LA PERCEPCIÓN EXTRASENSORIAL Y EL RECONOCIMIENTO DE PAUTAS

«¿Qué pasa con la visualización remota?», pregunté. «Usted ha oído hablar de eso. Es cuando un médium dibuja una imagen de un lugar remoto sin estar ahí. ¿Cómo se hace eso? ¿Eso también se puede atribuir a la suerte?».

«A veces. Pero el reconocimiento de pautas también tiene mucho que ver».

«¿Cómo? No hay ninguna pauta si una persona está sentada en una habitación situada en una parte del mundo y el objeto que se está retratando está en otro lugar».

«Todo el mundo tiene habilidades diferentes para reconocer pautas en su entorno», dijo. «Es una habilidad, como la música, las matemáticas y los deportes. Los pocos genios en esos campos parecen genuinamente sobrenaturales. Es como si poseyeran poderes especiales. Y los poseen, en cierto sentido, pero sería más exacto describir su pericia como una abundancia de habilidades naturales, por contraposición a algo sobrenatural».

«Considera el caso de un prodigio de la matemática. Los genios matemáticos a menudo dicen conocer las respuestas a los problemas sin ser conscientes de haber realizado un cálculo. Los máximos genios en cada campo relatan la misma experiencia. En el máximo nivel de realización, las personas no son conscientes de los procesos que utilizan».

«Las obras de los genios no encierran nada místico ni mágico sólo porque desconocen cómo hacen lo que hacen. Los cálculos subconscientes de sus mentes se producen con tanta rapidez que no quedan registrados como recuerdos. Les parece como si las respuestas simplemente se materializan sin más».

«Algunos médiums —los que no son intencionalmente fraudulentos— son genios en el reconocimiento de pautas, pero no son necesariamente conscientes de la fuente de sus habilidades. Como los genios matemáticos, los supuestos médiums no saben cómo lo hacen; simplemente saben que funciona».

«Bien», dije, aceptando momentáneamente su explicación para poder someterla a prueba. «¿Cómo explica el reconocimiento de pautas a un médium que predice que se encontrará el cadáver de una víctima de asesinato? ¿Dónde está la pauta?».

«La mayoría de los testimonios de médiums que localizan cadáveres son falsos. Los reporteros normalmente obtienen su información después de hablar con la gente y escribir lo que oyen, pero sus relatos sólo son tan buenos como la fiabilidad de las personas entrevistadas. Los médiums pueden hacer predicciones vagas y después atribuirse el mérito de haber acertado cuando se descubre algo que se acerque a sus predicciones. Los medios de comunicación hablan de los fascinantes aciertos pero hacen caso omiso de los fracasos, diciendo que no son “noticiables”. El público recibe la impresión de que los médiums pueden descubrir cadáveres ocultos con cierta regularidad. De hecho, tales casos han sido infrecuentes y probablemente sean el resultado del reconocimiento de pautas por parte de un genio; o de un acto fortuito o de simple exageración».

«Supongamos que la policía recibe un aviso de que se ha secuestrado a un niño. Los detectives policiales están entrenados para reconocer pautas e indicios, por lo que sabrían que es probable que el secuestrador sea un hombre y que sea alguien conocido por el niño. Y podrían predecir que el niño ha muerto si han pasado más de cuarenta y ocho horas sin que aparezca, y que su cuerpo probablemente yace enterrado dentro de un radio de 80 kilómetros alrededor del lugar donde se cometió el secuestro. Pongamos también por caso que la policía llama a un experto en perfiles del FBI que es incluso más hábil que la policía en la detección de pautas e indicios criminales. Basándose en la experiencia y en datos estadísticos relativos a crímenes similares, el experto podría predecir que el secuestrador tiene un tipo determinado de historial, educación y personalidad. Los detectives y el experto del FBI pueden producir información que bien podría considerarse milagrosa si uno no supiera que se basa en pautas sencillas. Ahora supongamos que la policía contacta a un supuesto médium que, además, es un genio a la hora de reconocer pautas y tendencias. A ese nivel de genio, entran en juego pautas mucho más sutiles». Continuó.

«Por ejemplo, los medios de comunicación crean pautas en las mentes de los espectadores. Supongamos que varias películas y programas de televisión sobre secuestros que se han producido durante el último año han creado una pauta o indicio sobre la mejor forma de deshacerse de un cadáver. Esa pauta o indicio podría influir al secuestrador en su elección, digamos, de una cloaca en lugar de un cobertizo. El médium reconoce de forma inconsciente la misma pauta y “siente” que el niño se encuentra en una cloaca. A continuación, una búsqueda centrada en las cloacas de la zona descubre el cadáver y le dan la razón al médium».

«En tales casos, los poderes del supuesto médium habrían sido útiles y en cierto modo genuinos, pero nunca podrían reproducirse en el marco de un experimento controlado. En el laboratorio, se eliminan todas las pautas».

«¿Y dónde encaja el tipo que habla con los parientes del difunto?», pregunté. «Siempre tiene información sobre los supervivientes y sobre el difunto que no puede atribuirse a la coincidencia. ¿Cómo hace eso?».

«Eso también es atribuible al reconocimiento de pautas, junto con teatralidad y, en ocasiones, engaño. Algo de lo que pasa por ser habilidad psíquica extraordinaria no es más que un juego de probabilidades. El médium podría decir, por ejemplo, que el marido difunto vio a la viuda besando su retrato. Se trataría de una conjetura segura, porque la mayoría de las viudas besan retratos de sus difuntos esposos. O podría decir que al esposo le gustaba hacer arreglillos caseros. Eso es aplicable a casi todos los hombres».

«El médium puede detectar muchas pautas a partir de la voz de una persona, de su acento, su vestimenta, su edad, su nombre, su estado de salud y su origen étnico. Pongamos por caso que un cliente tiene los dientes amarillentos por culpa del tabaco. La probabilidad dice que los fumadores conviven con otros fumadores. El médium podría conjeturar que la causa de muerte del amado fue por complicaciones cardiacas o pulmonares. Eso sería una causa probable».

«Bien, pero… ¿qué hay de los “televangelistas” que curan a la gente en sus programas? Esa gente parece que se cura. ¿O es un engaño también?». El viejo se rió. Yo también.