones: al principio se aplicaron a los Dos Árboles de Valinor y luego se reutilizaron para los árboles posteriores; estos (de Tirion (Túna), Eressëa y Númenor), se introdujeron en distintas épocas; y hubo cambios en las aplicaciones de los nombres. Lo más sencillo es estudiar en primer lugar las afirmaciones provenientes del principal período de trabajo en los Días Antiguos, entre la finalización de El Señor de los Anillos y su publicación.

En los Anales de Aman (VII. 105, §69) Yavanna dio a los Noldor de Túna (Tirion) «Galathilion, imagen del Arbol Telperion». [179] En la revisión del Quenta Silmarillion de la misma época (VII. 106, §39) se decía de él que «Yavanna hizo para ellos un árbol que en todo era una imagen menor de Telperion, salvo en que no daba luz propia»; no se da su nombre. También se decía en la misma versión del Quenta Silmarillion. (VII. 183) que Galathilion, uno de los nombres de Telperion, se atribuía también al Arbol Blanco de Túna, conocido como «Galathilion el Menor»; y que «su retoño se llamó Celeborn en Eressëa y Nimloth en Númenor, el don de los Eldar».

En el texto original de esta adición de A, mi padre dio el nombre de Nimloth al Arbol de Eressëa, diciendo que era «un vástago del Arbol Antiguo, Galathilion la luz de Valinor»; de este modo, omitió el Arbol de Túna (Galathilion el Menor). Inmediatamente cambió el nombre del Arbol de Eressëa por Galathilion, un vástago de Telperion, y dio el nombre Nimloth al Arbol de Númenor. (Esto también demuestra que la adición fue anterior al relato del destino del Arbol de Númenor, presente en un punto posterior de A, pues allí el nombre era Nimloth desde el principio.)

El pasaje corregido reaparece sin más cambios en el segundo texto, la copia mecanografiada B. Sin embargo, en este texto mi padre lo tachó y lo reescribió (B 2) de la siguiente manera;

Y transportaron un vástago del Arbol Blanco que crecía en el medio de Eressëa, y era a su vez vástago del Arbol de Túna, Galathilion, que Yavanna dio a los Eldar en la Tierra de los Dioses como recuerdo de Telperion, la Luz de Valinor. Y el árbol creció y floreció en los patios del Rey en Ar-Minalêth [> Ar-Menelos]; Nimloth el Hermoso se llamó, y las flores se abrían al atardecer, y su fragancia llenaba las sombras de la noche.

Aquí, en la «segunda fase» de la Akallabêth, con la introducción del Árbol de Túna (Galathilion), el don de Yavanna, hallamos la misma sucesión que en los Anales de Aman y la revisión de la misma época del Quenta Silmarillion: Telperion de Valinor; Galathilion de Túna; [Celeborn] de Eressëa; Nimloth de Númenor. De este modo, es inevitable extraer la conclusión de que la primera fase (AB) de la Akallabêth fue anterior a esas obras (los Anales de Aman, etc.), que pueden datarse con bastante precisión hacia 1951.

En AS el pasaje se retocó ligeramente mediante la introducción del nombre Celeborn del Arbol de Eressëa (VII. 183) y (de modo innecesario) la palabra «imagen» del Arbol de Túna, proveniente de los Anales de Aman (VII. 105).

Respecto a esto, es interesante comparar el pasaje de El retorno del Rey (p. 332, al final del capítulo El Senescal y el Rey) en el que se [180] describe el hallazgo del árbol retoño en el Monte Mindolluin. Las palabras de Gandalf son:

Es en verdad un retoño de la estirpe de Nimloth el Hermoso; semilla de Galathilion, fruto de Telperion, el más anciano de los Árboles, el de los muchos nombres.

Se observará que esto concuerda con la versión corregida del pasaje de la primera fase (AB) de la Akallabêth. Galathilion (como padre de Nimloth) es aquí el Arbol de Eressëa, no hay mención al Arbol de Tuna, y Galathilion es un «fruto» de Telperion (no una «imagen» o «recuerdo»). La conclusión es pues que este pasaje no fue revisado cuando el Arbol de Túna se introdujo en la historia.[142]

§13Fue así que a causa de la Prohibición de los Valar… El primer párrafo concerniente al gran viaje tuvo una curiosa evolución. En El Hundimiento de Anadûnê (VI. 250, §17) se decía que los marinos de Númenor navegaban «desde la oscuridad del Norte hasta los calores del Sur, y más allá hasta las Oscuridades Bajas. Y los Eruhîn [Númenóreanos] llegaban con frecuencia a las costas de las Grandes Tierras, y se compadecieron del mundo abandonado de la Tierra Media». En la Akallabêth, tras las palabras «hasta las Oscuridades Bajas», mi padre introdujo un pasaje proveniente de CN III (VI. 218):

Llegaron desde Eressëa en el Oeste a las costas de la Tierra Media, e incluso a los mares interiores; y navegaron por el Norte y el Sur y atisbaron desde las altas proas las Puertas de la Mañana en el Este.

Esto se remonta a los primeros textos de La Caída de Númenor (VI. 21, 27-28, 34). Pero al introducirlo en la Akallabêth lo reemplazó por «y se internaban aun en el mar interior y viajaban alrededor de la Tierra Media, y atisbaban desde las elevadas proas las Puertas de la Mañana en el Este», con lo que regresó a El Hundimiento de Anadûnê con «Y los Dúnedain llegaban con frecuencia a las costas de las Grandes Tierras» (donde «con frecuencia» > «en ocasiones» en B 2).

