La culpabilidad y el "culto al héroe":
puntos extremos del comportamiento orientado hacia el exterior

Echar la culpa a los demás es una artimaña muy práctica cuando no quieres asumir la responsabilidad de algo que pasa en tu propia vida. Es el refugio de la gente orientada hacia el exterior.

Todo tipo de culpabilización es una pérdida de tiempo. Por más fallas que tenga el otro y por más culpa que tenga de lo que a ti te sucede, tú mismo no cambiarás. Lo único que hace la culpabilización es alejar la atención de ti cuando buscas razones externas para explicar tu infelicidad o frustración. Pero la culpa en sí misma es una necedad. E incluso si algún efecto puede tener la culpabilización no será sobre ti. Puedes lograr que la otra persona se sienta culpable por algo al echarle la culpa de ello, pero no lograrás cambiar lo que hay en ti que te está haciendo infeliz.

Puedes lograr no pensar en ello, pero no lograrás cambiarlo.

La tendencia a situar en los demás los propios problemas puede conducir al extremo opuesto cuando sale a la superficie como el culto al héroe; o sea una exagerada admiración por otra persona. En este caso, te puedes encontrar mirando a los demás para determinar tus propios valores.

Si fulanito de tal lo hace, pues yo también debo hacerlo. El culto al héroe es una forma de autorrepudio. Hace que los otros sean más importantes que tú y condiciona tu propia realización a algo exterior a ti. Si bien no hay nada autofrustrante en apreciar y admirar a los demás y sus logros y talentos, esta actitud se puede convertir en una zona errónea cuando tú modelas tu comportamiento en el patrón de los demás.

Tus héroes son seres humanos. Todos son seres humanos. Cada día hacen las mismas cosas que tú. Les pica donde a ti te pica; por la mañana tienen mal aliento igual que tú. (El único héroe bueno es un bocadillo de jamón y queso o posiblemente unas berenjenas a la parmesana.) Con los demás malgastas tus esfuerzos.

Ninguno de los grandes héroes de tu vida te han enseñado nada. Y no son mejores que tú en nada. Políticos, actores, atletas, estrellas de rock, el jefe, el terapeuta, el profesor, tu cónyuge o cualquier otro, son simplemente muy capaces en lo que hacen, nada más. Y si tú los conviertes en héroes y los encumbras a posiciones que están por encima tuyo, es porque estás dentro de la "bolsa externa," de los que les atribuyen a los demás la responsabilidad de las cosas buenas que les pasan y sienten.

Si en un extremo, echas la culpa a los demás, y por el otro, practicas el culto al héroe, quiere decir que te encuentras situado en alguna parte de la línea que podríamos llamar la línea del enfocar en los demás.

Culpar_____________________________________________________Culto al héroe

L.L.D.E.E.L.D.

Te estás portando como un tonto si buscas fuera de ti mismo la explicación de cómo te debes sentir o qué cosas debes hacer. Darte el crédito de lo que haces y asumir su responsabilidad representa dar el primer paso para eliminar esta zona errónea. Sé tú mismo tu propio héroe.

Cuando logres salir del comportamiento culpabilizador o del culto al héroe, entonces empezarás a trasladarte del lado exterior del andamio al interior.

Y en el lado interior, no existen "debes" universales, ni para ti ni para los otros.