Una ojeada a algunas de las retribuciones
más comunes de la "deberización"
Algunas de las razones que tienes para aferrarte a tus "deberías" van detalladas más abajo. Estas retribuciones o compensaciones, como todas las que brindan las zonas erróneas, fundamentalmente son autodestructivas pero también es cierto que constituyen en sí mismas un cierto tipo de sistema de apoyo:
- Puedes disfrutar el hecho de ser "un buen chico" o "una buena chica," cuando aceptas todos los "deberías". Puedes darte palmaditas en la espalda a ti misma por ser obediente. Este dividendo es regresivo ya que por su intermedio, regresas a un período anterior de desarrollo cuando se te recompensaba con unas buenas dosis de aprobación cada vez que te portabas bien, lo que significaba depender de que otra persona establezca tus normas de conducta.
- Tu sumisión y obediencia al "deberías" exterior te permite atribuirle toda la responsabilidad de tu inacción al "deberías" en vez de asumirla tú mismo. Mientras el "debería" sea la razón fundamental de lo que eres (o no eres), podrás evitar los riesgos que implica el confiar en ti mismo para cambiar. Así pues, tus "deberías" evitan tu crecimiento. Por ejemplo, Marjorie tiene un "debería" en su cabeza, el que las relaciones sexuales prematrimoniales son tabú. Ella tiene treinta y cuatro años y hasta la fecha nunca ha tenido ninguna experiencia sexual debido a este tabú impuesto desde el exterior. Pero Marjorie no tiene paz interior. A ella le gustaría tener una relación sexual y se siente muy insatisfecha consigo misma al respecto. Mas aún, es muy posible que Marjorie no llegue a casarse nunca, y su "debería" (en este caso "no deberías") le impedirá participar en actividades sexuales durante toda su vida. Cuando se la enfrenta con esta posibilidad, se estremece y sin embargo su "no deberías," sigue allí. Las actitudes de Marjorie están marcadas por su "debería". Ni siquiera puede pasar la noche en la misma casa que su acompañante por miedo a la crítica de la gente. Así constantemente tiene que incomodarse, volviendo a la casa de su mamá por la noche por culpa de sus "deberías".
Aferrándose a este tabú evita el riesgo de probarse a sí misma en una relación de tipo sexual que la asusta. Pero su respuesta es siempre: "No debo hacerlo,". Está claro que sus "deberías" actúan en contra de su felicidad.
Tus "deberías", te permiten maniobrar a los demás. Al decirle a un tercero que las cosas se deben hacer de una forma determinada, puedes lograr que lo haga como tú quieres.
- Es más fácil sacar a relucir un "debería" cuando te falta confianza en ti mismo. Al palidecer tu propia imagen, el "debería," te sirve de baluarte.
- Te es posible seguir estando satisfecho con tu propio comportamiento y mantener vivos tus sentimientos hostiles cuando los demás no encajan en los "deberías" que tienes para ti mismo y para el resto del mundo. De ese modo, mejoras la opinión de ti mismo en tu propia mente a expensas de los demás porque éstos no obedecen las normas establecidas.
- Puedes ganarte la aprobación de los demás adaptándote a lo establecido. Te sientes bien porque te integras, que es lo que siempre te han dicho que debes hacer. La vieja necesidad de búsqueda de aprobación aparece aquí también.
- Mientras tus pensamientos estén enfocados en los demás y mientras vivas a través de tus éxitos y fracasos, no tendrás que trabajar contigo mismo. El tener héroes puede reforzar la pobre opinión que tienes de ti mismo y permitirte evitar el esfuerzo de elaborar tu personalidad. Mientras los responsables de tus buenos momentos sean los héroes, y también de los malos, no hay razón para que seas tú quien asuma las responsabilidades. Tu propia valía es, en este caso, la valía de un tercero; o sea, que es momentánea y transitoria. Depende completamente de esos grandes hombres y mujeres y de cómo actúan para ti.