Este es el texto de AS. Parece completamente imposible decir qué concepción geográfica del Este del Mundo subyace tras este pasaje.

En AS, tras las palabras «los Númenóreanos les enseñaron muchas cosas», se omitió el siguiente pasaje (que también provenía de El Hundimiento de Anadûnê, ibid.): [181]

Les enseñaron el habla, pues las lenguas de los hombres de la Tierra Media, excepto en las viejas tierras de los Edain, habían decaído hasta la brutalidad, y gritaban como aves chillonas o gruñían como bestias salvajes.

§14Entonces los Hombres de la Tierra Media encontraron consuelo… hasta §17 Y había otros que decían… (AS pp. 357-358). No se introdujeron cambios en este texto en B 2, pero en §17 se realizaron dos modificaciones editoriales: en lugar de «la beatitud de los Grandes» y «los pueblos de la Tierra» yo puse «la beatitud de los Poderes» y «los pueblos de Arda».

§18Los Eldar transmitieron estas palabras… A dice: «y envió mensajeros a los Dúnedain, que hablaron severamente con el Rey, Tar-Atanamir». Mi padre se basaba en El Hundimiento de Anadûnê en este párrafo (VI. 252, §23), pero en esa obra el rey era Ar-Pharazôn: Tar Atanamir aparece aquí por primera vez.[143] Para más comentarios al respecto véase bajo §§24-25.

§19—El Destino del Mundo —dijeron… hasta §23 Entonces los mensajeros dijeron… En esta parte de la Akallabêth no se introdujeron apenas cambios en el texto B 2, y ninguno que valga la pena apuntar; no obstante, hubo algunas modificaciones editoriales sin importancia en AS. En §23 «dentro de la cintura de la Tierra» fue reemplazado por «dentro de los Círculos del Mundo» y «el amor de esta Tierra» por «el amor de Arda».

§§24, 25 Estas cosas sucedieron…, Entonces Tar-Ancalimon… Estos dos párrafos tienen que estudiarse juntos. AB §24 empezaba:

Estas cosas ocurrieron en los días de Tar-Atanamir, y era el séptimo de los reyes que sucedieron a Elros en el trono de Númenor; y ese reino había durado entonces más de dos mil años.

Y AB §25 empezaba:

Entonces [Kiryatan > Ar-Kiryatan >] Tar-Kiryatan el Constructor de Barcos, se convirtió en Rey, y era de igual temple…

En cualquier caso, los nombres bastarían para probar que había tenido lugar, o estaba teniendo lugar, una evolución en la historia de la casa real de Númenor respecto a la de El Hundimiento de Anadûnê, sin embargo, existe una página aislada muy interesante en la que mi padre expuso la nueva concepción, y lo más conveniente es darla aquí. [182]

Segunda Edad

Elros murió S. E. 460
Rey 1 » c. 682
2 » c. 903
3 » c. 1125
4 » c. 1347
5 » c. 1568
6 » c. 1790 [añadido:] En su época los Númenóreanos ayudaron a Gil-galad en la derrota de Sauron
7 » c. 2061

En su época cayó la Sombra por primera vez sobre Númenor. Su nombre era Tar-Atanamir. Recibió mensajes de los Valar, que no quiso escuchar. [Añadido:] Se aferró a la vida durante 50 años más.

8 murió S. E. c. 2233

En su época el pueblo empezó a dividirse entre la gente del Rey y los Nimruzîrim[144] (Elendilli) o Amigos de los Elfos. La gente del Rey y la Casa Real dejaron de aprender la lengua élfica y se los conoce sobre todo por sus nombres númenóreanos. Este rey fue Tar-Kiryatan (Constructor de Barcos) o en Númenóreano Ar-Balkumagán. Empiezan los asentamientos de dominio en la Tierra Media.

9 murió S. E. c. 2454

Se profundiza el alejamiento de los Amigos de los Elfos y los Hombres del Rey. El rey obliga a los Amigos de los Elfos a vivir en el Este, y su morada principal pasa a ser Rómenna. Muchos parten para instalarse en las costas del NO de la Tierra Media. Por lo general, la gente del rey va más al sur.

10 murió S. E. c. 2676
11 » c. 2897
12 » c. 3118

El poder de Númenor llega a su punto máximo, pero no así su beatitud.

13 y último Tarkalion o Arpharazôn. Desafía a Sauron y desembarca en Umbar 3125

Caída de Númenor 3319 [183]

Los aspectos generales de este texto se comentan después (pp. 205 y nota 158). No cabe duda de que mi padre tenía al lado este esquema cuando escribió el manuscrito original A de la Akallabêth. Por el momento, puede observarse que, como en A, Atanamir (que recibió a los mensajeros) era el padre de Kiryatan; y que cuando mi padre escribió en A que Atanamir «era el séptimo de los reyes que sucedieron a Elros» eso era lo que quería decir exactamente, pues en el «Esquema» (así lo llamaré en adelante) tiene el número 7, y Kiryatan el 8, mientras que Elros no tiene ninguno.

En B 2 el inicio de estos dos párrafos, §§24-25, se sustituyeron por el texto dado en AS: «Estas cosas sucedieron en los días de Tar-Kiryatan el Constructor de Barcos, y de Tar-Atanamir, su hijo …», y «Entonces Tar-Ancalimon, hijo de Atanamir, fue el rey …» En esta «segunda fase» no sólo se invirtió el orden de Atanamir y Kiryatan, sino que (aunque seguía siendo el que recibía a los mensajeros) Atanamir se convierte en el decimotercer rey (las palabras originales de A, «de los reyes que sucedieron a Elros», se eliminaron: en La Línea de Elros en Cuentos Inconclusos (p. 282) Kiryatan era el duodécimo y Atanamir el decimotercero, contando a Elros). De este modo, la segunda fase (B 2) de la Akallabêth representa o, mejor dicho, se basa en la continuación del desarrollo de la historia númenóreana respecto a la primera fase o AB.

Al final de §25 hay un párrafo en AB que se omitió por entero en B 2 (es decir, que fue tachado en el texto mecanografiado B):

Los Elendili vivían principalmente cerca de las costas occidentales de la tierra; pero a medida que la sombra penetraba en los corazones de los hombres, el distanciamiento entre las dos partes aumentó, y el rey les ordenó que se trasladaran y moraran en el este de la isla, lejos del puerto de Andúnië, donde antes solían ir los Eldar; y desde entonces los Eldar sólo los visitaban pocas veces y en secreto. De este modo la principal morada de los Amigos de los Elfos en días posteriores estaba cerca del puerto de Rómenna; y desde allí muchos se hacían a la mar y regresaban a la Tierra Media, donde podían hablar con los Elfos en el reino de Gil-galad. Porque todavía enseñaban a sus hijos las lenguas eldarin, mientras que entre los Hombres del Rey estas lenguas habían caído en desuso, e incluso el pueblo sólo conocía a los Herederos de Eärendil por sus nombres en lengua númenóreana. Y los reyes desearon poner fin a toda amistad entre su pueblo y los Eldar (a quienes ahora llamaban los Espías de los Valar), esperando así poder [184] ocultar a los Señores del Oeste sus acciones y designios. Pero Manwë conocía todo cuanto hacían, y los Valar estaban enojados con los reyes de Númenor, y ya no les dieron consejo.

Para la explicación de esta omisión véase p. 187. B 2 sigue luego con AS §26.

§26De este modo la beatitud de Oesternesse menguó… Al final de este párrafo AB dice «después de los días de [Ar-Kiryatan >] Tar-Kiryatan» (siendo Kiryatan hijo de Atanamir); en B 2 esto se convirtió en «después de los días de Tar-Ankalimon» (que ya había aparecido en §25 como hijo de Atanamir).

Existen varios borradores originales del pasaje que trata de la creciente obsesión por la muerte de los Númenóreanos, entre los que se cuenta el siguiente párrafo que no se incluyó en A:

Y algunos promulgaban que habían una tierra de sombras con los espectros de las cosas que habían conocido y amado en las tierras mortales, y que a ella acudirían los muertos ensombrecidos con las sombras de sus posesiones.

§27En aquel tiempo los Númenóreanos… Este párrafo de AS no sufrió cambio alguno respecto a los textos anteriores.

§28De todo esto los Amigos de los Elfos participaron muy poco… El final de este párrafo, desde «ayudando en contra de Sauron», fue modificado en AS; el auténtico texto dice:

Pero los Hombres del Rey avanzaban muy lejos hacia el sur, y aunque los señoríos y las fortalezas que construyeron dejaron muchas huellas en las leyendas de los Hombres, los Eldar nada sabían de ellos. Sólo recordaban Pelargir, pues allí estaba el puerto de los Amigos de los Elfos en la desembocadura de Anduin el Grande.

Sin duda, Pengoloð quería decir que, después de que surgiera la gran división entre los Númenóreanos, los Elfos de Eressëa no volvieron a tener noticia de las empresas imperiales de los Hombres del Rey en el sur de la Tierra Media. Sin embargo, con la eliminación de Pengoloð y Ælfwine en el texto publicado, la Akallabêth perdió su base expresa en la tradición eldarin; esto fue lo que me llevó (en lo que ahora me parece un exceso de celo) a modificar el final del párrafo. Por otro lado, esta constituye la primera aparición de Pelargir en los textos sobre Númenor.

§29En esta Edad, como se dice en otra parte… En AB la segunda oración de este párrafo decía: «En verdad, en los días que Atanamir reinó en Númenor, en Mordor se construyó la Torre de Barad-dûr, [185] y en adelante Sauron empezó a luchar por el dominio de la Tierra Media…» En B 2 esto se reemplazó por el texto de AS, «Ya en los días de Tar-Minastir, el undécimo rey de Númenor, había fortificado la tierra de Mordor y había construido la Torre de Barad-dûr…» La aparición aquí de Tar-Minastir, el undécimo rey, es por supuesto uno de los elementos de la ampliación de la historia que ya hemos visto en §§24-26. De igual modo, en este párrafo del texto de AB «tampoco olvidaba la ayuda que [los Númenóreanos] habían prestado a Gil-galad tiempo atrás» fue sustituido en B 2 por «la ayuda que Tar-Minastir había prestado…»

En la oración «Y Sauron odiaba a los Númenóreanos a causa de los hechos de sus padres y de su antigua alianza con los Elfos» la palabra «alianza» reemplazó a la palabra original «amistad»; véase en §9 arriba.

Las palabras de AS «cuando el Anillo Único fue forjado y hubo guerra entre Sauron y los Elfos en Eriador» fueron una adición editorial.

§30Sin embargo, Sauron fue siempre engañoso… Este párrafo proviene de A y no sufrió cambio alguno, a excepción de la sustitución de «grandes señores de Númenor» por «grandes señores de raza Númenóreana». El nombre Úlairi de los Espectros del Anillo parece caracterizar esta época de la obra de mi padre: también aparece en un texto de la Cuenta de los Años (p. 209), en Los Herederos de Elendil (capítulo VII), y en De los Anillos de Poder y la Tercera Edad (publicado en El Silmarillion).

Al final del párrafo mi padre continuó el texto mecanografiado C, después de «emprendió el asalto de las fortalezas de los Númenóreanos en las costas del mar»: «pero todavía no pudo tomar Umbar». Véase §41 abajo.

Después de AS §30 hay un segundo pasaje en AB (véase p. 183) que no se incluyó en B 2:

En aquellos días ascendió al trono de los Reyes del Mar el gran Tar-Calion, a quien los hombres llamaban Ar-Pharazôn el Dorado, el más poderoso y orgulloso de todo su linaje. Doce reyes habían regido a los Númenóreanos entre Elros y Ar-Pharazôn, y dormían ahora en sus profundas tumbas bajo el monte del Meneltarma, tendidos en lechos de oro. Grande y glorioso era Ar-Pharazôn, sentado en el trono tallado de la ciudad de Ar-Minalêth en el mediodía de su reino; y acudieron a él capitanes de barcos y hombres que regresaban del Este y le hablaron de Sauron, que se llamaba a sí mismo el Grande y se proponía ser señor de toda la Tierra Media, y aun destruir Númenor, si le era posible. [186]

Grande fue la ira de Ar-Pharazôn al oír estas nuevas, y meditó largo tiempo, y su temple se oscureció. Y decidió sin pedir permiso a los Valar, ni recurrir a la ayuda de otra sabiduría que la propia, que exigiría la fidelidad y el homenaje de ese señor; porque movido por el orgullo, pensaba que ningún rey había de ser tan poderoso como para rivalizar con el Heredero de Eärendil.

Ar-Pharazôn es aquí el decimocuarto rey, ya que «doce reyes habían regido a los Númenóreanos entre Elros y Ar-Pharazôn»; esto concuerda con El Hundimiento de Anadûnê[145] y también con el Esquema dado en p. 182, en el que Ar-Pharazôn tiene el número 13 y Elros no se cuenta.

En este punto (es decir, después de la conclusión de AS §30) hay una flecha en el texto mecanografiado B para insertar un texto que consiste en un manuscrito muy cuidado de cuatro caras.

§31En aquellos días la Sombra se hizo más densa… hasta §40 Grande fue la ira… Este pasaje de AS (pp. 363-367) sigue casi palabra por palabra el texto insertado que acabo de mencionar. Aquí se introdujo en la narrativa sobre Númenor la historia de los reinados de Ar-Adûnakhôr y Ar-Gimilzôr; de los Señores de Andúnië, que pertenecían a la Línea de Elros; de los hijos de Ar-Gimilzôr, Inziladûn y Gimilkhâd, y su conflicto; del reinado infeliz de Inziladûn (Tar-Palantir); y del matrimonio forzoso de su hija Míriel (Ar-Zimraphel), la reina por derecho, y Pharazôn hijo de Gimilkhâd, que se tomó el cetro para sí.

Los escasos detalles significativos en los que el texto insertado se modificó en AS son los siguientes.

En §31 cambié «el vigésimo rey» (Ar-Adûnakhôr) y «el vigésimo tercer rey» (Ar-Gimilzôr) por «decimonoveno» y «vigesimosegundo», y en §38 cambié «veinticuatro reyes y reinas habían regido a los Númenóreanos» antes de Ar-Pharazôn por «veintitrés», La causa de que realizara estos (erróneos) cambios (una omisión en la lista de regentes de Númenor dada en el Apéndice A (I, i)) se ha comentado extensamente en Cuentos Inconclusos pp. 289-290, nota 11.

En §33 omití dos notas (que corresponden a la época del manuscrito y forman parte de él) acerca de los Señores de Andúnië. La primera de ellas se refiere a las palabras «porque pertenecían a la estirpe de Elros» y dice: «Y tomaban nombres en Quenya, algo que no hacía ninguna otra casa excepto la de los reyes»; la segunda se refiere a las siguientes palabras, «y descendían de Silmarien, hija de Tar-Elendil el cuarto Rey»:

Y a su linaje habría correspondido el cetro, si en su día la ley [187] hubiera sido como fue después. Porque cuando Tar-Ankalimë se convirtió en la primera reina regente, como única hija de Tar-Aldarion, el sexto rey, se decretó que el hijo mayor del rey, fuera hombre o mujer, recibiría el cetro y la autoridad real; y Silmarien era mayor que su hermano Meneldur, que sucedió a Tar-Elendil.

Sobre esto véase Cuentos Inconclusos p. 266-267, donde se comentan las distintas formulaciones de la ley dictada por Tar-Aldarion. La ley se describe aquí con las mismas palabras que en el Apéndice A (I, i), es decir, el primogénito es el primer hijo, independientemente de su sexo (en lugar de que el trono es heredado por una hija sólo cuando el Rey no tiene ningún hijo varón).[146]

En §37 el nombre Adûnaico de Tar-Míriel no es Ar-Zimraphel en el largo texto insertado, sino Ar-Zimrahil, y esta es la forma en que aparece en todas las fuentes: en El Hundimiento de Anadûnê (VI. 262, §48), en Akallabêth AB (véase §78 abajo), en La Línea de Elros (Cuentos Inconclusos p. 286), y en Aldarion y Erendis (ibid. p. 244). De hecho Ar-Zimraphel sólo aparece en un lugar, en un cambio realizado por mi padre en el presente párrafo en el texto mecanografiado amanuense C. Yo lo adopté en AS, y también sustituí en silencio el nombre original por Ar-Zimraphel en los pasajes de La Línea de Elros y Aldarion y Erendis.

En §§24-25 y 30 arriba he dado dos pasajes de AB que fueron tachados cuando se introdujo el largo texto insertado. El primero de ellos, que sigue a AS §25 y empieza «Los Elendili vivían principalmente cerca de las costas occidentales…» (p. 183) se reutilizó en gran parte en el texto insertado (AS §32, Ahora bien, los Elendili vivían principalmente en las regiones occidentales…), pero el traslado forzoso de los Amigos de los Elfos al este de Númenor fue llevado a cabo ahora por Ar-Gimilzôr, mientras que en AB no se menciona al rey que lo ordenó. El segundo pasaje omitido, que va después de AS §30 y empieza «En aquellos días ascendió al trono de los Reyes del Mar el gran Tar-Calion» (p. 185), se pospuso hasta el final del texto insertado, donde reaparece con una forma revisada (AS §§38-40, p. 367). En las palabras de §40 «tan poderoso como para rivalizar con el Heredero de Eärendil» termina la inserción, y el texto de AB o «primera fase» se retoma con «Por tanto empezó en ese tiempo a forjar una gran cantidad de armas…».[147]

Junto con el texto insertado había varias páginas, escritas en el mismo papel, en las que mi padre inventó una nueva historia de la boda de Pharazôn y Míriel. A este respecto véanse pp. 191 ss.

§41Y los Hombres vieron las velas que asomaban en el poniente… En la primera oración las palabras «resplandecientes de rojo y de oro» (de [188] las velas de los navíos de Ar-Pharazôn) debería decir «resplandecientes de oro rojo» (una frase que se remonta a El Hundimiento de Anadûnê, VI. 279-280, §28).

En la segunda oración cambié el texto original «Umbar, donde había un puerto poderoso que no era obra de ninguna mano» por «Umbar, donde los Númenóreanos tenían un puerto poderoso, que no era obra de ninguna mano», en vista del Apéndice B, 2280 de la Segunda Edad: «Umbar se convierte en la gran fortaleza de Númenor» (casi mil años antes de la llegada de Ar-Pharazôn). Por la misma razón cambié el texto original en la oración siguiente, desde «Desierta y en silencio bajo la hoz de la luna estaba la tierra cuando el Rey del Mar puso pie en la orilla» por «Desiertas y en silencio estaban ahora todas las tierras en derredor cuando el Rey del Mar avanzó sobre la Tierra Media». (Es probable que cuando mi padre escribió esto no se imaginara aún que Umbar era una fortaleza y un puerto númenóreanos en la época de la llegada de Ar-Pharazôn.)

§§42 ss. En el resto de la Akallabêth el texto del manuscrito original A sufrió muy pocos cambios en las etapas posteriores; por tanto, no es necesario seguir comentando el texto párrafo a párrafo. En AS sólo se realizaron modificaciones editoriales ocasionales, y en el resto de este comentario puede entenderse que la obra publicada sigue el original excepto cuando se dice lo contrario, cuando más con cambios muy menores que no merece la pena mencionar.[148]

§44Sin embargo, tan astuto era de mente… (p. 368). El texto de AB dice «todos los consejeros, salvo sólo Valandil, empezaron a lisonjearlo». En B 2 mi padre cambió Valandil por Amandil aquí y en todas las apariciones posteriores. Puesto que Amandil no se había mencionado en el texto antes, yo añadí las palabras «señor de Andúnië» en AS. Por otro lado, resulta curioso que el nombre del padre de Elendil, Valandil, fuera una reversión a El Camino Perdido (V. 73, 84-85). En el transcurso de la escritura de El Señor de los Anillos el nombre se aplicó de un modo variable a un hermano de Elendil, a un hijo de Elendil y al propio Elendil (RS. 215, 222; TI. 144, 146-148).

§53No obstante, les pareció a los Númenóreanos por mucho tiempo… (p. 372). En la última oración «los bondadosos reyes de antaño» es un cambio editorial que sustituyó a «los bondadosos reyes de los Días Antiguos».

§57—Los días se han oscurecido y ya no hay esperanzas para los Hombres… (pp. 373-374). El texto dice aquí «no hay esperanzas en los Hombres», y la lectura de AS parece ser un mero error, puesto que no hay razones para el cambio. En las palabras de Amandil y Elendil que siguen es evidente que la intención de mi padre era distinguir [189] entre del «tu» de padre a hijo y de «vos» de hijo a padre, pero el uso no es coherente. En AS empleé «tú» en todo el texto.

§73Entonces Ar-Pharazôn se hizo a la mar… (p. 377). El nombre del gran navío de Ar-Pharazôn es Aglarrâma en AB (como en El Hundimiento de Anadûnê, VI. 260, §44), sustituido en B por Alkarondas.

§75Pero las flotas de Ar-Pharazôn… (p. 378). En el texto original (en todas las etapas) este párrafo empieza:

Pero de los Hombres, Ælfwine, ¿quién puede contar la historia de su destino? Porque no hubo barco ni hombre de aquella hueste que regresara a las tierras de los vivos; y el mundo cambió en ese entonces, y en la Tierra Media el recuerdo de lo que sucedió antes es débil e impreciso. Pero entre los Eldar se recuerdan los hechos y las cosas que fueron; y los más versados en tradiciones cuentan la historia, Ælfwine, que yo te cuento ahora. Y dicen que las flotas de Ar-Pharazôn llegaron de las profundidades del Mar y rodearon Avallónë y la Isla de Eressëa…

Puesto que esta última frase aparece ya en A es evidente que el nuevo significado de Avallónë (que se refiere al puerto oriental de Eressëa, no a la Isla) se había introducido durante la escritura de A (véase en §12 arriba):

En AS «Taniquetil» es un cambio editorial en sustitución de «la Montaña de Aman», y «la luz de Ilúvatar» en sustitución de «la luz de Dios».

§76Entonces Manwë invocó a Ilúvatar… En la primera oración «ya no gobernaron Arda» fue un cambio editorial que reemplazó a «ya no gobernaron la Tierra».

§77Pero las tierras de Aman… En este párrafo se realizaron dos cambios en AS. El texto original dice: «fueron retiradas de los círculos del mundo y llevadas para siempre más allá del alcance de los Hombres», y «no hay ahora dentro de los círculos del mundo lugar alguno…».

§78En una hora que los Hombres no esperaban… AB dice «Ar-Zimrahil», sustituido en B 2 por «Tar-Míriel»; véase nota 147.

§80Eran nueve barcos… Todos los textos dicen «Eran doce barcos: seis para Elendil, y cuatro para Isildur, y dos para Anárion», pero en el texto amanuensis C mi padre sustituyó las cantidades por «nueve: cuatro, tres, dos», apuntando en el margen: «Nueve, a menos que el verso de SA se cambie por Cuatro veces tres.» Se refiere a la canción que entonaba Gandalf mientras cabalgaba en Sombragrís con Pippin a través de Rohan, camino a Minas Tirith (Las Dos Torres p. 275): [190]

Altos navíos y altos reyes
tres veces tres.
¿Qué trajeron de las tierras sumergidas
sobre las olas del mar?

§81Más tarde Elendil y sus hijos… El inicio de este párrafo se modificó en AS para eliminar la referencia a Ælfwine: «Y aquí termina la historia, Ælfwine, para hablar de Elendil y sus hijos, que más tarde fundaron reinos en la Tierra Media…».

§83Pero estas cosas no pertenecen a la historia… B decía «el Hundimiento de Anadûnê», que se corrigió por «la Anegación de Númenor» (una reversión a la lectura de A). Al final del párrafo AB decía «hablaban de Akallabêth, que se hundió bajo las olas, la Sepultada, Atalantë en lengua Eldarin», con Akallabêth sustituido por Marnu-Falmar en B 2. La eliminación de Akallabêth (que se recuperó en AS) forma parte de la tendencia a reemplazar el Adûnaico por nombres élficos: véase en §78 abajo y nota 147. Por otro lado, en una de las copias del texto C mi padre escribió la siguiente nota sobre el nombre de Atalantë.

El nombre Adûnaico o númenóreano del mismo significado era Akallabêth, KALAB. Por una curiosa coincidencia (que no se preparó conscientemente), antes de que se escribiera esta historia se había inventado una raíz TALAT «derrumbarse», y a partir de ella se podía formar atalantë se ha derrumbado, según las reglas gramaticales inventadas antes de la concepción de Númenor. De este modo, el parecido con Atlántida es casual (se dice).

Junto a esta nota hay escrito «71», que debe de significar «1971» (véase VIII. 225, 229). En relación a esta afirmación sobre el tema cf. las observaciones de Lowdham en Los papeles del Notion Club, VI. 127; la carta de mi padre de julio de 1964 citada en V. 15 (nota a pie de página); y las Etimologías, V. 450, raíz TALÁT.

§§84-6 La última sección de la Akallabêth, que empieza en AS «Entre los exiliados, muchos creían…» (pp. 382-383), se titulaba en A Epiloga; el título se omitió en B. Hay un extenso comentario sobre esta sección en relación con El Hundimiento de Anadûnê en VI. 282-287.

§84Entre los exiliados, muchos creían… El texto original, que no sufrió ningún cambio desde A, dice:

Pero si quieres saber, Ælfwine, antes de que te vayas, por qué razón los hombres de la simiente de Eärendil, o quienes como tú tienen parte de su sangre, por pequeña que sea, se aventuran aún en el Mar, en busca de algo que no pueden encontrar, esto es lo que debes saber. [191]

La cima del Meneltarma, el Pilar del Cielo, en el medio de la tierra, había sido un sitio consagrado y nadie lo había mancillado nunca, aun en días de Sauron. Por tanto entre los Exiliados, muchos creían que no fue anegada para siempre, sino que se levantó otra vez por encima de las olas, una isla perdida en las grandes aguas, a menos que la encuentre un marinero. Y algunos hubo que después la buscaron, porque se decía entre los sabios que en otro tiempo los hombres de vista penetrante alcanzaban a atisbar desde el Meneltarma un destello de las Tierras Inmortales.

§86De este modo, en parte por los viajes de los barcos… La oración «hasta llegar a Tol Eressëa, la Isla Solitaria» sustituyó en AS al original «hasta llegar a Tol Eressëa, donde están los inmortales Eldar». Inmediatamente después, «donde habitan todavía los Valar y observan el desarrollo de la historia del mundo» sustituyó en seguida a las palabras de A, «donde habitan todavía los Valar pero se limitan a observar y no se mezclan con el mundo abandonado a los Hombres».

En la última oración «y de ese modo habían llegado al puerto de Avallónë, con lámparas que iluminaban los muelles» fue un cambio editorial que reemplazó a «y de ese modo habían llegado a Avallónë y a Eressëa» («a Eressëa y a Avallónë» en A). Para «con lámparas que iluminaban los muelles» véase V. 385.

Después de la conclusión de la Akallabêth en AS se omitieron las siguientes líneas:

Y si estas historias son falsas, o si por lo menos algunas son verdad y a través de ellas los Valar iluminan aún el recuerdo de los Hombres más allá de la oscuridad de la Tierra Media, ahora lo sabes por ti mismo, Ælfwine. Aunque tal vez nadie te crea.

Nota sobre el matrimonio de Míriel y Pharazôn

Mi padre trabajó mucho en esta historia, pero no resulta fácil ver cuál es su relación con el párrafo (AS §37, Y sucedió que los pesares fatigaron a Tar-Palantir…) del largo texto insertado en el texto mecanografiado B, que se repite palabra por palabra en AS a excepción del cambio de Ar-Zimrahil por Ar-Zimraphel (p. 187). En cualquier caso, quedara más claro si se expone la genealogía (cf. La Línea de Elros en Cuentas Inconclusos pp. 285-286). [192]

La significación del hermano de Amandil Elentir se verá en los textos que se dan aquí: por lo que yo sé, no aparece en ningún otro sitio. Estos textos se escribieron en el mismo papel que la larga inserción y se insertaron con ella en el texto mecanografiado B.

(a)

Se trata de un manuscrito muy tosco escrito tan rápido que ha resultado extraordinariamente difícil de descifrar. El texto que sigue no es seguro en muchos puntos, pero estos no afectan la narrativa y en muchas ocasiones me he ahorrado los corchetes y los signos de interrogación; no tiene nada que ver con el aspecto del original.

[Ar-Pharazôn] Era un hombre de gran belleza y fuerza/estatura, parecido a los primeros reyes, y de hecho en su juventud se asemejaba a los antiguos Edain también en temple, aunque tenía más fuerza de voluntad que sabiduría, como después se vio, cuando fue corrompido por los consejos de su padre y la aclamación de su pueblo. En sus primeros días era muy amigo de Amandil, que después fue Señor de Andúnië,[149] y amaba al pueblo de la Casa de Valandil, con quien estaba emparentado (a través de Inzilbêth, la madre de su padre). Era huésped suyo con frecuencia, y también los visitaba Zimrahil, su prima, hija de Inziladûn que después fue el rey Tar-Palantir. Elentir, el hermano de Amandil, la amaba, pero cuando vio a Pharazôn por primera vez los ojos y el corazón de ella se volvieron hacia él, por causa de su belleza y también de su riqueza.

Pero se marchó[150] y Zimrahil permaneció soltera. Y entonces sucedió que los pesares fatigaron a Tar-Palantir y murió, y como [193] no tenía hijos ella recibió el cetro con el nombre de Tar-Míriel, por derecho y por la Ley de los Númenóreanos. Pero Pharazôn (?apareció) y se le dirigió, y ella se alegró y olvido la lealtad hacia su padre, porque estaba enamorada de Pharazôn. Y en esto rompieron las leyes de Númenor que prohibían el matrimonio, incluso en la casa real, entre parientes más cercanos que primos en segundo grado. Pero eran demasiado poderosos para que los contradijeran. Y cuando estuvieron casados Zimrahil entregó d cetro a Pharazôn, y él ocupó el trono de Elros con el nombre de Ar-Pharazôn el Dorado, aunque ella conservó el título que le correspondía por derecho y fue llamada Ar-Zimrahil.[151]

Sólo los Elendili no se subordinaron a él y se atrevían a hablar en contra de sus deseos, y en aquel entonces todo el mundo sabía que Amandil, el Señor de Andúnië, era el jefe del grupo, aunque no se decía abiertamente. Por tanto Ar-Pharazôn persiguió a los Fieles, despojándoles de todas sus riquezas, y privó de sus señoríos a los herederos de Valandil. Entonces tomó Ælfwine y la convirtió en el puerto principal de los astilleros del rey, y a Amandil, que era ahora el Señor, le ordenó que se fuera a vivir a Rómenna. Sin embargo, no lo molestó más [?en ese momento], ni lo echó del Consejo del Cetro, porque su corazón recordaba aún su antigua amistad; y Amandil también era amado por mucha gente que no pertenecía a los Elendili.

Y cuando se vio (?firme) en el trono sin que nadie se pronunciara en su contra se sentó en A[rmenelos] en el apogeo de su poder, y no halló lo suficiente para apagar su [?codicia], y en medio de todo su esplendor se hacía oscuras reflexiones pensando en la guerra.

En este texto hay varías frases que son idénticas o casi idénticas a las de la larga inserción («los pesares fatigaron a Tar-Palantir y murió», «por derecho y por la ley de los Númenóreanos», «entre parientes más cercanos que primos en segundo grado», «se hacía oscuras reflexiones pensando en la guerra», AS §§37, 39). Sería natural suponer que estas frases aparecieron por vez primera en este texto, que fue tachado en la página, y que se repitieron en el texto insertado, un manuscrito redactado con gran esmero; en ese caso, habría que concluir que mi padre descartó la historia del amor del hermano de Amandil, Elentir, por Zimrahil, y de que ella se apartó de él y de los Amigos de los Elfos y aceptó de buen grado a Pharazôn, antes de escribir la versión final. Sin embargo, dudo que fuera así.

[194]

(b)

Existe una segunda página escrita a mano que es aún más difícil de leer, y no he sido capaz de descifrar la totalidad de su contenido a pesar de haber realizado varios intentos.

En la infancia tenía una gran amistad con Amandil hijo de Númendil, Señor de Ælfwine, que como uno de los principales consejeros del cetro solía vivir con frecuencia en Armenelos.

Se rompe la amistad, ¿se debía a su esposa la política de Ar-Pharazôn hacia Amandil?

Ahora bien, Zimrahil, a quien su padre llamó Míriel, hija única de Tar-Palantir, era una mujer de gran belleza, de menor [? estatura] que la mayoría de las mujeres de aquella tierra, ojos brillantes, y tenía una gran habilidad para . . . Era un año mayor que Ar-Pharazôn,[152] pero parecía menor, y sus ojos y su corazón se volcaron en ella; pero las leyes de Númenor se interponían entre ellos, además del desagrado de su padre, a quien Gimilkhâd se oponía de todos los modos posibles. Porque en Númenor los primos en primer grado no se casaban, ni siquiera en la casa real. Y además, Zimrahil estaba prometida a Elentir, el hermano [?mayor] de Amandil y heredero de Númendil.[153]

Desde la distancia,[154] pues Gimilkhâd y su hijo no eran bienvenidos a la casa del rey.

En el resto del texto hay varias oraciones completas, sin duda esenciales para este breve esbozo de historia, de las que no puedo descifrar prácticamente nada.

Se le ocurrió a su corazón que . . . Pharazôn no estaba dispuesto a admitir que le estorbaran sus deseos, y por tanto pidió permiso a Amandil para visitar su casa, sabiendo . . . Zimrahil se encontraba entonces en Ælfwine. Poco agradó esto a Gimilkhâd, pues los Señores de Ælfwine eran sus rivales principales. Pero Pharazôn [?rio] diciendo que haría lo que quisiera, y. . .

Y Amandil y Pharazôn cabalgaron hasta Ælfwine y Elentir y Zimrahil los vieron desde lejos mientras [?estaban] . . . pues Elentir amaba a su hermano. Pero cuando Zimrahil vio a Pharazôn en el esplendor de su juventud llegar a caballo [?a] . . . De repente el corazón de Zimrahil se volvió hacia él. Y cuando saludaron a Pharazôn en las escaleras de la casa sus ojos se encontraron. . . y se avergonzaron.

A mi parecer, este texto es tan sólo un movimiento más de la historia que estaba intentando surgir, en el que mi padre se planteó un tratamiento distinto de la intromisión de Pharazôn en la relación de Míriel [195] y Elentir (de los que ahora no se dice que estuvieran comprometidos); sin embargo, el esbozo es tan rápido e indescifrable que el curso de la historia es imposible de saber.

(c)

El tercero de los papeles relacionados con la inserción en la narrativa de la Akallabêth consiste en un texto escrito con claridad.

Porque Pharazôn hijo de Gimilkhâd era aún más inquieto y ávido de riquezas y poder que su padre. Era un hombre de gran belleza y estatura, parecido a los primeros reyes de los hombres; y de hecho en su juventud también se asemejaba a los Edain también en temple, aunque tenía más fuerza de voluntad que sabiduría, como después se vio, cuando fue corrompido por los consejos de su padre y la aclamación de su pueblo. En sus primeros días era muy amigo de Amandil hijo de Númendil, Señor de Ælfwine, y amaba a la gente de aquella casa, con quienes estaba emparentado (a través de Inzilbêth, la madre de su padre). Era huésped suyo con frecuencia, y también solía visitarlos su prima, la hija de Inziladûn. Porque Elentir, hermano de Amandil, la amaba, y ella había vuelto su corazón a él, y se sabía que no tardarían en comprometerse.

Aquí mi padre siguió fielmente el principio del texto (a), pero en la última oración, antes del abandono del texto, se separa de él con la mención del próximo compromiso de Elentir y Zimrahil, y es posible que hubiera tomado un curso distinto.

(d)

Por último, mi padre escribió el siguiente pasaje en el margen del texto insertado junto a §37, aunque sin indicar dónde había que ponerlo: lo más probable es que fuera al final del párrafo («… y el nombre de la reina lo cambió por el de Ar-Zimrahil»).

Y persiguió a los Fieles, y privó a los Señores de Ælfwine de su señorío, porque habían ayudado a Tar-Palantir y apoyado a su hija. Entonces tomó Ælfwine y la convirtió en el puerto principal de los barcos del rey, y a Amandil, el Señor, le ordenó que se fuera a vivir a Rómenna. Sin embargo, no lo molestó más, ni lo echó de su Consejo. Porque en los días de su juventud (antes de que su padre lo corrompiera) Amandil había sido un buen amigo suyo.

Esto está muy relacionado con el final del texto (a), p. 193, «Por tanto Ar-Pharazôn persiguió a los Fieles …»; por otro lado, las palabras [196] «y apoyado a su hija» indican que la historia del amor de Zimrahil por Pharazôn no está presente.

No tengo del todo claro cómo ha de resolverse el puzzle textual que presentan estos escritos, pero me inclino a pensar que, contrariamente a lo que parece, los textos, (a), (b) y (c) fueron posteriores a la escritura del largo texto insertado en la Akallabêth, y que representan la aparición de una duda en la mente de mi padre, si el matrimonio de Pharazôn y Zimrahil fue en realidad «contra la voluntad de ella», y el esbozo de una nueva historia sobre el tema. La estrecha relación de algunas frases de (a) con las del texto insertado (véanse pp. 193-194) debe interpretarse, pues, como una simple repetición de lo que ya estaba presente allí, y no como un esbozo anterior. Por último, desde este punto de vista, abandonó la nueva historia y regresó a lo ya presente en §37. El hermano de Amandil, Elentir, desapareció, al menos en la tradición que aparece en los registros.

Puede observarse que la amistad juvenil de Pharazôn y Amandil se menciona en AS §47 (Entonces Ar-Pharazôn se volcó a la veneración…, p. 369), y de hecho se remonta al manuscrito original de la Akallabêth. «En los días en que ambos eran jóvenes, Valandil [> Amandil] le había sido caro a Ar-Pharazôn, y aunque se contaba entre los Amigos de los Elfos permaneció en el consejo del rey hasta la llegada de Sauron».